Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 18 de septiembre de 2015

Es preocupante ver el aumento del número de las jóvenes y mujeres que son obligadas a ganarse la vida en la calle, vendiendo su cuerpo, explotadas por las organizaciones criminales y a veces por pariente y familiares.

Prostituidos y explotados: realidad de niños migrantes abandonados por Europa

Comenzó vendiendo drogas para poder comprar comida. Prefirió hacer eso antes que prostituirse | Foto: BBC Mundo
Comenzó vendiendo drogas para poder comprar comida. Prefirió hacer eso antes que prostituirse | Foto: BBC Mundo
La tarifa sexual es tan solo de 17 dólares en un campamento de 15 kilómetros en Abruzzo, Italia

Mientras los líderes europeos discuten qué medidas tomar en cuanto al enorme flujo de refugiados, otros migrantes hacia Europa son los más vulnerables y se llevan la peor parte.
El número de niños que buscan asilo en Europa ha aumentado 74%.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), durante los primeros seis meses de 2015 solicitaron asilo en Europa 106 mil niños.
Los más jóvenes, menores de 10 años, suelen llegar a Europa con otro miembro de su familia, pero el porcentaje de menores no acompañados se ha incrementado drásticamente. Algunos son huérfanos de guerra, otros perdieron a su familia en su aventura hacia Europa. Otros fueron seleccionados en sus hogares como "los elegidos" para intentar lograr una vida mejor, con la esperanza de poder enviar dinero a su familia desde allí o de encontrar la manera de llevar a sus familiares a Europa más adelante.
Pero el viejo continente está abrumado y, lamentablemente, no está lo suficientemente preparado para la llegada de tantos niños.
Ahora entran desde Grecia, pero Italia fue el primer país en el que los traficantes de personas pusieron su punto de mira, desde hace dos años.
Muchos de los menores provienen de Siria, Eritrea y Afganistán y ya experimentaron el horror en sus propios hogares. Algunos de ellos sufrieron ataques y violaciones durante su peligrosa travesía hacia Europa. Tenían la esperanza de que, al llegar a Europa, su suerte cambiaría. Por desgracia, se equivocaron.
En Italia, las autoridades se desbordan ante la gran cantidad de migrantes y refugiados aterrizando en sus costas. La consecuencia: puerta abierta para los intermediarios sin escrúpulos que buscan sacar partido de la situación.
Sin refugio seguro
La periodista de la agencia de noticias BBC Katya Adler se desplazó hasta la ciudad siciliana de Giarre para investigar la situación, tras conocer impactantes historias sobre la falta de sanidad, exposición a cables eléctricos y el escaso cuidado de los niños que viven en estos centros.
Como resultado de esta investigación, y tras otro reporte oficial llevado a cabo por parlamentarios italianos, el centro fue cerrado hace unos días. Sin embargo, el problema no es solo de los centros privados. También hay informes sobre malas prácticas en centros estatales, incluyendo vínculos con la mafia italiana.
Fabio Sorgoni, que trabaja para la ONG italiana On the Road, indicó: "Disponemos de un corto período de tiempo para proporcionar a los menores que llegan solos a Europa un refugio seguro". Añadió que "la ley permite a los menores salir de los centros de acogida durante el día y es fácil que entonces caigan en las manos de individuos que pertenecen al crimen organizado y que buscan explotarlos".
Abandonados a su suerte
Tan solo unos pocos centros italianos cuentan con suficientes traductores que puedan comunicarse con los niños en su idioma. Además, estos centros no emplean a personal que tenga experiencia en reconocer a víctimas de explotación sexual. Inseguros y desprotegidos, miles de niños han huido de centros de acogida en Italia, perdiéndose entre calles, sin nadie dispuesto a hacerse cargo de ellos o a asumir responsabilidad alguna. 
La Estación Termini de Roma -la principal estación de ferrocarril de la ciudad- se ha convertido en el lugar donde terminan los niños abandonados de Oriente Medio cuando no tienen otro lugar al que ir. Algunos de ellos tan solo tienen 11 años. 
Drogas y prostitución
Khaled, de 14 años, contó que comenzó vendiendo drogas para comprar comida. "Lo hice para evitar lo que sabía que otros chicos estaban haciendo: mantener relaciones sexuales con hombres italianos. Lo vi con mis propios ojos, niños egipcios, tunecinos y marroquíes que cobran 57 dólares o incluso tan solo 34 dólares por acostarse con hombres", comentó.
Un equipo estaba en la estación con cámaras ocultas y Khaled decidió mostrar cómo funciona el negocio.
El chico fue a un local -conocido porque muchos solicitan allí este tipo de servicios- y habló sobre el tema con un hombre de mediana edad. La mayoría de los jóvenes que conocimos en la estación eran musulmanes y provenían de familias conservadoras. Ninguno de ellos admitió que se prostituyera. Todos señalan con el dedo al de al lado, pero Lassad, un voluntario italo-tunecino, que pasa varias tardes a la semana en la estación, tratando de sacar a los chicos de la vida criminal, dijo que la mayoría de ellos roban, venden drogas para grandes bandas y, ocasionalmente, se prostituyen.
"¿Qué esperabas... De qué otra manera pueden pagar sus deudas con los traficantes de personas?, ¿Cómo van a comer? Algunos ni siquiera tienen dónde dormir. La gente de la zona sabe que estos niños están desesperados y se aprovechan de ellos. Es un mercado", expuso Lassad.
Hamid es un joven que ya ha estado en la cárcel por vender drogas. Dice que llama a su madre -en Egipto- cada semana y le miente sobre su situación. Duerme en autobuses por la noche y mostró cómo es la fuente en la que se asea. "Vinimos aquí pensando que iríamos a la escuela, que tendríamos un lugar seguro en el que dormir, que encontraríamos trabajo. Pero no es así. Algunos de nosotros trabajamos por una miseria en los mercados, otros venden drogas y otros se venden a sí mismos", indicó Hamid.
Servidumbre por deudas
Hace mucho tiempo existe en Europa el problema del tráfico sexual de mujeres nigerianas, pero con la llegada de más migrantes a través del Mediterráneo, la prostitución de chicas nigerianas ha aumentado enormemente.
Las niñas dejan sus casas con la idea de trabajar en Europa como peluqueras o cuidadoras. Una vez que completan su travesía hasta Libia, los traficantes las encierran durante un tiempo y abusan sexualmente de ellas, antes de enviarlas en lanchas con destino a Italia. A su llegada, obligan a las muchachas a prostituirse, diciéndoles que les deben entre 57 mil y 68 mil dólares solo por haberlas traído a Europa. Esto es servidumbre por deudas, en jóvenes de tan solo 13 años.
La tarifa sexual en un campamento de 15 kilómetros en Abruzzo es de 17 dólares, así que pagar la cantidad que les piden los captores puede tomar años. Las chicas que lograron escapar contaron que los traficantes las amenazaban y asaltaban a sus familias, si el reembolso era lento.
Dicen que el tiempo es dinero, pero estas chicas a menudo ofrecen sexo a cambio de una bolsa de comida. Los rincones oscuros de Italia y los callejones de las ciudades europeas claman a gritos estas miserias, mientras más niños alcanzan en solitario el continente.
La legislación europea e internacional defiende la protección de los menores, pero mientras los líderes europeos se llevan las manos a la cabeza ante la llegada de refugiados y migrantes, miles de niños están siendo abandonados a un destino fatal.
Francisco: los niños y las mujeres de la calle no son números
“Esta realidad es una vergüenza de nuestras sociedades que presumen de ser modernas"
Por Rocío Lancho García
Ciudad del Vaticano, 17 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Es preocupante ver el aumento del número de las jóvenes y mujeres que son obligadas a ganarse la vida en la calle, vendiendo su cuerpo, explotadas por las organizaciones criminales y a veces por pariente y familiares. “Esta realidad es una vergüenza de nuestras sociedades que presumen de ser modernas y de haber alcanzado altos niveles de cultura y de desarrollo. La corrupción difundida y la búsqueda del beneficio a toda costa privan a los inocentes y a los más débiles de las posibilidades de una vida digna, alimentan la criminalidad de la trata y las otras injusticias que caen sobre sus hombros”. Así lo ha asegurado el Santo Padre en la mañana de este jueves, en su discurso a los participantes del Simposio Internacional sobre la Pastoral de la Calle, promovido por el Pontificio Consejo de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes.
De este modo, el papa Francisco ha exclamado que “¡nadie puede permanecer inerte frente a la necesidad urgente de cuidar la dignidad de la mujer, amenazada por factores culturales y económicos!”    
Tal y como ha recordado el Pontífice, “el objetivo de estas jornadas de estudio y de reflexión es preparar un plan de acción en respuesta al fenómeno de los niños y de las niñas --y de sus familias-- que tienen como principal ambiente de vida la calle”. Reconociendo tener “gran estima por vuestro compromiso”, les ha animado a ir adelante con confianza y con celo apostólico.
Estas realidades con las que trabajan, “son causadas por la indiferencia, la pobreza, la violencia familiar y social, y de la trata de las personas humanas”, ha asegurado Francisco. Del mismo modo ha recordado que no falta el dolor por las separaciones conyugales y el nacimiento de niños fuera del matrimonio, destinados a menudo a una vida “callejera”.
Y ha añadido que “los niños y las mujeres de la calle no son números, no son ‘paquetes’ que se intercambian: son seres humanos con un nombre propio y un rostros propio, con una identidad donada por Dios a cada uno de ellos”.                     
A propósito, el Papa ha advertido que ningún niño elige por su cuenta vivir en la calle. Lamentablemente, “también en el mundo moderno y globalizado, a muchos niños se les roba su infancia, sus derechos, su futuro”. Por eso el Papa ha reconocido que la carencia de leyes y de estructuras adecuadas contribuyen a empeorar su estado de privación: les falta una verdadera familia, educación y asistencia sanitaria. Y ha advertido que “cada niño a abandonado y obligado a vivir en la calle, se convierten en presa de las organizaciones criminales”. 
“Es un grito que sube a Dios”, exclamó el Pontífica, “es un grito que acusa un sistema social que criticamos desde hace años pero que nos cuesta cambiar según los criterios de justicia”.             
Asimismo, el Papa ha pedido a los presentes que no se rindan ante las dificultades de los desafíos que interpelan su convicción. Por eso, ha advertido que ni la Iglesia ni las instituciones eclesiales pueden “cerrar los ojos frente al nefasto fenómeno de los niños y de las mujeres de la calle”. Por otro lado, Francisco ha recordado que “la misericordia es el acto supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro, es el camino que abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre”.               
Para finalizar su discurso, el Pontífice les ha deseado “una fecunda misión en vuestros países para el cuidado pastoral y espiritual y para la liberación de los más frágiles y explotados; una misión fecunda para la promoción y cuidado de su identidad y dignidad”.

No hay comentarios: