Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

miércoles, 22 de junio de 2011

Presos estamos todosCómo no rechazar las pretensiones de un gobierno que tiene al país trancado y cerrado

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Muerte en "El Rodeo"

El hacinamiento, el ocio y la violencia pueden ser erradicadas o, al menos, controlados

ALBERTO ARTEAGA SÁNCHEZ | EL UNIVERSAL
miércoles 22 de junio de 2011 12:00 AM

Los muertos y heridos de El Rodeo hablan por sí mismos. No hay razón valedera para explicar lo ocurrido. Apelar a la deuda social que se arrastra desde hace muchos años, nada le dice a las madres y esposas de los ajusticiados en la cárcel. Es verdad que el problema es de vieja data, pero nada justifica que en estos años la tragedia carcelaria haya alcanzado las dimensiones que tiene y exhiba el rostro de la muerte, de la violencia, del ocio, del tráfico de drogas, de armas y de la violación más escandalosa de los derechos humanos.

En la prisión gobiernan las bandas; todo se compra y se vende; desde allí se ordenan secuestros y acciones delictivas; el Gobierno luce impotente ante el caos y bien puede decirse que la prisión goza de un fuero de extraterritorialidad en el que se impone la venganza privada y la pena de muerte.

Ante la terrible realidad de la prisión, el Estado ha sido sobrepasado y apenas puede exhibir escuálidos logros humanitarios que se reflejan en iniciativas del movimiento de orquestas, junto a la tarea de los evangélicos y católicos voluntarios que han hecho de la cárcel su apostolado.

Se puede cambiar

En Venezuela no se puede hablar de respeto a los derechos humanos mientras exista la presente realidad penitenciaria. Pero no es verdad que ese horrendo mundo no pueda ser cambiado. El hacinamiento, el ocio y la violencia exacerbada pueden ser erradicadas o, al menos, controlados.

Ciertamente, lo que no puede admitirse es que la única solución a la que se apela sea la de la liberación indiscriminada de los presos -muchos de los cuales merecen su libertad- para que de inmediato la situación se presente con las mismas características y se confirme la tesis de la impunidad absoluta.

Sencillamente, no hay derecho a que en esta Venezuela de ingentes recursos petroleros, no se mitigue el caos penitenciario con la solución contenida en el art. 272 de la Constitución que postula la rehabilitación de los reclusos, la descentralización de las cárceles, la profesionalización del personal penitenciario y la progresiva sustitución de las penas privativas de libertad por fórmulas alternas a la prisión.

No es suficiente construir nuevos establecimientos si de inmediato el retardo procesal los copa con procesados; ni sirven comisiones de expertos, si el personal responde a intereses clientelares; y nada se avanza en el cometido de humanización si los presos no tienen las condiciones mínimas para subsistir dignamente.

Cambiar la realidad de nuestras prisiones, testimonio vivo del más absoluto desprecio por los derechos humanos, debe ser tarea prioritaria para el Estado, garante de la vida de los presos, según el artículo 43 de la Constitución.

La solución no es un nuevo ministerio, ni el nombramiento de una comisión. Solo se exige la expresión de la voluntad del Estado, ajena a los intereses de un grupo político, que se proponga ponerle fin al horror de nuestras prisiones o, al menos, comenzar a cambiarle el rostro al infierno carcelario venezolano.

aas@arteagasanchez.com


Cárcel inhumana

Desde el Gobierno han dejado que las cárceles se conviertan en un territorio sin ley

EDUARDO BATTISTINI | EL UNIVERSAL
miércoles 22 de junio de 2011 12:00 AM

Lo que todo el país pudo observar el pasado viernes y sábado en la cárcel de El Rodeo , tendrá que ser incluido en la lista de las masacres y violaciones a los Derechos Humanos más emblemáticas de la vida contemporánea de nuestro país, la intervención del penal de El Rodeo I y II se constituyó en el abreboca de lo que podría ser una guerra civil en nuestro país.

Este Gobierno después de 12 años pretende ahora hacernos ver que esta actuación fue algo necesario y que la fuerza armada fue utilizada para poder someter a una población de privados de libertad que están armados hasta los dientes (cosa que es cierta), pero la gran interrogante que surge aquí es la siguiente: ¿no son los mismos GN y los mismos funcionarios del MIJ quienes permiten el ingreso de esas armas a los penales? ¿No son el ministro actual y los que han pasado responsables directos de esta situación? ¿Dónde está la política de humanización carcelaria luego de 12 años? Muchas preguntas que apuntan hacia un solo responsable, el Gobierno, que ante su ineptitud acude al uso de las armas.

Sabemos que quienes están privados de libertad han cometido errores y deben pagar por ellos, pero también sabemos que las cárceles se han convertido en centros de profesionalización del delito, porque desde el Estado se han olvidado de los reclusos y de su rehabilitación, se han olvidado de mejorar las condiciones de las cárceles, se han olvidado de erradicar la corrupción de quienes custodian las cárceles, en fin, han abandonado a estos venezolanos y los han llevado a ser violentos para "sobrevivir" dentro del sistema carcelario.

Los verdaderos "Pranes" son aquellos que desde el Gobierno con su ineficacia e incapacidad han dejado que las cárceles se conviertan en un territorio sin ley.

Twitter @ebattistini // Concejal El Hatillo


Presos estamos todos

Cómo no rechazar las pretensiones de un gobierno que tiene al país trancado y cerrado

ANTONIO JOSÉ MONAGAS | EL UNIVERSAL
miércoles 22 de junio de 2011 12:00 AM

No había que esperar los tristes hechos acaecidos en los penales El Rodeo I y II para reconocer la podredumbre sobre la cual este gobierno adelanta su gestión. Lo que ha vivido el país es demasiado vergonzoso. No sólo por el degolladero en que se convirtió el primero de ellos. Además por la incertidumbre jurídica, corruptelas y todo tipo de arbitrariedades que ha venido apropiándose del ambiente penitenciario venezolano como consecuencia de la indolencia y apatía gubernamental.

Más que gerencia pública y de políticas públicas debidamente evaluadas, que por demás no existen como recursos de gobierno, en medio de tan grave cuadro de ignorancia e incompetencia, ha faltado sensibilidad y voluntad para encarar estos problemas políticos terminales del sistema social. Indudablemente, el gobierno perdió la ruta por donde encaminar el país de cara al desarrollo. O como también se dice de que "la situación se le escapó de las manos". Pero igualmente, de la perspectiva que visualizó a principios de su primer período constitucional. Al menos, es lo que se desprende de las líneas del Plan de la Nación 2001-2007.

Hoy las realidades muestran lo contrario: inseguridad, inflación, degradación, impunidad, resentimiento, venganza, corrupción, centralismo, insubsistencia, negligencia, suciedad, intimidación y barbarie, particularmente. Entonces, cómo no rechazar las pretensiones de un gobierno que, aparte de ignominioso, tiene al país trancado y cerrado. O peor aún, desmantelado y abatido por el furor militarista de quienes codiciosamente buscan embucharse los dineros públicos sólo por "revolucionarios y socialistas". De ahí la emigración que sufre el país. Si no, toca encerrarse al mejor estilo carcelario. Aunque con tanta escoria oficialista, no hay duda en reconocer que presos estamos todos.

amonagas@cantv.net / @ajmonagas

Cárcel inhumana

Desde el Gobierno han dejado que las cárceles se conviertan en un territorio sin ley

EDUARDO BATTISTINI | EL UNIVERSAL
miércoles 22 de junio de 2011 12:00 AM

Lo que todo el país pudo observar el pasado viernes y sábado en la cárcel de El Rodeo , tendrá que ser incluido en la lista de las masacres y violaciones a los Derechos Humanos más emblemáticas de la vida contemporánea de nuestro país, la intervención del penal de El Rodeo I y II se constituyó en el abreboca de lo que podría ser una guerra civil en nuestro país.

Este Gobierno después de 12 años pretende ahora hacernos ver que esta actuación fue algo necesario y que la fuerza armada fue utilizada para poder someter a una población de privados de libertad que están armados hasta los dientes (cosa que es cierta), pero la gran interrogante que surge aquí es la siguiente: ¿no son los mismos GN y los mismos funcionarios del MIJ quienes permiten el ingreso de esas armas a los penales? ¿No son el ministro actual y los que han pasado responsables directos de esta situación? ¿Dónde está la política de humanización carcelaria luego de 12 años? Muchas preguntas que apuntan hacia un solo responsable, el Gobierno, que ante su ineptitud acude al uso de las armas.

Sabemos que quienes están privados de libertad han cometido errores y deben pagar por ellos, pero también sabemos que las cárceles se han convertido en centros de profesionalización del delito, porque desde el Estado se han olvidado de los reclusos y de su rehabilitación, se han olvidado de mejorar las condiciones de las cárceles, se han olvidado de erradicar la corrupción de quienes custodian las cárceles, en fin, han abandonado a estos venezolanos y los han llevado a ser violentos para "sobrevivir" dentro del sistema carcelario.

Los verdaderos "Pranes" son aquellos que desde el Gobierno con su ineficacia e incapacidad han dejado que las cárceles se conviertan en un territorio sin ley.

Twitter @ebattistini // Concejal El Hatillo

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