Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org) Redacción |
Después de la misa con la que el papa Francisco concluyó la XIV Asamblea general ordinaria del sínodo de los obispos sobre el tema: 'La vocación y la misión de la familia en la Iglesia en el mundo contemporáneo', al medio día el Santo Padre rezó la oración del ángelus.
Lo hizo desde la ventana de su estudio que da hacia la plaza de San Pedro, realmente repleta de fieles y peregrinos.
A continuación las palabras del Papa:
¡«Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Esta mañana con la santa misa concluida en la basílica de San Pedro ha concluido la Asamblea general ordinaria del los obispos sobre la familia. Invito a todos a dar gracias a Dios por estas tres semanas de trabajo intenso, animado por la oración y por un espíritu de verdadera comunión. Ha sido fatigoso, pero un verdadero don de Dios, que dará seguramente muchos frutos.
La palabra 'sínodo' significa 'caminar juntos'. Es la que hemos vivido y ha sido la experiencia de la Iglesia en camino, en camino especialmente con las familias del pueblo santo de Dios esparcido en todo el mundo.
Por eso me ha impresionado la Palabra de Dios que hoy nos encuentra en la profecía de Jeremías: 'Yo los hago venir del país del Norte y los reuno desde los extremos de la tierra; hay entre ellos ciegos y liciados, mujeres embarazadas y parturientas: ¡es una gran asamblea la que vuelve aquí!'
Y el profeta añade: 'Habían partido llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no tropezarán. Porque yo soy un padre para Israel'.
Esta palabra de Dios nos dice que el primero que quiere caminar con nosotros, que quiere hacer 'sínodo' con nosotros es justamente Él, nuestro Padre.
Su 'sueño' desde siempre y para siempre es el de formar un pueblo, reunirlo, guiarlo hacia la tierra de la libertad y de la paz. Y este pueblo está hecho de familias: están la 'mujer en cinta y la que da a luz', es un pueblo que mientras camina va adelante con la vida, con la bendición de Dios.
Es un pueblo que no excluye a los pobres y a los que están en desventaja, más aún, los incluye. Dice el profeta: 'entre ellos está el ciego y el cojo', dice el Señor.
Es una familia de familias en las cuales quien fatiga no se siente marginado, dejado atrás, sino que logra llevar el paso con los otros, porque este pueblo camina con el paso de los últimos; como se hace en las familias, como nos enseña el Señor, que se ha hecho pobre con los pobres, pequeño con los pequeños, últimos con los últimos. No lo ha hecho para excluir a los ricos, a los grandes y a los primeros, sino porque éste es el único modo de salvarlos también a ellos, para salvar a todos. Ir con los últimos, con los excluidos y con los últimos.
Les confieso que esta profecía del pueblo en camino la he confrontado también con las imágenes de los prófugos en marcha por los caminos de Europa, una realidad dramática de nuestros días. También a ellos Dios les dice: 'Partieron en el llanto, yo los haré regresar en medio de consolaciones'. También estas familias que sufren, desplazadas de sus tierras, estuvieron presentes con nosotros en el Sínodo, en nuestra oración y en nuestro trabajo, a través de la voz de algunos de sus Pastores presentes en la asamblea.
Estas personas que buscan dignidad, estas familias que buscan paz están aún con nosotros, la Iglesia no las abandona porque son parte del pueblo que Dios quiere liberar de la esclavitud y guiar a la libertad.
Por lo tanto en esta palabra de Dios, se refleja sea la experiencia sinodal que hemos vivido, sea el drama de los prófugos en marcha por los caminos de Europa. El Señor por intercesión de la Virgen María nos ayude también a seguir las en estilo de fraterna comunión».
El papa Reza el ángelus y después dice:
«Queridos hermanos y hermanas, saludo a los fieles romanos y a los peregrinos de diversos países. En particular a la Hermandad del Señor de los Milagros de Roma. ¡Cuantos peruanos están en casa! Que con tanta devoción ha traído en procesión la Imagen venerada en Lima, Perú, y en donde hay emigrantes peruanos. Gracias por este testimonio.
Saludo a los peregrinos de la “Musikverein Manhartsberg” que vienen de la diócesis de Viena, y a la orquesta de Landwehr de Friburgo (Suiza), están allí, que ayer ha realizado un concierto de beneficencia.
Saludo a la Asociación Voluntarios Hospedantes de 'San Juan' de Lagonegro; al grupo de la Diócesis de Oppidio Mamertina-Palmi.
Les deseo a todos un buen domingo, y les pido especialmente que no se olviden de rezar por mi». Y concluyó con el «Buon pranzo e arrivederci».
(Texto completo traducido desde el audio por ZENIT)
(25 de octubre de 2015) © Innovative Media Inc.
El Sínodo aprobó su relación final y la presentó al Papa
El Santo Padre deberá ahora decidir qué medidas tomar en cuanto sucesor del apóstol Pedro para el bien de la Iglesia
Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org) Sergio Mora | 5348 hits
La Relación Final del Sínodo de los obispos, después de su votación este sábado por la tarde, ha sido presentada al papa Francisco, quien autorizó su inmediata publicación y que fue presentada en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
El sínodo mediático creará seguramente confusión, entre sus títulos se lee: “La comunión a los divorciados pasa por un solo voto”, reduciendo una labor extraordinaria realizada por el sínodo, profundizando el rol de la familia en los diversos países y culturas, a la visión de un comicio parlamentario que afecta principalmente a los llamados países desarrollados.
Un documento de 94 puntos, contenido en 32 páginas tamaño oficio, que incluyó elInstrumentum Laboris, es decir, el documento con las reflexiones del anterior Sínodo extraordinario sobre la familia de octubre de 2014, las respuestas que los fieles de todas las partes del mundo han aportado al cuestionario enviado desde el Vaticano a todas las Conferencias Episcopales.
La Relación final además ha sido integrada con las aportaciones del actual Sínodo, la XIV Asamblea general ordinaria que se ha celebrado en el Vaticano del 4 al 25 de octubre del presente año, sobre el tema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”.
El documento que aborda los problemas de la familia en el mundo de hoy a 360 grados, ha sido votado punto por punto y todos aprobados por amplia mayoría. Incluso los números 84, 85 y 86, definidos por los medios de comunicación como la 'comunión a los divorciados y vueltos a casar' y que eran los más espinosos han obtenido más de los 2/3 de las aprobaciones.
Se va de los que han obtenido la absoluta mayoría, con 260 votos, a los que obtuvieron menos consenso, como los apenas dichos, respectivamente con 187, 178 y 190 votos a favor, y 72, 80 y 64 contrarios.
El texto ha sido entregado al santo padre Francisco, quien deberá decidir si hacer una exhortación apostólica o un documento magisterial, y su palabra como sucesor del apóstol Pedro será la que definirá cómo la Iglesia deberá proceder.
A continuación indicamos la parte principal de los puntos 84, 85 y 86, de un documento que en sus 94 puntos contiene una gran amplitud de temas.
En el punto 84, se indica que los divorciados y vueltos a casar civlilmente "tienen que ser más integrados en las comunidades cristianas" entretanto evitando "ocasiones de escándalo". Recuerda que "son bautizados, hermanos y hermanas, y su participación puede expresarse en diversos servicios en la Iglesia, y por lo tanto "es necesario discernir cuales diversas formas de exclusión actualmente practicadas en ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional puedan ser superadas".
El punto 85, cita la exhortación apostólica 'Familiari Consortium', escrita en 1981 por san Juan Pablo II, quien ofreció un criterio generalizado que queda como la base para la evaluación de estas situaciones. 'Sabemos los pastores que por amor de la verdad están obligados a discernir bien cada situación. Existe de hecho diferencia entre quienes se han esforzado por salvar el primer matrimonio y han sido abandonados de manera enteramente injusta, de quienes por grave culpa han destruido un matrimonio canónicamente válido. Están también quienes han contraído una segunda unión en vista de la educación de los hijos, y aveces están subjetivamente seguros en su conciencia que el anterior matrimonio, irreparablemente destruido, no había sido nunca válido'. (FC, 84).
Por ello la actual relación final indica que “es tarea de los presbíteros acompañar a las personas afectadas en el camino del discernimiento de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia y las orientaciones del obispo”.
Añade también que en este proceso los divorciados y vueltos a casar deben hacer un examen de conciencia, con momentos de reflexión y de arrepentimiento, preguntándose cómo se han comportado hacia los propios hijos cuando el matrimonio entró en crisis; si hubo intentos de reconciliación; la situación del partner abandonado; las consecuencias de la relación en el resto de la familia y la comunidad de fieles; del ejemplo que esto significa para los jóvenes que se preparan al matrimonio.
El texto indica que además “no se puede negar que en algunas circunstancias 'la imputabilidad y responsabilidad de una acción puede ser disminuida o anulada' (CCC, 1735) debido a diversos condicionamientos”.
La relación final concluye: “el discernimiento pastoral, mismo tomando en cuenta la conciencia rectamente formada de las personas tiene que hacerse cargo de estas situaciones. También las consecuencias de los actos realizados no son necesariamente las mismas en todos los casos”.
El punto 86 indica en su parte principal que “el recorrido de acompañamiento y discernimiento oriente a estos fieles a que tomen conciencia de su situación delante de Dios”. Habla también de los coloquios con el sacerdote, de los obstáculos y pasos que puede favorecer la participación en la vida de la Iglesia.
Entretanto, precisa que el discernimiento no puede prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuestas por la Iglesia.
La Relación Final está articulada en tres partes. La primera se refiere a la Iglesia que escucha la familia; la siguiente es sobre la familia en el plan de Dios; la parte final se refiere a la misión de la familia.
El documento concluye con una oración a la Sagrada Familia.
La Relación Final del Sínodo de los obispos, después de su votación este sábado por la tarde, ha sido presentada al papa Francisco, quien autorizó su inmediata publicación y que fue presentada en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
El sínodo mediático creará seguramente confusión, entre sus títulos se lee: “La comunión a los divorciados pasa por un solo voto”, reduciendo una labor extraordinaria realizada por el sínodo, profundizando el rol de la familia en los diversos países y culturas, a la visión de un comicio parlamentario que afecta principalmente a los llamados países desarrollados.
Un documento de 94 puntos, contenido en 32 páginas tamaño oficio, que incluyó elInstrumentum Laboris, es decir, el documento con las reflexiones del anterior Sínodo extraordinario sobre la familia de octubre de 2014, las respuestas que los fieles de todas las partes del mundo han aportado al cuestionario enviado desde el Vaticano a todas las Conferencias Episcopales.
La Relación final además ha sido integrada con las aportaciones del actual Sínodo, la XIV Asamblea general ordinaria que se ha celebrado en el Vaticano del 4 al 25 de octubre del presente año, sobre el tema “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”.
El documento que aborda los problemas de la familia en el mundo de hoy a 360 grados, ha sido votado punto por punto y todos aprobados por amplia mayoría. Incluso los números 84, 85 y 86, definidos por los medios de comunicación como la 'comunión a los divorciados y vueltos a casar' y que eran los más espinosos han obtenido más de los 2/3 de las aprobaciones.
Se va de los que han obtenido la absoluta mayoría, con 260 votos, a los que obtuvieron menos consenso, como los apenas dichos, respectivamente con 187, 178 y 190 votos a favor, y 72, 80 y 64 contrarios.
El texto ha sido entregado al santo padre Francisco, quien deberá decidir si hacer una exhortación apostólica o un documento magisterial, y su palabra como sucesor del apóstol Pedro será la que definirá cómo la Iglesia deberá proceder.
A continuación indicamos la parte principal de los puntos 84, 85 y 86, de un documento que en sus 94 puntos contiene una gran amplitud de temas.
En el punto 84, se indica que los divorciados y vueltos a casar civlilmente "tienen que ser más integrados en las comunidades cristianas" entretanto evitando "ocasiones de escándalo". Recuerda que "son bautizados, hermanos y hermanas, y su participación puede expresarse en diversos servicios en la Iglesia, y por lo tanto "es necesario discernir cuales diversas formas de exclusión actualmente practicadas en ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional puedan ser superadas".
El punto 85, cita la exhortación apostólica 'Familiari Consortium', escrita en 1981 por san Juan Pablo II, quien ofreció un criterio generalizado que queda como la base para la evaluación de estas situaciones. 'Sabemos los pastores que por amor de la verdad están obligados a discernir bien cada situación. Existe de hecho diferencia entre quienes se han esforzado por salvar el primer matrimonio y han sido abandonados de manera enteramente injusta, de quienes por grave culpa han destruido un matrimonio canónicamente válido. Están también quienes han contraído una segunda unión en vista de la educación de los hijos, y aveces están subjetivamente seguros en su conciencia que el anterior matrimonio, irreparablemente destruido, no había sido nunca válido'. (FC, 84).
Por ello la actual relación final indica que “es tarea de los presbíteros acompañar a las personas afectadas en el camino del discernimiento de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia y las orientaciones del obispo”.
Añade también que en este proceso los divorciados y vueltos a casar deben hacer un examen de conciencia, con momentos de reflexión y de arrepentimiento, preguntándose cómo se han comportado hacia los propios hijos cuando el matrimonio entró en crisis; si hubo intentos de reconciliación; la situación del partner abandonado; las consecuencias de la relación en el resto de la familia y la comunidad de fieles; del ejemplo que esto significa para los jóvenes que se preparan al matrimonio.
El texto indica que además “no se puede negar que en algunas circunstancias 'la imputabilidad y responsabilidad de una acción puede ser disminuida o anulada' (CCC, 1735) debido a diversos condicionamientos”.
La relación final concluye: “el discernimiento pastoral, mismo tomando en cuenta la conciencia rectamente formada de las personas tiene que hacerse cargo de estas situaciones. También las consecuencias de los actos realizados no son necesariamente las mismas en todos los casos”.
El punto 86 indica en su parte principal que “el recorrido de acompañamiento y discernimiento oriente a estos fieles a que tomen conciencia de su situación delante de Dios”. Habla también de los coloquios con el sacerdote, de los obstáculos y pasos que puede favorecer la participación en la vida de la Iglesia.
Entretanto, precisa que el discernimiento no puede prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuestas por la Iglesia.
La Relación Final está articulada en tres partes. La primera se refiere a la Iglesia que escucha la familia; la siguiente es sobre la familia en el plan de Dios; la parte final se refiere a la misión de la familia.
El documento concluye con una oración a la Sagrada Familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario