lunes, 14 de septiembre de 2015

En una nota difundida a primera hora de este lunes en Bruselas, con motivo de la cumbre extraordinaria del Consejo de Justica e Interior de la Union Europea que tiene lugar hoy en la capital belga, Cáritas Europa recuerda que los migrantes y solicitantes de asilo son seres humanos que necesitan ayuda urgente.

Cáritas pide a la UE que admita que los migrantes no son una amenaza
Con motivo de la cumbre en Bruselas del Consejo de Justica e Interior, advierte que las tragedias que estamos presenciando se deben a las políticas migratorias más restrictivas aplicadas por Europa
Por Redacción
Madrid, 14 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
En una nota difundida a primera hora de este lunes en Bruselas, con motivo de la cumbre extraordinaria del Consejo de Justica e Interior de la Union Europea que tiene lugar hoy en la capital belga, Cáritas Europa recuerda que los migrantes y solicitantes de asilo son seres humanos que necesitan ayuda urgente.
En su declaración, asegura que "las organizaciones Cáritas en toda Europa están consternadas por los resultados producidos por el colapso de las políticas migratorias europeas".
Ante esta situación, "Cáritas Europa reitera su llamamiento a los responsables europeos a adoptar una postura inequívoca para afrontar los aspectos humanos de la migración y la actual crisis humanitaria basada en el reconocimiento de que los migrantes y solicitantes de asilo que llegan a Europa no son una amenaza". Por el contrario --añade--, "estas personas ofrecen una oportunidad maravillosa para que los europeos manifiesten un sentimiento incondicional de solidaridad con los más necesitados".
Para la organización católica, "los ministros que participan hoy en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo de Justicia e Interior deben abordar el debate sobre el reasentamiento como una forma de abrir caminos legales, eficientes y seguros en Europa que impidan que estas personas desesperadas pongan sus vidas y sus ahorros en manos de contrabandistas".
Ya que --denuncia--, "las tragedias que estamos presenciando son el síntoma de las políticas migratorias más restrictivas que Europa haya aplicado". "La Unión Europea --prosigue la nota-- necesita urgentemente un plan de reasentamiento común y permanente basado en estimaciones realistas". "El programa de reasentamiento acordado del pasado mes de julio pretendía cubrir 22 mil plazas, una cifra totalmente ajena a la realidad", advierte. "Según el ACNUR, sólo este año 900 mil personas necesitan ser reasentadas urgentemente y la UE debe asumir su parte", insiste.
"Además de un programa de reasentamiento revisado y mejorado, los ministros deben tomar en consideración la ampliación del uso del visado por razones humanitarias que incluya un reconocimiento común de la condición de refugiado en toda la Unión Europea", propone. Asimismo --indica--, "deben promover las reunificaciones familiares para contribuir a una mejor y más sana integración de los recién llegados, según ha señalado el Tribunal Europeo de Justicia".
"Este Consejo es crucial para el futuro de Europa. Lo que está en juego es enorme. La idea de una Europa basada en los valores de la solidaridad y el respeto de la dignidad humana están amenazados por la falta de respuesta europea a una crisis que está provocando un terrible e insoportable saldo de muertos", afirma el secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño Mayer, ante la reunión de hoy.
Así, Cáritas Europa considera que es necesario un enfoque basado en cuatro ejes para que los Gobiernos puedan hacer frente a esta crisis, salvar vidas de una manera eficiente y humana, y proporcionar soluciones duraderas a largo plazo.
En primer lugar, hay que "establecer vías eficientes, legales y seguras para entrar en Europa, como son el reconocimiento del estatus de refugiados y la concesión de visados humanitarios a través de la Unión Europea, la supresión de visados en caso de crisis, la ampliación de la reunificación familiar y la puesta en marcha de programas de reasentamiento adaptados a las necesidades reales".
También hay que "acompañar a los que llegan a través de canales seguros y legales con políticas de integración eficientes que fomenten la integración social sostenible a través de la integración laboral y la educación, entre otras medidas".
Por otra parte, hay que "contribuir a garantizar que las condiciones de vida en los campos de refugiados fomentan un mayor desarrollo humano de los refugiados, incluyendo actividades escolares y de tiempo libre para niños, educación de adultos y reinserción en los mercados de trabajo locales".
Y se necesita "invertir en medidas diplomáticas y políticas para poner fin a la guerra y conseguir una paz sostenible en los países afectados por conflictos".
Al menos 107 personas mueren por un accidente en La Meca
Una fuerte tormenta provocó el desplome de un brazo mecánico que traspasó el techo de la Gran Mezquita cuando la concurrencia era muy alta
Por Redacción
Madrid, 14 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Al menos 107 personas han muerto y 238 han resultado heridas, al caer este viernes por la noche una grúa en el interior de la Gran Mezquita de la ciudad de La Meca, en Arabia Saudí.
El grave accidente, provocado por un fuerte temporal de lluvia y viento que azota la zona, se ha producido cuando el lugar más sagrado del islam se prepara para la inminente peregrinación o hach, que está previsto que comience el próximo 21 o 22 de septiembre.
Las autoridades saudíes han continuado en las últimas horas con los preparativos para el evento y han pedido a los ciudadanos que estén atentos al estado de la luna para poder determinar el inicio exacto de este año.
El brazo mecánico que causó la masacre al romper el techo y traspasar al interior de la mezquita era empleado en las obras que se llevan a cabo para restaurar y ampliar el recinto desde hace cuatro años.
La ampliación supone que el lugar pase de ocupar una superficie de 350 mil metros cuadrados a 750 mil, de forma que pueda aumentar su capacidad para acoger a cerca de tres millones de fieles.
La Mezquita Sagrada (Masyed al-Haram en árabe) es considerada la más grande del mundo. En su patio central se ubica la Kaaba, una pequeña construcción en forma de cubo, cubierta por una tela negra y dorada, en la que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam, junto a lashahada (profesión de fe), la limosna, la oración, y el ayuno en el mes de Ramadán.
Los rituales comienzan con el denominado día de Al Taruia (revelación en árabe), en el que los fieles, vestidos con un sayo blanco y sin costuras, rezan y meditan a la espera de subir la madrugada siguiente al monte Arafat, donde Mahoma pronunció su último sermón.
En la segunda jornada, los peregrinos se dirigen al monte Mina, donde cumplirán el primer apedreamiento de las tres columnas que representan al diablo y las tentaciones. Después han de girar en torno a la Kaaba y, en los tres días que siguen a la Fiesta del Sacrificio (Aid al-Adha), deben cumplir la segunda fase de la lapidación del diablo en Mina y dar siete vueltas más como despedida a la Kaaba.
La policía isrealí ha entrado en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén donde se han porducido incidentes.
Nuevos disturbios en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén
Más de 100 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre policías israelíes y palestinos
Por Iván de Vargas
Madrid, 14 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
La tensión volvió a dominar este domingo la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, un recinto sagrado para los musulmanes (Haram al-Sharif) y para los judíos (Monte del Templo). Más de 100 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre policías israelíes y palestinos, informó la Media Luna Roja, aunque la mayoría de carácter leve. Los disturbios no evitaron, sin embargo, la apertura de sus accesos a la hora prevista para la visita de turistas y judíos.
La policía israelí afirma que sus efectivos irrumpieron a las 6:45 horas de la mañana ante las informaciones sobre un grupo de palestinos atrincherados en la Explanada, que pretendía provocar altercados para evitar el inicio de las visitas. Asímismo, sospechó de la existencia de varios explosivos caseros.
Varias decenas de palestinos --muchos de ellos encapuchados-- recibieron a los policías con barras de hierro, piedras y bengalas. Los agentes emplearon material antidisturbios. Hace sólo tres meses se registraron incidentes similares en el corazón del kilómetro cuadrado más sagrado del mundo para cristianos, musulmanes y judíos. Tras la guerra de 1967, este espacio pasó del control jordano al israelí.
En un comunicado difundido ayer, el presidente palestino Abu Mazen criticó la acción israelí condenando “el ataque contra la Mezquita Al Aqsa y nuestros lugares santos”. Asimismo pidió que no se permita “la judeización de Al Aqsa”.
El pasado miércoles, el Gobierno israelí declaró ilegales a dos grupos islamistas formados por hombres (Murabitun) y mujeres (Murabitat) que suelen hacer guardia en los accesos de la Explanada de las Mezquitas. Se trata de musulmanes que increpan a los judíos que visitan el lugar e intentan bloquear su paso.
“Son grupos que incitan la violencia y el odio en el Monte del Templo y en toda Jerusalén. Israel permite y seguirá permitiendo la libertad de expresión y culto pero no dejará que los violentos dañen el orden público y pongan en peligro a los visitantes y turistas”, señaló el ministro israelí de Defensa, Moshé Yaalón. La medida recomendada por los organismos de seguridad de Jerusalén, fue criticada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Por su parte, los dos grupos musulmanes replicaron que sólo buscan “proteger y evitar los ataques de colonos e intentos de judeización de las mezquitas Al Aqsa y la Cúpula de la Roca”. Definieron la medida como injusta y aseguraron que recurrirán ante el Tribunal Supremo israelí “para poder seguir defendiendo el tercer lugar más sagrado para el islam”.

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