sábado, 24 de octubre de 2015

El diario de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, con la publicación de una nota breve y no firmada, ha resumido con una dureza inusual el clima que se vive estos días en el Vaticano al hablar de intentos de manipulación. Relaciones que mostraban divisiones y falta de valentía en la toma de decisiones respecto a cuestiones importantes de la familia actual, pero que se quedaron en segundo plano ante el shock de la noticia de un posible Papa enfermo.

Una sombra de rumores y "trampas" marcan el Sínodo

Para muchos prelados no son casuales todos los "complots" existentes

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El papa Francisco encabeza el Sínodo de obispos en el Vaticano REUTERS
EL UNIVERSAL
viernes 23 de octubre de 2015  12:00 AM
Ciudad del Vaticano.- El diario de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, con la publicación de una nota breve y no firmada, ha resumido con una dureza inusual el clima que se vive estos días en el Vaticano al hablar de intentos de manipulación. 

El diario vaticano se refería a la publicación del miércoles por parte de un grupo de diarios de la noticia de que al Papa se le había descubierto un pequeño tumor cerebral, justo en el momento en el que el Sínodo de obispos llega a su fin y en el día en el que se publicaban importantes resúmenes de sus participantes, informó Efe. 

Relaciones que mostraban divisiones y falta de valentía en la toma de decisiones respecto a cuestiones importantes de la familia actual, pero que se quedaron en segundo plano ante el shock de la noticia de un posible Papa enfermo. 

Pero la ya de por sí extraña historia del Papa que viaja hasta Toscana en helicóptero para ser recibido por un médico japonés se suma a los escándalos que han estallado desde que comenzó el Sínodo de los obispos. 

Nunca como en estas tres semanas el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha sido requerido tantas veces seguidas para explicar lo qué sucedía.

Complot contra el Papa 

Por ello, los diarios de este jueves en Italia no pueden más que titular con palabras como "misterio", "complot" o "trampas contra el papa Francisco" y dedicar páginas a los convulsos días que se viven en la Santa Sede en pleno proceso del Sínodo. 

Para la prensa italiana, pero también para muchos prelados, todo esto no es casual. 

La confesión del cura y teólogo polaco y miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Krysztof Charamsa, de que era homosexual y que tenía una pareja llegaba justo el día antes del inicio del Sínodo. 

Después, la filtración de una carta con la supuesta firma de 13 cardenales dirigida al Papa con acusaciones y críticas de cómo se desarrollaba el Sínodo volvía a causar escándalo. 

Mientras tanto, en Roma estallaba también la turbia historia de los supuestos festines de sexo y de drogas de algunos sacerdotes de los Carmelitas Descalzos. 

La sombra se alargaba

Y el Papa, con semblante serio, pedía por sorpresa durante la audiencia general perdón en nombre de la Iglesia por todos los últimos escándalos cometidos en Roma y en el Vaticano, pero sin citar a qué se refería. 

"Es probable que se haya querido cometer una acción de disturbio. Un poco como la historia de Charamsa al inicio del Sínodo. Todos han entendido cuál era la intención, pero no nos hemos dejado manipular y no ha tenido ningún efecto en el Sínodo", asegura el cardenal alemán Walter Kasper en declaraciones recogidas por los diarios italianos La Repubblica y Corriere della Sera

Para Kasper, "quien siembra dudas sobre la salud del Papa lo hace por otros motivos" y asegura que "es evidente que a algunos no les gusta este Papa". 

El obispo y teólogo argentino Víctor Manuel Fernández habla incluso en una entrevista en La Repubblica de una "especie de estrategia apocalíptica, ya presente en la Biblia y desde siempre usada". 

Y añade: "Intenta desacreditar a quien tiene el poder, hablando mal de él y difundiendo noticias increíblemente falsas, de manera que las personas empiecen a pensar que es necesario que se produzca un cambio, que llegue otro". 

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