Para que un gobierno sea considerado como demócrata, debe aplicar los principios y reglas de juego de la democracia representativa o participativa, según sea el caso. El demócrata real, debe ser, pensar, oler, parecerse, sentir, actuar, caminar, escribir y hablar, como lo haría cualquier demócrata del mundo, comprobadamente genuino y cabal.
Un gobierno demócrata, además de permitir el ejercicio del voto para elegir a sus gobernantes y autoridades, debe ejercer la democracia en toda su amplitud y sin límites. En la democracia, se es, o no se es. No existen democracias a medias. Cuando éstas llegan a ser medias democracias, dejan de serlo y pasan a la categoría de gobiernos totalitarios.
Cuando el chavismo usa la palabra democracia, lo hace mal intencionadamente en forma distorsionada y manipulada, para que el pueblo piense que vivimos en democracia. No porque les importe el pueblo en sí, sino por miedo a perder los votos que el pueblo inocentemente les ha dado –hasta ahora– en cada elección, desde 1998. Tan es así, que tienen el descaro y la desfachatez de decir, que en Cuba existe una verdadera democracia. ¿Qué les parece?
Afortunadamente, el pueblo está aprendiendo y despertando a los trancazos, sufriendo en carne propia las improvisaciones de este gobierno destructor, y está convencido que está siendo engañado y utilizado en nombre de un proyecto comunista que ni siquiera es de esta nación, ni mucho menos fue conceptualizado y diseñado por venezolanos; sino que es de manufactura cubana, cuyo gobierno dictatorial odia tanto a la democracia occidental.
En los discursos de Hugo Chávez, y/o de algunos de sus arrodillados líderes, se encontrará con que la palabra democracia la utilizan muy pocas veces, porque sencillamente les da vergüenza usarla. Usaron a la democracia para llegar al poder, y luego la descartaron para reemplazarla por una dictadura comunista. Así de sencilla fue su manipulación y nuestra idiotez.
Un escenario muy conveniente para los países totalitarios del Alba, para hablar de democracia es el de la OEA. Organización esta que odian a muerte, pero permanecen allí como quintas columna del radicalismo de izquierda, para su utilización con fines propagandísticos y de manipulación y persuasión de países débiles y ganarlos al proyecto comunista cubano en progreso. Como les asusta que por su totalitarismo, el pueblo se canse de sus gobiernos fantoches y de abusadores, y se les subleve, entonces andan apurados creando leyes antigolpistas, como lo hace Rafael Correa en Ecuador, para proteger sus propios intereses.
En Unasur se aprobó una nueva ley contra los golpes de Estado, supuestamente a ser dados por las minorías consideradas por el Alba como golpistas, contra los gobiernos "democráticos" latinoamericanos. Pero extrañamente se les olvidó incluir, especificar y puntualizar, el caso de los golpes de Estado de los gobiernos totalitarios, contra las poblaciones indefensas a quienes gobiernan. La explicación que se da a los que preguntamos, sobre la protección de los pueblos y de sus minorías, contra los gobiernos totalitarios y abusadores, es la de que esas organizaciones están creadas para los gobiernos, no para los pueblos. Por todo lo anterior, entre otras razones sobre las que dialogaremos posteriormente, la palabra DEMOCRACIA, está prácticamente excluida del léxico frecuente que utiliza el chavismo.
Dios escoge a sus almas para que se vayan???
Yo creo que cualquiera puede enfermarse, incluso repentinamente. Por experiencia propia sé que es así. He sido operada de emergencia en cinco oportunidades. Por lo tanto, puede ser cierto que a "micomandantepresidente" le haya sobrevenido algo que requiera intervención quirúrgica de urgencia.
Reconozco que no sé bien qué es un "absceso pélvico". Suena sí feo, y peligroso. Suena a masa purulenta en la parte baja de la panza, que si explota o se rompe puede causar una septicemia, a saber, una infección generalizada. Como yo pasé por una septicemia, sé lo que es eso. En esa ocasión estuve más de un mes hospitalizada y la recuperación tardó varios meses. Los dolores fueron intensos y perdí tanto peso que quedé hecha un huesito.
Pero si bien todos los seres humanos somos iguales, hay algunos que están en posiciones o cargos de relevancia. Eso hace que el sufrir un percance de salud afecte a un conglomerado. De allí que los suplentes son de suyo claves para que ese conglomerado no enfrente situaciones complicadas y también harto peligrosas. De allí que algunos abogados constitucionalistas hayan preguntado cómo es posible que "micomandantepresidente" sea presidente desde lejos y metido en un hospital, obviamente impedido de realizar todas sus funciones en plena capacidad.
Sin embargo, si de algo nos hemos dado cuenta todos los venezolanos durante estos días es cómo da lo mismo. Sí, da lo mismo que el presidente sea Chávez o Jaua. El despelote, el caos, la incompetencia son igualitos con el uno o el otro.
¿El país está mejor con Chávez o con Jaua? La pregunta solo tiene una respuesta: da lo mismo. Son cortados por la misma tijera y siguiendo el mismo patrón. Leños de un mismo árbol. Eso que esperar un comportamiento distinto no sea sino una "esperanza inútil", como bien canta el bolero.
En este país hace rato que se nos escabulló eso que llaman "gobernabilidad". La entropía se nos ha instalado por los cuatro costados, haciendo que la nación entera padezca un "estado de supervivencia". No es cuestión de reales. Es asunto de buenos gobernantes y, más aún, de expertos en gestión pública. Y de esos no hay en el este gobierno que pasará a la historia como el peor de nuestra tan desnutrida ya historia democrática. Aquí lo que hay en abundancia son populistas.
Hubo "luna negra" por estos días. La luna se obscureció. Así estamos nosotros, viendo sin mirar, oyendo si escuchar, oliendo sin olfatear. Si usáramos bien nuestros sentidos, en especial el sentido común, comprenderíamos de una vez por todas que un barco no se hunde por lo que hagan sus pasajeros. Lo hunden sus tripulantes, lo hunden su capitán y sus oficiales. Bien harán los pasajeros en percatarse en medio de la travesía que el capitán no los llevará a buen puerto. Harán bien en entender que en la próxima parada hay que cambiar al capitán y a sus oficiales.
¿Y dónde está el Presidente? ¿Quién es el Presidente? Da lo mismo.
El silencio es el asesino de la democracia
(*) Comunicador social
Concejal de El Hatillo - UNT
E-mail: smorillobelloso@gmail.com
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