Una genealogía del Pop Art que estrechó vínculos
Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars, de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña
Durante el mes de octubre el Centro Cultural BOD trajo al escenario visual caraqueño un interesante diálogo entre el Pop Art norteamericano y las adaptaciones y reinterpretaciones que, durante las últimas cinco décadas, hicieron los artistas venezolanos. Pop Art y figuración. Estados Unidos-Venezuela es el título de esta muestra curada por María Luz Cárdenas quien apunta que "si bien es cierto que la influencia del Pop Art como forma de expresión cultural y artística distendió su brillo hacia todo el planeta; en cada región manifestó idiosincrasias específicas aunque los hilos muchas veces se cruzan y diseminan sus atributos. El objetivo de [este] proyecto es trazar un posible mapa de esos lazos y correspondencias".
Estos lazos estrechados y puestos en diálogo crearon un discurso expositivo que, sin duda, constituyó una interesante genealogía a leerse a través de un poco más de 50 piezas. Duchamp, antecedente de aquella búsqueda de acercar lo cotidiano al arte y viceversa. Rauschenberg, Rivers, Johns, Indiana. Warhol y su factoría imprescindibles.
Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars (1967), de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña y de quien agregó uno de sus happenings al filme. Marisol, evocada en sus esculturas no sólo como pionera del movimiento Pop en el arte venezolano, sino como musa de Warhol y amiga cercana a Rolando Peña.
La genealogía se hace cercana y estrecha vínculos. Margot Römer, Carlos Zerpa, Nelson Moctezuma, José Antonio Dávila, Pedro León Zapata son algunos de los nombres de venezolanos que encontramos en la muestra y que discurren en diálogos visuales con otros íconos como Red Grooms, Tom Wesselmann, Jeff Koons. La lista sigue para trazar el camino hacia una concatenación entre referentes de las culturas de masas venezolana y norteamericana que en lo visual marcaron hito en el siglo XX.
Estos lazos estrechados y puestos en diálogo crearon un discurso expositivo que, sin duda, constituyó una interesante genealogía a leerse a través de un poco más de 50 piezas. Duchamp, antecedente de aquella búsqueda de acercar lo cotidiano al arte y viceversa. Rauschenberg, Rivers, Johns, Indiana. Warhol y su factoría imprescindibles.
Se vinculan narrativas con los artistas locales, en varios casos de manera directa como en fotografías de la filmación de Four Stars (1967), de Andy Warhol, en la cual trabajó muy de cerca el artista venezolano Rolando Peña y de quien agregó uno de sus happenings al filme. Marisol, evocada en sus esculturas no sólo como pionera del movimiento Pop en el arte venezolano, sino como musa de Warhol y amiga cercana a Rolando Peña.
La genealogía se hace cercana y estrecha vínculos. Margot Römer, Carlos Zerpa, Nelson Moctezuma, José Antonio Dávila, Pedro León Zapata son algunos de los nombres de venezolanos que encontramos en la muestra y que discurren en diálogos visuales con otros íconos como Red Grooms, Tom Wesselmann, Jeff Koons. La lista sigue para trazar el camino hacia una concatenación entre referentes de las culturas de masas venezolana y norteamericana que en lo visual marcaron hito en el siglo XX.
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