El viaje apostólico de Francisco abre un estilo nuevo
Tres periodistas que le acompañaron cuentan sus impresiones
Por Sergio Mora
Roma, 30 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
Roma, 30 de septiembre de 2015 (ZENIT.org)
En un desayuno de trabajo entre diplomáticos y periodistas, que se ha realizado este miércoles en Roma en el hotel NH, se ha profundizado la comunicación y las repercusiones del viaje apostólido del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos del 19 al 27 de septiembre. Los conferencistas fueron tres periodistas que viajaron con el Papa: Valentina Alazraki de México; y los estadounidenses Frank Rocca; y Alan Holdren. El encuentro ha sido organizado por Mediatrendsamerica.com, junto a la española Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC).
La periodista mexicana Valentina Alazraki indicó que el viaje del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos ha cambiado la percepción que se tenía antes del mismo. Cuando no había iniciadoel viaje los estadounidenses lo veían como un Papa que iba a condenar al capitalismo, al sistema estadounidense, mientras que los cubanos como un Pontífice que les iba a apoyar en su visión igualitaria de la sociedad.
Después del viaje ha cambiado todo, puesto que los temas fueron otros. "En Cuba pidió libertad religiosa y en Estados Unidos despertó gran entusiasmo". Pensábamos que iba a hablar del levante del bloqueo, de derechos humanos, pero habló de libertad religiosa, y durante todo el viaje "insistió a encontrar lo que nos une a lo que nos divide".
En los terrenos en los que habría podido buscar la confrontación, no la buscó. Sin reivindicar, con su tono de voz tranquila, buscando la conciliación.
“Sobre las repercusiones políticas en tema de migración y pena de muerte, soy en general pesimista”, dijo la periodista mexicana, porque "nunca la influencia de un Papa llegó a modificar la agenda política de un país". No veo un impacto político, sino moral; cuando Juan Pablo II intentó detener la guerra de Bush, aunque no lo logró, despertó una reacción moral a nivel mundial.
"Sobre inmigración, como mexicana me llamó la atención su encuentro con los migrantes en Filadelfia" dijo. El Papa ha dicho no tengan vergüenza, levanten la cabeza, ustedes han aportado un don a este país. Veo una analogía con Juan Pablo II, cuando dijo en Polonia que el "Espíritu Santo baje e inunde... allí empezó a caer el muro de Berlín. Salva tu cultura les dijo Francisco a los inmigrantes, como Juan Pablo II a los polacos: salva a tu fe católica".
Otro elemento ha sido el fuera programa del Papa en Filadelfia, durante el Encuentro Mundial de las Familias, al encontrar 5 víctimas de pedofilía. Porque antes podía haber dado la impresión de que se había solidarizado más con los obispos que con las víctimas. Un discurso muy fuerte, incluso sobre los obispos y su responsabilidad.
El Papa habló sobre la defensa de la vida, sin decir la palabra 'aborto', 'eutanasia'. Habló del matrimonio hombre y mujer abierto a la vida, casi de paso, sin mencionar la homosexualidad. Su agenda no es la tradicional de la Iglesia, como estábamos acostumbrados.
Sobre los disidentes detenidos para que no puedan saludar al Santo Padre, Alazraki indicó que la nunciatura en Cuba había tenido contacto telefónico con algunos disidentes, y les indicaron que si estaban allí cuando el Papa pasaba les iba a saludar, pero no hubo tal encuentro. O sea no fue propiamente una invitación a la nunciatura.
Siempre ha habido preguntas sobre el tema, y no sabemos si hubo algún encuentro privado. "Puede parecer un un punto débil del viaje", dijo, si bien "llevar adelante el proceso iniciado en Cuba quizás fue más importante que haber tomado contacto directo con ellos". Seguramente hubo un motivo importante, no una falta de atención. No olvidemos --concluyó-- que el Santo Padre llevó consigo a Paul Richard Gallagher, vicesecretario para la Relaciones con los Estados.
Alan Holdren por su parte indicó que el papa Francisco “no dice nada de distinto de lo que la Iglesia siempre dice”, pero “plantea las cosas de otro modo”, sin hacer hincapié como otros papas en ciertos temas polémicos, lo que puede hacer parecerlo menos fuerte".
Entretanto, de otro lado recordó que "el Papa conversó con las hermanas de la clínica que presentaron objeción de conciencia por las políticas sanitarias contraceptivas del Gobierno" y también en el avión ha reiterado “el derecho de la libertad de conciencia”. A dos días del regreso aún están llegando noticias y repercusiones, dijo. Por ejemplo no funcionó la carta que envió Francisco para que no ejecute a una mujer en Georgia. Indicó también la importancia de que se haya podido escuchar en directa televisiva, de la primera a la última palabra que el Papa pronunció.
Consideró importante además que el Santo padre se haya presentado como “hijo de emigrantes y hermano de este pueblo”, muy importantes para los estadounidenses. En Cuba una señora me dijo, contó Holdren: “Mi hija nunca ha escuchado palabras como estas en su vida, de reconciliación, que invitan a soñar sin límites”.
Por su parte el periodista estadounidense Frank Rocca señaló que mucnos pensaban “que el Pontífice iba a hablar en estos dos países como lo hizo Juan Pablo II en Polonia”, y no fue de ese modo, si bien “en Cuba habló de libertad religiosa” y en Estados Unidos “con las monjas que se oponen a las políticas gubernamentales sobre contracepción”.
Añadió que los obispos lo han entendido, y también La Habana y la Casa Blanca, aunque haya tocado temas "casi sin tocarlos”. Si alguien no quería oír podía no hacerlo dijo. Porque “animaba sin necesidad de gritar las cosas”.
Consideró también que para los católicos estadounidenses militantes, estos temas son muy importantes y podrían sentirse decepcionados porque no fueron gritados, y que ésto en los próximos años podría volverse un problema." Los obispos lo siguen, los laicos lo entienden un poco menos" dijo. Existe un problema interno no fácil, si bien “los fieles no vayan a criticar al Papa”.
La periodista mexicana Valentina Alazraki indicó que el viaje del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos ha cambiado la percepción que se tenía antes del mismo. Cuando no había iniciadoel viaje los estadounidenses lo veían como un Papa que iba a condenar al capitalismo, al sistema estadounidense, mientras que los cubanos como un Pontífice que les iba a apoyar en su visión igualitaria de la sociedad.
Después del viaje ha cambiado todo, puesto que los temas fueron otros. "En Cuba pidió libertad religiosa y en Estados Unidos despertó gran entusiasmo". Pensábamos que iba a hablar del levante del bloqueo, de derechos humanos, pero habló de libertad religiosa, y durante todo el viaje "insistió a encontrar lo que nos une a lo que nos divide".
En los terrenos en los que habría podido buscar la confrontación, no la buscó. Sin reivindicar, con su tono de voz tranquila, buscando la conciliación.
“Sobre las repercusiones políticas en tema de migración y pena de muerte, soy en general pesimista”, dijo la periodista mexicana, porque "nunca la influencia de un Papa llegó a modificar la agenda política de un país". No veo un impacto político, sino moral; cuando Juan Pablo II intentó detener la guerra de Bush, aunque no lo logró, despertó una reacción moral a nivel mundial.
"Sobre inmigración, como mexicana me llamó la atención su encuentro con los migrantes en Filadelfia" dijo. El Papa ha dicho no tengan vergüenza, levanten la cabeza, ustedes han aportado un don a este país. Veo una analogía con Juan Pablo II, cuando dijo en Polonia que el "Espíritu Santo baje e inunde... allí empezó a caer el muro de Berlín. Salva tu cultura les dijo Francisco a los inmigrantes, como Juan Pablo II a los polacos: salva a tu fe católica".
Otro elemento ha sido el fuera programa del Papa en Filadelfia, durante el Encuentro Mundial de las Familias, al encontrar 5 víctimas de pedofilía. Porque antes podía haber dado la impresión de que se había solidarizado más con los obispos que con las víctimas. Un discurso muy fuerte, incluso sobre los obispos y su responsabilidad.
El Papa habló sobre la defensa de la vida, sin decir la palabra 'aborto', 'eutanasia'. Habló del matrimonio hombre y mujer abierto a la vida, casi de paso, sin mencionar la homosexualidad. Su agenda no es la tradicional de la Iglesia, como estábamos acostumbrados.
Sobre los disidentes detenidos para que no puedan saludar al Santo Padre, Alazraki indicó que la nunciatura en Cuba había tenido contacto telefónico con algunos disidentes, y les indicaron que si estaban allí cuando el Papa pasaba les iba a saludar, pero no hubo tal encuentro. O sea no fue propiamente una invitación a la nunciatura.
Siempre ha habido preguntas sobre el tema, y no sabemos si hubo algún encuentro privado. "Puede parecer un un punto débil del viaje", dijo, si bien "llevar adelante el proceso iniciado en Cuba quizás fue más importante que haber tomado contacto directo con ellos". Seguramente hubo un motivo importante, no una falta de atención. No olvidemos --concluyó-- que el Santo Padre llevó consigo a Paul Richard Gallagher, vicesecretario para la Relaciones con los Estados.
Alan Holdren por su parte indicó que el papa Francisco “no dice nada de distinto de lo que la Iglesia siempre dice”, pero “plantea las cosas de otro modo”, sin hacer hincapié como otros papas en ciertos temas polémicos, lo que puede hacer parecerlo menos fuerte".
Entretanto, de otro lado recordó que "el Papa conversó con las hermanas de la clínica que presentaron objeción de conciencia por las políticas sanitarias contraceptivas del Gobierno" y también en el avión ha reiterado “el derecho de la libertad de conciencia”. A dos días del regreso aún están llegando noticias y repercusiones, dijo. Por ejemplo no funcionó la carta que envió Francisco para que no ejecute a una mujer en Georgia. Indicó también la importancia de que se haya podido escuchar en directa televisiva, de la primera a la última palabra que el Papa pronunció.
Consideró importante además que el Santo padre se haya presentado como “hijo de emigrantes y hermano de este pueblo”, muy importantes para los estadounidenses. En Cuba una señora me dijo, contó Holdren: “Mi hija nunca ha escuchado palabras como estas en su vida, de reconciliación, que invitan a soñar sin límites”.
Por su parte el periodista estadounidense Frank Rocca señaló que mucnos pensaban “que el Pontífice iba a hablar en estos dos países como lo hizo Juan Pablo II en Polonia”, y no fue de ese modo, si bien “en Cuba habló de libertad religiosa” y en Estados Unidos “con las monjas que se oponen a las políticas gubernamentales sobre contracepción”.
Añadió que los obispos lo han entendido, y también La Habana y la Casa Blanca, aunque haya tocado temas "casi sin tocarlos”. Si alguien no quería oír podía no hacerlo dijo. Porque “animaba sin necesidad de gritar las cosas”.
Consideró también que para los católicos estadounidenses militantes, estos temas son muy importantes y podrían sentirse decepcionados porque no fueron gritados, y que ésto en los próximos años podría volverse un problema." Los obispos lo siguen, los laicos lo entienden un poco menos" dijo. Existe un problema interno no fácil, si bien “los fieles no vayan a criticar al Papa”.
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