VENEZUELA HOY
Alfredo Coronil Hartmann | mayo 25, 2017 | Web
del Frente Patriotico
¡ESTA REVOLUCIÓN TIENE QUE SER UN ALUMBRAMIENTO!
“Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la
insurrección es, para el pueblo y para cada porción del pueblo, el más sagrado
de los derechos y el mas indispensable de los deberes” Marie-Joseph Paul Yves
Roch Gilbert du Motier, marqués de La Fayette, Prócer de la Independencia de
los Estados Unidos.
La acción, sin la cual simplemente no vivimos, es
esencial, con razón ese coloso político -hoy inexplicablemente olvidado-
aclamado en su tiempo, a raíz de un hecho histórico fundamental que lleva, en
buena medida su sello personal, me refiero a la victoria aliada en La Gran
Guerra 1914-1918, Georges Clemenceau, dijo: “La acción es a la vez el
principio, el medio y el fin”. No obstante, sin negar la afirmación de El
Tigre, para quienes aspiramos siempre a impedir el divorcio de acción y
reflexión, sin dejar de desear que la reflexión preceda a la acción, el emitir
diagnósticos en medio de la refriega es muy difícil.
La Historia recoje el diálogo del infortunado Luis XVI
con el muy agudo y brillante Duque de La Rochefocault-Liancourt, al recibir la
información del asalto del pueblo a la vetusta cárcel de La Bastilla ( el 14 de
julio de 1789), el cerrajero frustrado que fue Luis Capeto, alcanzó a
balbucear: “Pero ¿es un motín?” “No, Sire, no es un motín, es una revolución.”
respondió el duque.
Lo que vemos hoy en Venezuela ¿Que es? No me voy a perder
en disquisiciones academicistas, ni a sucumbir a veleidades de politólogo, pero
perdónenme ustedes este tatonnement ( la palabra tanteamiento me maltrata el
oído) que quizá pretende ocultar mi propia inseguridad al emitir un
diagnóstico, los movimientos sociales suelen pasearse por una estrecha y
resbaladiza cuerda desde la cual pueden precipitarse a la gloria o al ridículo
con gran facilidad.
Venezuela entró con atraso a varías instancias históricas
y sería ilusorio emitir un juicio, con aspiraciones de permanencia en estas
líneas. Intentando una simplificación: La Guerra Federal o guerra larga,
ensangrentó el país y destruyó la obra de institucionalización y ordenamiento
intentada por los conservadores y que, retomada, en la segunda mitad del siglo
por Guzmán-Blanco, alcanzó ciertos avances, entre ellos sirvió para abrir el
embudo censitario de la Constitución de 1830 y afianzar definitivamente el
sentimiento igualitario tan tempranamente manifestado por los venezolanos.
El siglo XX empezó a anunciarse en 1936 y vio la luz el
18 de octubre de 1945, esto pudo hacerse, porque previamente un dictador -de
verdad, verdad- no un bolsa con ínfulas, había pacificado y unificado al país,
creado un embrión de Hacienda Pública y derrotado militarmente, uno por uno, a
los caudillos, verdaderos “señores de la guerra” como los conoció la China, que
constituían el verdadero poder en Venezuela, para rematar -hombre obsedido por
el fantasma de los acreedores externos- cancelando la totalidad de la deuda
externa de la República.
Sobre ese legado de Juan Vicente Gómez, cruel,
despiadado, leal con sus afectos y con sus odios, fue un ricino
necesario,desgraciadamente muy largo. Desde López Contreras a Rafael Caldera
II, pudo construirse un país, como toda obra humana, lleno de falencias y
desajustes, con etapas brillantes y otras muy desiguales, pero un país viable,
reformable, salvable.
El advenimiento de este proceso, que su fundador
calificara de “revolución bonita”, bastante kafkiano, representó, desde sus
inicios, una aberración impensable, una prédica sostenida de odio y reconcomios
deformados y deformantes, que desgraciadamente tenían que dejar huella, el país
que vivimos es extraño, ajeno, hostil, no se parece mucho a Venezuela, porque
ha atacado a los valores, alterado o destruido los principios éticos, hecho
befa de todo sentimiento de justicia y de simpatía por el prójimo.
Me siento -y perdónenme la paradoja- adoloridamente
feliz, el dolor es inevitable ante el baño de muerte y vejaciones que
padecemos, ante los niños, adolescentes y adultos, sacerdotes y seglares,
golpeados, torturados, violados, masacrados por los escuadrones de estos
alienígenas fanatizados, indignos del gentilicio, que con saña insaciable, verdaderos
Nosferratus emboinados, se ceban de la sangre del pueblo.
Pero feliz, hondamente feliz, porque Venezuela no había
muerto, la tenían secuestrada, encadenada, amordazada, pero está viva. Gloriosa
la vemos, con un violín o una Molotov, rescatando la Patria, la verdadera, la
que nunca ha de morir.
Son venezolanos los muchachos, mujeres, adultos y niños
que por ella ofrendan la vida, esperemos que también haya venezolanos entre
quienes empuñan las armas de la República y no hayan olvidado como y contra
quienes usarlas. Adelante conciudadanos, todo está por hacerse, a ello vamos,
¡ESTA REVOLUCIÓN TIENE QUE SER UN ALUMBRAMIENTO! ¡Por encima de las tumbas,
adelante!
Alfredo Coronil Hartmann
UNA OPINION SOBRE LA SITUACION ACTUAL DE VENEZUELA
Gonzalo J. Morales | mayo 25, 2017 | Web
del Frente Patriotico
Acabo de sostener
una acalorada conversación con un experto observador sobre geopolítica, cuyas
opiniones tengo en alta estima, por su claridad de anàlisis. Por su
importancia, deseo transmitirla.
Expresa, en vista
de lo que està ocurriendo en todo el territorio venezolano, incendios en
Barinas, el Tàchira alzado, incendiado e incontrolado, Mèrida igual, Bolìvar,
en Caracas igual en San Antonio, en el Paraiso, Baruta, El Hatillo y otros
lugares, donde la GNB es incapaz de imponerse en estos cincuenta días, aun
acompañada por la Policia Nacional y los delincuentes armados de los
Colectivos.
Lo que ocurre es
un estado completo de caos, donde no hay gobierno que se imponga y sea
respetado.
Esta situaciòn
puede prolongarse durante un tiempo indefinido, una semana, un mes o màs
tiempo.
La única solución
viable, reconocida por observadores nacionales e internacionales es que las
Fuerzas Armadas tomen el poder sin miramiento alguno, se impongan y tomen todas
las medidas necesarias para generar tranquilidad. Esto no será fàcil ni rápido,
ya que el régimen actual no acepta que està derrotado y que debe retirarse,
antes de provocar una tragedia mayor que la actual.
Dicha solución es
muy difícil de tomar, por la renuencia que habrá por parte del Alto Mando, que
està consciente no solo de perder sus prebendas, sino de perder su libertad.
La otra opción
que me expresó es la posición de Colombia y Brasil, que no están
interesados en tener un paìs fracasado en su vecindad, porque sus ondas les
llegarìan también. Ambos pueden reaccionar y tomar medidas militares en nuestro
territorio, para imponer tranquiidad, lo cual generarìa un conflicto
mucho mayor.
En
contraposición, ese confllcto estaría alimentado por la intervención del
comunismo internacional, que ya està actuando en Venezuela y no desea perder
esta valiiosa posición. Cubanos, bolivianos, ecuatorianos, chinos, rusos y
otros ya deben estar actuando en defensa del régimen. Desde hace tiempo se
menciona en la prensa sobre la actuación de unidades cubanas en nuestro paìs.
Es decir, existe
gran posibilidad de que, si los interesados venezolanos con posibilidades no
actúan, vendràn otros a someternos a todos y tratar, por la fuerza, de
resolver nuestro conflicto.
Debemos decidir
si lo que queremos es guerra o tranquilidad.
UNA NUEVA Y PELIGROSA ETAPA
Saúl Godoy Gómez | mayo 25, 2017 | Web
del Frente Patriotico
Obama tenía que saberlo, sus asesores en inteligencia
estaban conscientes que este giro estaba en la hoja de ruta del chavismo y
Cuba, de ser un centro de distribución de drogas ilícitas y blanqueo de
capitales del narcotráfico, Venezuela se transforma ahora en nido de
terroristas islámicos, lo que ya
no debe hacerle gracia a ninguno de los
expertos en seguridad de los EEUU y menos aún al presidente Trump, la gangrena
se extiende de manera muy rápida por el Caribe, Centro América y los Andes
colombo-venezolanos, el peligro es cierto e inminente.
Maduro acaba de mover sus fichas en el tablero dejando al
descubierto para lo que venían preparándose desde hace años, viene una ofensiva
yihadista en Latinoamérica, apoyada por las FARC y otros grupos subversivos,
Venezuela se convierte así, en la plataforma del terrorismo internacional, con
toda la intención premeditada de que sea nuestro país, el que reciba todo el
castigo militar que un peligro, como el que representa el gobierno de Maduro,
deba aplicarse para neutralizarlo.
Esta es una situación que tiene casi dos décadas en
desarrollo, dejar prosperar esa nefasta combinación de comunismo militarista,
guerrilla y narcoterrorismo fue una locura, pero el gobierno de Obama lo
permitió durante ocho largos años y lo que hizo fue oxigenar al enemigo de las
democracias americanas, Cuba.
Pero insisto, Venezuela es sólo la distracción, el verdadero
enemigo es la Cuba de Raúl Castro la que está generando este cambio de
estrategia, al perder la protección de sus socios demócratas en los EEUU, con
Obama y los Clinton fuera del juego político, queda el régimen castrista como
patos en el agua, a tiro del cazador, por ello, la orden es tratar de convertir
a Caracas en la Alepo de América y Nicaragua en el Kurdistán centroamericano,
con la ayuda entre otros, de Corea del Norte, para que el régimen fidelista
pueda maniobrar a sus anchas, y en su debido momento, “hacerle” el favor a la
Casa Blanca de aguantar a sus perros de ataque, y demostrarle a Trump, que
todavía tienen el control en Latinoamérica, y que con quien hay que negociar es
con ellos.
También me imagino que los carteles de la droga no estarán
muy contentos con la decisión de tener que cederle el control político del
país, o compartirlo con los terroristas islámicos, esa movida les echó a perder
el negocio ya que ahora la situación escaló un paso, ya no es la DEA con la que
van a tener que lidiar, ahora va a intervenir el componente militar norteamericano,
lo que significa que se acabó la fiesta.
Los miembros de las Fuerzas Armadas venezolanas son los que
debería estar más preocupados, porque ellos son la carne de cañón que van a
tener que contener la reacción de los gringos, y la verdad sea dicha, no tienen
con qué, simplemente, alguien en La Habana decidió que eran desechables y los
botaron al pajón.
Sí Padrino López, los militares venezolanos son un precio
barato que pagar para que viva por siempre la gloriosa revolución cubana, de
modo que este juego suicida de Maduro, tampoco les conviene a la FFAA.
Maduro sigue creyendo que puede salir liso de toda esta
situación, incendiando a Roma, como hizo Nerón y huyendo a Cuba, donde espera
vivir un exilio dorado tocando sus tumbadoras, cree que el gobierno castrocomunista
está en deuda con él por servicios prestados, pero lo que va a suceder es que
lo van a poner a “dormir”, como hicieron con Chávez.
Tarek, el nuevo y flamante Vicepresidente de Venezuela, cree
que puede abrir operaciones en el país para el terrorismo islámico sin mayores
consecuencias, tengo la impresión que no ha caído en cuenta que en los EEUU
también hubo un cambio de gobierno, hubo movimientos de las fichas en el
tablero, y ninguna le conviene para sus propósitos.
Tarek no se dio cuenta que al aceptar el cargo se hizo un
blanco altamente cotizado por las fuerzas antiterroristas del mundo, y debo
decirlo, creo que cometió una estupidez, no hay manera de salir con bien de ese
hueco donde se metió, pero me temo, de verdad, que el hombre ya esté encomendado
a Alá y espera gozar de las huríes en el paraíso, como lo esperan los
verdaderos mártires del Islam.
Para la dirigencia política de la oposición le vienen días
de graves decisiones, tenemos dentro de la Asamblea y en la MUD dirigentes que
están dispuestos a romper lanzas por el chavismo, en el sentido, de que si hay
una reacción de ciertos países para resguardar su seguridad e intereses en
contra de nuestro país, van a salir en apoyo de los chavistas con las banderas
de un nacionalismo muy mal entendido y peor ejecutado, pero es parte del plan
cubano, los tienen allí en caso de que eso suceda, para llamar a la lucha por
la libre determinación de los pueblos y el respeto a la soberanía, su papel es
enredar la situación política, y confundir a la oposición libre y democrática
en un falso dilema.
Para el pueblo de Venezuela, lamentablemente hemos dejado
que esta situación se torne irreversible bien por ceguera o por torpeza, vamos
a sufrir daños colaterales en este escenario que se prevé sea a muy corto
plazo, lo que si deberíamos hacer sin perder tiempo es la conformación de un
gobierno paralelo para cuando se produzca la ausencia de poderes nacionales,
deberíamos tener avanzado un comité de negociaciones con las nuevas fuerzas de
ocupación (no hemos podido tener ningún contacto creíble y funcional con las
actuales fuerzas de ocupación cubanas, de Siria, Chinas, Rusas, que son las que
ahora manejan el país), tendríamos que tener a disposición una red de apoyo y
ayuda humanitaria para atender desplazados, zonas de desastres y focos de
conflicto armado.
Seguimos pensando en elecciones, programas sociales y otras
distracciones que no tienen nada que ver con la situación terrible a la que
estamos desembocando, nuestros políticos no parecen pisar suelo, hemos
permitido que nuestro país se convierta en una amenaza hemisférica y en un
peligro muy real para el país más poderoso del mundo, tal irresponsabilidad
tiene un costo.
Maduro no se va a ir del gobierno sino a la fuerza, sus
seguidores tienen la peligrosa ilusión de que pueden sostenerse en el poder a
toda costa, han sacado sus cuentas, y creen contar con los apoyos, fuerzas y
alianzas necesarias para seguir manejando las reservas estratégicas de energía
más importantes de occidente, como les de la gana y sin medir las
consecuencias.
El gobierno de Raúl Castro ha sido un elemento importante en
sostener este espejismo de poder, Obama, el Vaticano y algunos países europeos
se han sumado en esta cruzada, manteniendo con vida al régimen comunista con el
más siniestro prontuario en violaciones en derechos humanos en nuestro
continente, al único enemigo declarado y que efectivamente intentó destruir a
la sociedad norteamericana durante la Crisis de los Misiles en el siglo pasado.
La necesidad de conformar una red nacional de suministros de
alimentos y medicinas, es porque en caso de una respuesta internacional al reto
que acaba de lanzar Maduro en contra de la seguridad en nuestra región,
sufriremos menos incomodidades y pasaremos menos trabajo si resultaren ciertos
estos escenarios.
Si logramos tener listo en el corto plazo un gobierno
nacional, regional y local que desde ya, empieza a funcionar en la sombra,
cuando venga el derrumbe del chavismo podremos recomponer nuestra
gobernabilidad mucho más rápido, sabremos qué hacer y no esperar a que
organismos internacionales de ayuda humanitaria nos vengan a dictar términos y
condiciones, que siempre resulta incómodo para ambas partes.
El juego ya está en la mesa, las cartas a la vista, no nos
engañemos más, sabemos lo que viene y debemos afrontarlo de la manera más
inteligente posible.
Yo he venido advirtiendo esta situación desde hace tiempo,
pero ni el chavismo ni la oposición me han hecho caso, y si hay algo que
verdaderamente detesto, en estos casos extremos, es saber que tengo razón.
Ya todos estamos al tanto que lo que se inaugura con éste
nuevo gabinete de Maduro es una avalancha de represión y violencia interna, que
la escasez se va a agudizar y que nuestra economía dejará de funcionar de un
momento a otro, que por la rampa presidencial del aeropuerto de Maiquetía, que
por nuestros puertos y aeropuertos empezarán a circular agentes y material de
guerra para agredir al Imperio, y esas amenazas ya están dichas por el propio
Maduro y últimamente por Raúl Castro.
No le hagamos el juego fácil a los chavistas que ya
decidieron destruir el país, debemos en estas horas menguadas resistir, pero
resistir de verdad. – saulgodoy@gmail.com
MILITARES DE AYER Y DE HOY
Eddie A. Ramírez S. | mayo 25, 2017 | Web
del Frente Patriotico
Entender la mentalidad de los militares que en el pasado
intervinieron para apoyar o para intentar derribar a un presidente no es una
tarea difícil. Tratar de entender la mentalidad de quienes apoyan a este
régimen totalitario es cuesta arriba.
Militares insurgieron en contra de Gómez, de Medina, de la
Junta Revolucionaria presidida por Betancourt, apoyaron a Pérez Jiménez y
después lo derrocaron, se alzaron en contra de la Junta cívico-militar
presidida por Larrazabal, se rebelaron en contra de Betancourt e intentaron
derrocar a Carlos Andrés.
Existe una vieja conseja que afirma que los militares toman
el poder o al menos lo intentan por simple ambición personal. Esta es una
percepción muy simplista que no tiene sustentación. Nadie arriesga su carrera e
incluso su vida por simple ambición, cuando tiene asegurado un retiro tranquilo
una vez cumplido los años de servicio. La razón de su proceder es que estaban
convencidos, fuese o no cierto, de que el gobernante de turno lo estaba
haciendo mal. En general, los militares pensaban, erróneamente, que eran los
salvadores de la patria “ una reserva moral¨ llamada a enderezar entuertos
causados por los políticos.
En este artículo no se pretende analizar, ni juzgar esas
intervenciones. Quizá algunas fueron justificadas, pero otras no tuvieron razón
de ser. Lo que intentamos destacar es que en el pasado los militares nunca
atropellaron al pueblo. Por ejemplo, cuando la Seguridad Nacional y la policía
reprimieron violentamente las protestas en contra del dictador Pérez Jiménez,
los militares lo obligaron a tomar las de Villadiego. Cuando el general Castro
León intentó en dos oportunidades insurgir y percibió que el pueblo lo
rechazaba, optó por rendirse para evitar pérdida de vidas. En tiempos de la
guerrilla castro-comunista sí ocurrieron algunos episodios de torturas y
desaparecidos en los Teatros de Operaciones. El el 2002, los militares le
pidieron la renuncia a Chávez por la masacre que propicio, la cual aceptó. Ese
mismo año un grupo de oficiales se declaró en rebeldía, sin armas, en la plaza
de Altamira, acción que algunos criticaron pero que fue una muestra de espíritu
cívico
Es decir que, con todo y sus errores, esos militares del
pasado nunca agredieron al pueblo. Los generales Padrino, Reverol, Benavides,
González López, Zavarce y otros son responsables de los asesinatos y daño
causado por sus subalternos a civiles que protestan desarmados y que a lo sumo
lanzan piedras y queman una que otra tanqueta o autobús. Cabe preguntarles qué
espíritu perverso los anima a este comportamiento.
¿Será que los guardias nacionales de hoy, o por lo menos
muchos de ellos, perciben que el gobierno ha mejorado la calidad de vida de los
venezolanos ? ¿Será que sus familias consiguen medicinas, alimentos y repuestos
? ¿Será que han comprobado que cuando un familiar acude a un hospital es
atendido con los recursos imprescindibles para mejorar su salud? ¿Será que con
el ingreso familiar pueden satisfacer sus necesidades mínimas?
En cuanto a los oficiales, es de suponer que aunque tienen
prebendas que no disfrutan sus tropas, también sus familiares son afectados por
la escasez de productos y alto costo de la vida. Además, no les puede pasar
desapercibido el apoyo del régimen a los delincuentes, la quiebra de las
empresas del Estado, la corrupción y, más grave aún, que los grupos paramilitares
armados y financiados por el régimen terminarán siendo sus enemigos.
¿Acaso los militares no entienden que los venezolanos no
queremos volver a un pasado que tuvo muchos aciertos, pero que cometió errores,
y que nunca aceptaremos a este régimen que viola los derechos humanos, que
destruyó el aparato productivo nacional, entregó nuestro derecho sobre el
Esequibo y que pretende perpetuarse en el poder apoyado con las armas que
ustedes recibieron para defender la Constitución y nuestras fronteras?
Tú, teniente comandante de pelotón, tú, capitán comandante
de compañía,tú, teniente coronel comandante de batallón, tú coronel, tu general
no corrupto, tú soldado y guardia, ¿hasta cuándo vas a disparar, lanzar bombas
lacrimógenas al cuerpo, repartir peinillazos y golpear al pueblo, para que un
grupo de generales y políticos narcotraficantes, corruptos, ineptos y manchados
de sangre inocente sigan disfrutando las mieles del poder? Recuerda que algún
día, la historia, tus hijos y los hijos de tus hijos te reclamarán por tus
acciones y omisiones. Mírate al espejo y analiza tu conducta. Sigue el ejemplo
del teniente Paulo Machado Briceño y sus dos compañeros que se negaron a
reprimir para no ser cómplices de la barbarie.
Como (había en botica): El video donde un general explica
las acciones de guerra sobre Caracas con participación de 50 francotiradores
fue divulgado por el régimen para asustar, pero es una prueba más de que Maduro
quiere enlodar al ejército. Aplaudimos la sanción de la Oficina del Tesoro de Estados
Unidos a los magistrados de la Sala Constitucional. Repudiamos los actos de
saqueo. Excelente la exhortación de la Conferencia Episcopal y el mensaje del
rabino Pynchas Brener. ¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados!
“LA RESISTENCIA”: EL EJÉRCITO DE HÉROES QUE DA SU VIDA
POR LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA
Sabrina Martín | mayo 25, 2017 | Web del
Frente Patriotico
Venezuela cuenta con un nuevo ejército opositor; se trata de
miles de jóvenes manifestantes dedicados desde hace 50 días a luchar por la
democracia en el país suramericano; están “dispuestos a todo” y no los controla
nadie. Se hacen llamar “La Resistencia”.
Cascos, escudos improvisados, una camisa que les tapa el
rostro, bombas molotov y fuegos artificiales, son sus principales armas para
defenderse ante la brutal represión del régimen de Nicolás Maduro; represión que hasta ahora ha cobrado la
vida de 52 venezolanos.
Son jóvenes, muchos de ellos menores de edad con la
esperanza de crecer dignamente en Venezuela, otros muchos rondan los 20 y 25 años con mucha
fortaleza y convencidos de que la lucha por la democracia se encuentra en la
calle a costa de lo que sea.
El número de miembros puede llegar a superar cómodamente los
700 en cada marcha opositora; son muchachos, la mayoría de origen humilde; pero
también los hay de todos los estratos. Ahí en la lucha por el país se logran
congregar a todas las clases sociales con un mismo fin: recuperar Venezuela.
Este movimiento civil y espontáneo que surgió con el
crecimiento de la represión contra los manifestantes opositores; crece cada vez
que el régimen de Nicolás Maduro impide las protestas pacíficas y las repliega
con bombas lacrimógenas, perdigones, artefactos como metras (esferas metálicas)
y hasta balas.
Son jóvenes que decidieron dar sus vidas para defender la
democracia en el país suramericano, y están dispuestos a enfrentarse “cara a
cara” contra la Policía Nacional y la Guardia Nacional Bolivariana.
“La Resistencia” se ubica adelante de cada protesta
multitudinaria; es allí donde reciben las bombas lacrimógenas y las devuelven,
con frascos de pintura intentan bloquear la visión de las tanquetas de guerra y
con bombas molotov y fuegos artificiales buscan neutralizar la represión.
Si el régimen de Nicolás Maduro no impidiera el derecho a la
protesta, convocara a elecciones y respetara la Constitución, este movimiento
civil no hubiese nacido; pues es el resultado de la frustración de miles de
venezolanos que exigen un cambio en el país suramericano.
“La Resistencia” se ampara en el artículo 350 de la Carta
Magna: “El Pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por
la independencia, la paz y la Libertad, desconocerá cualquier régimen,
legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías
democráticos o menoscabe los derechos humanos“.
Tras este artículo de la Constitución “La Resistencia” se
declara en desobediencia civil en cada uno de los estados del país.
El principal objetivo de estos “chamos” es que Nicolás
Maduro y el chavismo abandonen la presidencia, por lo que no solo acuden a las
marchas opositoras convocadas por los líderes políticos; sino que también toman
sus propias decisiones: instalan obstáculos en las calles, incendian neumáticos
y otros materiales.
Cada golpe recibido por funcionarios, cada asesinato de un
compañero, los ha hecho más fuertes y prevenidos. Impiden que la prensa les
fotografíe el rostro, intentan mantenerse en silencio, no mencionan sus nombres
entre sí y son solidarios entre ellos.
“La Resistencia” nace como un movimiento independiente; tanto
así que en ocasiones los líderes políticos opositores se acercan a ellos y les
piden no encabezar las manifestaciones; sin embargo muchas veces hasta los
convocantes se frustran porque no pueden ejercer control sobre ellos. Se trata
de jóvenes rebeldes que luchan por una mejor Venezuela.
Se ha hecho difícil conocer cómo se agrupan o se coordinan
los miembros de La Resistencia, pero con el pasar de los días mejoran sus
tácticas defensivas.
Si las fuerzas represivas les lanzan bombas lacrimógenas o
artefactos con armas de fuego, los muchachos se protegen entre sí con escudos
en forma de cascarón de tortuga.
Como en el ajedrez, cada uno tiene sus propias funciones: la
primera línea de protección está formada por escuderos (así se hacen llamar);
la segunda línea está formada por jóvenes que devuelven las bombas lacrimógenas
y a partir de la tercera se ubican quienes cuentan con las bombas molotov y los
fuegos artificiales que lanzan en contra de las fuerzas de Seguridad del
Estado.
Como una danza, en el momento de la confrontación, entre
ellos se turnan las funciones e intercambian los roles a la hora de defenderse.
Esto es algo que ninguno de sus miembros oculta, el modo de
operar y de defenderse lo hacen a la vista de todos; a la vista de los miles de
venezolanos que salen a exigir democracia.
Al avanzar “La Resistencia” a través de los miles de
manifestantes opositores, reciben aplausos y agradecimientos; pues se han
convertido en los héroes anónimos en la lucha por la defensa del derecho a la
protesta.
Cabe destacar que cada día se observan más niños y jóvenes
de la calle incorporándose a “La Resistencia”; chicos que descalzos, sin padres
y sin hogar, deciden participar en una “guerra” por no tener nada que perder;
muchachos que no conocieron otra Venezuela salvo la pobreza y la indigencia
—este tema es otra historia que próximamente estaremos profundizando, situación
que merece un artículo especial—.
Pero todos estos jóvenes, vengan de donde vengan han
demostrado ante Venezuela y el mundo que son valientes y osados en lo que
hacen; están dispuestos a desafiar ante cualquier escenario a las fuerzas
represoras del régimen de Nicolás Maduro.
No muy lejos de la imaginación sería interesante presenciar
una lucha en igualdad de condiciones y sin armas entre funcionarios policiales
y los muchachos de La Resistencia; por el arrojo observado no dudaría de la
capacidad de victoria que tendrían estos jóvenes luchadores.
Por este motivo me es fácil entender perfectamente el temor
que puedan tener los miembros de la Fuerza Armada venezolana. Es tal el
miedo que el régimen le tiene a La Resistencia, que recientemente prohibió la
importación de cascos, máscaras antigases, chalecos antibalas y hasta bates de
béisbol.
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