SÁBADO, 9 DE NOVIEMBRE DE 2013
Tomado del blog "Termómetro Zodiacal" de Pedro González Silva
Marte “mueve” al eclipse para dar “el buen combate”
Como hemos dicho, el efecto de un eclipse en lo que respecta a la conducta humana individual y colectiva, se prolonga por lo menos en seis meses, así que resulta todavía oportuno mencionar más detalles sobre el pasado eclipse solar que ocurrió en el signo de Escorpio.
El eclipse estuvo conectado con Marte, el astro de la acción, desde Virgo, lo que indica que el efecto transformador tendrá un gran impulso práctico; es la hora de los “guerreros de la luz”, como bien señala Paulo Coelho, de dar el buen combate de nuestra propia evolución personal.
Asimismo, el eclipse coincidió con Mercurio retrocediendo también en Escorpio, intensificando las energías introspectivas de la mente, de manera que la transmutación comienza en nuestra psique, y ahora que Mercurio vuelve a avanzar desde el 10 de noviembre, es hora de que afloren esos procesos de reacomodo subconscientes, que emergen a la conciencia, y en conexión con Marte, nos indican que no basta con una nueva forma de pensar si no la acompañamos de hechos concretos.
Los días previos al eclipse, se conectaron muchos astros, armando un interesante campo energético: el Sol, Marte, Plutón, Urano y Quirón, indicando que ha llegado un tiempo de que nuestra esencia se active y luchemos por nuestros auténticos ideales, generando un proceso de renacimiento y renovación, y especialmente de sanación; llegó la hora de desprendernos de cargas pasadas que ya cumplieron su ciclo, es hora de soltar, de dejar atrás, de liberarnos, de colocar nuestra mente en el futuro y nuestra acción en el presente, para crear la nueva realidad.
La evolución, el cambio, el renacimiento, no pueden venir de afuera hacia adentro, es decir, no podemos esperar que cambien las circunstancias externas para nosotros estar bien y activarnos hacia lo que queremos; el cambio empieza desde adentro, desde nuestros deseos, desde nuestra convicción para emprender el buen combate por nuestras más ansiadas metas: cambia tu mundo y cambiarás el mundo.
Si dejamos que las energías más oscuras de Escorpio nos arrastren, viviremos procesos de rencor, extremismo y obsesiones poco sanas, pero Escorpio nos trae también la semilla de la elevación y la alquimia espiritual, de la transmutación… Como decía San Francisco: “Donde haya odio, que yo lleve el amor…”
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