¿El
doble-pensar en Venezuela?
Por
Karin van Groningen
@KGroningen
Reescribir
la historia en el lenguaje de los políticos, en el neo-lenguaje. Ese es el
trabajo de Winston Smith, protagonista de la novela 1984 escrita por George
Orwell en el año 1949. Es en ese lenguaje que permite “Decir
mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no
convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido
sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva
sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega...”
(1). Winston Smith trabaja siguiendo instrucciones de los altos jerarcas del
Ministerio de la Verdad, quienes son expertos en modificar las noticias y con
ellas los acontecimientos históricos y a su vez, en creer que están siendo
fieles a la realidad y a la historia. Bajo sus comandos, modifica casi
obsesivamente la versión de los hechos para adaptarlos a aquella que más
convenga. Usa para ello el doble-pensar "diseñado para hacer que las mentiras
suenen como verdades y que el asesinato sea respetable… capaz de darle
apariencia de solidez al viento…y de cambiar el negro por el blanco…”(2) . Winston
Smith, es vigilado durante sus horas de trabajo. Y también durante su vida
“intima”, al igual que el resto de los habitantes de Oceanía, uno de los tres
imperios -enemigos entre si- existentes en el mundo. Una gigantesca
cámara los vigila durante cada segundo de su vida laboral. Y también
en sus lugares de habitación. El caso es que esas cámaras son bidireccionales.
Vigilan, asediando a las personas en un acoso permanente, casi imposible de
soportar, pero también adoctrinan. Es a través de ellas que se transmiten las
noticias reescritas. Una y mil veces. Todas las veces necesarias para que sus
contenidos cambiantes se tomen como verdades eternas. Son ellas las encargadas
del “lavado de cerebros”. Diurno y nocturno, agobiante y asfixiante. Es así como
se forman los ejércitos de “ignorantes robots” inhabilitados para pensar y
repetidores del mismo discurso de obediencia y aceptación absoluta de cada
nueva versión de la historia. Mecanismo de “lavado de cerebros”, que
se mantiene encendido día y noche, sin la posibilidad de apagarlo o de huir de
su permanente escrutinio e ideologización. Infortunadamente, y a pesar de tanta
vigilancia y adoctrinamiento, Winston Smith, comienza a desarrollar una visión
crítica. Ocurrió cuando cayó en sus manos ese libro prohibido, escrito por el
principal líder de la oposición -ahora en la clandestinidad- ¡La Policía del
Pensamiento lo detectó de inmediato! Se encendieron las alarmas…A nadie le está
dado pensar distinto a como se le indica… A nadie le está permitido “recordar”
hechos de manera distinta a como lo señala, diariamente, el estamento político…
Menos aún tener una visión crítica… Y es que esa horrorífica herramienta de
dominación, demanda la aceptación absoluta y acrítica de cada nueva versión de
los “hechos históricos”. Lo cierto es que el protagonista de la
novela, rápidamente se sofoca. La continua mediatización de la verdad lo
asfixia. La deshonestidad y la falta de apego a los hechos objetivos, lo daña
moralmente…y hasta su alma comienza a mostrarse envenenada. Por ello lleva un
diario personal. Para mantener algún grado de apego a los hechos ¡Algún grado
de cordura! Y ese fue su segundo error…Un error que origina nuevas alarmas
policiales… Y para colmo, esa relación amorosa prohibida… esa relación… ¡ya fue
su perdición! La persecución y captura que sobrevienen, están ya bien
documentadas para este momento con pruebas concretas de la conducta “desviada”
del señor Smith. El terrible acoso al que se lo somete termina en la muy
terrorífica cámara de tortura del Ministerio del Amor. El dolor físico y la
tortura psicológica alcanzan límites insoportables -incluso para el lector-.
Ellos “limpian” a Winston Smith de todo rasgo de individualidad, dignidad y
humanidad. Triunfa el mal sobre el bien. La post-verdad o verdad manipulada
interesadamente, triunfa sobre la verdad fundada en los hechos objetivos. Y…
nos desconsolamos profundamente nosotros los lectores ¡Y nos horrorizamos
también! Basta pensar que estos escenarios no están sólo en la imaginación de
George Orwell. Ellos se han hecho realidad. En nuestros días, a manos de Kim
Jong-un, el líder supremo de la República Democrática de Corea, se ha logrado
recrear la más pura versión de la realidad orwelliana de 1984. La
disciplina militar extrema lo ayudó. Sin embargo, otras sociedades no
militarizadas y sin rasgos autoritarios también han avanzado en esa dirección.
Así lo reporta el diario londinense The Guardian cuando resalta la frase del
presidente de los EEUU, George Bush, al referirse en el 2002 al nuevo imperio
americano, a… ese que estaba “creando su propia realidad” y también a las
alusiones más recientes del encargado de las comunicaciones del
presidente Donald Trump sobre “los hechos alternativos” (3) . Es esta,
probablemente, la era del doble-pensar -. El tiempo en que es posible esa
capacidad para mantener simultáneamente dos opiniones que se niegan mutuamente,
sabiendo que son contradictorias y creer en las dos, mediante el uso de la
lógica contra la lógica. Es nuestra esperanza sin embargo, que sobrevivan
sociedades en las que reine el único-pensar. Una única verdad. Una única lógica
fuertemente sustentada en la realidad objetiva y ampliamente compartida entre
aquellos que forman una nación -líderes y ciudadanos comunes-. Una sociedad
donde ni tan siquiera tengan que escribirse las leyes, pues ellas son
fácilmente discernibles por todos ¿Romanticismo puro? Tal vez. Pero la Gran
Bretaña probablemente se acerca a ese ideal. De hecho, es una sociedad que
carece de constitución escrita (4) . Y es siguiendo este curso de pensamiento
en el que paso a preguntarles: ¿Ha sido Venezuela, con sus 26 textos
constitucionales en los dos últimos siglos, campo fértil del doble-pensar?
¿Está ese doble-pensar presente en nuestros líderes y es en ese contexto que
debemos entender sus decisiones? ¿Está el doble-pensar instaurado en los
venezolanos de a pie?
Caracas,
25 agosto 2017
(1)Texto
de George Orwell en la novela 1984. Ver también: Fernando Vallespín: Camps como
síntoma. El País.
https://politica.elpais.com/politica/2011/07/21/actualidad/1311274424_712938.html
(2)
Ver: Jean Seaton: Welcome to dystopia. George Orwell experts on Donald Trump.
The Guardian.
https://www.theguardian.com/commentisfree/2017/jan/25/george-orwell-donald-trump-kellyanne-conway-1984
(3) The
Guardian: ob. Cit.
(4)
Ver: Robert Blackburn: Britain’s unwritten constitution.
https://www.bl.uk/magna-carta/articles/britains-unwritten-constitution
ONU: Gobierno está exprimiendo lo que queda de democracia en Venezuela
Por
30 de Agosto de 2017 8:01 am
Las decisiones del Gobierno venezolano, buscan acabar con lo poco de democracia que queda en el país, opinó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, ante las recientes decisiones del oficialismo en Venezuela.
Con el paso del tiempo, hemos visto la erosión de la democracia en Venezuela y lo que está ocurriendo aumenta la impresión de que se está exprimiendo lo que queda de vida democrática, comentó en una rueda de prensa.
“La democracia está apenas viva, si es que sigue viva, así lo plantearía yo”, agregó el alto responsable de la ONU.
Zeid presentó un informe sobre las violaciones de los derechos humanos en Venezuela desde que empezaron las protestas antigubernamentales, señalando que las autoridades siguen una clara política de responder a las manifestaciones a costa de los derechos y de las libertades de los venezolanos.
Reconoció que se teme que la situación se pueda agravar todavía más en Venezuela, donde las autoridades reconocen 124 muertos en relación con las protestas, aunque las ONG dan cuenta de 157 fallecidos.
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