El libro 'Via Crucis' del periodista Gianluigi Nuzzi ha sido presentado este miércoles en Roma, ante más de un centenar de periodistas a dos pasos de Piazza del Popolo.
Interrogado por ZENIT sobre si la publicación no acaba elogiando la labor del Santo Padre, el autor consideró “que el libro no es ni contra ni a favor del Papa, porque cuando se hace información no se hace a favor ni en contra de nadie”. Y si bien reconoció que “las informaciones después son instrumentalizadas” lo que “no debe impedirnos de hacer nuestro trabajo”. Si bien reconoció: “Creo que este Papa esté llevando adelante reformas y que encuentra muchas dificultades”.
Al responder sobre la cantidad de copias que calcula se venderán, dijo que se le preguntara al editor, pero precisó que cuando salió su libro 'Vaticano Spa', destinó la mitad de los derechos de autor a beneficencia.
Concluida la presentación, el editor editorial de la casa Chiarelettere, Lorenzo Fazio, respondiendo a ZENIT indicó que han impreso en italiano 85 mil copias de este libro con un precio de 19 euros cada uno. Además de las realizadas en unos 20 países. Y que de los dos libros anteriores del autor, 'Vaticano spa' y 'Su Santidad' suman 500 mil copias vendidas.
Por su parte la Oficina de prensa de la Santa Sede, el día en que dos personas fueron arrestadas por la Gendarmería del Vaticano, declaró: “Publicaciones de este tipo no ayudan de ninguna manera a establecer claridad y verdad, sino más bien generar confusión e interpretaciones parciales y tendenciosas”.
Monseñor Lucio Ángel Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui, fueron detenidos por ser sospechosos de filtrar los documentos. La señora Chaouqui fue liberada el mismo día y el sacerdote aún se encuentra arrestado. 
 "Es necesario --concluye el comunicado de la prensa del Vaticano-- evitar el error de pensar que esto es una forma de ayudar a la misión del Papa".
No es la opinión de Nuzzi: “Las personas indicadas en los documentos filtrados por el mayordomo del papa Benedicto XVI, fueron alejadas”, en lo que el periodistas consideró una “revolución dulce que está haciendo el Santo Padre”.  
Sobre si hubo intentos de detener la salida del libro, “negativo --indicó el autor-- precisando que el 16 de julio pasado, un correo electrónico del IOR, le indicaba que estaban cortésmente dispuestos a responder a eventuales preguntas. Pero que no fueron por él contactados.
Nuzzi indicó que como los otros libros que ha escrito, “se basan en documentos que no tienen que ver con el patrimonio de la fe, que es un patrimonio personal”.
¿Quien le ha dado los documentos? El autor respondió que las fuentes el periodista las debe proteger. Sobre la hipótesis de que el monseñor español hubiera podido hacer ésto por no haber sido promovido, la descartó: “No creo que alguien que dedicó su vida al evangelio haya podido hacer esto porque no recibió una promoción”. Respondiendo indicó también que como muchos otros periodistas conocía a la señora italiana Chaouqui.
Interrogado sobre la muerte de Juan Pablo I, el autor consideró “fantasioso imaginar peligros de este tipo hacia el santo padre Francisco”, si bien consideró la difusión de la noticia de una mancha en el cerebro del Papa, como “un signo de debilidad” que obliga a alguien a tener que dar “una noticia falsa y mal diestra”.
El editor de la casa Chiarelettere, por su parte indicó como primera cosa que el material que contiene el libro no fue objeto de hurto, sino que “nos ha sido dado libremente”, y  por “fuentes serias”.
Por lo que se refiere al contenido del libro ilustrado con imágenes por Nuzzi, son una serie de documentos que inician tres meses después de la elección de Francisco.
“En junio de 2013, el Papa tiene una visión bastante clara de la situación financiera en el Vaticano, en particular con la carta de los auditores internacionales de la Prefectura” y entiende la “casi total falta de transparencia en los presupuestos de la Santa Sede. Y cuando encuentra a los cardenales de la Curia, el 3 de julio, dice que el gasto público está fuera de control”.
En el libro abundan los documentos que indican mala administración, “que contrariamente le permitirían a la Santa Sede ganar cuatro veces más de lo que se obtiene por los alquileres de sus inmuebles”, o la “poca diversificación en inversiones”.
Figuran en el libro, los datos indicados en los documentos de la comisión para investigar creada por el papa Francisco, la COSEA, que trabaja junto a importantes auditoras internacionales.
Entre ellos los de bienes desaparecidos, no registrados o no figurantes en el balance. A la inercia, sostiene el autor, se suman también personas que se oponen, como demuestran las fotos de una caja fuerte violada para sustraer documentación y la posterior restitución por correo de parte del material de la misma.
Nuzzi publica también la lista de cardenales con departamentos excesivamente grandes y otro de los temas abordados es el Óbolo de San Pedro que termina consumido en el 60 por ciento por los gastos de estructura.
Indicó que el Papa quiso saber también dónde la Santa Sede hacía sus inversiones, porque cuando fue provincial de los Jesuitas en Argentina habían descubierto que muchas de las acciones eran de empresas que estaban relacionadas con la producción de armas.
El autor señala también las dificultades para conseguir información de la Cosea por parte de los órganos interrogados, lo que llevó en más de una oportunidad al presidente del ente, el cardenal Zara, a pedir la intervención del Papa para acelerar u obtenerlos.
Varios de los datos presentados en el libro son públicos, como las cuentas que han sido bloqueadas en el IOR por no tener los requisitos. Sintetizando, de un lado inercia y de otro obstáculos que ralentizan la reforma, de un Papa que 'como muchos de los párrocos de nuestras ciudades, en el Vaticano vive en 50 metros cuadrados'. 
Por su parte, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardiindicó hoy a los periodistas allí presentes que “el Vaticano está procediendo sin incertidumbre en el camino de la transparencia y de la buena administración”, en respuesta a los dos libros publicados “que obteniendo documentos reservados, querían demostrar lo contrario”-