miércoles, 7 de octubre de 2015

Sínodo de la familia: quien espera un cambio espectacular en la doctrina se va a desilusionar En la primera sesión informativa del Sínodo, el presidente delegado, el relator general y el secretario especial, subrayan el espíritu de libertad y escucha de los padres sinodales

El cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, ha asegurado que “quien ha venido  esperando un cambio espectacular en la doctrina de la Iglesia, se va a desilusionar"

Fotografía de muchos de los auditores y expertos en el Sínodo
Sínodo de la familia: quien espera un cambio espectacular en la doctrina se va a desilusionar
En la primera sesión informativa del Sínodo, el presidente delegado, el relator general y el secretario especial, subrayan el espíritu de libertad y escucha de los padres sinodales 
Por Rocío Lancho García
Ciudad del Vaticano, 05 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
El cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, ha asegurado que “quien ha venido  esperando un cambio espectacular en la doctrina de la Iglesia, se va a desilusionar". Así de claro se ha mostrado durante la primera sesión informativa con los periodistas al concluir la primera mañana de trabajo del Sínodo de los Obispos, que desde hoy debatirá en Roma sobre la misión y la vocación de la familia en el mundo de hoy.
El purpurado francés, en calidad de presidente delegado, ofreció a los medios algunos detalles sobre estas primeras horas de encuentro. De este modo, subrayó la percepción de la diversidad que se observa entre los participantes, diversidad de continentes, de iglesias… Y todos ellos dialogarán en torno al Papa con un espíritu de escucha y libertad.
Por su parte, el cardenal Peter Erdö, relator general, subrayó el rol fundamental de las comunidades cristianas, de las familias cristianas comprometidas en la transmisión de la fe. Es necesario --aseguró-- y no solo importante, la colaboración de estas familias.
También monseñor Bruno Forte, secretario especial, recordó que las finalidades del Sínodo son dos. La primera es la proponer el Evangelio de la familia, es decir la familia como sujeto y objeto central de la pastoral, como valor prioritario sobre el que apostar, también en una época en la que en muchas partes del mundo parece que está en crisis. La segunda es la actitud pastoral de acompañamiento y de integración necesaria hacia todos.
Respondiendo a una pregunta sobre la presión mediática a la que se está viendo sometido este Sínodo, recordaron que lo mismo se vivió el año pasado y que es necesario tener en cuenta que los temas que más salen en los medios no son necesariamente los que más preocupan a los participantes del Sínodo. Y el cardenal Vingt-Trois aseguró que el Papa no se va a someter a la “tendencia del momento” porque él se siente completamente libre. Por su parte, monseñor Forte aseguró que la tendencia en los medios es bipolar, pero “con sinceridad digo que dentro del Sínodo no es así”. Se trata --indicó-- de pastores, hombres de fe que se ponen a la escucha de Dios y a los desafíos de la gente.
 Al mismo tiempo, monseñor Forte matizó que el tiempo cambia, las situaciones cambian y la Iglesia no puede ser insensible a los nuevos desafíos. E indicó que el Sínodo “tampoco se reúne para no decir nada”. Recordó que “no es Sínodo doctrinal sino pastoral”. No podemos pensar en un cambio doctrinal, pero los desafíos pastorales existen y queremos afrontarlos. Mientras que el cardenal Erdö aseguró que “la sociedad vive una transformación profunda y la misión de la Iglesia es acompañar estos cambios”.
Finalmente, monseñor Forte subrayó que “nuestra experiencia de proximidad a tantas familias hace que la humanidad que traemos sea muy grande”.

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