CAOS EN VENEZUELA
EDITORIAL EL PAIS - ESPAÑA | diciembre 21, 2016 |
Cada día que pasa, el Gobierno de Venezuela da un paso más hacia el abismo. No se trata ya solo del fanatismo ideológico de Nicolás Maduro y sus adláteres, que ha logrado dividir y enfrentar a los venezolanos entre sí, destruir su aparato productivo y mandar a la cárcel a los principales opositores mediante juicios fraudulentos basados en pruebas amañadas. Se trata, además, de la incompetencia manifiesta del Gobierno a la hora de gestionar siquiera aquellos aspectos de la realidad que todavía permanecen, al menos teóricamente, bajo su control
Como ha mostrado el caos generado por la decisión de sustituir los billetes de 100 bolívares por otros de 500, la capacidad del régimen de Maduro de infligir sufrimiento a los venezolanos no parece tener fin, mientras vuelve a responsabilizar a otros de un caos que solo él y su incompetencia han generado.
Venezuela es hoy un completo desastre económico, político y de seguridad donde la criminalidad, la corrupción, el contrabando y los saqueos están a la orden del día. Los venezolanos no se merecen un Gobierno como el de Maduro, que además de cercenar sus libertades políticas y civiles, ha destruido su economía y provocado un doble desabastecimiento, alimentario y sanitario, que dibuja una inmensa paradoja: la de un país rico en recursos petrolíferos sumido en una gravísima crisis social y política.
Lester Toledo, uno de los fundadores de Voluntad Popular, afirma hoy en EL PAÍS que “la comunidad internacional no puede seguir creyendo que Venezuela es un país normal”. Urge por ello que el Gobierno reconozca que la capacidad de sufrimiento de la población se ha agotado y que, con la ayuda de los mediadores internacionales, el Vaticano incluido, dé un paso al lado y abra un proceso de transición que devuelva ya a los venezolanos los alimentos, las medicinas, la seguridad y la libertad.
SE TERMINÓ EL “CIRCO” SOCIALISTA
Ronny Padrón | diciembre 21, 2016 | Web del Frente Patriotico
Algo que para muchos sonará baladí, se trata para nosotros de un paso adelante en contra de la política de exterminio y esclavitud típicamente socialistas. Ciertamente luego de un estruendoso fracaso en el siglo XX, con su interminable lista de genocidios, hambrunas y destrucción, el socialismo necesitaba readaptarse frente a un mundo que rechazaba su esencia inhumana y por ello en el presente siglo se vale del disfraz humanitario como prédica, con resultados muy positivos dentro de su escala de valores: Graves daños en Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, El Salvador y Nicaragua, y la destrucción de Venezuela, con especial mención para el socialismo cubano, referente de esa desgracia, a nivel mundial.
Así entonces, cuando en lo que resta de Venezuela se logra arrebatar la máscara demócrata a la dictadura socialista en gobierno no podemos menos que alegrarnos pues entendemos que de ello derivan consecuencias sumamente positivas para el proceso de liberación nacional. Veamos: Una vez que la dictadura formalizó su disposición de esclavizarnos, dejando de lado la formalidad de la división del Poder Público Nacional, en específico anulando el accionar del Parlamento, todos aquellos factores de aparente oposición que medraban de tal estafa quedaron al descubierto haciendo posible un mejor desempeño para los patriotas dedicados a la salida del socialismo.
A partir de ahora, no caben excusas para demorar la restauración constitucional habida cuenta que de ello depende la sobrevivencia de la población venezolana, hoy condenada a muerte por hambre, enfermedad y a manos del hampa, según la receta socialista para el control social. Más vale un enemigo declarado que cientos agazapados ¡Prohibido olvidar¡ Ora y labora.
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