Si recordamos que:
El pasado sábado 22 de enero, Júpiter entró al signo de Aries, cosa que ocurre cada 12 años, de tal forma que su efecto no es cotidiano, sino que marca un ciclo de un año en cada franja zodiacal.
El año pasado, Júpiter hizo una pequeña incursión en Aries, pero retrocedió y regresó a Piscis. Ahora, ya no retrocederá más en la franja ariana, y recorrerá el signo completo.
Júpiter en Aries acelerará su recorrido, y en lugar de permanecer un año en el signo, lo recorrerá en poco más de cuatro meses, lo que sumado al hecho de que Aries es el signo más impulsivo e impaciente del zodíaco, todas las cosas tomarán una velocidad y un impulso inusitados.
Júpiter estará en Aries hasta el 4 de junio, y en este lapso, viviremos tiempos acelerados, de gran velocidad en todos los hechos que ocurran. Es la hora de los emprendedores, de los pioneros, del surgimiento de nuevos liderazgos.
Júpiter nos da expansión, crecimiento, y en Aries, esta expansión se centra en nuestra capacidad de acción y de tomar iniciativas, en nuestro espíritu guerrero y competitivo. Y el hecho de que Marte, astro que rige a Aries, haya llegado a Acuario, hará que este impulso y esta velocidad se lleven a su máxima expresión, porque Marte en Acuario es “eléctrico”, nervioso, inquieto, impredecible.
Júpiter en Aries marca el comienzo de un nuevo ciclo, y por tanto es como un renacimiento, un nuevo impulso vital. Pero tanta energía puede hacernos sentir ansiosos, nerviosos, o excesivamente impulsivos, desperdiciando así esta energía y desenfocándonos de nuestras metas.
De tal forma que viene al caso, y lo comparto con ustedes, una enseñanza del maestro espiritual Paramahansa Yogananda, que me hizo llegar la Gran Fraternidad Universal, y que servirá para que canalicemos positivamente la energía de Júpiter en Aries y Marte en Acuario, y no nos dejemos arrastrar por impulsos ciegos.
Acuario es regido por Urano, el planeta de los cambios abruptos, radicales y sorpresivos. Es el astro de la modernidad, de la electricidad, es el que rige la astrología, la cibernética, la genialidad. Urano representa la fuerza bruta primitiva no dominada.
Es como un río en creciente o un derrame de lava en movimiento, que obra sin regla ni razón. Se le atribuye el desorden y las revoluciones, la inestabilidad del individuo y de las naciones, la ruptura del orden establecido.
Urano es el planeta de la ciencia y de los inventos, el dios reformador que destruye lo malo para que lo hagamos mejor. Es rebelde, inquieto, brusco. Es el astro de los nuevos tiempos, cuyo tránsito nos da un gran deseo de cambio, de renovación, y nos trae muchas sorpresas
El sábado 22 de enero, a las 12:42 del mediodía, hora de Venezuela (17:12 GMT) Júpiter entra a Aries, y acelera su recorrido por el zodíaco. Vienen meses de mucha acción, es tiempo de emprender nuevos retos con visión de grandeza y elevados ideales, es tiempo de intensos cambios que se acentuarán aún más cuando Urano, el astro que rige a Acuario, entre al signo de Aries, cosa que ocurrirá el 11 de marzo, para acelerar aún más este incontenible ciclo de renovación que se avecina.
En efecto, los contactos que se forman entre Júpiter, Urano, Mercurio y Neptuno, y que en estos momentos cuenta con el detonante de la influencia lunar, pueden generar un importante sentimiento colectivo en busca de nuevos ideales, de ideales más elevados y con un importante efecto de visión hacia el futuro.
Esto será un abreboca cuando más adelante, cuando ya Urano entre en Aries, forme la “cuadratura” (tenso contacto de 90 grados) con Plutón, y que estará latente durante varios años, trayendo intensas transformaciones y derrumbe de estructuras, ideologías y liderazgos, y el nacimiento de una nueva humanidad.
Dentro de poco tiempo comenzará a formarse la cuadratura entre Urano y Plutón, los astros que mueven a transformaciones radicales y profundas. Esta cuadratura estará activa hasta el año 2014 y traerá grandes cambios a nivel mundial. Veamos las áreas de influencia que toca para cada signo del zodíaco. Las áreas que se activan es en donde habrán más cambios y reestructuraciones, nuevas metas, un giro radical. Con tu acción positiva, puedes canalizar esta energía para lograr resultados muy positivos.
Bajo la energía del signo de Capricornio, este eclipse favorecerá todo proceso de reestructuración en nuestras vidas, y en las diversas instituciones nacionales y mundiales.
El Sol encarna a nuestro “yo superior” que ilumina nuestra consciencia: es energía y pone en marcha las cosas; evidentemente, cuando sale el Sol se produce un despertar, todos los seres vivos son motivados a entrar en acción; el Sol es luz, hace que las cosas puedan ser vistas y conocidas como son en realidad.
El Sol representa la visión clara y objetiva de las cosas. Al momento del eclipse “muere” el astro rey, para en breve lapso renacer en todo su esplendor, con nuevos bríos y renovada vida. Así ocurre también con nosotros.Desde el punto de vista simbólico y astrológico, al ser interrumpida la energía del Sol, el poder de nuestro mundo interno subjetivo, “destruye” una imagen de autoridad o poder, a fin de dar paso a un nuevo criterio de centralización de fuerzas.
La palabra “reestructuración” cobrará especial vigencia porque muchas situaciones del pasado que no fueron bien edificadas o quedaron inconclusas, tendrán que ser destruidas para volverlas a construir sobre bases más sólidas. En esta ocasión, el eclipse estará cerca de Plutón, en Capricornio, activando a este planeta e intensificando sus efectos transformadores a la máxima expresión.
Este eclipse es el símbolo del cierre de un ciclo, y resulta emblemático que un día después, el miércoles 5 de enero, se instala la nueva Asamblea Nacional en Venezuela, con el Sol, Plutón y Marte en Capricornio, signo que favorece la construcción de nuevas estructuras.
Saturno en Libra: Se hará justicia…
Pedro González Silva
El pasado 29 de octubre entró Saturno a Libra, iniciando un nuevo ciclo de este astro, que durará casi tres años, hasta el 5 de octubre del 2012. Es el tiempo en que se activa el karma, la consecuencia de nuestros actos que se hace presente para cobrar su deuda pendiente.
Saturno en Libra adquiere una fuerza inusitada y favorable, pues adquiere sus mejores cualidades de rectitud y justicia. Es una combinación perfecta, porque Libra es el símbolo de la Ley, que es ciega, y Saturno allí se torna en un juez justo, correcto, inflexible, implacable, ajeno a sentimentalismos. Simplemente se hará justicia y a cada quien le tocará lo que le corresponde.
Hay una carta de tarot que representa muy bien esta cualidad de Saturno en Libra: la justicia, que a la vez es representativa del karma, y entendamos karma como la consecuencia de toda acción que hemos realizado, y que regresa a nuestras vidas en forma de recompensa o castigo, según sea la naturaleza de la acción que hemos realizado: simplemente se hará justicia.
Así como esto ocurrirá en el plano individual, cada quien a su nivel, con sus pequeñas o grandes consecuencias, en el plano mundial ocurrirá los mismo pero en inmensas proporciones. Será un ciclo donde el imperio de la Ley se hará vigente, y donde cada gobierno, cada país, cada líder, cada organismo o institución, y el planeta entero, recibirán lo que se merecen.
Es momento de pensar en colectivo, en los actos que como seres humanos hemos realizado; en este ciclo de tres años, el mundo será testigo de fenómenos, de eventos, de sucesos, que serán consecuencia de actos que la humanidad ha venido realizando en estos años.
Si estos actos han sido dañinos de algún modo, pues toda la humanidad en alguna medida sufrirá las consecuencias de estas acciones. Por ejemplo, si las actuaciones de la humanidad y de sus líderes, han sido tendientes a descuidar el equilibrio natural del planeta y dejar de lado la ecología, no es de extrañar que suframos consecuencias en el clima, con el recalentamiento global, la contaminación, etc.
El “mal karma” se combate con la acción correcta que anule los actos negativos realizados anteriormente, ya no se trata de dejar de hacer lo malo y quedarnos de brazos cruzados, hay que revertir ese “mal karma” con la acción positiva vigorosa. Es hora de actuar, estamos a tiempo.
Europa y la revolución democrática árabe
Publicat a ElPaís
La historia late con intensidad en el norte de África, para pasmo y temor del ‘establishment’ europeo. Unas juventudes urbanas conectadas por Internet luchan por el fin inmediato del despotismo y la corrupción
En el norte de África la historia late en estos momentos con intensidad. La chispa de la inmolación del joven tunecino Mohamed Bouazizi ha prendido en el secarral de paro, autoritarismo y corrupción que se extiende desde el Atlántico al mar Rojo. Las llamas de la protesta juvenil ya han abrasado al dictador tunecino Ben Ali y chamuscan esta semana a su colega egipcio Mubarak. Decenas de miles de personas salieron ayer de nuevo a las calles de El Cairo y otras ciudades para exigir el fin de una autocracia que se prolonga desde hace tres décadas y que pretende perpetuarse desvergonzadamente en la figura de Gamal, el hijo del actual rais, del faraón Mubarak. Desde el balcón septentrional del Mediterráneo, Europa contempla este fuego liberador con estupor y aprensión.
Al decir Europa me refiero a su establishment. Sin duda, somos muchos los europeos abochornados por el silencio de nuestros Gobiernos ante movimientos democráticos que podemos ver en vivo y en directo en cadenas de televisión como Al Jazeera, que podemos seguir, y compartir con sus protagonistas, en Twitter y Facebook y que solo cabe saludar con alborozo. No pocos ciudadanos de París, Londres, Berlín, Barcelona, Madrid, Lisboa o Roma compartimos incluso esa sensación que tienen tantos norteafricanos de que Europa ha terminado por convertirse en un obstáculo a la llegada de las libertades al Magreb y el valle del Nilo.
Y nosotros de pendejos creyendo que el tal persa
es el sumum de la libertad por ir contra USA, nos
metimos en ese lío que ni los mismos del mundo
árabe entienden.
En el mejor de los casos, la política oficial europea hacia los países norteafricanos ha consistido en ofrecerles ayuda económica y acuerdos comerciales para ver si así se desarrollaban allí clases medias que permitieran algún día una mayor convergencia entre ambas riberas del Mediterráneo. En el peor, ha hecho la vista gorda ante las violaciones de los derechos humanos y las corrupciones de los regímenes con tal de que garantizaran el suministro de gas y petróleo, los que lo tienen como Libia y Argelia, y, en todos los casos, controlaran los flujos migratorios y machacaran a los islamistas.
En privado, los responsables políticos europeos más honestos reconocen que las cláusulas formales vinculando ayudas y acuerdos al desarrollo de los derechos humanos en esos países nunca han sido aplicadas. Los europeos jamás se han plantado, jamás han levantado la voz ante un Ben Ali o
un Mubarak, por citar solo a los autócratas protagonistas a su pesar de este mes de enero.
Por obvias, no vale la pena hablar de las contradicciones de semejante realpolitik con
los principios y valores de la Europa contemporánea, la que se dice heredera de la Ilustración, la Revolución de 1789 y la reconciliación franco-alemana. Menos evidente, pero no por ello menos cierto, es el hecho de que esa actitud no es tan realista como pretende. Parte de un peligroso despropósito: el inmovilismo de los regímenes norteafricanos, su enroque en el autoritarismo y la cleptocracia, no hace sino incrementar la frustración e indignación de sus pueblos, alimentando tanto las pulsiones migratorias como el extremismo político.
Pero hay más: la visión oficial europea ignora los profundos cambios registrados en el norte de África en los últimos tiempos. Para empezar, la emergencia de juventudes urbanas con estudios primarios, secundarios y hasta universitarios, y con acceso al mundo vía la televisión por satélite e Internet. Y así vemos estos días cómo en Túnez y Egipto decenas de millares de chavales reclaman que se les trate con dignidad y se les permitan las libertades básicas existentes en Europa y América. Volvieron a repetirlo ayer los manifestantes de El Cairo a cualquier periodista occidental que les ofreciera un micrófono.
Para sorpresa de muchos, los manifestantes de Túnez y Egipto no piden Gobiernos teocráticos; los temidos islamistas están inicialmente ausentes de sus protestas. Y es este otro elemento que cabría analizar a fondo: la probabilidad de que haya comenzado el reflujo de la marea islamista iniciada en los setenta y ochenta del pasado siglo con la revolución iraní del ayatolá Jomeini y el asesinato del rais egipcio Sadat. La vida es móvil, lo que sube baja, el análisis de ayer puede no servir para hoy.
El temeroso pasmo europeo ante las revueltas de Túnez y Egipto contrasta con una más afinada actitud norteamericana. Obama en persona ensalzó el martes la lucha tunecina por la libertad, y, el miércoles, su Administración, pese a que Egipto es para Estados Unidos clave en la seguridad de Israel, instó a Mubarak a ser “receptivo” ante las “necesidades legítimas” de su pueblo y subrayó su apoyo a los “derechos universales de libertad de expresión, asociación y reunión”.
No sería de extrañar que los jóvenes norteafricanos, como en su tiempo ocurrió en Europa del Este, terminen viendo en Estados Unidos -el de Obama y su discurso de
El Cairo; no el de Bush y la guerra de Irak- un amigo democrático algo más creíble que el representado por la Vieja Europa. Al fin y al cabo, hace tiempo que Washington terminó por permitir que la democracia se desarrollara en su patio trasero latinoamericano.
Los sucesos de este enero han confirmado que los jóvenes tunecinos, aunque desorganizados y carentes de un claro liderazgo, no iban a conformarse con la salida
de Ben Ali y su familia. La revolución del jazmín y de la sangre ha proseguido y ha conseguido ir arrancando la amnistía, el regreso de los exiliados, la legalización de todos los partidos y la deslegitimación del régimen de Ben Ali y sus principales cabecillas. Con una actitud europea comprometida a fondo, esa que aún no hemos visto, los tunecinos bien podrían terminar convirtiendo a su pequeño país en la primera democracia norteafricana. Sería un hecho venturoso no solo para la libertad, sino también para la seguridad en toda la cuenca mediterránea.
Sumado al ya existente ejemplo de Turquía, Túnez desmontaría así el estereotipo que proclama la incompatibilidad sustancial entre lo árabe y/o el islam y la democracia, tan estúpido como el que afirmaba lo mismo a propósito de países latinos y católicos como España y Portugal. Resulta asombroso, dicho sea de paso, que algunos
europeos que se dicen ilustrados compartan hoy con el mismísimo Bin Laden el dogma de esa incompatibilidad.
Los egipcios lo tienen más difícil. En el seno de una población inmensa y en gran medida campesina y analfabeta, los laicos y demócratas son allí proporcionalmente más minoritarios que en Túnez. Por su parte, el régimen de Mubarak es más sólido policial y militarmente, lleva tres décadas recibiendo miles de millones de dólares anuales de ayuda norteamericana a tal efecto. Además, la realpolitik occidental, expresada en el miedo a un Gobierno de los Hermanos Musulmanes en la vecindad de Israel, juega en contra del cambio en el valle del Nilo.
No obstante, algunos elementos de las últimas horas resultan esperanzadores. En
primer lugar, la incorporación a las protestas egipcias de El Baradei,
el premio Nobel que no se doblegó ni ante Bush ni ante Mubarak, ofrece a los demócratas egipcios una referencia y un liderazgo del que han carecido los tunecinos. En segundo, la amplitud de las manifestaciones de ayer, viernes, confirma que los opositores egipcios a Mubarak van a por todas. Y en tercero, Obama calificó en una entrevista televisada de “legítimas” las reivindicaciones de los egipcios y advirtió a Mubarak contra el uso de la violencia para intentar ahogarlas.
La afirmación crucial en la Declaración de Independencia de Estados Unidos es aquella que proclama la igualdad sustancial de todos los seres humanos y su condición de titulares de “derechos inalienables”, entre ellos “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. A comienzos de los ochenta,
desde Polonia se alzó un grito que reclamaba estos derechos y que, una década después, ya había conseguido
derribar el muro de Berlín y el imperio soviético. ¿Representarán lo mismo para el norte de África estas revueltas democráticas? Mucho podría contribuir Europa a que así fuera, pero para ello tendría que operarse de cataratas.
Ola de cambio en el mundo árabe. Mubarak se aferra al poder mientras la protesta sigue en las calles
El presidente, acorralado por las protestas, anuncia la formación de un nuevo Gabinete y promete reformas en su primer mensaje a la nación desde que estalló la revuelta.- Medio centenar de muertos y un millar de heridos en los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad
Los tanques avanzan sobre las calles de El Cairo, cerca de la sede de la televisión nacional.- AFP
El Ejército ha hecho un llamamiento en la televisión estatal a los egipcios para que no se reúnan en grupos y respeten el toque de queda. Helicópteros sobrevolando el centro, tanques en las calles, vehículos policiales, edificios y barricadas de neumáticos quemados son parte del paisaje de la mañana, que muestra los restos de la batalla. Todavía humea la sede principal del partido de Mubarak, incendiado y saqueado ayer.
En las calles cercanas a la plaza Tahrir, la policía ha efectuado algunos disparos, aunque no está claro si se trata de balas de goma o munición real, según la agencia Reuters, provocando la huida de los manifestantes. También han intervenido con disparos al aire los agentes que custodian el Parlamento, para dispersar a un grupo de personas que pretendían irrumpir en el complejo. No está permitido el acceso al tráfico rodado a la céntrica plaza, pero sí a los viandantes. Habitantes de El Cairo, incluso familias, se han acercado a sacar fotos con sus teléfonos móviles de lo que consideran un momento histórico.
Los egipcios desafiaron ayer una feroz exhibición de violencia policial para exigir la dimisión de Mubarak. Fueron inútiles la declaración de un toque de queda desde las seis de la tarde hasta las siete de la mañana y el gas lacrimógeno, las balas de goma y los disparos al aire. Ha sido inútil imponer un apagón de comunicaciones que inutilizó los móviles e Internet y sacar los tanques. Esta mañana, los teléfonos móviles vuelven a funcionar esporádicamente en algunas zonas de la capital.
Mensaje a la nación
El presidente egipcio se dirigió anoche a la nación por medio de un mensaje emitido por la cadena estatal Nile TV, en lo que supone la primera reacción del régimen a la oleada de protestas. Mubarak dejó claro que no tiene la menor intención de seguir el ejemplo de su homólogo tunecino, Zine el Abidine Ben Ali, que dejó el poder el 14 de enero forzado por la contestación popular. El rais egipcio, que dijo haber asumido personalmente el control de la seguridad nacional, anunció la formación de un nuevo Gobierno, cuya composición se conocerá hoy, y aseguró entender las reclamaciones de libertad de los manifestantes, siempre que se formulen de una manera pacífica y legal. "Estoy al lado de la libertad de cada ciudadano", dijo, pero "hay una delgada línea entre la libertad y el caos", informa Reuters.
"Trabajaré por la seguridad y por la libertad [de los egipcios]", así como por mejorar la economía del país, añadió el mandatario. "Se darán nuevos pasos hacia la democracia y la libertad y para afrontar el desempleo y mejorar las condiciones de vida y servicios, así como para ayudar a los más necesitados", dijo, en referencia a un futuro programa de reformas. El Gobierno está reunido para presentar formalmente su dimisión antes de que se nombre el nuevo Ejecutivo.
El mensaje del presidente egipcio, poco después de la medianoche (una hora menos en la España peninsular) ponía fin al peor día de protestas desde que la contestación popular contra el régimen prendió el pasado martes. Las palabras de Mubarak, sin embargo, no calmaron a la multitud que continuó en las calles, desafiando el toque de queda y asegurando que no las abandonarán hasta que el presidente deje el poder. Hacia las tres de la madrugada, incluso la lluvia, que cae poco en esta ciudad, decidió acompañar la protesta. Los pequeños comercios de comida abrieron sus puertas aprovechando la emisión del discurso por televisión. Los manifestantes se acercaron a repostar y seguir las palabras del mandatario. "Es lo mismo de siempre", protestaban, algunos de ellos llenos de golpes después de un día de disturbios. "No creemos en las reformas. Mubarak tiene que irse".
La oposición tampoco dio demasiado crédito a las palabras del rais e insistió en la necesidad de que el gobernante renuncie. "El discurso de Mubarak no cumple con las aspiraciones del pueblo", señaló un comunicado de la Asamblea Nacional para el Cambio, liderada por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei. También los Hermanos Musulmanes, la fuerza opositora mayoritaria, ha mostrado su insatisfacción con el mensaje. "El cambio del Gobierno no es el objetivo fundamental, ya que hay un conjunto de reivindicaciones que piden las fuerzas políticas, como la derogación de la ley de Emergencia, la disolución del Parlamento y elecciones libres y limpias", ha declarado a Efe Walid Shalabi, asesor de información del "guía supremo" del grupo islamista, Ezzat el Badia.
Otras de las peticiones de la oposición y del pueblo son "obtener libertades públicas y juzgar a los corruptos", según Shalabi. "La destitución del Gabinete es sólo un paso. Deseamos un Gobierno que tenga interés en lanzar las libertades públicas, que resuelva el problema del desempleo y que no trabaje en beneficio de un sólo grupo", ha subrayado el miembro del grupo, ilegalizado pero semitolerado.
Ímpetu revolucionario
La multitud, joven y enardecida, está furiosa. Décadas de represión y miseria han estallado en una jornada de ira de ímpetu revolucionario. El país más importante y populoso del mundo árabe, el principal aliado de Estados Unidos (tras Israel) en Oriente Próximo, la sociedad que de alguna forma marca el patrón regional, está desde anoche en llamas. En El Cairo, el humo negro de las barricadas incendiadas se ha mezclado todo el día con el gas lacrimógeno y envuelve la ciudad en una nube de pesadilla y a la vez de euforia. Hay un precio: cerca de medio centenar de muertos entre la capital, Alejandría y Suez, y más de 1.000 heridos en la capital. La cadena Al Yazira asegura que en la morgue de Alejandría hay 23 cadáveres con disparos, mientras que en los últimos recuentos en El Cairo se informó de 16 fallecidos y en Suez de una docena.
Los egipcios, siempre pacientes y bienhumorados, soportaron la opresión y la corrupción hasta que, sin previo aviso, estallaron. La protesta que surgió el martes en Internet, sin líderes, sin programa, sin otra ambición que romper cadenas, se amplió en unos días hasta abarcar a la población entera, o, al menos, a la enorme población urbana: solo en El Cairo viven más de 20 millones de los 80 millones de habitantes de Egipto. Los Hermanos Musulmanes se unieron a grupos cristianos, profesionales de clase media, muchachos frustrados, obreros, comerciantes, y salieron a la calle con un valor insospechado.
Represión brutal
La policía utilizó los recursos más brutales, pero también los más mezquinos del manual de la represión. Los antidisturbios lanzaron tanto gas lacrimógeno que se ahogaron a sí mismos. E intentaron encubrir su actuación atacando a periodistas (el número de incidentes en este ámbito es incontable y destaca entre ellos el cierre de la sede de la televisión Al Yazira), prohibiendo a los turistas que tomaran fotos desde sus hoteles y sometiendo al país a un apagón de telecomunicaciones. "No podemos enviarnos mensajes, pero sabemos dónde ir y qué hacer porque la calle es nuestra, no de ellos", explicó a gritos un joven embozado poco después de devolver a los antidisturbios un bote de gas.
Mohamed el Baradei, el ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica y premio Nobel de la Paz, que volvió el jueves a El Cairo desde su domicilio austriaco y se propone como alternativa presidencial a Mubarak, fue retenido por la mañana en la mezquita a la que acudió a rezar y luego fue sometido a arresto domiciliario, confirmaron ayer fuentes oficiales, para que no lanzara nuevos mensajes a la población. La medida no tuvo efecto alguno. La revuelta sin líderes, inspirada en la de Túnez pero muchísimo más voluminosa, tenía vida propia.
Una de las batallas más duras de la jornada se desarrolló sobre el céntrico puente del 6 de Octubre[VIDEO], que conduce a la simbólica plaza de Tahrir (Liberación) -tomada por blindados del Ejército a medianoche- y está próximo a varios edificios gubernamentales y al Museo Egipcio, amenazado anoche por un incendio cercano. Miles de manifestantes intentaron cruzarlo durante más de dos horas, en sucesivos asaltos masivos que fueron rechazados una y otra vez por policías antidisturbios y policías camuflados. El gas lacrimógeno, el agua a presión, las balas de goma y las granadas sónicas convirtieron el puente en un infierno. Del lado de Zamalek, donde se reagrupaban los manifestantes, había jóvenes sangrando o semiasfixiados. Algo parecido ocurría del lado de Tahrir, donde policías deshidratados se desmayaban en brazos de sus compañeros, sin fuerzas para despojarse del casco y el escudo. Cuando los muecines llamaban a la oración desde los minaretes el fragor se convertía en silencio: los manifestantes se arrodillaban para rezar y los policías reculaban. Luego se reanudaba el choque.
Cruzado el puente del 6 de Octubre, el foco de los enfrentamientos se desplazó a los alrededores del hotel Hilton, unos 100 metros al norte de la plaza de Tahrir. Decenas de manifestantes se cobijaron junto al hotel, atrayendo a los antidisturbios y aterrorizando a los turistas, que observaban los choques desde el otro lado de las cristaleras o desde los balcones. Bajo la presión policial, unas 100 personas acabaron derribando las puertas y entrando en el vestíbulo del hotel. Algunos sangraban. El establecimiento se llenó de inmediato de gas lacrimógeno. "Adiós, Mubarak", gritaban los chicos, a la vez que pedían disculpas a los clientes. El personal del hotel se ocupó de distribuir agua y toallas mojadas entre los refugiados, que al cabo de una hora fueron volviendo a la calle. En otros hoteles, como el Intercontinental Semíramis, la policía cerró las puertas con candados y prohibió entradas y salidas.
El aire de la ciudad era irrespirable. El quiosquero de la parada de autobuses cercana a Tahrir permanecía, sin embargo, en su puesto, con la boca cubierta por un pañuelo húmedo. Era la única persona impasible en pleno caos. "Alá me protege", dijo, cuando se le preguntó por qué desafiaba la tormenta a su alrededor.
Cuando veas las bardas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo, porque éste es un ciclo cósmico de libertad, no un jueguito de mamaderas de gallo, y consejos del
dinosaurio Fidel.
Hoy el Evangelio hablaba de las Bienaventuranzas, la Kabala y
todos los movimientos espirituales indican que NO SE VA CONTRA
LAS PERSONAS, SINO CONTRA EL ESPIRITU QUE LAS ANIMA
además la verdad del presente nos enseña que todas las destrucciones –incluida la guerra y la violencia física, así como muchos fenómenos naturales convertidos en desastres– ocurren por una razón: el odio de los humanos hacia su prójimo. Si albergamos odio o animosidad los unos hacia los otros, traemos destrucción a nuestras almas y al mundo en general. Esto significa que aunque muchos de nosotros queremos cambiar al mundo, primero debemos cambiar nosotros mismos.
Si tanto Fidel Castro ama a Chávez y al pueblo iraní sobre su Yo personal:
y se presenta como UN SABIO MAESTRO debería aconsejarlos
como el Rav Berg: “Si no somos capaces de vivir pacíficamente los unos con los otros, ¿cómo podemos pensar que es posible hacer la paz entre árabes e israelíes?”.
Porque justamente el viejo dictador es vocero del Maligno:
Una de las tácticas favoritas de Satanás es la de divide y vencerás.
Satanás a tratado durante mucho tiempo de dividir a las familias,
a la sociedad aun a la persona en varios pensamientos y en
mentiras.
Pero el momento actual de fin de los tiempos, es
para darnos libertad y llevarnos a la verdad.
Latinoamérica es el femenino de la Tierra, la Tierra
de la Nueva Humanidad...Alguien debe asumir
la búsqueda de su alienación e impedir que cumpla
su Mandato Divino.
Creo que el desafío que se nos presenta es claro: si queremos que la situación en Oriente Medio cambie, que es donde justamente se "prende", por ser el centro de viejas civilizaciones y origen de creencias que han dominado al mundo, debemos incrementar nuestros esfuerzos y tratar a las personas con dignidad.
Esto significa que necesitamos encontrar una forma de amar a la persona que está sentada a nuestro lado, aunque esté muy desquiciada. Significa que debemos sonreír a la mujer que nos adelanta bruscamente, en lugar de enseñarle el dedo. Significa que si no tenemos nada agradable que decir, entonces es mejor que no digamos nada.
Sé que esto parece un mensaje bastante fuerte, pero debemos recordar que el conflicto y la guerra que existen entre las naciones empiezan con la fricción y la desunión entre los individuos. Una nación en guerra es meramente el efecto de una oscuridad espiritual nacida de la intolerancia entre los individuos que forman esa nación. Mientras que dos hermanos sigan encontrando razones para faltarse al respeto, y dos amigos encuentren maneras de faltarse el uno al otro, entonces dos naciones inventarán motivos para enzarzarse en una batalla sangrienta.
Tal como escribió Rav Áshlag –el gran Kabbalista del siglo pasado– en La sabiduría de la verdad(en inglés), página 243:
Por ejemplo, cuando dos personas se odian, decimos que están tan distantes la una de la otra como el Este y el Oeste.
Y si se aman entre ellas, decimos que se funden y se unen en un solo cuerpo. Y esto no se refiere a su distancia física, sino más bien a su similitud (afinidad) de forma o diferencia de forma. Porque cuando dos personas se aman, es porque tienen una similitud o afinidad de forma.
Cuando una persona ama todo lo que su amigo ama y odia todo lo que su amigo odia, esto les hace unirse y fundirse el uno con el otro y amarse el uno al otro. Pero si hay diferencia de forma entre ellos, es decir, si uno ama algo aunque su amigo lo odie, el nivel de esta diferencia hace que se odien entre ellos y los separa y distancia a uno del otro.
Chávez y el Imperio norteamericano y Europa.
Chávez y la Iglesia Venezolana
La paz empieza con el individuo en el espejo. La paz se mantiene cuando ese individuo extiende su tolerancia a su prójimo.
Llévate bien hoy. El mundo depende de eso
Chávez calmado en su Memoria y Cuenta ante la
Asamblea nacional 2011.
No son tiempos de desunión sino de
Construir la Venezuela que soñamos TODOS.
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