Tomado del articulo “LA SOMBRA COLECTIVA”
Carlos Salas Silva | enero 12, 2017 | Web
del Frente Patriotico
“Hay temores que se encuentran profundamente enraizados en
nuestro cerebro y que vienen desde los orígenes del hombre. Hay otros más
recientes que también son compartidos por muchos de nuestra especie debido a la
posibilidad, aunque muy remota, de un desastre como, por ejemplo, el que
causaría un terremoto. Los hay poco racionales como el que se le tiene a los
dinosaurios, así hayan dejado de existir hace millones de años, y a los
fantasmas, aunque no existan pruebas confiables de su existencia. Generación tras
generación estos temores y muchos más se han ido manteniendo en el inconsciente
colectivo como amenazas a nuestra supervivencia.
Lo que constituye la sombra colectiva es la suma de los
temores y de la parte oscura que llevamos muy adentro y que no queremos que
salga a flote pero que la vemos en los otros. ¿Por qué se genera esa especie de
patología colectiva? Considero que una respuesta posible sea la de que así como
compartimos ideales, sueños y anhelos, también compartimos nuestro lado oscuro… Cuando una persona le teme a las
alturas, así este en una planicie, cargará con su fobia y lo puede atacar en
los sueños o en su imaginación. Nada que hace, las alturas existen y seguirán
existiendo, pero lo que si se puede es vencer el miedo y afrontar la situación. La
fobia al terrorismo va unida estrechamente a la fobia al comunismo. Lo ocurrido
en los cien años de su aparición dejó graves secuelas. Cientos de millones de
muertos fue el resultado de ese terrorífico experimento al que estuvo expuesto
más de la mitad de la población mundial. Entre la Unión Soviética y China ya
hacían ese porcentaje y la otra mitad vivió con el espectro del comunismo.
Nadie en el mundo escapó de la sombra de ese ogro que, como en los cuentos
infantiles, en cualquier momento podría devorarlos.
Múltiples temores persisten en el inconsciente colectivo con
respecto al comunismo que ahora tiene en la mira a nuestro país: la perdida de
las libertades y de nuestros bienes; la tiranía y el poder en manos de unos
pocos miembros del partido comunista; la traición y la delación; la persecución
y la cárcel, la expropiación, la abolición de la libertad de expresión y el
monopolio de la comunicación en manos del Estado, la desaparición de los
partidos políticos y el fin de la democracia, la justicia arrodillada y
prostituida, las restricciones en la educación y el lavado de cerebro a
nuestros hijos, el terror y el asesinato en masa, la represión masiva y la
tortura, la toma de rehenes y las ejecuciones, etc., etc. Con todo eso ¿cómo no
sufrir de esa inmanejable fobia al comunismo?
Pero aunque existe ese peligro, y es real, hay que mirarlo
con una mente clara. Tenemos que vencer la fobia para reconocer al verdadero
enemigo y poder enfrentarlo…”
NOTA: la ira y los enfrentamientos internos llevan a hacerle el juego al enemigo con el peligro de hacer realidad lo que mas tememos
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