Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 10 de octubre de 2015

El papa Francisco camina solo convencido de ideales que el conoce muy bien y a los que es fiel...¿Y la institución eclesiástica,cree en ellos y los fieles cómodos y escondidos apoltronados en su zona de confort lo acompañan? No lo se



Transformar la sociedad desde la familia

Se trata de rescatar el "espíritu familiar" y desde ahí transformar la realidad presente

FÉLIX PALAZZI |  EL UNIVERSAL
sábado 10 de octubre de 2015  12:00 AM
La lucha por subsistir y el tono claro-oscuro de nuestra esperanza por un futuro mejor nos disuade a pensar ciertos temas. Con frecuencia, cuando nos referimos a la familia sólo nos viene a la memoria esa frase que continuamente repetíamos desde niños: "la familia es la base de la sociedad", aún sin saber específicamente qué podía significar aquello, más allá de aceptar que sin la familia no existe la capacidad real y práctica para que una sociedad subsista.

En los países donde la taza de natalidad ha decaído drásticamente es más notoria la fragmentación social. Pero esta no es la realidad de nuestro país, donde la taza de natalidad no es un problema. Lo que sí es un problema real y dramático en nuestra nación es que las familias están siendo afectadas por la violencia desbordada que asume distintas formas y modalidades que van desde la verbal hasta la más dramática del asesinato.

Las familias viven un proceso de desorientación ante la dureza de la situación actual. Son mutiladas por la ausencia de alguno de sus miembros obligados a buscar un futuro mejor fuera del país. También están siendo confrontadas o polarizadas como efecto de una sociedad dividida. En este sentido hablar sobre la familia es una urgencia en nuestro país. Pero esto no es posible desde un púlpito alejado. Hay que bajar el discurso abstracto y reconocer los retos que nos pone nuestra realidad para discutirlos y asumirlos.

Francisco se encuentra en una de las etapas más delicadas de su ministerio al haber inaugurado el sínodo de los Obispos con la finalidad de pensar "argumentos de gran importancia y gravedad" en relación con la familia. En sus palabras de apertura recordó a los obispos participantes que "el sínodo no es un Parlamento, donde para alcanzar el consenso o un acuerdo común se necesita negociarlo, entre bandos o compromisos. El único método del Sínodo es abrirse al Espíritu Santo, con coraje apostólico, con humildad evangélica y oración confiada". El Papa se refiere a Cardenales, obispos y tantos otros que, prejuiciadamente, se oponen a cualquier cambio.

Un sínodo no puede definir cuestiones dogmáticas. Esta tarea le corresponde a un Concilio Ecuménico. El término sínodo, de origen griego, significa "caminar juntos". El sínodo de los obispos es una institución permanente creada por el Papa Pablo VI para mantener vivo el espíritu de colegialidad y comunión que había sido pedido por el Concilio Vaticano II. Al finalizar el sínodo se realiza una declaración postsinodal que la firma el Papa.

Francisco recordó brillantemente en estos días que el "vínculo de la Iglesia con la familia es indisoluble". La indisolubilidad la ha situado, no solamente en el matrimonio como entidad en sí misma, sino también en "la relación de la Iglesia con la familia". Se trata de un giro admirable en el uso de los conceptos pues coloca la discusión del problema en torno a un tema álgido, como es la capacidad de la Iglesia para comprender el mundo actual.

El Sínodo tiene el reto de hablarle a una sociedad debilitada por la soledad y la indiferencia, así como dividida en facciones polarizadas. Tendrá la tarea de explicar la necesidad de recuperar el vínculo familiar como valor para rescatar lavida en común como criterio y núcleo social que expande su influencia y valor a un contexto sociocultural y político mayor. Se trata, pues, de rescatar el "espíritu familiar" y desde ahí transformar la realidad presente, permeando las relaciones políticas, económicas y sociales que vivimos. Es este espíritu familiar el que "libera de las aguas de la indiferencia" en las que estamos sumergidos.

Doctor en Teología

felixpalazzi@hotmail.com

@felixpalazzi

El Papa del siglo XXI

No ejercerá un pontificado contemplativo sino proactivo ante los grandes desafíos de este siglo

LUIS XAVIER GRISANTI |  EL UNIVERSAL
viernes 9 de octubre de 2015  12:00 AM
El Papa Francisco no es un líder político sino espiritual; como tampoco lo fue Jesús. Yerran quienes utilizan las religiones de cualquier signo para justificar sus agendas políticas. La Revolución Francesa consagró el principio de la separación entre el Estado y la Iglesia; pero definió también la libertad de culto como precepto irrenunciable entre los derechos civiles, sin el cual no pueden ejercerse a plenitud ninguna de las demás libertades en una sociedad democrática y civilizada.

Pero el jefe de la iglesia Católica sí es un actor social que influye en la política mundial. No tiene ni tendrá nunca divisiones militares, como una vez ironizó Stalin durante la II Guerra Mundial. Si bien hubo Papas reformistas que comenzaron a transformar los rígidos patrones y dogmas de la iglesia Católica (Juan XVIII y Pablo VI), no hay duda de que la elección del primer Papa polaco, Karol Wojtyla, en 1978, cambió para bien el rol de la Iglesia moderna.

La gira pastoral del Papa Francisco por Cuba y Estados Unidos, incluyendo su notable discurso en la Asamblea General de la ONU, ha demostrado que su mensaje de paz, tolerancia y humildad trasciende lo religioso para influir en las desviaciones nocivas de la política, el poder y la sociedad, ante un mundo cuyos avances tecnológicos y científicos se multiplican, mientras se globalizan flagelos como el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas y especies animales y vegetales, la degradación ambiental, el cambio climático y el calentamiento global.

La exhortación del Santo Padre a enaltecer al ser humano sobre las ideologías, su condena a la xenofobia, la pederastia y la discriminación, su defensa de los derechos humanos, su petición de abolir la pena de muerte en Estados Unidos, su exaltación del papel de la mujer y la familia en el desarrollo, su mediación en la normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU y en el proceso de paz en Colombia, y su llamado en el seno de la ONU para que se logre un tratado multilateral que detenga la degradación ambiental en la cumbre de París de diciembre de 2015, son demostraciones fehacientes de que, como líder espiritual, no ejercerá un pontificado contemplativo sino proactivo ante los grandes desafíos del siglo XXI. 

@lxgrisanti

Visita polifacética del Papa Francisco

LUIS UGALDE |  EL UNIVERSAL
viernes 9 de octubre de 2015  12:00 AM
No soy papista y creo que los católicos necesitamos autocrítica para ser más auténticos, pero confieso que la reciente visita del Papa a Cuba y a EEUU me parece extraordinaria. Tuvo el enorme acierto de romper los encasillamientos de derecha e izquierda con gestos y mensajes para que cada uno se sintiera tocado en su interior y movido a dar lo mejor de sí. ¡Un auténtico líder espiritual por encima de fronteras!

No es intrascendente que en la Plaza de la Revolución, al pie de la mítica imagen del Che, invitara a toda Cuba y a su régimen político a servir a las personas, a los más pequeños y necesitados, y no a las ideologías. Lo dijo desde el Evangelio y en el corazón de un régimen que por entronizar una ideología terminó implantando una  dictadura sin libertades y  escasas oportunidades de vida,  que ahogó los sueños de esperanza que florecieron en los albores de la propia revolución. Ese mensaje es de una carga de profundidad político-económica y humana que mina al régimen, al tiempo que  llama a construir juntos una Cuba de oportunidades, con vida libre, digna y justa para todos.

No era más fácil la visita de un Papa a un país de cuna protestante donde hacía pocas décadas su condición de católico era un obstáculo para que John Kennedy fuera electo Presidente. Por primera vez un Papa era invitado a la Cámara de Representantes del  Congreso Nacional, y a ellos y al pueblo estadounidense no les habló "desde fuera", sino desde su interior y su propia historia nacional. Al igual que el mensaje dictado en la sede de las Naciones Unidas, fue un discurso retador y exigente, sin caer en la adulación para ganar benevolencia. Sus palabras les resonaron como salidas de lo mejor de su propio interior y de algunas páginas y personajes más emblemáticos e inspiradores de su nación. Dialoguen "a partir de la memoria de su pueblo" y respondan con una creatividad nueva a los grandes retos actuales de la pobreza, exclusión y brechas sociales de diversa naturaleza. Lloraron con gratitud y se levantaron emocionados a aplaudirlo. Al igual se dirigió en su recorrido a los presos y a los católicos en Filadelfia y New York, y al mundo en la sede de la ONU, asimismo exhortó a los congresistas a "defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda constante y exigente del bien común". Como Jesús a la samaritana,  invitó a cada uno a sacar de su pozo profundo el agua viva para darla al mundo necesitado, y a "nacer de nuevo" en espíritu y con verdad. Llamadas dirigidas a las fibras más profundas de cada ser, donde lo divino y lo humano se encuentran, y se disuelven las barreras confesionales. En esos ambientes laicos  hizo  sentir la necesidad de  que "la voz de la fe, que es voz de fraternidad y de amor, que busca sacar lo mejor de cada persona y de cada sociedad, pueda seguir siendo escuchada".

Sin condenar desde la altura de un pedestal papal, reconoció como hermano  que también la religión puede corromperse en ideología criminal, como ocurre con los fundamentalismos que agreden y matan al que es diverso. En esa "sangrienta atrocidad" se encuentran también crímenes cometidos "incluso en nombre de Dios y de la religión", pues "ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico". En la Zona Cero de New York, donde "un acto insensato de destrucción" arrebató miles de vidas, Francisco con otros 10 líderes afirmó que es "posible y necesario reunirnos desde las diferentes lenguas, culturas y religiones","desde la diferencia aceptada y reconciliada".

A la actual tentación de descartar al pobre y a todo lo que nos molesta, contrapone Francisco la regla de oro expresada por Jesús "Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes" (Mateo 7,12). Es la actitud espiritual que nos hace personas de bien que regalan el agua de  vida: "Tratemos  a los demás con la misma pasión y compasión con la que queremos ser tratados. Busquemos para los demás las mismas posibilidades que deseamos para nosotros. Acompañemos el crecimiento de los otros como queremos ser acompañados. En definitiva: queremos seguridad, demos seguridad; queremos vida, demos vida; queremos oportunidades, brindemos oportunidades. El parámetro que usemos para los demás será el parámetro que el tiempo usará con nosotros".

¡Mensajes importantes, para esta Venezuela llamada a nacer de nuevo sobre sus actuales cenizas, sin oportunismo ni hipocresía, en espíritu y en verdad!

fernandamujica@gmail.com

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