Las contínuas limitaciones a que el ser humano ha llegado por imposiciones del ambiente y entorno humano en que se desenvuelve, lo aleja de su CENTRO VITAL, ese que es distinto a lo que falsamente creía que era: SU EGO personal, alejándolo de sus valores esenciales que constituyen su ALMA, su esencia verdadera. muy vinculada al lado femenino de nuestra integrada condición humana.
Al estar separados los principios femeninos y masculinos de manera tan radical, el físico de alguna manera resiente y denuncia esa separación, mandando mensajes de alerta, de YA BASTA, para que volvamos los ojos al interior de cada uno y de alli, sacar las fuerzas para seguir adelante en un nuevo grado de conciencia.
El hedonismo, la vaciedad de la sociedad de consumo, la falta de principios raigales que traigamos de nuestra infancia aprehendidos y aceptados con cariño, con verdadera aceptación y no como poses fingidas, nos fueron descontextualizando, vaciando de contenidos para hacernos pura apariencia y logros, que eran los que nos colocabvan ante la humanidad como triunfadores o derrotados, cuando en verdad la Fuerza estaba dentro de nosotros mismos y el desarrollo de esos valores menospreciados, a veces sacrificados en aras de los otros, lo que produjo con el correr de los años una gran sequedad y cansancio, que de alguna manera el mundo médico tenía que conocer sin tener herramientas para ello, porque son enfermedades del YO profundo del ser humano, del ALMA colectiva e individual.
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