jueves, 22 de octubre de 2015

El Sínodo de los Obispos sobre la familia se encuentra en el segundo día de la semana final. Este martes en la Sala de prensa de la Santa Sede, tres cardenales indicaron cómo proceden los trabajos. Ellos son el arzobispo de Barcelona, el español Lluís Martínez Sistach; el mexicano de Morelia, Alberto Suárez Inda; y el sudafricano de Durban, y vicepresidente del Sínodo, Wilfrid Fox Napier, OFM.

Sínodo: el tema de las familias emigrantes y la visita del Papa a México
Concluyeron los círculos menores. Los cardenales Sistach y Suárez Inda señalan que se han levantado temas además de los desafíos
Por Sergio Mora
Ciudad del Vaticano, 20 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
El Sínodo de los Obispos sobre la familia se encuentra en el segundo día de la semana final. Este martes en la Sala de prensa de la Santa Sede, tres cardenales indicaron cómo proceden los trabajos.
Ellos son el arzobispo de Barcelona,


el español Lluís Martínez Sistach; el mexicano de Morelia,



Alberto Suárez Inda; y el sudafricano de Durban, y vicepresidente del Sínodo,


 Wilfrid Fox Napier, OFM.
El cardenal Sistach recordó que el camino sinodal se presentaba bastante largo si bien “cuando nos encontramos en la última semana, nos ha parecido corto”. Y reiteró el clima existente “de sinodalidad, caminando juntos”.
El cardenal español consideró importante que además de los desafíos hayan salido otros aspectos. Por ejemplo sabemos que “se casan para ser felices, hay que procurar que sean felices y tengan vida”. Por lo tanto la preparación es importantísima. Y que “hayan tenido un encuentro personal con Jesús”. Otro de los aspectos ha sido “que prevenir es mejor que curar”.
El purpurado quiso indicar que ya ha habido un resultado del anterior Sínodo extraordinario sobre la familia: que sean más ágiles los procesos que estudian si hubo o no nulidad matrimonial. Respetando siempre la indisolubilidad del matrimonio y la fidelidad al magisterio de la Iglesia.
Por ello la sentencia única, si no hay apelación, es definitiva. Además de la cercanía con las personas ya que el proceso es en el propio lugar. Entretanto hizo una precisación no indiferente  sobre la nulidad del matrimonio: no es un 'comenzar de nuevo' olvidando lo que ha sucedido, sino que se parte reconociendo que hubo un matrimonio fracasado.
Por su parte, el cardenal Suárez Inda calificó al presente Sínodo, de “experiencia impactante”, porque nos permitió “tocar la realidad en su situación dolorosa” pero también positiva para animar a las familias.
El purpurado mexicano quiso precisar que “es muy importante la doctrina, pero ésta no es teoría”, sino “la visión que Cristo nos permite tener”, con una mirada compasiva, de la marcha de la historia y en particular de las familias heridas.
Y sobre las familias en dificultad recordó la problemática de los inmigrantes, en los que se registran casos de personas imposibilitadas de volver a su patria, o que son repatriados y sus hijos se quedan en Estados Unidos.
Dijo que hay muchas familias bien integradas, pero hay inmigrantes que no pueden tener frecuencia en la visita a los suyos, y no basta con que envíen el dinero, sino que es necesario esa cercanía. Reconoció, que se registran por toda esta situación “muchos casos de infidelidad y de inmigrantes que forman una nueva familia”.
El cardenal recordó los riesgos de perder su identidad cultural, e instó a los que viajan a hacerse miembros de las parroquias “que acogen con mucha generosidad”, y les agradeció porque “reconozco como les acompañan y los servicios que les ofrecen”.
La migración conlleva varias cosas, dijo, una transculturización, el riesgo de acabar con la intimidad de los esposos, que se ven una vez al año si pueden. Si bien indicó que cada vez más se logra que “los jóvenes se casen en Estados Unidos y puedan tener allá a sus hijos”.
Por ello, indicó que “nos toca trabajar juntos con los obispos estadounidenses, con criterios comunes para ayudar a que en ambas partes de la frontera, en nuestros países, los feligreses puedan tener una buena formación”. Y también puedan unirse en asociaciones para defender sus derechos y ayudarse en aspectos de la vida social.
Por su parte, el cardenal Sistach señaló que la gente emigra por necesidad, con muchas consecuencias. Así, recordó que la Gaudium et Spes ya indicaba que era mejor exportar capitales, que exportar personas.
Sobre la visita del papa a México, el cardenal Suárez Inda consideró que los temas serán la reconciliación y la paz, sobre las víctimas, y quizás el Papa visitará alguna cárcel. Sin olvidar a los jóvenes “invitando a mirar al futuro con gran esperanza”, para “no ser profetas de calamidades sino hombres y mujeres de esperanza”.
La visita del Papa, aseguró, “no será solamente un bálsamo, sino también un impulso para comprometernos como católicos”, y si bien entorno al 90 por ciento de los mexicanos se consideran católicos, “el cien por ciento son guadalupanos”. Irá y esto es seguro, dijo el cardenal, al santuario de Guadalupe.
Sínodo: matrimonios latinoamericanos ilustran su experiencia a Francisco
Durante las intervenciones de los auditores generales de diversos países
Por Redacción
Ciudad del Vaticano, 20 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
En las congregaciones generales del 15 y 16 de octubre en el Sínodo de obispos sobre la familia, han intervenido diversos auditores, entre ellos algunos matrimonios de España y América Latina. El papa Francisco presidía el aula del Sínodo. Las intervenciones en la plenaria son de pocos minutos, mientras que en los Círculos menores pueden hacerlo de manera más extensa.
Reproducimos a continuación parte de los textos de las intervenciones, que la oficina de prensa de la Santa Sede dio este martes a los periodistas.
Colombia:

El matrimonio de Isabel Botía de Díaz y Humberto Díaz Victoria, miembros de la Comisión familia de la Conferencia Episcopal indicaron que el “haber comprendido, desde los primeros años de matrimonio hace 35 años, lo que significa ser discípulo misionero de Jesús, y el compromiso de anunciar el Evangelio del amor dentro de nuestra familia, en nuestro ambiente”. Volviéndose así una “familia misionera” que transmitió a los hijos “la conciencia de servicio, que ha sido clave en la formación de sus propias familias”.
Hoy como esposos, están dedicados a tiempo completo, a la formación de agentes de pastoral familiar que acompañan procesos de crecimiento y reconciliación familiar. Y aseguran que “las familias necesitan con urgencia, implementar procesos de acompañamiento y formación sistemática” para “ser protagonistas en procesos de evangelización”.
Señalaron también la necesidad de una “urgente acción pastoral en gran número de matrimonios que están en crisis”. Y que identificaron en una encuesta que entre “las causas de las malas relaciones en el matrimonio” figura el “maltrato emocional”.
Por ello proponen que en la preparación al matrimonio, se “ofrezcan herramientas a los futuros esposos para que revisen su historia personal, sanen heridas, perdonen, se reconcilien consigo mismo y con las personas que les han ocasionado maltrato físico, emocional, psicológico”. Y conocer “modelos de familias bien constituidas”.
España:
La señora María Monserrat Rosell Torrus de Gay Moltalvo, miembro del grupo de matrimonios de la parroquia de S. Francisco de Sales en Barcelona, y esposo, magistrado emérito y ex miembro de la Pastoral Diocesana en Barcelona, casados desde hace 44 años, narraron como la “experiencia de la vida” y la sincera oración a Nuestro Señor, les ayudó a vivirla y gozarla con los demás. Ella indicó su trabajo en el Cotolengo, con mujeres excluidas. Y él empeñado en defensa de los derechos humanos, con trabajo realizado en las cárceles, reiteró que la dignidad humana de la persona tiene que ser la base del ordenamiento jurídico.
Costa Rica:
La religiosa Berta María Porras Fallas, de la pastoral familiar de las terciarias capuchinas de la Sagrada familia, y miembro de la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG), indicó que al profundizar los diferentes numerales delInstrumentum Laboris “viene a mí, el texto del buen samaritano y me detengo en esta parábola en la labor del posadero, en la función de la posada”.
Señaló que percibe en el Instrumentum Laboris la urgencia de la formación. Y propuso un “trípode formativo, ofreciéndolo a los adolescentes como un aporte para los centros educativos, de acogida o para la pastoral juvenil”. Esos ejes prioritarios serían: “Primero, amar en discernimiento, con los temas formación para el discernimiento y discernir mi misión. Segundo eje, amar en pareja, hombre y mujer, con los temas 'hombre y mujer los creó' y el análisis de los desafíos actuales. Tercer eje, amar en donación sexual. Temas: sexualidad humana como un bien, el amor conyugal”.
Colombia:
Intervinieron el matrimonio Rojas: la señora María Angélica Rojas, de la pastoral familiar y su esposo el Dr. Luis Rojas Martínez de la Universidad La Gran Colombia.
Indicaron que se conocieron en el movimiento de los Focolares, del cual hacen parte, que trabajaban con el grupo de jóvenes, “en un barrio marginal de Bogotá, donde se jugaba con los niños, se enseñaba a leer a Adultos, se prestaba servicio médico y odontológico".
Reconocieron que “el amor humano se acaba fácilmente, los años pasan y el encanto inicial va disminuyendo, por eso era importante fortalecernos con el amor de Dios que nos enseñaba como amar en las pequeñas cosas de cada día”.
La señora María Angélica hizo una confidencia: “Hace poco tuvimos una discusión fuerte y la unidad se rompió. Nos acostamos sin pedirnos perdón. Al día siguiente yo sentía que no podía comulgar así. Era un gran dolor. Llamé a Lucho y le pedí perdón por haberle contestado mal. Fue la posibilidad de un diálogo profundo entre nosotros, nos reconciliamos y les contamos a nuestros hijos el paso dado, pues ellos se habían dado cuenta de lo ocurrido. Fuimos a la misa y comulgamos juntos. La alegría era muy grande”.
Indicaron también que al realizar acción pastoral encontraron a parejas que quieren acercarse al sacramento del matrimonio y algunos eligen a Dios como centro de la propia vida, viviendo contracorriente aspectos como la castidad en la relación de pareja.
Perú:
Por su parte el doctor Edgar Tejada Zeballos, miembro de al comisión Familia de la Conferencia Episcopal, tras recordar a su esposa Mayela que no pudo venir a Roma, y a sus 4 hijas, indicó que de un lado hay matrimonios que quieren evitar tener hijos a cualquier costo, acudiendo al uso de anticonceptivos hormonales, que todos sabemos que son abortivos, que tienen efectos abortivos, acudiendo a esterilizaciones y aún al aborto. De otro, hay parejas que creen que el tener un hijo es un derecho, sin tener presente que los hijos son un don de Dios, y acuden así a medidas que además de ser un atentado contra la moral, cuestan la vida de inocentes, tales como la fecundación in vitro, en cuyos procedimientos muchos embriones son eliminados, son quemados, son congelados o se comercializan.
Por ello pidió que se mencione esta problemática en los numerales 140 y 141 de la Instrumentum Laboris.

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