miércoles, 7 de octubre de 2015

El Santo Padre, en su discurso al inicio del la primera Congregación General del Sínodo, recuerda que si no se dejan guiar por el Espíritu Santo, “todas nuestras decisiones serán solo decoraciones que en vez de ensalzar el Evangelio, lo cubren y lo esconden”

El Papa: el método del Sínodo es abrirse al Espíritu Santo
El Santo Padre, en su discurso al inicio del la primera Congregación General del Sínodo, recuerda que si no se dejan guiar por el Espíritu Santo, “todas nuestras decisiones serán solo decoraciones que en vez de ensalzar el Evangelio, lo cubren y lo esconden”
Por Rocío Lancho García
Ciudad del Vaticano, 05 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
El Sínodo es un caminar juntos con espíritu de colegialidad y sinodalidad, aceptando con valentía la “parresía, el celo pastoral y doctrinal, la sabiduría, la franqueza y poniendo siempre delante de nuestros ojos el bien de la Iglesia y de las familias”.  El Sínodo no es un congreso, ni un parlamento o un senado donde hay que ponerse de acuerdo. El Sínodo es una expresión eclesial,  “es la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios”, “es la Iglesia que se interroga sobre la fidelidad al depósito de la fe que por eso no representa un museo para verlo o cuidarlo sino una fuente viva de la que la Iglesia se sacia para saciar el depósito de la vida”.
Con estas palabras, el santo padre Francisco se dirigió esta mañana a la Asamblea General del Sínodo, en el primer día que se reúnen para comenzar la primera Congregación General. Durante las próximas tres semanas, obispos y expertos de todo el mundo hablarán sobre La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo en el Vaticano. 
Aunque no estaba previsto en el programa, el Pontífice ha querido saludar a los participantes y recordarles el sentido de este encuentro y el objetivo principal. Sin escuchar a Dios --advirtió-- todas nuestras palabras serán solamente palabras, que no sacian y no sirven.
Sin dejarse guiar por el Espíritu Santo, “todas nuestras decisiones serán solo decoraciones que en vez de ensalzar el Evangelio, lo cubren y lo esconden”.
De este modo, señaló que el Sínodo se mueve necesariamente en el seno de la Iglesia y “dentro del Santo Pueblo de Dios del que formamos parte en calidad de pastores, o sea, servidores”.  El Sínodo --prosiguió Francisco-- es un espacio protegido, donde la Iglesia experimenta la acción del Espíritu Santo. “En el Sínodo el Espíritu habla a través de la lengua de todas las personas que se dejan guiar del Dios que sorprende siempre, del Dios que se revela a los pequeños, lo que esconde a los sabios y a los inteligentes. Del Dios que ha creado la Ley y el sábado para el hombre y no al revés. Del Dios que deja a las 99 ovejas para buscar a la única oveja perdida. Del Dios que siempre es más grande que nuestras lógicas y nuestros cálculos”, explicó el Santo Padre.
Por otro lado, quiso recordar también que el “Sínodo podrá ser un espacio a la acción del Espíritu Santo solo si nosotros, participantes, nos revestimos de valentía apostólica, de unidad evangélica y de oración confiada”.
Y continuó: “la valentía apostólica que no se deja asustar por las seducciones del mundo que tienden a apagar en el corazón de los hombres la luz de la verdad sustituyéndola con pequeñas luces temporales”. La valentía apostólica de “llevar vida y no hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos”.
El Santo Padre también habló de la humildad evangélica que sabe vaciarse de las propias convicciones y prejuicios para escuchar a los hermanos obispos y llenarse de Dios”.
Humildad  --indicó-- que lleva a no apuntar a los otros con el dedo para juzgarlos sino para tenderles la mano y levantarles sin sentirse nunca superiores a ellos.
“La acción confiada es la acción del corazón cuando se abre a Dios, cuando hace callar todos nuestros ruidos para escuchar la suave voz de Dios que habla en el silencio”, observó el Papa.
Al concluir su intervención, Francisco volvió a insistir en que el Sínodo no es un parlamento donde para llegar a un consenso o acuerdo común se recurre a la negociación o a los compromisos. “El único método del Sínodo es el de abrirse al Espíritu Santo con valentía apostólica, humildad evangélica y con oración silenciosa para que sea Él quien nos guíe, nos ilumine, y ponernos delante de los ojos con nuestras opiniones personales la fe en Dios, la fidelidad al Magisterio, el bien de la Iglesia y la salus animarum”.
Para finalizar dio las gracias a todos los que de una forma u otra y con distintos tipos de responsabilidad, participan y trabajan por este Sínodo. En este sentido, agradeció también a los periodistas “su atención” y “su participación”.

 
El Sínodo: 'Un mosaico admirable de la catolicidad de la Iglesia'
El cardenal Baldisseri recuerda a los padres sinodales "el itinerario en dos etapas, fruto de la creatividad pastoral del papa Francisco"
Por Sergio Mora
Ciudad del Vaticano, 05 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
Se ha abierto este lunes en el Vaticano la primera Congregación de la Asamblea del Sínodo de los obispos, sobre el tema: 'La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo', con el canto de la 'Hora Tercera' y del 'Veni Creator Spiritus', entonado por el coro la Capilla Sixtina.
“Nuestra asamblea es amplia y compuesta, un mosaico admirable de la catolicidad de la Iglesia, en la que se reflejan la sensibilidad y resuenan las voces de todos los continentes”, dijo el cardenal Lorenzo Baldisseri. O sea “una peculiar manifestación de la unidad de la Iglesia católica edificada sobre los apóstoles, entre los cuales Simón Pedro es la 'roca'.
Un itinerario sinodal, dijo, con "un mismo tema el de la familia enfrentado en dos etapas, fruto de la creatividad pastoral del papa Francisco”.
El cardenal y secretario general recordó también que el Santo Padre, en la vigilia de oración del sínodo del 2014, dijo que a pesar de la cultura individualista que tiende a volver efímeras las relaciones, existe una necesidad de estabilidad; y que la comunión de vida de los esposos, la apertura a la vida, la memoria de las generaciones, la educación y transmisión de la fe a los hijos, demuestra que “la familia sigue siendo una escuela inigualable de humanidad, contribución indispensable para una sociedad justa y solidaria”.
¿Quiénes participan en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo?
El cardenal indicó que el Sínodo está compuesto por los jefes de las Iglesias Orientales Católicas sui iuris; los obispos elegidos por los sínodos de los obispos y Consejos de las Iglesias orientales católicas; los obispos elegidos por las conferencias episcopales de los diversos países, diez religiosos elegidos por la Unión de los Superiores generales y los dicasterios de la Curia Romana así como las personas nombradas por el Papa.

En total 270 padres sinodales:
-- 42 ex oficio (15 patriarcas, arzobispos mayores
        y metropolitas de las Iglesias católicas orientales
-- 25 jefes de dicasterios de la Curia Romana;
-- 74 cardenales (entre los cuales 1 patriarca y 2 arzobispos mayores)
-- 6 Patriarcas y 1 arzobispo mayor;
-- 72 arzobispos;
-- 102 obispos;
-- 2 párrocos;
-- 13 religiosos.
Además de:
-- 14 Delegados fraternos, representantes de otras Iglesias;
-- 24 Expertos delegados por sus competencias;
-- 51 auditores y auditoras, de diversas partes del mundo, de los cuales 17 son matrimonios
El cardenal Baldisseri recordó también que el Papa, en su encuentro con los obispos que participaron en Filadelfia en el Encuentro Mundial de las Familias, subrayó la necesidad de desarrollar la alianza entre la Iglesia y la familia.
Situó además la presente asamblea sinodal como “la conclusión de un largo camino del cual estamos llamados a recoger los frutos”. E indicó que el itinerario de este Sínodo que se realiza a los 50 años del Vaticano II, cuenta también con elJubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco. Este itinerario partió con la Asamblea general extraordinaria en el 2014 y concluye ahora con la actual ordinaria en curso.
Recordó también a los presentes que la Relatio Synodi votada el 18 de octubre de 2014 fue la primer etapa fundamental, con el documento hecho público así como el resultado de las votaciones. Y que es parte de texto Lineamenta, junto a las 102 respuestas de organismos precisos. Además se sumaron 400 observaciones de diócesis, parroquias, asociaciones, grupos de fieles, movimientos, universidades, etc.
El documento se divide en tres partes, los desafíos de la familia, su vocación, y su misión hoy. Sin olvidar que en el itinerario están los dos motu proprio que agilizan los procesos sobre nulidad, que deben determinar si el matrimonio ha sido válido o menos, que las causas sean tratadas por vía judicial y no administrativa y la supresión de la doble sentencia.
Siempre en este camino, indicó que en Filadelfia hace pocos días, en el r, el Santo Padre evidenció que “las familias son auténticas Iglesias domésticas”.
En estas tres semanas de Sínodo, la Instrumentum Laboris es el punto de partida de la Relatio Finalis, que acogerá los resultados de los dos Sínodos, con las contribuciones de los círculos menores.
El cardenal concluyó indicando que el 22 de octubre, el proyecto será presentado en el Aula y votado. El texto final será entregado al Santo Padre, quien decidirá las medidas que considera necesarias, no subordinado a las indicaciones del documento final. 

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