Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 6 de mayo de 2012

“¿Sabes? Estamos perdiendo algo muy grave: El intermedio de la historia, la garantía de la estabilidad social del país”


Borrar el pasado es la negación extrema de los pueblos

El Carabobeño 6 de mayo 2012
Mayela Carrillo le da un ‘parao’ a los malos tratos. (Foto El Carabobeño)
dhameliz díaz | ddiaz@el-carabobeno.com
“¿Sabes? Estamos perdiendo algo muy grave: El intermedio de la historia, la garantía de la estabilidad social del país”. Mayela Carrillo le da un ‘parao’ a los malos tratos. Firme combatiente por los derechos humanos, milita en Amnistía Internacional Venezuela, actualmente es la tesorera. “La salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos implicará despojarnos de una segunda instancia para proteger los derechos ciudadanos. Fíjate que la Corte Penal Internacional fue creada para castigar los delitos de lesa humanidad y en 2017 se pronunciará por los delitos de acoso. ¿Y cuántas veces los venezolanos hemos sido etiquetados, descalificados, juzgados, perseguidos por nuestras declaraciones? ¿Criminalizados por nuestras posiciones? ¿Acosados? Retrocedemos en derechos humanos”.
Observadora de los movimientos sociales, tiene encendidas todas las alarmas. “Estamos inutilizando parte de la historia. Hay una brecha, una necesidad de entrelazar los dos ciclos históricos. Ya es hora los testigos o participantes activos del pasado reciente comiencen a contar lo que han vivido y se ha logrado. Los seres humanos necesitan sus raíces para anclarse en la patria. Ese es el verdadero patriotismo, sentirse parte de la historia. Poder mirar hacia atrás y reconocer lo que otros hicieron para tener identidad. Borrar el pasado es la negación extrema de un pueblo.
Reflexiona. Cada día más se desdibuja el país. Ya la esquina no se llama así. Las calles, avenidas tienen otros nombres y los espacios públicos, las instituciones del Estado son ocupadas por una parcialidad del país. “Negarnos los orígenes es arrebatarnos la certeza de que los venezolanos podemos extendernos a nuevos escenarios dentro de la patria. Una de nuestras carencias más graves es no querer involucrarnos.
La misión para la también promotora de paz es trabajar con las víctimas de cualquier tipo de maltrato. No se cansa. Día tras día, organiza junto a un equipo multidisciplinario, cada minuto de las 24 horas para sanar cicatrices y empoderarlos con el conocimiento de las leyes. “Tenemos derecho a ser diferentes, respetados y reconocidos”.
En su oficina cada espacio tiene un propósito. A los niños abusados se les enseña a identificar cuál parte de su cuerpo es pública y cuál privada. Con grandes trajes de cartón tal cual los que se recortan para vestir muñecos de papel, ellos se van ataviando para apropiarse de su intimidad vulnerada. Más allá se enseña a los adultos a salirse del maltrato, despojarse del miedo conociendo las leyes para alcanzar justicia.

-¿Por qué es problemático no distinguir entre gobierno y Estado?

-El Estado es la patria. Gobierno se refiera a la administración, por eso los funcionarios deben rendir cuentas de su gestión ante las personas que los eligieron. Pecamos de ignorancia al no hacer una diferenciación clara entre el Estado y el gobierno, por eso urge una sociedad civil activada desde el ejercicio de sus derechos. Hay mucha gente que llama a la organización preguntándome ¿Dónde está la Lopnna? Tengo una respuesta: Si la compró la tiene en su casa, si no, está en la librería. ¡La Lopnna se activará en la medida que nos conectemos con lo que ocurre en la sociedad y exijamos su aplicación!

Se paró la historia

-¿Cómo a la generación intermedia se le puede contar la historia enlazando la década anterior con la que han vivido los venezolanos en los últimos 13 años?

-¡Tenemos que comenzar a pararnos! Asumir el papel que nos corresponde en la sociedad. Identificar a los que hicieron en el país y la evaluación de esos resultados le corresponderá a la historia. Es nuestro derecho. Nos hemos estado pasando esa pelotica tóxica, que no nos queremos involucrar, ‘esto no me toca a mí sino a ti’. Tenemos derecho a retomar la historia. Derecho a hablar sin que seamos acusados, estigmatizados o perseguidos. Pareciera que la historia se paró. Como si hemos cancelado su curso, la hemos suspendido y una de las características de los derechos humanos es que son progresivos ¿Cuándo vamos a retomar nuestro rol como sociedad civil? ¿Estamos esperando que lo comience quién? Es muy venezolano esperar mesías políticos, mesías emocionales, líderes que nos digan cómo hacer y cómo no hacer. Tenemos una cultura melodramática que nos impide enfrentarnos a las situaciones políticas y sociales en pleno desarrollo. Tristemente no hay políticas de Estado que garanticen el ejercicio de la ciudadanía. Me preocupa en demasía el futuro. ¿Cuál será el futuro de nuestros nietos en el país? Una generación que no quiere mirar al pasado excluyendo a la generación intermedia, porque no reconocen el valor que tienen todos para entender el presente. ¿Qué fue lo que nos pasó? ¿Dónde perdimos ese eslabón? ¿Cuándo se hizo la brecha? ¿Cómo reconstruimos el país? Nos corresponde, con el debido respeto a esta nueva generación, lanzar cuerdas como lianas, que nos permitan dar información. No podemos borrarla. Es parte del proceso del reconocimiento del otro.
Uno de mis grandes acompañantes y empoderadores para darle las herramientas a la sociedad civil han sido los periodistas. Cuando se agotan los caminos de la ley, le decimos a las víctimas, si no consigue justicia en un tribunal o en el ministerio público, hay que ir a los medios de comunicación social. Pero de un tiempo para acá me pregunto si están investigando los acontecimientos. Si interrogan a los protagonistas o se limitan a desgrabar una declaración o a copiar un rumor que oyeron. Me sorprende observar, que con una mano colocan el micrófono o la grabadora al entrevistado, le piden que se identifique y siga con la declaración, mientras con la otra mano mandan mensajes de texto. Y si en algo hay que insistir, es que estamos en un año donde urge conocer la raíz de los problemas, el contexto, para saber dónde está parada la sociedad, pero no queremos mirarlo. Hay que conocer las leyes y comprender cuál es nuestra responsabilidad en esta historia. Es mucha pretensión creer que se puede cambiar a toda la sociedad, si nosotros no comenzamos por el propio entorno donde nos desempeñamos. Exigirle a las autoridades la aplicación de la ley. Apropiarse del conocimiento de los derechos que nos asiste en las leyes, ayuda a que se desvanezca el miedo tóxico que paraliza a la sociedad. Funciona como un mecanismo de protección y nos impulse a actuar. Necesitamos reencontrarnos, mirarnos, perder el miedo.

Ponerle nombre al conflicto

¿Es víctima la sociedad venezolana?

-Sí.

¿Por qué?

-Porque estamos sufriendo. El miedo y la amenaza son reales. La única herramienta efectiva en este momento es mirar el conflicto y ponerle nombre. No queda otra. Cuando el conflicto se convierte en nuestro amo, nos distanciamos. Estamos parados en un paradigma: Creemos -ponlo en mayúsculas para llamar la atención- que la protección es aislamiento. Nos pasó algo terrible, perdimos la capacidad de mirar al otro. Necesitamos salir del aislamiento, integrarnos. ¿Protegiéndonos? Sí. Nos paramos en el medio asertivamente utilizando las herramientas para defendernos. Pareciera que los venezolanos tenemos dos opciones nada más. Hay una indefensión aprendida, ‘si lo volvemos a intentar saldremos perdiendo’ lo que ha propiciado que nos quedemos atrás permitiendo lo que está pasando. ¿Dónde está nuestra responsabilidad? En el activismo civil. Pero hay mucha apatía y se está afianzando la anomia, que es la ausencia de las reglas que permiten el sano convivir. ¿Dónde están los protectores neutralizados que deben existir en la sociedad para resguardarla?

-¿El cambio de nombres, uniformar de un solo color a los servidores públicos puede ser una política de Estado para vaciar a la sociedad de contenidos y crear la identidad del hombre nuevo?

-No puede ser un Gobierno tomando decisiones unilateralmente olvidándose del Estado, en detrimento de una parte de la sociedad, asumiendo absolutamente, lo que es bueno o malo para los otros. Todos estamos cometiendo el mismo error, desconociendo que el Estado es Venezuela, el país, la patria. A la sociedad civil activada le corresponde exigirle al gobierno administrador que se ciña al cumplimiento de la Ley. Precisamente el delito de lesa humanidad es tomar decisiones creyendo que las instituciones son el partido, que la decisión del gobernante para construir el Estado es la única válida sin permitir la participación al resto de la sociedad. Me preocupa sobremanera que la sociedad civil no quiera pronunciarse. El gobierno avanza ¿Y nosotros que estamos haciendo?
-Pero el Presidente de la República repite que está haciendo patria...
-Cabría entonces preguntarle a toda la sociedad venezolana si se siente segura, resguardada, protegida para emprender un negocio. Si considera que las medidas que se están tomando lo están beneficiando
-Hay una democracia participativa protagónica...

-¿Protagónica para quién?

-Ha confesado que la sociedad no quiere participar
-¡Comencemos a ocupar nuestros espacios! Exijamos. Apropiémonos de las leyes, reclamemos medidas de protección. Esto no es como una novela, donde hay personajes principales y secundarios. Para que seamos protagonistas todos por igual debemos tener acceso sin distingo a los beneficios de las políticas de Estado. ¿Lo tenemos? Los derechos humanos deben ser progresivos. El Estado no da derechos humanos, debe resguardarlos. Fíjate que la palabra dignidad viene de levantar la voz, pero lo confundimos con gritos, insultos e improperios. No podemos aceptar bajo ningún argumento las humillaciones, etiquetas, las descalificaciones por expresarnos diferente, contrario a la opinión de quien ejerce el poder.

-¿Si estamos en guerra, en un combate político por otros medios, hay que respetar los derechos humanos?

-Debe permanecer el respeto para quien piensa diferente.

-¿En medio de una guerra de IV generación? Al enemigo ni pan ni agua...

-El peor escenario es no identificar lo que está ocurriendo. Integrarlo a la cotidianidad, aceptarlo como una cruz. No. Se está afectando la vida emocional de la sociedad. Hay que parar toda esta historia.

-¿Cómo?

-Reflexionando sobre los acontecimientos y levantando la voz. Tenemos derechos a expresarnos y a no ser perseguidos por nuestras posiciones. No se trata de buenos contra malos.

-¿El comunismo, ese socialismo que impone una sola visión de país son modelos políticos violadores de los derechos humanos?

-Los modelos políticos de cualquier denominación, que impidan la libre elección y ejercicio de mis actos pueden estar incurriendo en delitos de lesa humanidad.
-Pero se justifica en beneficio del bien común, del interés colectivo sobre el individuo
-Volvemos al mismo punto ¿Quién decide a nombre del colectivo? El único que puede violar los derechos humanos es el Estado. Esa es la gravedad de retirarnos de la CIDH.

-¿Los derechos humanos son una espada de Damocles?

-No son una espada de Damocles. Existen para proteger la vida y el bienestar.

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