Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 12 de octubre de 2015

El Sínodo de los obispos sobre la familia que se está realizando en Roma hasta el 25 del presente mes, ha contado el pasado sábado con 43 intervenciones, mientras que hoy el lunes y mañana martes hay círculos menores que harán su relación el miércoles por la mañana

Lineamientos del Sínodo de Obispos sobre la familia
Sínodo de la familia: formar la conciencia de los futuros matrimonios

La Relación final será presentada al papa Francisco, quien decidirá si se publica inmediatamente o en un segundo momento
Por Redacción
Ciudad del Vaticano, 12 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
El Sínodo de los obispos sobre la familia que se está realizando en Roma hasta el 25 del presente mes, ha contado el pasado sábado con 43 intervenciones, mientras que hoy el lunes y mañana martes hay círculos menores que harán su relación el miércoles por la mañana.
Lo indicó hoy el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, precisando que laRelación final será presentada al papa Francisco, quien decidirá si se publica inmediatamente o no, y quien después de todo este camino pastoral tomará o menos las medidas que considere necesarias para el bien de la Iglesia. Para preparar este documento, el Sínodo trata desde el sábado la segunda y tercera parte del Instrumentum Laboris. 
En la Sala de Prensa del Vaticano, además del portavoz explicaron a los periodistas lo sucedido el sábado por la mañana y hoy lunes, los portavoces en idioma español, el padre Manuel Dorantes; en inglés, el padre Thomas Rosica CSB, la francesa Romilda Ferrauto y el sacerdote Bernad Hagenkord SJ.
Tal y como explicaron, las ideas más recurrentes entre los padres sinodales han sido la formación y el acompañamiento. Han surgido temas como "noviciado del matrimonio" y la necesidad de "incluir a las familias en la formación".
Asimismo han subrayado la necesidad de integrar la verdad y la misericordia, tema en el que surgió, por ejemplo, la situación de los divorciados vueltos a casar por lo civil y su acceso a los sacramentos. Por ello, algunos padres sinodales en sus intervenciones han hablado de caminos pastorales para posibles soluciones concretas. Se registraronintervenciones, indicó el padre Lombardi, con una posición negativa hacia la comunión a los divorciados y vueltos a casar. Si bien la rigidez de esta posición, añadió, se inserta en el contexto de dar atención a todos los que se encuentran en situaciones difíciles, a quienes es necesario hacerle sentir la cercanía de la Iglesia.
El portavoz en español indicó que entre los padres sinodales hispanohablantes se ha indicado la importancia de dar mejor y más formación a las parejas que van a contraer matrimonio. También explicó cómo se afrontó el concepto de conciencia. Es necesario acompañar a las parejas -- ha precisado-- en la formación de su conciencia, de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia, porque solamente las indicaciones de la conciencia de por sí no bastan.
Y es la que la Iglesia debe ser madre que acompaña, tal y como indicó el padre Rosica. Los padres sinodales por ello han tratado también situaciones como los matrimonios mixtos, matrimonios separados con hijos, familias monoparentales, familias en las que la presencia de unos de los progenitores es limitada. "Hay que elaborar estrategias pastorales que aborden todas las situaciones", han observado los padres sinodales.
La portavoz de lengua francesa, ha precisado que es necesario hacer un llamamiento a la conciencia, "formar e informar", así como insistir en la fidelidad. Por su parte, el padre Manuel Dorantes subrayó la idea del acompañamiento durante la preparación al matrimonio, como un "itinerario catequético o algo similar a la iniciación cristiana". Al concluir dieron su testimonio dos matrimonios de auditores uno de India y otro de Brasil.
Sínodo: el testimonio de los Paloni, una familia ‘extraordinariamente’ normal
Entrevista a Massimo y Patrizia, pareja del Camino Neocatecumenal, desde hace 11 años en misión en Holanda, padres de 12 hijos, entre ellos David, que con 4 meses es el ‘padre sinodal’ más joven de la historia
Por Salvatore Cernuzio
Roma, 12 de octubre de 2015 (ZENIT.org)
Desde que la foto de su carita, con el chupete en la boca y la mirada temerosa en el Aula nueva del Sínodo, apareció en todos los medios de comunicación del mundo, se convirtió en la estrella de la Asamblea 2015: Davide Paloni, 4 meses, rebautizado como ‘el padre sinodal más joven de la historia’. Y la atención mundial se trasladó rápidamente sobre sus padres: el padre Massimo y la madre Patrizia, fotografiada en el Vaticano con carricoche y biberón.
Padres de 12 hijos (seis chicos y seis chicas), se mudaron desde Roma a Holanda hace 11 años, participan en el Sínodo de los Obispos sobre la familia. La pareja --45 años él, 41 ella-- del Camino Neocatecumenal cuenta a ZENIT cómo están viviendo esta experiencia y cómo viven la fe católica en familia. 
Sobre los otros hijos, que se han quedado en Holanda, comentan: “se ayudan entre ellos, los grandes cuidan a los pequeños, les ayudan a hacer las tareas. Hay una gran armonía y también una gran alegría”. Massimo explica cómo llenó su vida y la de toda la familia la elección --según muchos absurda-- de renunciar a una vida cómoda, un trabajo como manager, para trasladarse a un país extranjero y anunciar el Evangelio.  
“Nuestra experiencia de misión nace de la gratitud al Señor por todo lo que ha hecho en nuestra vida. Nos ha ayudado en los momentos difíciles de nuestra vida y de nuestro matrimonio…”, asegura. Él ya estaba acostumbrado, procediendo de una familia en misión, también en Holanda procedente de la parroquia romana de san Luigi Gonzaga.
Para los hijos al principio “el aterrizaje” fue más difícil. “Nos fuimos cuando eran pequeños. Cinco nacieron en Roma, el resto en Maastricht”. Aún así, dice el padre, “ha sido bonito, también porque en las primeras dificultades, como aprender la lengua, integrarse en la escuela, en la sociedad … han entendido que había un sentido en la misión que estaban desarrollando, que no sufrían inútilmente, que había un bien más grande”.
A estos hijos --el mayor tiene 19 años-- Massimo y Patrizia están tratando de transmitir la fe: “Rezamos juntos los laudes el domingo por la mañana, un momento en el que a la luz de la Palabra de Dios tenemos un diálogo para entender si hay problemas, crisis, para pedirnos perdón y reconciliarnos: nosotros con ellos o entre ellos”.
Y sobre esta experiencia Massimo comenta: “trabajaba como manager de cuentas de HP. Tenía el coche, el ordenador, el teléfono de empresa, iba a ver partidos deportivos internacionales, todo ‘cosas muy bonitas’... El día antes de marchar entregué todo”. Después, “cuando fuimos allí, pensé: ‘encontraré trabajo enseguida, tengo un buen currículum, hablo muchas lenguas’; sin embargo Dios se ha encargado de hacernos entender que la misión la lleva adelante Él, con sus tiempos y sus formas. Por tanto, al principio me las arreglé, hice trabajo de limpieza por un periodo, trabajé en un call center… Después el trabajo de evangelización aumentó, por tanto ahora somos itinerantes y nos dedicamos al 100% a la evangelización”.
“¿Y de qué vivís?”, es la pregunta que surge instintiva. “De la providencia”, responde Massimo, “que concretamente se manifiesta en la ayuda que nos ofrece nuestra comunidad”. “Fuimos realmente sin nada: teníamos algún colchón, los cartones de las cajas hacían de mesillas”, cuenta Patrizia. “Pero ha sido extraordinario porque hemos sido espectadores de las sorpresas de Dios. Un día, por ejemplo, nos llamó una inmobiliaria y nos dice: ‘ha venido aquí una persona que ha visto que no tenéis armario. Tenéis que venir a elegir el armario que queréis…’. Por no hablar de las bolsas de compra anónimas que encontrábamos en la puerta de casa”.
En Holanda “están impresionados de forma positiva de nuestra familia”, afirma la pareja. “Cuando nos ven nos pregunta, y esa es una ocasión única para contar nuestro testimonio y dar una palabra”.  
Una acogida positiva han encontrado también en el Sínodo. “¡Fantástico!”, exclama Massimo, “nos han dedicado una acogida excepcional, empezando por el Papa que, cuando nos ha visto estaba contentísimo, nos ha sonreído y ha bendecido a toda la familia; después la Secretaría, los obispos, los cardenales y los otros participantes. Nos han acogido como Jesús”.
El mérito es también de Davide. Los padres sonríen: “este niño suscita alegría, ternura… Lo llaman el ‘niño sinodal’” dicen orgullosos, “pensamos que Dios haya querido que estuviera presente en la Asamblea”. Patricia --explica el marido-- ya estaba embarazado cuando la Secretaría a través de la nunciatura holandesa nos contactó, pero no habíamos calculado los tiempos… Creo que en su pequeñez esté haciendo un buen servicio porque hace presente la belleza de una familia”.
“¿Y vosotros qué servicio estáis dando al Sínodo”, les preguntamos. “Estamos presentes como familia misionera, traemos nuestra experiencia. En nuestra intervención hablaremos de nuestra vida y nuestra fe, y qué hay detrás, cómo ha nacido, cómo se ha desarrollado gracias al Camino Neocatecumenal que nos ha ayudado a comprender y vivir a fondo las enseñanzas de la Iglesia”. “Sobre todo las enseñanzas de la Humanae Vitae”, subraya Massimo, explicando que la apertura a la vida ha sido para ellos “no un peso, sino una gracia que nos ha dado alegría”. “Somos personas normales que tienen detrás un camino de iniciación cristiana que nos ha ayudado a profundizar y hacer crecer nuestra fe. Esto ha hecho que nos pudiéramos abrir a la vida, a pesar del egoísmo, de nuestros defectos…”.
El Sínodo será una ocasión para “dar gloria a Dios contando todos estos dones delante de los representantes de las Iglesias del mundo”. Pero también una ocasión para recibir algo: “es realmente interesante escuchar gente tan cualificada debatir sobre un tema fundamental como la familia”, dice Patrizia. “Se ve que los pastores tienen un vivo deseo de ayudar a la familia, de relanzarla. Hay un gran celo y es lo que hasta ahora nos ha conmovido más”. También “me ha impresionado cuánta comunión se ha creado con otras familias. Todos traemos una experiencia diferente: por procedencia, camino de fe, tipología de familia, pero estamos reunidos por el mismo espíritu. Somos muchas familias que no se han visto nunca antes, que nos conocemos desde hace poco días, pero desde el principio Dios ha creado la comunión”.

Conoce a la extraordinaria familia normal del “bebé del Sínodo”

Los Paloni, junto con Davide, de 4 meses, el último de 12 hijos. Una familia que vive con entusiasmo en Holanda la misión de evangelizar

La tarjeta de visita ya lo dice todo: en la foto están Massimo y Patrizia, con sus 12 hijos de todas las edades y alturas. En brazos de Patrizia está el último, Davide, de cuatro meses, cuya foto ha dado la vuelta al mundo con el título “el padre sinodal más joven”.
Massimo y Patrizia Paloni son uno de los 18 matrimonios invitados como auditores en la segunda tanda del Sínodo de los obispos sobre la familia, y el Aula vaticana en la que se celebran las sesiones acoge la presencia insólita de un carrito con su bolsa porta pañales y biberones.
Los cónyuges Paloni pertenecen al Camino Neocatecumenal; concretamente, a la parroquia romana de S. Luigi Gonzaga. Desde el año 2004 eligieron ser familia misionera y se trasladaron a Maastricht, en Holanda. Un modo, explican, de devolver las muchas bendiciones que el Señor ha derramado en su vida.
– ¿Por qué a la misión como familia?
Patrizia: El principio es el mismo que para un sacerdote o una monja misionera: ofrecer a Dios la disponibilidad de la propia vida. En la época en que vivimos, una presencia como familia se convierte en una forma de evangelizar más cercana a las personas. Hay 1.250 familias del Camino que han hecho esta elección, de las cuales 127 se dedican a la missio ad gentes en 98 países del mundo.
Encontrar a una pareja con sus hijos que se quieren a pesar de sus fragilidades, es un signo que llama la atención de nuestros interlocutores. La decisión de dejar el propio país dejando casa, trabajo, amigos, para volver a empezar desde nuevo en medio de otras personas no puede dejar de interrogar: ¿por qué lo hacen? Cuando nos acogen en una parroquia como catequista lo explicamos: “Dios ha hecho esto en nuestra vida”.
– ¿De dónde nace esta elección?
Massimo: De nuestros padres, que nos dieron a conocer el Camino Neocatecumenal, un don que recibieron directamente de los fundadores, Kiko Arguello y Carmen Hernandez. Nosotros nos sentimos como “nietos en la fe” de Kiko y Carmen. Detrás de nuestro matrimonio, la bendición de nuestros hijos, detrás de la misión, está el Camino y nuestra comunidad, con un itinerario serio de formación cristiana en la que crece y madura, a pesar de los límites de cada uno, una fe adulta.
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– En esta dimensión de fe vivís también la apertura a la vida: ¿qué os parece el debate a propósito de la encíclica “Humanae Vitae”?
Patrizia: Estamos agradecidos al papa Pablo VI por esta encíclica que me parece poco conocida o conocida sólo en sentido restrictivo. Cuando éramos novios yo viví como una “buena noticia” el poder convertirnos en colaboradores del proyecto de Dios. Nunca vi la enseñanza de la ”Humanae Vitae” como demasiado pesada, un peso insoportable, sino como una decisión de libertad y valoración de la mujer según un modelo que la acerca a María.
– Muchos os dirán que sois una familia extraordinaria… ¿lo sois?
Patrizia: Es algo que quisiera desmitificar. Somos una familia absolutamente normal. Nos queremos y nuestros hijos nos quieren y se quieren entre ellos, pero también gritan, pelean. Como todos los niños. Yo también puedo estar estresada a veces. Pero es bonito vivir en medio de tanta vida y es un don que todos nuestros hijos estén en la Iglesia.
El domingo por la mañana vivimos un momento muy especial porque toda la familia se reúne para la oración: leemos juntos la Palabra y después empezamos un diálogo, pidiendo a todos que cuenten su propia semana, las dificultades, las alegrías. Damos consejos, en base a nuestra experiencia, a veces les pedimos perdón si hemos cometido errores y si ha habido peleas entre ellos y les invitamos a reconciliarse. Después, ¡todos a la mesa para una buena comida!
– ¿Cómo se gestiona una familia con 12 hijos? ¡Debe requerir una gran organización! Por ejemplo… ¿cuanta pasta cocináis a la comida?
Patrizia: En una familia tan grande es natural que todos echen una mano. Los chicos más grandes – el mayor tiene 19 años – ayudan a hacer las tareas escolares. No hay una división fija de tareas ni una organización “militar”. Cada día los distribuimos tal y como viene.
Y para la pasta…depende de quién está cerca de la olla cuando hierve el agua. Yo soy más ahorrativa; pero si me alejo por algún motivo, está Massimo, que tiende a echar de más …
– ¿Cuáles son los retos fundamentales, según vosotros, que afectan a la familia cristiana hoy?
Massimo: En Holanda conocemos personas que nos cuentan que son ya la tercera generación de no creyentes: es decir, ya sus abuelos decidieron no practicar ninguna religión, y así educaron a sus hijos, que a su vez educaron así a sus hijos a vivir sin fe.
El obispo de la diócesis de Roermond, mons. Wiertz, que invitó al Camino a establecerse en la diócesis para evangelizar, nos dijo después de unos años que nos invitó porque le habían dicho que los neocatecumenales tienen un 95% de éxito en transmitir la fe a los hijos: “Si es verdad, se dijo, los quiero aquí, porque tengo que pensar en el futuro”. Si los padres no son capaces de transmitir la fe a los hijos, ¿qué futuro tiene la Iglesia?
– ¿Qué esperáis del Sínodo?
Massimo: Auguro que logre mostrar la belleza de la familia cristiana; alguno ha hablado de “una nueva epifanía de la familia”. No existen sólo las heridas de la familia. Si explota una fábrica que produce emanaciones peligrosas, las personas intoxicadas son llevadas al hospital para curarlas, pero si no contenemos las emanaciones, seguiremos llevando a la fe al hospital. No basta unas semanas de curso de preparación al matrimonio. Es necesario reflexionar sobre itinerarios serios de fe para llevar a una fe adulta, que el mundo tanto necesita.

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