De tuits, listas y dobles morales
Había cierto aire de deshielo, de glasnost, que se ha desbaratado entre Navidad y Año Nuevo
PEDRO GARCÍA OTERO | EL UNIVERSAL
martes 7 de enero de 2014 12:00 AM
Terminaba el año 2013 y el país parecía entrar en una dinámica auspiciosa, al menos para los que no nos cansamos de ser ingenuos. La reunión entre el presidente Nicolás Maduro y los alcaldes de oposición, la promesa del primer mandatario de evaluar, al menos, el indulto para Iván Simonovis... Había cierto aire de deshielo, de glasnost, de normalidad.
Todo se ha desbaratado entre Navidad y Año Nuevo. Aparentemente influenciado desde La Habana, donde pasó vacaciones, Maduro decidió que no habría amnistía para los presos políticos; la reunión entre el Presidente y los alcaldes no fue seguida de nada más; y para completar, sale Delcy Rodríguez, ministra de Información, con su insólito tuit. Veintisiete personas, venezolanas, con responsabilidades públicas o privadas, fueron acusadas (?) de irse al exterior por Navidad.
No se sabe si la ministra quiso congraciarse con su jefe, ante las críticas porque se ausentó del país hacia Cuba en Navidad, o si simplemente sintió que alguien se la había pasado y quedaría bien como tremendura del Día de los Inocentes, pero su tuit ha desencadenado un polvorín. No solo en artículos de opinión (recomiendo muy particularmente Delito, ruindad o simple bajeza, publicado el domingo 5 de enero por mi admirada Milagros Socorro) sino en las redes sociales.
Para todo el mundo es obvio que el que tiene rabo de paja no se arrima a la candela. No para la ministra, a la que le han recordado desde su pasado como funcionaria de Rafael Caldera, hasta la leyenda de que el fallecido Hugo Chávez la bajó del avión presidencial, y pasando por cientos, miles de fotos de altos jerarcas del chavismo, incluyendo la familia real, perdón, presidencial, en algunos de los destinos más exclusivos del mundo (¿con cargo a los contribuyentes? Esta es otra pregunta ingenua).
La ministra respondió con una carta, titulada La Doble Moral de la Dirigencia Opositora, publicada a página completa (¿y pagada por quién?) en Últimas Noticias, en la que cuestiona si el irse del país en fechas navideñas es lícito cuando se trata de un funcionario; que no todo lo personal es privado; y otras sutilezas que terminan de enredarla en un error que debió haber zanjado con una disculpa.
Mientras en Venezuela sea lícito tomar vacaciones, y más cuando hay tantas evidencias de la Dolce Vita que se da la boliburguesía, la lista de Delcy Rodríguez no tendrá sentido. Asumiendo que lo que hizo fue un error; es más probable que haya sido algo premeditado, que busque mostrar que en Venezuela no es que todo lo personal sea privado, sino que nada lo es. Como en La Vida de los Otros, aquel memorable film sobre la cotidianidad de Alemania Oriental. Si quería sembrar miedo, Delcy lo logró a plenitud.
potero@eluniversal.com / @pedrogarciao
Todo se ha desbaratado entre Navidad y Año Nuevo. Aparentemente influenciado desde La Habana, donde pasó vacaciones, Maduro decidió que no habría amnistía para los presos políticos; la reunión entre el Presidente y los alcaldes no fue seguida de nada más; y para completar, sale Delcy Rodríguez, ministra de Información, con su insólito tuit. Veintisiete personas, venezolanas, con responsabilidades públicas o privadas, fueron acusadas (?) de irse al exterior por Navidad.
No se sabe si la ministra quiso congraciarse con su jefe, ante las críticas porque se ausentó del país hacia Cuba en Navidad, o si simplemente sintió que alguien se la había pasado y quedaría bien como tremendura del Día de los Inocentes, pero su tuit ha desencadenado un polvorín. No solo en artículos de opinión (recomiendo muy particularmente Delito, ruindad o simple bajeza, publicado el domingo 5 de enero por mi admirada Milagros Socorro) sino en las redes sociales.
Para todo el mundo es obvio que el que tiene rabo de paja no se arrima a la candela. No para la ministra, a la que le han recordado desde su pasado como funcionaria de Rafael Caldera, hasta la leyenda de que el fallecido Hugo Chávez la bajó del avión presidencial, y pasando por cientos, miles de fotos de altos jerarcas del chavismo, incluyendo la familia real, perdón, presidencial, en algunos de los destinos más exclusivos del mundo (¿con cargo a los contribuyentes? Esta es otra pregunta ingenua).
La ministra respondió con una carta, titulada La Doble Moral de la Dirigencia Opositora, publicada a página completa (¿y pagada por quién?) en Últimas Noticias, en la que cuestiona si el irse del país en fechas navideñas es lícito cuando se trata de un funcionario; que no todo lo personal es privado; y otras sutilezas que terminan de enredarla en un error que debió haber zanjado con una disculpa.
Mientras en Venezuela sea lícito tomar vacaciones, y más cuando hay tantas evidencias de la Dolce Vita que se da la boliburguesía, la lista de Delcy Rodríguez no tendrá sentido. Asumiendo que lo que hizo fue un error; es más probable que haya sido algo premeditado, que busque mostrar que en Venezuela no es que todo lo personal sea privado, sino que nada lo es. Como en La Vida de los Otros, aquel memorable film sobre la cotidianidad de Alemania Oriental. Si quería sembrar miedo, Delcy lo logró a plenitud.
potero@eluniversal.com / @pedrogarciao
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