CORTESÍA VALE TV
“Es necesaria la aceptación del adversario”, dice
Mosquera
Por KARLA FRANCESCHI C. | KFRANCESCHI@EL-NACIONAL.COM
15 DE MAYO DE 2017 01:01 AM
María Eugenia Mosquera es la fundadora y directora de Vale
TV, el canal del Arzobispado de Caracas. Desde siempre la historiadora ha
abogado por el uso educativo de los medios de comunicación social. Considera
que en la coyuntura que atraviesa el país, en medio de protestas y una brutal
represión desde hace más de un mes, todos los sectores son conscientes del
momento histórico que se vive.
“Es hora de hacer política de altura y comprender que la
bomba de tiempo es social y económica. Hay que dejar todos los populismos
atrás”, dice.
—Como historiadora y directora de un canal de televisión,
¿qué diagnóstico hace de la crisis actual?
—Estamos inmersos en una profunda crisis política, económica
y social. El conflicto ha escalado, hemos iniciado una espiral de violencia que
nadie sabe adónde nos puede llevar. Es necesaria la aceptación del adversario,
bajar el tono en el discurso y limitar la actuación de los sectores armados del
país. En esta coyuntura, en la que hay una mezcla de ilegalidad y legalidad,
las salidas nunca son las clásicas; es decir, nunca son electorales de manera
inmediata o a través de un golpe de Estado. Las salidas son negociadas mediante
acuerdos, que llevan a transiciones, aun cuando estas palabras generen malestar
en una parte de la población.
—¿Considera que se ha dado un cambio en la dirigencia
opositora?
—Sí, hay un cambio en la reorganización, el liderazgo, el
mensaje y las propuestas. La MUD parece haber logrado un método de trabajo,
luego de las elecciones del 6 de diciembre y del fallido diálogo, que se
apuntala en la generación más joven, concreta, que está al frente de la
Asamblea y en el liderazgo que representó al movimiento estudiantil de 2007,
que hoy en día es vanguardia. En la actualidad vemos tres generaciones de
líderes en la calle. En los diversos sectores hay una conciencia histórica del
momento que atraviesa el país, que debe ser asumido con madurez, inteligencia,
honestidad y sobre todo sin mezquindad o intereses parciales, dejando el selfie
atrás.
—La televisión ha sido uno de los medios más cuestionados
durante estos años. ¿Qué debe cambiar?
—La cultura es la representación de la sociedad, un espejo.
La televisión es uno de principales medios de divulgación del conocimiento. Los
contenidos de los medios no están diseñados para educar, pero las personas
aprenden de ellos y constituyen referentes esenciales. De ahí la importancia
del comportamiento ético de los medios y un compromiso de respeto frente a la
formación permanente de las audiencias y la realidad sociocultural del país. Es
importante garantizar la calidad y pluralidad de los contenidos que se difunden
sin importar si son de carácter público o privado, por la influencia que tienen
en la sociedad.
—Hay una parte importante que muchos no han considerado y
es el lenguaje en los medios.
—El lenguaje es fundamental, dice todo de cómo somos de
manera individual y colectiva. Siempre insisto en las redes sociales en que el
lenguaje del odio solo genera más odio, divisiones y violencia. De manera
simbólica ha sido utilizado en nuestro país para escalar el conflicto; por lo
tanto, también debería ser utilizado para reducirlo. Tenemos que reaprender a
tratarnos como ciudadanos, pues aún en nuestras diferencias políticas hay
coincidencias. No somos enemigos y no estamos en guerra, así que todas aquellas
palabras con una carga militarista, guerrerista y de odio debemos desecharlas.
Puede haber adversarios, jamás enemigos.
—¿Cómo puede contribuir la televisión a un cambio en el
país?
—Los medios se deben configurar como garantes de la
información plural para el ejercicio de la participación democrática, pues un
sistema democrático requiere, indispensablemente, de un libre flujo de
información e ideas, así como del progreso educativo y cultural de la población
a través de contenidos útiles, inteligentes y que transmitan valores. Ello abre
la posibilidad de una participación ciudadana más informada, preparada y, por
ende, más activa y responsable en el devenir de su propio país, sobre todo en
las actuaciones e intereses públicos. Una ciudadanía más participativa, más
inteligente y más consciente del tiempo histórico que le toca vivir. Los
contenidos serán fundamentales para llevar a la nación a un mayor nivel de
desarrollo.
—¿Está dispuesta a ser mediadora en un eventual proceso
de diálogo?
—Siempre voy a estar dispuesta a formar parte de una mesa de
negociación y acuerdos o de resolución de conflictos, pero es necesario que
tenga una estructura, unas condiciones, garantías, mediadores aceptados por
todas las partes y sobre todo unos objetivos claros y medibles. Ya en el pasado
lo fui, en 2002 en la Mesa Nacional de Diálogo, en la que me tocó incluso hacer
la estructura, y en las mesas posteriores con los medios. Por eso tengo claro
los errores y aciertos de dichas mesas de diálogo; así como también tengo claro
que no todo aquel que quiere ser parte de una negociación puede serlo.
Concierto ciudadano para los medios
María Eugenia Mosquera señala que los medios deben manejar
las situaciones con transparencia, honestidad y pluralidad. “Hay que informar
todo lo que se debe informar, no calificar y no juzgar”, agrega.
Señala que en el futuro es necesario un debate profundo de
la sociedad civil, con el fin de establecer preceptos constitucionales
transparentes y democráticos que garanticen el derecho a la información para
todos. “Especialmente en un mundo tan cambiante, en torno a tres puntos
fundamentales que implican políticas de Estado: primero, crear y fortalecer un
sistema de medios públicos autosustentable e independiente, al servicio de la
gente, de la sociedad, como existe en Alemania, Inglaterra u otros países.
Segundo, trabajar en un marco regulatorio, con reglas claras en relación con
las concesiones de radio y televisión. Y tercero, promover la figura del
defensor del ciudadano ante los medios”.
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