Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 15 de abril de 2012

Jackie Robinson, primer pelotero negro que jugó en las Grandes Ligas, debutó con el equipo que se atrevió a reclutarlo, los Dodgers de Brooklyn, el 15 de abril de 1947


Tal Cual15/04/2012
Robinson en el trópico
Jackie Robinson, primer pelotero negro que jugó en las Grandes Ligas, debutó con el equipo que se atrevió a reclutarlo, los Dodgers de Brooklyn, el 15 de abril de 1947, por lo que de ese hecho fundamental para el desarrollo alcanzado a la postre por el beisbol y los derechos civiles en Estados Unidos se cumplen este domingo 65 años.
HÉCTOR BECERRA


Jackie Robinson, primer pelotero negro que jugó en las Grandes Ligas, debutó con el equipo que se atrevió a reclutarlo, los Dodgers de Brooklyn, el 15 de abril de 1947, por lo que de ese hecho fundamental para el desarrollo alcanzado a la postre por el beisbol y los derechos civiles en Estados Unidos se cumplen este domingo 65 años. Antes de ser contratado por el propietario de los Dodgers, Branch  Rickey, este predestinado nacido en Cairo, Georgia, el 31 de enero de 1919, había jugado beisbol colegial y semiprofesional. En un escrito de Andrés Pascual, publicado en el portal 1.800beisbol.com, se lee que era hermano de un medallista olímpico de pista y campo que estuvo con el elenco de EEUU en Berlín 1936, la misma olimpiada en la que el gran Jesse Owens le sacara literalmente la lengua a Hitler. También fue destacado jugador de baloncesto y saltador con garrocha para su universidad (la UCLA de California). 

En 1945, con 26 años cumplidos, fue firmado por los Monarcas de Kansas City, uno de los conjuntos más populares de las Ligas Negras, el circuito que acogía desde hacía varias décadas sólo a beisbolistas de color, como se les decía antes a los afrodescendientes. Aquello era una especie de terrible y despreciable ghetto deportivo donde mostraban sus excepcionales habilidades los mejores peloteros de ébano que hayan existido, pero que nunca pudieron medirse de tú a tú contra sus "colegas" blancos.

En las Ligas Negras, siempre se ha dicho, había una buena cantidad de jugadores con iguales o mayores cualidades que Robinson para romper la barrera racial.

Con mayor contacto al bate, mas poder, defensiva más hermética y más velocidad.

Pero, también se reitera, ninguno reunía mejor que él en una sola las distintas herramientas que se requieren para tener éxito en la pelota. Y tampoco ninguno tenía la capacidad de aguante que era indispensable para soportar el vendaval que suponía su temerario acto.

Pues bien, Robinson con su comportamiento de ciudadano ejemplar y ya contactado por Rickey, aunque sin que se hubiera hecho anuncio alguno sobre el tremendo golpe que ambos estaban por dar, se vino a Venezuela a finales de 1945 con una escuadra formidable compuesta por varios de esos jugadores y que lucía el mote de Estrellas Negras en el uniforme. Parnell Woods, Buck Leonard, Quincey Trouppe, Roy Campanella, Sam Jethroe, Roy Welmaker, Talua Dandridge, Don Newcombe, son varios de esos nombres legendarios que deleitaron a los fanáticos criollos de la época.

Este futuro héroe se vio de repente en un casi rural país que estrenaba gobierno, la Junta cívico militar que asumió el poder tras el derrocamiento de Isaías Medina durante la Revolución de Octubre, violento movimiento que dio al traste con el decadente gomecismo. Sin embargo, a diferencia de lo que podría pensarse, el ambiente no estaba convulsionado ni mucho menos.

Todo lo contrario. Los venezolanos acudían masivamente a los estadios, en especial al capitalino Cerveza Caracas de San Agustín, como si nada hubiese ocurrido.

La visita de las Estrellas Negras y los partidos contra equipos formados por astros locales eran la fiesta del día, preámbulo para lo que era inminente: la inauguración lo que hoy se conoce como Liga Venezolana de Beisbol Profesional en enero de 1946. Un ambientazo que sirvió de marco para el histórico anuncio que rompería todos los moldes.

Fue justamente estando Robinson en Venezuela cuando Rickey reveló en Nueva York su contratación para el equipo triple A de los Dodgers, los Royals de Montreal, como primer paso hacia las mayores. ¿Por qué esto ocurrió así? Revisando los relatos del caso fue por prudencia. Al parecer, la firma del georgiano había creado resquemores entre algunos de sus hermanos de raza, a quienes no les placía mucho eso de jugar para un club de las Grandes Ligas blancas donde habían sido vetados toda la vida.

Leyenda o no, Robinson se vino a Venezuela y después de disfrutar durante unas cuantas semanas de las bondades del trópico se regresó al norte. Actuó en las menores en 1946 antes de ser subido en 1947 a la gran carpa. Si hubiera venido 15 años antes, este caballero del diamante habría sido testigo de un hecho insólito y folclórico a la vez.

Sucedió que Gonzalo Gómez, hijo del presidente Juan Vicente Gómez, convenció a su padre para que prohibiera mediante decreto la entrada al país de ciudadanos negros. Siendo propietario del equipo Royal Criollos de Sarria, quiso sacar ventaja de su posición para evitar que el rival con el que dirimiría el campeonato nacional de 1930, el Magallanes de Catia, contara con su máxima estrella, Francisco Coimbre, un boricua que había tenido que viajar de emergencia a Puerto Rico por la enfermedad de un familiar.

Coimbre no pudo regresar, pero la magna demostración de abuso de poder y tramposería criolla le saldría a los Gómez por la culata, ya que de todas formas perdieron el título. 

El Carabobeño 14 abril 2012

Juan Vené en la pelota

Muerte de un bigleaguer acabó con bola de saliva
FLUSHING, Nueva York.- (VIP-WIRE).-
“Vejez es cuando uno comienza a hablar del sexo en tiempo pasado”...Pacomio.-
-o--o--o--o-
Hoy es Día del Correo.
Georgina Luzardo, de Cancún, pregunta...: “¿Qué me puede contar de la llamada bola de saliva?”.
Amiga Gina: La invención de ese lanzamiento se le atribuye a varios lanzadores. Uno de ellos es Billy Hart, quien estuvo en las Mayores entre 1886 y 1901, también a Elmer Stricklett, 1904-1907, y a Frank Corridon, 1904-1910. He encontrado pruebas de que fue realmente Hart el primero que lo tiró, al llegar las Grandes Ligas con los Atléticos de Philadelphia, en 1886.
Pero quien lo popularizó fue el cuarto en tirarlo, Ed Walsh, 1904-1917. Ocurrió entonces que el 16 de agosto de 1920, el shortstop de los Indios, Ray Chapman murió víctima de un pelotazo en la cabeza (no existían los cascos), que le propinó en Polo Grounds de Nueva York Carl Mays, de los Yankees, quien era especialista en lanzar con ayuda de la saliva. Entonces, ya con el juez Kenesaw Mountain Landis como comisionado, ese mismo año los mánagers votaron para prohibir ese lanzamiento. Pero permitieron seguir usándolo a 17 pitchers que dependían de él.
Henry Rivas, de Caracas, pregunta: “¿Cómo queda lo de la opción que Francisco Rodríguez tenía para 2012, según el contrato de los Mets comprado por los Cerveceros?”.
Amigo Yenyi: Los Mets nada tienen que ver con el relevista, ya que pasó a ser propiedad del club de Milwaukee. Por eso todo habrán de resolverlo en aquella instancia.
Luis Carrasquero, de Maracaibo, pregunta: “¿En cuántos juegos apareció Jesús (Chucho) Ramos en Grandes Ligas, y cuáles fueron sus numeritos?”.
Amigo Lucho: El Comisario Ramos, uno de los mejores chocadores en la historia del béisbol venezolano, debutó en las Mayores, con los Rojos, el siete de mayo de 1944, apareció en cuatro juegos como outfilder, con 10 turnos al bate, conectó cinco hits, uno doble, anotó una carrera, y dejó promedio al bate de 500.
Diana V. Barboza N. de Caracas, pregunta: “¿Qué tan bueno fue Carlos (El Cañón) Quintana, por qué su corta carrera por las Grandes Ligas y qué ha ocurrido con su Hijo Carlos Roberto que era de los Gigantes de San Francisco, hace tiempo no sé de él?”.
Amiga Nana: Carlos era buen bate, y los Medias Rojas tenían grandes esperanzas en él, cuando después de sus primeras cuatro temporadas con ellos, sufrió graves lesiones en un accidente de tránsito sufrido en Venezuela. Por eso no pudo jugar en la campaña de 1992. Después de sus operaciones y sus yesos, el doctor Nujem Szomstein y su equipo, de Caracas, trabajaron mucho y bien en la rehabilitación. Y por eso reapareció en 1993, pero ya no era el mismo y lo dejaron libre. Sólo había cumplido 28 años. Su hijo estuvo por las menores con los Gigantes durante seis años, hasta 2010, desde cuando pasó a las Ligas Independientes.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
Jbeisbol5@aol.com

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