19 junio 2011
En esta obra, Gerardo Puente Franco reúne una serie de hechos históricos de las parcialidades indígenas de Xadi e Yricuy, asentadas en el valle de Jají a la llegada de los conquistadores españoles en 1558.
Ese año se inició un enfrentamiento entre dos culturas desiguales: la hispana conquistadora y la indígena que fue sometida por los encomenderos que obligaban a los indígenas a realizar trabajos, en la mayoría de los casos, sin remuneración alguna y cobrando tributo.
En el capítulo I sobre generalidades geográficas, el autor narra que el 22 de julio de 1558, el conquistador español Juan Rodríguez Suárez y su hueste partío de Cúcuta, en Colombia, buscando la Sierra de Mérida para fundar un pueblo. En el largo y accidentado viaje encontraron un valle en el que fundaron la ciudad de Mérida. A los españoles les llamó la atención que, en tierras áridas, los indígenas habían desarrollado una agricultura próspera con el agua que conducían por acequias de riego desde otro valle situado al norte.
Rodríguez Suárez envió a sus soldados a investigar la procedencia del agua y se encontraron con las parcialidades "xasíes e yricuyes" que constituían la microrregión de Xaxi con diversidad de paisajes.
La microrregión no pudo ser poblada por el incumplimiento de los encomenderos para asentar allí a los indígenas, porque los trasladaban a sus propiedades para que les prestaran servicios, por lo cual los naturales se resistieron a la ocupación de sus tierras y el sometimiento a trabajos forzosos.
Fue en 1734 cuando se procedió a fundar el pueblo de Xaxi con 183 naturales y se le asignó como patrón a la población a San Miguel Arcángel.
El libro contiene una serie de anexos entre ellos un padrón realizado en 1882, de los naturales de Jají, menores de 21 años; la nómina de caciques y autoridades españolas que intervinieron en los procesos históricos de 1586 a 1734, los encomenderos de diferentes períodos y un glosario.
Edda Samudio manifiesta en el prólogo que "la obra tiene el valor de un prolijo estudio microhistórico de un asentamiento indígena de los Andes venezolanos, con antecedentes ancestrales en el mundo aborigen.
"El profesor Puente Franco presenta, de manera sencilla, con importante soporte documental y bibliohemerográfico, los acontecimientos del prolongado proceso de conformación del pueblo de indios de San Miguel Arcángel de Jají, en la Sierra del Norte o de La Culata... Se trata de un estudio que enriquece la historiografía, un importante aporte para el mejor conocimiento y para la comprensión del poblamiento y organización de los pueblos de indios de la región merideña durante el período colonial", escribe Edda Samudiog.
Un libro sobre Jají
ALFREDO FERMÍNEn esta obra, Gerardo Puente Franco reúne una serie de hechos históricos de las parcialidades indígenas de Xadi e Yricuy, asentadas en el valle de Jají a la llegada de los conquistadores españoles en 1558.
Ese año se inició un enfrentamiento entre dos culturas desiguales: la hispana conquistadora y la indígena que fue sometida por los encomenderos que obligaban a los indígenas a realizar trabajos, en la mayoría de los casos, sin remuneración alguna y cobrando tributo.
En el capítulo I sobre generalidades geográficas, el autor narra que el 22 de julio de 1558, el conquistador español Juan Rodríguez Suárez y su hueste partío de Cúcuta, en Colombia, buscando la Sierra de Mérida para fundar un pueblo. En el largo y accidentado viaje encontraron un valle en el que fundaron la ciudad de Mérida. A los españoles les llamó la atención que, en tierras áridas, los indígenas habían desarrollado una agricultura próspera con el agua que conducían por acequias de riego desde otro valle situado al norte.
Rodríguez Suárez envió a sus soldados a investigar la procedencia del agua y se encontraron con las parcialidades "xasíes e yricuyes" que constituían la microrregión de Xaxi con diversidad de paisajes.
La microrregión no pudo ser poblada por el incumplimiento de los encomenderos para asentar allí a los indígenas, porque los trasladaban a sus propiedades para que les prestaran servicios, por lo cual los naturales se resistieron a la ocupación de sus tierras y el sometimiento a trabajos forzosos.
Fue en 1734 cuando se procedió a fundar el pueblo de Xaxi con 183 naturales y se le asignó como patrón a la población a San Miguel Arcángel.
El libro contiene una serie de anexos entre ellos un padrón realizado en 1882, de los naturales de Jají, menores de 21 años; la nómina de caciques y autoridades españolas que intervinieron en los procesos históricos de 1586 a 1734, los encomenderos de diferentes períodos y un glosario.
Edda Samudio manifiesta en el prólogo que "la obra tiene el valor de un prolijo estudio microhistórico de un asentamiento indígena de los Andes venezolanos, con antecedentes ancestrales en el mundo aborigen.
"El profesor Puente Franco presenta, de manera sencilla, con importante soporte documental y bibliohemerográfico, los acontecimientos del prolongado proceso de conformación del pueblo de indios de San Miguel Arcángel de Jají, en la Sierra del Norte o de La Culata... Se trata de un estudio que enriquece la historiografía, un importante aporte para el mejor conocimiento y para la comprensión del poblamiento y organización de los pueblos de indios de la región merideña durante el período colonial", escribe Edda Samudiog.
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