EL CHAVISMO Y LOS JUDÍOS: ENTRE EL HOSTIGAMIENTO Y LA BANALIZACIÓN DEL HOLOCAUSTO
Patricio Abramzon | junio 13, 2017 | Web
del Frente Patriotico
Cuando uno pensaba que la conflictiva situación en Venezuela
no daba para más sorpresas, llega el Presidente Nicolás Maduro en vivo y por TV
para enseñarnos que el régimen que reprime y encarcela a opositores, controla
la justicia y limita las facultades legislativas de la Asamblea Nacional, es en
realidad “la víctima”.
Ante el acoso público que sufrieron sus partidarios de viaje
en el exterior, el mandatario dijo sin escrúpulos que hoy los chavistas “somos
los nuevos judíos del siglo XXI, que persiguió Hitler”. Y continuó: “Así somos.
No llevamos la estrella de David amarilla, llevamos el corazón rojo de ganas de
luchar y pelear por la dignidad humana y los vamos a derrotar a estos nazis del
siglo XXI, a estos fascistas”.
Repercusiones
Las reacciones ante la infame analogía no se hicieron
esperar. La más prominente vino del Secretario General de la OEA, Luis Almagro,
afirmando que “Nicolás Maduro banaliza el Holocausto y distorsiona uno de los
capítulos más negros de nuestra historia”. Por su parte CAIV, el organismo
representativo de la comunidad judía de Venezuela, expresó su “repudio absoluto
a cualquier mención del genocidio de más de seis millones de judíos por parte
del régimen nazi, para equipararlo con los recientes incidentes”.
Venezuela es hoy un país al borde del colapso: no hay
comida, faltan medicinas, el desempleo y la inflación no dan tregua, las bandas
criminales dominan las calles, la violencia es moneda corriente y, mientras
tanto, las multitudinarias marchas opositoras se suceden todas las semanas
pidiendo la renuncia del mandatario.
“Resulta ofensivo que el Presidente Maduro invoque el
Holocausto para proteger a su régimen y a sí mismo, y para atacar y difamar a
la oposición”, dijo Dina Siegel Vann, la directora del Instituto Belfer para
Asuntos Latinos y Latinoamericanos del AJC.
Llama también la atención que la referencia a los judíos
surja justo cuando el país atraviesa un período de conmoción social. Una vez
más, la mención dista de lo inocente, al igual que cuando, durante la campaña
presidencial del 2013, Maduro acusara a su oponente Henrique Capriles de “estar
al servicio del capitalismo sionista, de Israel y del lobby sionista”.
Hugo Chávez y los judíos
Cabe recordar que el régimen chavista puso a la comunidad
judía en estado de alarma. En 2004 una escuela judía fue allanada por la
policía con la excusa de buscar supuestas pruebas en relación con el asesinato
de un fiscal. En 2007, en vísperas del referendo constitucional, agentes
secretos realizaron una redada al Centro Social, Cultural y Deportivo Hebraica
buscando armas y explosivos que nunca encontraron. El 31 de enero de 2009, una
banda armada irrumpió en la sinagoga Tiferet Israel de Caracas y la ocupó
durante varias horas. Pocos días después, una bomba estalló en la sinagoga ortodoxa
Beit Shmuel. En 2013, 50 documentos filtrados mostraron que el Servicio
Bolivariano de Inteligencia Nacional espió por años a ciudadanos judíos y las
instituciones de la comunidad.
Estos hechos ocurrieron mientras Chávez llevó su retórica
antiisraelí -y en varios casos antisemita- a niveles desconocidos para un líder
latinoamericano. Basta con mencionar uno de sus discursos en el 2005, cuando
declaró que “el mundo es para todos nosotros, pero se da la circunstancia de
que una minoría, los descendientes de los mismos que crucificaron a Cristo, los
descendientes de los mismos que echaron a Simón Bolívar fuera de aquí y también
lo crucificaron a su manera más allá en Santa Marta, en Colombia. Una minoría
ha tomado posesión de toda la riqueza del mundo”.
Fue Chávez quien forjó vínculos personales y estratégicos
con el expresidente iraní Mahmud Ahmadinejad –un negador del Holocausto que
además llamó a la aniquilación de Israel–, la guerrilla terrorista Hezbollah,
el dictador sirio Bashar el Assad y Hamás. Y fue Chávez quien decidió romper
las relaciones diplomáticas con Israel en 2009 y usar al Estado Judío como
chivo expiatorio en la ONU.
Cuando el Chavismo llegó al poder en 1999 había más de 20
mil judíos en Venezuela. Hoy son menos de la mitad. Miles de venezolanos judíos
se unieron en el exilio a los cientos de miles de compatriotas no judíos. El
clima de hostilidad en el que han vivido los judíos bajo la llamada Revolución
Bolivariana no puede ser pasado por alto.
Así, cuando el Presidente Nicolás Maduro dice como si nada
que los chavistas son los nuevos judíos del siglo XXI, éste es un nefasto
agravio que no puede tomarse con ligereza: es una ofensa a las víctimas del
Holocausto, a los judíos que fueron el blanco de ataques bajo el régimen
chavista y, por sobre todas las cosas, es un insulto al pueblo venezolano que
quiere vivir en libertad y con dignidad.
El autor es Director Asistente para Medios en Español del
AJC
@AJCLatin
@AJCLatin
JUDÍOS DEL SIGLO XXI
Luis Marín | junio 13, 2017 | Web del
Frente Patriotico
Los chavistas “somos los nuevos judíos del siglo XXI, que persiguió
Hitler. Así somos. No llevamos la estrella de David amarilla aquí (…) llevamos
el corazón rojo de ganas de luchar y de pelear por la dignidad humana y los
vamos a derrotar a estos nazis del siglo XXI, a estos fascistas”, declaró
Nicolás Maduro por televisión, para sorpresa de quienes creían que ya no podría
sorprender a nadie.
La verdad es que los judíos del siglo XXI viven en Israel,
el Hogar Nacional Judío y cerca de dos tercios en la Diáspora, principalmente
en EEUU, Canadá, Francia, Argentina, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y
crecientemente en Australia, alcanzando recién el mismo número que existía
antes de la destrucción de las comunidades judías europeas en la Shoá.
Y cada vez menos en Venezuela, donde la pequeña comunidad de
alrededor de veinte mil almas se redujo a menos de la mitad durante este
proceso y en Cuba, en que apenas quedan quinientos, en los países musulmanes
tienden a cero y ninguno en los países árabes.
Es improbable que alguno sea chavista considerando que, sea
lo que sea que se entienda por eso, si se juzga por los actos y dichos de
Chávez, entonces, uno de sus rasgos esenciales es el antisemitismo visto que
éste rompió relaciones con Israel maldiciéndolo y se paseaba extrañamente
agarrado de manos con Mahmud Ahmadineyad, quien se propone “borrar a Israel del
mapa” anunciando que esto “ocurrirá pronto”.
La segunda parte también es falsa además de vergonzosa
porque en verdad el nazi-fascismo fue derrotado en 1945 sin que Venezuela
disparara ni un tiro. Medina le declaró la guerra a Alemania al final,
simbólicamente y pensando más en su propia supervivencia política ante el
triunfo de las democracias que por hostilidad hacia el Eje, al contrario, es
fácil rastrear la simpatía de los cuarteles hacia el militarismo prusiano, ni
en balde su régimen sobrevivió al cese del fuego apenas un mes antes de ser
derrocado por “la revolución de octubre”.
Por un lado resulta tranquilizador saber que la suerte del
mundo libre no depende de países como Cuba o Venezuela que con seguridad no le
aguantan ni un round a los auténticos nazi-fascistas, que en la vida real
fueron derrotados por su archienemigo EEUU; por el otro, no deja de ser
embarazoso imaginar qué pensaran los neonazis viendo a unos dictadores
pintorescos de paisitos tropicales, donde hay monos y cocoteros, bravuconeando
que van a derrotarlos, nadie sabe cómo ni con qué.
La aparente motivación de la botada de Maduro es una
modalidad de manifestación de los venezolanos en el exterior que consiste en
señalar a funcionarios o beneficiarios de su régimen que se encuentran en el
exterior para que no pasen desapercibidos y que se ha dado en llamar
“escrache”.
Esta expresión probablemente provenga del inglés “scratch”,
lo que antes se decía “rayar”, esto es, exponer a alguien públicamente de
manera que podría resultar incómoda o dañina para su reputación.
La conexión urdida entre estas manifestaciones con la
historia judía es temeraria; pero da para fundar una escuela de interpretación
socio política porque, aunque los que practican el escrache sean millones de
venezolanos expatriados, basta con identificar entre ellos a un solo judío para
que aquel se convierta en un factor en la guerra global contra Israel.
Es un hecho palmario que la única comunidad emplazada por el
régimen a pronunciarse sobre esta práctica es la comunidad judía de Venezuela,
que así lo hizo, siendo igualmente evidente que estas manifestaciones son
masivas, por ejemplo, en España y ninguna comunidad española, que hay tantas,
vascos, gallegos, catalanes, canarios, etcétera, ha sido emplazada a
pronunciarse, no lo han hecho, ni nadie cree que deban hacerlo.
El Pueblo Elegido, llaman a los judíos; con raro humor se
quejan diciendo si, de vez en cuando, no podrían elegir a otro.
JORGE RODRÍGUEZ COMO EDUCADOR
JR junior también le dedicó un programa de televisión a
denunciar el incidente de su hija Lucía ocurrido tan lejos de las tribulaciones
del Municipio Libertador como pueda estar el balneario Bondi Beach, en Sídney,
Australia. El único interés de su exposición reside en servir de ejemplo para
ilustrar la mecánica del discurso y pensamiento, si puede llamarse así, con que
la izquierda global asume el antisemitismo.
Aunque el incidente involucra varias personas, JR jr se
concentra en una sola, enfatizando su condición judía, Deborah Goldberg
Solomovic, que expone en foto desplegada y califica como, “la agresora de
Lucía, de manera paradójica y terrible hizo con mi hija lo mismo que los nazis
hicieron con sus abuelos en las calles de Múnich, de Berlín, en la década de
los 30, 40. Comenzaron así, a hacer lo que ella hizo con Lucía”, y luego
enumera una larga serie de agravios que evidentemente su hija no ha sufrido ni
podría sufrir, menos de parte de la señora DGS, hasta llegar al exterminio.
Lo que interesa destacar de esa cháchara repugnante y
absurda es la inversión subrepticia y desquiciante que troca a los judíos de
perseguidos en perseguidores, que los convierte en perpetradores en lugar de
víctimas del Holocausto. Esta horripilante tergiversación es un tópico de la
izquierda global que en todo el mundo, desde el medio oriente a la Patagonia,
equipara, iguala y sustituye la Estrella de David con una esvástica, que llama
al Estado de Israel “Estado-nazi”, que identifica sionismo y racismo, dice que
Israel trata a los árabes como los nazis los trataron a ellos, etcétera.
Pero no se detiene, agrega que “es una persona pudiente, con
dinero, sus familiares tienen mucho dinero, la mayor parte hecho aquí en
Venezuela, ahora en cuentas en el exterior”; el manido tópico del judío rico,
acaparador de las riquezas del mundo que, por cierto, también remachaba Chávez
constantemente y del que ningún antisemita puede prescindir.
Aquí comienza a desbarrar: “abandonó Venezuela en el año
2006 (no sabe si eso fue hace diez u once años), pero se considera con el
atributo de agredir personas”. Un lapsus de JR jr que asoma la idea de que
quienes no abandonaron el país en 2006, lo cual es su caso, sí tienen “el
atributo de agredir personas”, atributo cuya existencia ignorábamos.
Y no se detiene: “Nosotros aquí jamás mostraremos fotos de
niños”, y subraya: “Jamás”. Acto seguido, exhibe una foto de niños (esto es muy
raro, incluso en un psiquiatra). “Sólo que esta es la foto de DGS ‘niña’ con su
mejor amiga, Lilian Tintori”, también ‘niña’. Sigue otra foto de niños con
Franco Tintori ‘niño’ que es imposible saber qué tenga que ver con esto ni cómo
JR jr justifica su exposición en pantalla, sin esos pudorosos parches o
borrones que acostumbran los vigilantes de la LOPNA.
“No sé si podemos ver el video de la agresión” y muestra el
video; pero sin audio con lo que parece una pantomima incomprensible, maniobra
inútil porque cualquiera que tenga interés lo puede ver por Internet aunque no,
claro, la audiencia de JR jr en VTV.
¿Qué dice el audio suprimido por JR jr?
“¿No te duele estar aquí? ¿Cómo te están pagando a ti?
¿Quién te está pagando? Lucía: ¿Dónde está Leopoldo? Llama a tu tía y que nos
diga dónde está Leopoldo, ¿Ah? ¿Tienes miedo? Muy bonito, vivir en Bondi,
mientras a todos los estudiantes los están matando. ¡Responde, responde! Porque
por culpa de tu papá hay gente muriéndose, ¿oíste? Eso va a caer en tu
conciencia, yo te entiendo; pero tienes que responder. Tienes el deber como
venezolana de responder. Déjala en paz, déjala en paz.”
¿Cuál es la agresión? Agresión es acometer a alguien
violentamente con la intención de matarlo, herirlo o causarle grave daño, en
forma injusta y sin provocación suficiente.
Demasiado decentes fueron, porque cualquier venezolano
promedio hubiera aderezado esas preguntas con varias groserías (cualquiera
puede añadir las que prefiera); si hubiera sido una árabe palestina, que ellos
tanto defienden, la apuñala; un colectivo, la acribilla a tiros; un policía
nacional, le dispara una salva de perdigones en la cara; un guardia nacional,
una bomba lacrimógena al pecho; el rinoceronte la atropella y le pasa por
encima; la ballena le destroza los órganos internos con un chorro de agua a
presión. Eso sí son agresiones.
Y este es el quid de la cuestión: JR jr se presenta ante los
venezolanos con una pose de dignidad ofendida, de padre abnegado preocupadísimo
por la felicidad, seguridad, en fin, por el futuro de su hija; pero no advierte
el ultraje que esto significa para millares de hogares venezolanos devastados
por las pérdidas de sus hijos, asesinados y torturados por las fuerzas públicas
regulares e irregulares del régimen que él representa.
Además de los pecados capitales de tergiversación y omisión
JR jr incurre en una monstruosa falta de sentido de las proporciones: las
preguntas a su hija hechas por DGS, pero simbólicamente por cualquier
venezolano, lo ofenden al punto de compararlas con el Holocausto; pero no
dedica ni un minuto de su programa a las trescientas cincuenta mil víctimas mortales
del proceso, ni a dos millones y medio de venezolanos desplazados que se
manifiestan en el exterior, como no sea para insultarlos y descalificarlos.
Este es un rasgo de la personalidad psicopática que causa
perplejidad en los criminólogos, la absoluta falta de empatía del criminal
respecto de sus víctimas; pero está demostrado que así como el ladrón pretende
que se respete su derecho a la propiedad recién adquirida, el asesino contumaz
se aferra al Derecho y todas las garantías legales cuando es aprehendido,
reclamando para sí aquello que niega a los demás.
JR jr y su hermana Delcy justifican sus actuaciones con que
su padre JR sr fue asesinado por la policía el 25 de julio de 1976, como si los
venezolanos tuvieran la culpa y ellos una deuda que cobrar indefinidamente.
Dicen que fue “la derecha fascista”; pero no, fue el gobierno socialdemócrata
de Carlos Andrés Pérez, adscrito a la Internacional Socialista.
Es una magnífica ironía que un gobierno de la Liga
Socialista es el que más ha reprimido, torturado y asesinado en toda la
historia de Venezuela.
FASCISMO Y BOLIVARIANISMO
La oposición oficial ha logrado el hecho extraordinario de
que haya jóvenes en las calles luchando contra esta “dictadura fascista”. Esta
situación incomprensible admite la sencilla explicación de que hay demasiados
comunistas genéticos en sus filas a quienes les resulta poco confortable luchar
contra el régimen si lo toman como lo que es, castro-comunista, en lugar de
encubrirlo con esa cómoda fantasía.
Hay que hacer maromas intelectuales y echar mano de
artificios dialécticos para demostrar lo indemostrable, aprovechando lo que el
militarismo ramplón tenga en común con el fascismo mussoliniano; pero más
importante es lo que no se quiere ver, su nexo filial con el régimen de Castro
del que puede decirse cualquier cosa pero no dudarse que sea comunista.
Habría que advertir al Foro de Sao Paulo, del que es miembro
fundador; así como revisar sus alianzas con el FSLN de Nicaragua, FMLN de El
Salvador, el MAS de Bolivia, las FARC, ELN de Colombia, Tupamaros de Uruguay,
con la ETA, PODEMOS, IU de España, hasta la OLP que o bien todos están muy
equivocados o todos son filo fascistas.
Pero lo más crudo e importante es lo que no se quiere ver en
el país: el PUSV, PCV, la Liga Socialista, PODEMOS, PRV, MEP, facciones de
Bandera Roja en la que, por cierto, milita Tibisay Lucena y una larga lista de
micro partidos y organizaciones armadas como el FBL, Tupamaros, La Piedrita,
Alexis Vive, todos del Polo Patriótico de gobierno, pueden ser lo que sea
ideológicamente pero, ¿cómo puede alguien creer que sean fascistas?
La verdad es que hay comunistas sinceros en la oposición que
parecen empeñados en combatir al régimen y al mismo tiempo salvar la franquicia
socialista para un futuro en que habrá un socialismo auténtico, el que ellos
sueñan porque éste, el real, es una falsificación.
Exactamente como si un falangista nostálgico dijera que
Franco es un dictador comunista para salvar al falangismo de la mala prensa que
hoy todo el mundo le dispensa.
Así pasa con el bolivarianismo que se resiste tenazmente a
salir del discurso opositor, a pesar de que los mismos idólatras de Bolívar les
preguntan, incluso desde el exterior, qué puede tener esta República de
“bolivariana” si Bolívar mandaba a huir del país donde uno solo detenta todos
los poderes porque es un país de esclavos.
Asimismo personas espontáneas preguntan humildemente por la
radio porqué llaman bolivarianas a unas bandas criminales, que están
atropellando y robando al pueblo, que si eso no es mancillar el nombre de El
Libertador.
Otra vez la respuesta cierta es la más sencilla: porque el
bolivarianismo es un engranaje del discurso del que no pueden prescindir porque
les fallaría la transmisión. Un sector de la oposición oficial está más
preocupada en atraerse a los supuestos chavistas light y a cierta logia militar
“bolivariana” que de ofender a los opositores radicales.
El bolivarianismo es un truco que abusivamente usó Chávez
para revestir a su movimiento de una dignidad que no tiene. Eso nunca debió
permitirse y debe prohibirse en el futuro, si es que quieren mantener a Bolívar
como un símbolo de identidad nacional.
Desafortunadamente, la jerarquía militar que toleró las
conspiraciones de Chávez, que lo dejó actuar y nunca lo detuvo cuando pudo
hacerlo, les concedió ese mérito y para referirse a ellos decían “por ahí andan
los bolivarianos” lo que en los cuarteles equivale más que a darles la razón,
santificarlos.
Por una suerte de dialéctica histórica, quienes se empeñan
en el bolivarianismo lo están desterrando del futuro como una peste de la que
nadie querrá volver oír hablar; en cambio, desvinculándolo de este naufragio,
quizás tenga algún lugar en el mundo por venir.
La idolatría es el primer y más grave pecado, incluso para
los ateos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario