AFP
La oposición ha convocado a numerosas marchas y actos de
protesta contra el gobierno en las tres últimas semanas
El Nacional 19 DE ABRIL DE 2017 06:12 AM | ACTUALIZADO EL 19
DE ABRIL DE 2017 06:18 AM
BBC MUNDO
Será la sexta jornada de marchas en menos de tres semanas en
Venezuela, pero oposición y gobierno en Venezuela prometen que la de este
miércoles será diferente.
"La mamá de todas las marchas" y "la mayor
expresión de protesta que este gobierno haya sentido desde que está en el
poder", dicen desde la oposición.
Desde el gobierno se habla de "megamarcha" y de
"la más gigantesca marea roja que se haya visto nunca".
Desde hace tres semanas, en Venezuela, un país fuertemente
polarizado, se ha agravado la tensión política y el miércoles se espera la
mayor escenificación de la división.
El último detonante fue las sentencias del Tribunal Superior
de Justicia (TSJ) por las que pasaba a asumir los poderes de la Asamblea
Nacional, el poder legislativo, ahora con mayoría opositora.
A ello se sumó la inhabilitación para desempeñar cargo
público durante 15 años para el líder opositor Henrique Capriles por
irregularidades administrativas en su función de gobernador del estado Miranda,
algo que el doble candidato presidencial niega.
El resultado de ello ha sido que la oposición, que acusa al
gobierno de haberse convertido en una "dictadura" y de haber dado un
"autogolpe de Estado", haya revivido las protestas callejeras, que
llevaban varios meses dormidas.
Las marchas de protesta han dejado varios centenares de
detenidos, heridos, ataques a organismos públicos y hasta seis muertes.
La oposición, que culpa al gobierno de la crisis económica y
que demanda la convocatoria de elecciones adelantadas, ha denunciado la fuerte
represión policial, mientras que el Ejecutivo acusa a sus rivales de fomentar
la violencia, de "terrorismo" y de querer preparar el terreno para
una intervención extranjera.
El cénit (por el momento) de esa tensión serán las marchas
de este miércoles.
Ambos bandos prometen poner millones de personas en las
calles. Será una batalla de números de la que uno y otro se declararán
seguramente vencedor.
Pero más allá de eso, esto es lo que se juegan los dos
frentes.
La oposición
Las sentencias del TSJ despertaron el ánimo de la oposición,
que ha recuperado impulso.
"A medida que han ido transcurriendo (las marchas), han
sido más importantes en número de asistentes y en los resultados que la
oposición exhibe", dice a BBC Mundo el politólogo John Magdaleno, que cree
que el jueves es "un día importante".
El destino final de la marcha, que arranca desde 26 puntos
de Caracas, será la sede de la Defensoría del Pueblo. La oposición ya no mira
al Ejecutivo, sino que pone presión sobre otras instituciones públicas para
denunciar violaciones de Derechos Humanos.
Magdaleno cree que la situación económica y las sentencias
del TSJ, que fueron parcialmente revertidas, auguran una masiva presencia de
personas en la manifestación de la oposición, pero no se trata sólo de número.
"Tendría que ir más allá, comunicar que la movilización
es capaz de atraer a los estratos bajos de la población. No es que no lo haya
hecho, pero si eso se vuelve más visible, se ve que participan más activamente,
que salen más del oeste de Caracas, es un mensaje importante", afirma
Magdaleno.
La pasada semana se registraron protestas contra el gobierno
en algunos barrios populares.
Algunos sectores de la oposición buscan que la presión que
se genere en la calle obligue a recapacitar al gobierno.
"No puedo garantizar una fecha, pero sí que estamos en
la fase final", expresó en twitter el diputado Freddy Guevara, uno de los
líderes de la oposición y el que bautizó la manifestación de este jueves como
"la mamá de todas las marchas".
Sin embargo, Ángel Oropeza, coordinador político de la Mesas
de Unidad Democrática (MUD), la coalición que agrupa a la mayoría de los
partidos de oposición, trató de rebajar las expectativas.
"No es la batalla final ni la ida a (el palacio
presidencial) Miraflores. Mañana haremos la mayor manifestación de protesta
contra el gobierno", dijo.
Es un mensaje de cautela de la oposición para evitar que
haya conatos de violencia.
"Lo que le convendría al gobierno para descalificar a
la oposición es que se produjera un enfrentamiento violento", afirma el
analista Magdaleno. "Sectores extremistas de oposición podrían caer en ese
error estratégico", advierte.
En contra de la opinión de sectores de la oposición, el
politólogo cree que la presión de calle no bastará para provocar cambios en el
gobierno.
"La calle no es suficiente para promover una transición
en Venezuela", afirma Magdaleno.
Y cita otros siete "tableros" en los que jugar: la
opinión pública nacional, los organismos multilaterales, la opinión pública
internacional, el trabajo con gobiernos y parlamentos de otros países, la
interlocución social con sectores del chavismo moderado, la interlocución con
sectores sociales y finalmente, unas elecciones, meta final de la oposición.
El gobierno
El oficialismo replicó la convocatoria de marcha de la
oposición con la suya propia en el centro de Caracas, adonde no se permite el
paso de los opositores.
Y también compite con sus rivales en cuanto a las
expectativas.
"La más gigantesca marea roja que se haya visto
nunca", dijo el lunes el presidente, Nicolás Maduro, rodeado por miles de
milicianos, civiles con los que cuenta en la defensa de la llamada revolución
que inició Hugo Chávez en 1999 y que continuó Maduro desde 2013.
"Supondrá un nuevo reimpulso para la revolución
bolivariana", dijo en televisión Adán Chávez, ministro de Cultura y
hermano de Hugo Chávez.
El oficialismo busca demostrar que continúa teniendo adeptos
ante las encuestas que indican la escasa popularidad de Maduro, al que la
pasada semana algunas personas lanzaron objetos e increparon en un acto público
en San Félix, en el este del país.
En este momento de confrontación, el gobierno se presenta
como la opción patriótica y pacífica frente a los violentos y los que buscan la
injerencia y un golpe de Estado del "imperio norteamericano".
"Estamos rodilla en tierra, la milicia se queda aquí en
Caracas", agregó, asumiendo una estrategia defensiva ante el supuesto
intento de ataque.
Justamente estos días se conmemora el décimo quinto
aniversario del golpe de Estado frustrado de 2002 contra Chávez, cuyo detonante
fue también una masiva marcha de protesta.
Eso puede provocar el cierre de filas del oficialismo,
siempre monolítico, pero que tras las sentencias del TSJ vio cómo la fiscal
general, Luisa Ortega, criticaba duramente las decisiones por
anticonstitucionales.
Para el analista Luis Vicente León, la estrategia ahora del
gobierno es clara: "Unificar adentro la revolución para defenderse de un
enemigo mayor que está en la calle".
Y a esa táctica contribuye una comunidad internacional cada
vez más cercana a las reclamaciones de la oposición.
El lunes, los gobiernos de 11 países de América Latina
emitieron un comunicado en el que reclamaban al gobierno de Venezuela el
derecho a una protesta pacífica y que defina las fechas para unas elecciones.
El gobierno afirma que ganaría unos comicios y que
revertiría la severa derrota de las legislativas de diciembre de 2015.
Sin embargo, aún no hay fecha para las elecciones de
gobernadores, que deberían haber sido a final del año pasado, ni para las
municipales, previstas para 2017. Las presidenciales serán a final de 2018.
A falta del juicio de las urnas, este miércoles unos y otros
miden sus fuerzas y su poder de convocatoria en la calle.
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