Tomado del blog Observatorio Venezolano de las Autonomías
sábado, 24 de marzo de 2012
Dos charcos, dos desafíos
1973: el salto de Carlos Andrés Pérez hacia la "Gran Venezuela". |
La historia se repite. A veces como farsa, a veces como tragedia. El salto hacia la "Gran Venezuela" se inició bajo condiciones económicas, políticas y sociales óptimas: estabilidad institucional, decencia pública y modestas ambiciones a su inicio.
1973 fue un año crucial en la historia de Venezuela: el precio del petróleo venezolano aumentó de aproximadamente 2,50 dólares por barril, en 1972, a 10 dólares en 1974. El poder de la OPEP se siguió sintiendo hasta mediados de la década de 1980 y, como resultado, el precio del petróleo venezolano continuó aumentando, hasta por encima de 30 dólares. Comenzaba la llamada etapa de la "Gran Venezuela".
2012: el salto de Capriles hacia el "progreso" |
Con una producción de poco menos de 3 millones de barriles diarios, el Estado se encontró con inmensos recursos para intervenir en la economía. Recién electo a la presidencia, Carlos Andrés Pérez recibió del Congreso poderes extraordinarios para legislar en materia económica. Con tales recursos, el gobierno generó la creación de institutos autónomos, fundaciones y empresas públicas. Por otro lado, para financiar grandes obras de infraestructura y la expansión de las empresas básicas de Guayana, el gobierno se endeudó con créditos adquiridos en el exterior.
La gran masa de dinero así obtenido, socavó la ilusión de armonía que prevaleció en la década anterior. Se iniciaba así el agotamiento del sistema democrático. El salto de Carlos Andrés Pérez fue sobre el inmenso "charco" petrolero.
Capriles, por suparte, está saltando sobre el "charco" de una gran tragedia nacional. Hoy, al igual que ayer, nos encontramos en una situación parecida a la que nos legó Carlos Andrés y la petrodemocracia. El gobierno actual está dejando al país en peores condiciones a las que siguieron a la presidencia de Carlos Andrés: una enorme deuda externa e interna, la destrucción de las instituciones y un estado general de pesimismo.
A Capriles le toca el gran salto para vencer el pesimismo de la inteligencia y apostar al optimismo de la voluntad de los ciudadanos.
¿Logrará saltar sobre el "charco"? Apostamos a que si.
Publicado por Miguel Megias
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