Nota para entender por que Roberto Lovera comienza
citando a Michelle Roche Rodriguez en su análisis:
Sábado 21 de Septiembre de 2013 08:00
Por: Roberto Lovera De-Sola
Michelle Roche Rodríguez(1979) es ya, a sus treinta y cuatro
años, una destacada joven periodista y crítico literario venezolana, quien cada
día nos ofrece desde las páginas culturales de El Nacional el registro del
suceder en ese campo. Hizo sus estudios en la Universidad Católica Andrés
Bello(2002) y la maestría en Artes, Humanidades y Pensamiento Social en la
Universidad de Nueva York(2008). También cultiva la narración corta. Aunque
debe haber escrito sus trabajos de investigación y sus tesis como producto de
sus estudios, es su Album de familia. Conversaciones sobre nuestra
identidad cultural. (Caracas: Alfa, 2013. 247 p.) su primer libro impreso.
Se trata de una obra sobre la identidad venezolana, sobre la
cultural específicamente, hecho a través quince diálogos en profundidad con
destacados autores y autoras de nuestros espacios culturales, disidentes y
chavistas, los cuales, curiosamente, coinciden en el análisis de nuestra
problemática en ese campo. Tanto que deberían sentarse los quince en una mesa de
diálogo, para lo cual ofreceríamos, si llegara el día, nuestra propia sede para
la realización de tal coloquio, sobre todo porque aunque la Fundación Herrera
Luque ha sido considerada una institución escuálida ha sido la única en que
unos y otros han tenido siempre la puerta abierta, aunque los segundos si bien
reciben y aceptan nuestras invitaciones luego no se presentan los días de las
actividades para las cuales han sido convocados…Nosotros hemos siempre sentido
la necesidad de ese diálogo, sin el cual la nación no puede andar por las
sendas que deseamos todos, sobre todo cuando, desde el 14 de abril de 2013, la
oposición es mayoritaria, como el propio CNE lo ha reconocido. En esto de la
necesidad del diálogos entre unos y otros los venezolanos democrátas estamos
como estuvieron los israelistas, en espera de sentar en una mesa a los
palestinos, cosa que un día lograron. Tanto que la noche(noviembre 19,1977) en
que el presidente Egipcio Anwar El Sadat(1918-1981) bajo de su avión en el
aeropuesto de Jerusalem y se se acercó a saludar a la líder judía Golda
Meir(1898-1978) esta le dio la mano diciéndole “por qué ha tardado tanto tiempo
para venir”. Así estamos nosotros los disidentes, en espera de la mesa de
conversaciones, para llegar a una concertación, esa que Venezuela necesita.
Sobre el por qué del título de este libro, Album de
familia, en las propias páginas de este estimulante volumen su título lo
define muy bien el profesor Marcelino Bisbal al decir “A la identidad…la
podemos comparar con un album de familia donde solo los parientes reconocen de
una ojeada los reretratos…los extraños son excluidos de este diálogo
silencioso: no tienen la identidad del grupo”(p.106). Eso pretende ser este
volumen, un espejo en el cual mirarnos.
Lo que nos Sucede
Lo que nos sucede en el campo cultural, sobre todo en la alteración de la historia, lo que dio nacimiento a lo que nosotros hemos denominado las “falacias históricas del chavismo”2, lo define muy bien el historiador Elías Pino Iturrieta(1944), uno de los mejores estudiosos de esta tragedia colectiva que ha significado el chavismo, al explicar: “La nueva Constitución(1999) que modificó el nombre del país significó la amputación de la historia y el establecimiento de la Independencia como período central, lo cual significó la negación de la Colonia y de todo lo que se hizo antes de la llegada de Chávez. Se trata de un nuevo mandamiento que nos hace a la fuerza bolivarianos a todos por mandato constitucional”(p.21).
Lo que nos sucede en el campo cultural, sobre todo en la alteración de la historia, lo que dio nacimiento a lo que nosotros hemos denominado las “falacias históricas del chavismo”2, lo define muy bien el historiador Elías Pino Iturrieta(1944), uno de los mejores estudiosos de esta tragedia colectiva que ha significado el chavismo, al explicar: “La nueva Constitución(1999) que modificó el nombre del país significó la amputación de la historia y el establecimiento de la Independencia como período central, lo cual significó la negación de la Colonia y de todo lo que se hizo antes de la llegada de Chávez. Se trata de un nuevo mandamiento que nos hace a la fuerza bolivarianos a todos por mandato constitucional”(p.21).
En esto, que dice Pino Iturrieta muy bien, no hay que
olvidar que el período Colonial, o Provincial, como lo denomina Guillermo
Morón(1926)3, es el tramo más largo de nuestra historia(1498-1810),
trescientos doce años(312), en cambio la emancipación tiene doscientos tres
años(1810-2013). Así se han impuesto como el único tiempo válido los viente
años de la Independencia, los que van de 1810 a 1830, cesando los combates
bélicos no en 1821, con la batalla de Carabobo(junio 24,1821) como siempre se
ha dicho, sino en 1823, con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo(julio
24,1823) y la Toma de Puerto Cabello(noviembre 8, 1823). Aunque, en verdad,
solo fuimos plenamente independientes (marzo 30,1845) cuando la reina de
España, Isabel II(1830-1904), firmó el tratado del reconocimiento de nuestra
independencia en 18454. Y la conclusión es sencilla: una nación que
tiene quinientos quince años(515) no puede depender solo de veinte años de su
vida. De hecho, he aquí otro nuevo error de darle la espalda a la colonia, los
hombres de la “generación de la Independencia”5 nacieron todos
durante el siglo XVIII, en uno de los períodos más plenos de nuestro pasado,
los días de la Compañía Guipozcoana(1728-1785) y de la integración de
Venezuela(1776-1803). Tanto que nosotros hemos llegado a la conclusión, después
de largo estudio, de muchos años, que la Independencia debe ser considerada
como la madurez del período colonial, tanto como el Renacimiento fue la
plenitud de la Edad Media. Todo esto dicho sin quitarle un ápice al esfuerzo
ideológico que significó ese proceso emancipador, mucho más importante que las
acciones militares, porque siempre hubo un pensamiento civil y dirigentes no
militares, fundamentales casi todos. Todo esto el el chavismo lo soslaya. El
Libertador fue, entre ellos, la cohabitación en una sola persona, del oficial y
del civil pensador.
¿Por qué no es Revolución?
Otro hecho, en el que Michelle Roche Rodríguez, nos pone a pensar, es en el llamar estos tiempos trágicos Revolución Bolivariana, cuando esta no es ni lo uno ni lo otro. No es Revolución porque Hugo Chávez llegó al poder una década después de cuando el tiempo de las revoluciones se había cancelado. Elllo sucedió en Berlín, el 10 de noviembre de 1989, el socialismo autoritario cayó entonces, los países europeos que habían estado bajo la férula de Moscu se habían convertido, en esos díez años, en naciones democráticas, casi todas en procesos pacíficos, con la excepción de Rumania. Alemania se había unificado(1990) y la URSS había desaparecido(1991). Vivímos un nuevo tiempo, el de la democracia plena. Los antiguos países comunistas se han convertido en miembros de la Unión Europea, algunos con sus nuevos nombrres, incluso también los países Bálticos. Y Rusia, es nuestro vaticinio, algún día tocará sus puertas.
Otro hecho, en el que Michelle Roche Rodríguez, nos pone a pensar, es en el llamar estos tiempos trágicos Revolución Bolivariana, cuando esta no es ni lo uno ni lo otro. No es Revolución porque Hugo Chávez llegó al poder una década después de cuando el tiempo de las revoluciones se había cancelado. Elllo sucedió en Berlín, el 10 de noviembre de 1989, el socialismo autoritario cayó entonces, los países europeos que habían estado bajo la férula de Moscu se habían convertido, en esos díez años, en naciones democráticas, casi todas en procesos pacíficos, con la excepción de Rumania. Alemania se había unificado(1990) y la URSS había desaparecido(1991). Vivímos un nuevo tiempo, el de la democracia plena. Los antiguos países comunistas se han convertido en miembros de la Unión Europea, algunos con sus nuevos nombrres, incluso también los países Bálticos. Y Rusia, es nuestro vaticinio, algún día tocará sus puertas.
Este luminoso proceso se engendró desde muy atrás, entre
otras cosas porque los seres humanos no sabemos vivir sin libertad. Para
nosotros todo se inició con el levantamiento de Hungría en los años
cincuenta(octubre 24,1956); más tarde, la fecha es esencial, con la Primavera
de Praga(abril 15,1968), precisamente el mismo año, y en los mismos días de la
libertaria Revolución de Mayo en Paris(mayo 29,1968). Los procesos húngaro y
checo fueron cancelados por las invasiones de las tropas Rusas, Hungría(noviembre
4) y mas tarde Checoeslovaquia(agosto 20,1968). Pero la semilla quedó sembrada.
Así su proceso final se inició con las huelgas de Polonia en 1980, encabezadas
por su líder Lech Walesa(1943); por el anuncio de la “perestropika”, de Mijail
Govachov(1931), en 1985. Y, ya en 1989, con las elecciones en Polonia; con la
apertura de las fronteras de Hungría, que puso a andar de nuevo el reloj de la
historia(septiembre 11,1989) y con la caída del Muro de Berlín y los sucesos
que antes hemos enumerado. Allí el tiempo de las revoluciones, iniciado en el
siglo XVIII, cesó entonces. Y la palabra revolución desapareció del vocabulario
politico. Quedó sólo para el análisis de la historia. Y podría decirse también
que el socialismo autoritario caído pasó al “basurero de la historia”, la
expresión de León Trotski(1879-1940) para referirse a toda idea politica que
había dejado de tener sentido6.
Así en ninguna parte, menos entre nosotros, se podía hablar
de Revolución una década más tarde de todos los sucesos decisivos que hemos
enumerado.
Todo lo sucedido a partir del 10 de noviembre de 1989 había
sido vaticinado ampliamente. Entre nosotros con el clarividente libro de Carlos
Rangel(1929-1988), El tercermundismo, publicado siete años
antes del suceso. Y a nivel global por el maestro mexicano Octavio
Paz(1914-1998), el mayor pensador latinoamericano del siglo XX. Este años antes
había mirado el siglo XX en su verdadera faz en su Tiempo nublado Fue
Paz quien previó lo que iba a suceder en un discurso leído en Valognes, Francia(junio
22,1989), ciento trienta y un día antes del histórico acontecimiento. Allí
expresó: “el fin del mito del socialismo autoritario…presenciamos el crepúsculo
de la idea de la Revolución en su última y desventurada encarnación, la versión
bolchevique”7.
Hoy sabemos por qué en Venezuela, pese a la propaganda, a
los esloganes, no se puede hablar de Revolución. De hecho no la hemos tenido,
lo que hemos tenido es destrucción de todo lo útil creado por nosotros, en los
últimos casi noventa años, porque el Estado Moderno fue creado entre nosotros
en los años viente, durante la dictadura gomecista. Y si contamos desde la
muerte del gran dictador llevabámos para 1999 sesenta y cuatro años de acción
positiva y no solo desde 1958, como el Comandante empezó a decir con su escaso
sentido del suceder histórico. Sobre esto hay que recordar lo que dice el
psicólogo Axel Capriles en una de las páginas del libro que comentamos: “Creo
que los creadores de la democracia, a pesar de todos sus vicios y sus
problemas, por lo menos tuvieron una visión, una idea, que lo menos arrigaron
en nosotros la idea de la democracia, cuando desconocíamos esa forma
política”(p.59). Y lo único que hemos tenido en los últimos quince años no ha
sido revolución ni siquiera puede ser calificado de gobierno sino de
destrucción. De hecho gobernar es muy distinto a mandar. Gobernar es preveer
para proveer. Y, además, en este período, sólo hemos tenido caos, desorden y
anarquía.
¿Por qué no es Bolivariana?
Y no es bolivariana porque ese Simón Bolívar(1783-1830) que pregonan no es el histórico. El verdadero es distinto. Es aquel que respaldan los 12.056 documentos que de él conocemos, dictados por él, redactados por sus amanuenses, secretarios y ministros, al menos hasta 31 de diciembre de 1825, en donde se cierra hoy la edición de los Escritos del Libertador, edición magistral detenida por orden del actual gobierno desde el momento en que aquellos sagrados papeles fueron sacados del Archivo del Libertador y del cuido por la Academia Nacional de la Historia, de un lugar donde habían todo aquello que contruibuía a su perservación. A estos infolios habrá que añadir los que escribió Bolívar en los años 1826-1830, los últimos cuatro años de su vivir, el último fue dictado, desde su lecho de muerte, a su sobrino Fernando Bolívar Tinoco(1810-1898), el 11 de diciembre de 1830. Sin ese conocimiento, y sin la lectura de las 300 obras interpretativas fundamentales que hay sobre el Libertador, no se le puede conocer. Y el chavismo, pese a que así lo propague, no conoce a Simón Bolívar. La única decisión correcta relacionada con él, fue la relativa a la octava estrella de la bandera, que en verdad si fue decretada por el propio Bolívar(noviembre 20,1817), producto de su euforia por la conquista de Guayana, pero que nunca fue puesta en nuestra bandera por nuestros sucesivos gobiernos. El régimen no es bolivariano, sino una “ideología de reemplazo”, como nos lo ha enseñado el maestro Germán Carrera Damas(1930), instaurada sobre el bolivarismo-militarismo8.
Y no es bolivariana porque ese Simón Bolívar(1783-1830) que pregonan no es el histórico. El verdadero es distinto. Es aquel que respaldan los 12.056 documentos que de él conocemos, dictados por él, redactados por sus amanuenses, secretarios y ministros, al menos hasta 31 de diciembre de 1825, en donde se cierra hoy la edición de los Escritos del Libertador, edición magistral detenida por orden del actual gobierno desde el momento en que aquellos sagrados papeles fueron sacados del Archivo del Libertador y del cuido por la Academia Nacional de la Historia, de un lugar donde habían todo aquello que contruibuía a su perservación. A estos infolios habrá que añadir los que escribió Bolívar en los años 1826-1830, los últimos cuatro años de su vivir, el último fue dictado, desde su lecho de muerte, a su sobrino Fernando Bolívar Tinoco(1810-1898), el 11 de diciembre de 1830. Sin ese conocimiento, y sin la lectura de las 300 obras interpretativas fundamentales que hay sobre el Libertador, no se le puede conocer. Y el chavismo, pese a que así lo propague, no conoce a Simón Bolívar. La única decisión correcta relacionada con él, fue la relativa a la octava estrella de la bandera, que en verdad si fue decretada por el propio Bolívar(noviembre 20,1817), producto de su euforia por la conquista de Guayana, pero que nunca fue puesta en nuestra bandera por nuestros sucesivos gobiernos. El régimen no es bolivariano, sino una “ideología de reemplazo”, como nos lo ha enseñado el maestro Germán Carrera Damas(1930), instaurada sobre el bolivarismo-militarismo8.
Otros Asuntos
No podemops hoy tocar, por la índole del libro de Micchelle Roche Rodríguez, asuntos que tienen honda gravedad en la consideración del actual gobierno, administración legicida que antes no habíamos tenido; el ser históricamente anacrónica pues sólo piensa en el pasado y nunca en presente y mucho menos en el futuro, lo que explica el por qué la historia en estos años, no ha sido leído como debe ser, y por qué no ha nutrido la acción política. Olvidando la adminición de Carrera Damas:
No podemops hoy tocar, por la índole del libro de Micchelle Roche Rodríguez, asuntos que tienen honda gravedad en la consideración del actual gobierno, administración legicida que antes no habíamos tenido; el ser históricamente anacrónica pues sólo piensa en el pasado y nunca en presente y mucho menos en el futuro, lo que explica el por qué la historia en estos años, no ha sido leído como debe ser, y por qué no ha nutrido la acción política. Olvidando la adminición de Carrera Damas:
“Pueblo quen ignora su historia se extravía, y pueblo que no
honra su historia descubre su flaqueza moral, no menos que su desnudez
espiritual”9.
Y como otro hecho que mencionados y no podemos analziar hoy,
y es de que gran gravedad también, es todo lo relativo a la forma como este
gobierno maneja la cuestión inmternacional, fundamental en esta época de
globalización. Ello nos aisla cada día más del mundo real en que vivimos.
¿Hubo Revolución Cultural?
En verdad es una nueva falacia el propalar que que “La cultura es esencial a la Revolución bolivariana. Ningún gobierno de la era electoral venezolana había puesto antes tanta atención al tema, no sólo desde el punto de vista formal sino desde el semántico, pues no solo desarrolló un enerme aparato institucional para el área, sino que reformuló algunos símbolos que habían sido, al menos desde 1958, imágenes de la identidad nacional”(p.9). De hecho los cuatro artículos culturales de la Constitución de 1999(números 98,99,100,101), sugeridos por el inolvidable Añejandro Armas, el único funcionario cultural de este gobierno bajo cuya égida, en el Conac, nunca hubo persecusión alguna contra ningún funcionario ni contra ningún trabajador cultural, cosa que se inicio bajo Manuel Espinoza. Estos artículos, pese a su sentido, nunca se han cumplido. En cambio los cuatro de la Constitución de 1961(números 78,79,80,83) dieron paso a un desarrollo cultural que fue fundamento de todo el progreso cultural y educativo logrado durante los cuarenta años de la República Civil(Manuel Caballero) o de la República Liberal Democrática (Germán Carrera Damas), ya que el vigor de nuestra literatura y nuestras artes era altísimo en 1998 y en ese momento también estaba sembrada toda la geografía venezolana de universidades y de bibliotecas, teníamos el Museo de Arte Contempráneo Sofia Imber, considerado el mejor museo de su género en América Latina, el sistema de Orquestas Juveniles, La casa de Bello, instiotución dedicada a estudiar nuestra pensamiento humanístico y la Biblioteca Ayacucho.
En verdad es una nueva falacia el propalar que que “La cultura es esencial a la Revolución bolivariana. Ningún gobierno de la era electoral venezolana había puesto antes tanta atención al tema, no sólo desde el punto de vista formal sino desde el semántico, pues no solo desarrolló un enerme aparato institucional para el área, sino que reformuló algunos símbolos que habían sido, al menos desde 1958, imágenes de la identidad nacional”(p.9). De hecho los cuatro artículos culturales de la Constitución de 1999(números 98,99,100,101), sugeridos por el inolvidable Añejandro Armas, el único funcionario cultural de este gobierno bajo cuya égida, en el Conac, nunca hubo persecusión alguna contra ningún funcionario ni contra ningún trabajador cultural, cosa que se inicio bajo Manuel Espinoza. Estos artículos, pese a su sentido, nunca se han cumplido. En cambio los cuatro de la Constitución de 1961(números 78,79,80,83) dieron paso a un desarrollo cultural que fue fundamento de todo el progreso cultural y educativo logrado durante los cuarenta años de la República Civil(Manuel Caballero) o de la República Liberal Democrática (Germán Carrera Damas), ya que el vigor de nuestra literatura y nuestras artes era altísimo en 1998 y en ese momento también estaba sembrada toda la geografía venezolana de universidades y de bibliotecas, teníamos el Museo de Arte Contempráneo Sofia Imber, considerado el mejor museo de su género en América Latina, el sistema de Orquestas Juveniles, La casa de Bello, instiotución dedicada a estudiar nuestra pensamiento humanístico y la Biblioteca Ayacucho.
Y desde luego la supuesta “revolución cultural” iniciada en
2001 no es tal. Ni lo fue. Ni lo será. Es posible que los presupuestos dados
hayan sido de 5000 millones de Bs.F. pero sabemos que las estadísticas de esta
administración no son creíbles. Además lo que sucedió de verdad fue la creación
de una estructura que partió en dos nuestra vida cultural, buenos los
seguidores del Presidente, malos los opositores, cosa que nunca se había visto
en la Venezuela democrática, sentido democrático que en letra reitera y
consagra la carta de 1999. Y además, la Revolución Cultural, fue una estructura
de persecusión a todo creador literario, a todo artista, a todo actor o actriz,
a todo cineasta, a todo grupo teatral, a todo trabajador cultural, a todas las
instituciones culturales independientes, privadas, a las cuales se les quitaron
los subsidios. Y esos trabajadores culturales nunca fueron invitados, desde
cierto tiempo, a ningún evento cultural organizado por el gobierno. De hecho la
última vez en que nosotros fuimos invitados por ellos, se nos pidió hiciéramos
una ponencia sobre los ganadores del Premio Nacional de Literatura, aceptamos,
pero nos exigieron, días después, que presentaramos previamente lo que íbamos a
leer, nos negamos a hacerlo. Después supimos que tenían temor que nosotros
hablaramos contra el Presidente, cosa imposible, como dijimos al funcionario de
marras, porque el Comandante nunca había recibido ese premio. Desde el 2001, y
especialmente desde el 2005, la única politica que hubo fue la instauración de
un “culturicidio”. Y todos los inmensos logros del desarrollo cultural, al
menos desde 193610, cuando se creó la Dirección de Cultura y Bellas
Artes del Ministerio de Educación, despues el Inciba, desde 1965 y más tarde
del Conac, desde 1976, todas esta suma de actividades quedaron relegadas. De
hecho el actual Ministerio de Cultura fue creado en base al proyecto realizado
bajo la República Civil, tanto que hasta el funcionario que dirigió la comisión
que lo preparó debió ser llamado para consultarle.
Se llegó a llamar delicuentes al trabajadores culturales
democráticos, por uno de los Ministros de Cultura.
Sólo que nuestro proceso cultural no puede ser estimado,
desde el gobierno(1935-1941) del Eleazar López Contreras(1883-1973), sólo desde
el punto del apoyo recibido por los creadores desde el Estado, que fueron
muchas y constantes, y a nadie se le impidió recibirlas como consecuencia de
sus ideas politicas, así fueran contrarias a los gobiernos democráticos, como
sucedió a la gente de izquierda, quienes se reincorporaron a la vida del país,
derrotada la guerrilla, como consecuencia de la politica de pacificación,
puesta a andar por el gobierno del presidente Rafael Caldera(1916-2009) en
1969. Siempre se respetó el pensamiento de cada uno, nunca se les persiguió ni
se les censuró. Y la actividad creadora en todos los órdenes, que hoy no
podemos entrar a señalar una por una, fue honda y constante. Y la cadena de las
generaciones siguió hasta hoy. Porque inlcuso la llamada Revolución Cultural,
instaurada en el 2001, no detuvo la acción de nuestros escritores, artistas,
historiadores e intelectuales, esta siguió siendo tan fecunda que Venezuela
vive hoy un momento luminoso en esos campos pese a la persecusión evidente a
todos los que sabemos que la democracia es el sistema de vida de los
venezolanos, desde muy atrás, desde 1810 y 1811, desde 1830, desde 1858, desde
1863, desde 1936, desde 1945, desde 1958. Y la oposición a este actual sistema
de cosas nunca se ha detenido. Los venezolanos disidentes hemos demostrado
nuestras fuerzas en las grandes marchas, émulas de la caraqueña del 14 de
febrero de 1936, y en los procesos del Referendo(2004) cuando fuimos obligados
a estampar nuestros nombres en el Firmazo, el Reafirmazo y los Reparos, y
siempre millones de venezolanos firmaron, reafirmando así el carácter pleno de
democracia que está en el corazón de los venezolanos. Mientras, el Comandante,
nunca logró convencer del valor de sus ideas a la mitad del país, que siempre
le adversó.
¿Existe el Socialismo del Siglo XXI?
No hay espacio hoy para el examen del socialismo, que es uno de los puntos de interés en la historia ideológica del chavismo. Poco entendido por ellos en su esencia. No formado por Carlos Marx(1818-1883) y Federico Engels(1820-1895), sino muy atrás, desde Gracchuss Babeuf(1706-1797), el verdadero padre de la tendencia, en los días de la Revolución Francesa, pero que pasó inadvertido realmente hasta los años cuarenta del siglo XIX11. Es por ello, que el Libertador no pudo ser socialista, pues no conoció tal pensamiento. Pero este asunto, tan interesante en la historia de las ideas no es nuestro asunto esta tarde12.
No hay espacio hoy para el examen del socialismo, que es uno de los puntos de interés en la historia ideológica del chavismo. Poco entendido por ellos en su esencia. No formado por Carlos Marx(1818-1883) y Federico Engels(1820-1895), sino muy atrás, desde Gracchuss Babeuf(1706-1797), el verdadero padre de la tendencia, en los días de la Revolución Francesa, pero que pasó inadvertido realmente hasta los años cuarenta del siglo XIX11. Es por ello, que el Libertador no pudo ser socialista, pues no conoció tal pensamiento. Pero este asunto, tan interesante en la historia de las ideas no es nuestro asunto esta tarde12.
Pero si tiene un sesgo que queremos referir a través de una
de las entrevistas de Michelle Roche Rodríguez. Hemos señalado varias veces que
el llamado socialismo del siglo XXI no existe en la teoría politica. Aquí
en Album de familia hemos hallado la mejor definición de este,
reitera nuestro pensamiento. Fue dicho en la entrevista de nuestra magnífica
historiadora Margarita López Maya, cuando todavía el presidente Chávez vivía.
Con todo su saber ella explica:
“El socialismo del siglo XXI es una propuesta personal de
Chávez, que incluye la concentración de poder y la fortaleza de su liderazgo.
Cuando salió de la confrontación política que tuvo durante su primer gobierno(1999-2007),
el presidente sintió que ya no tenía obstáculos para incrementar su más cara
fantasía. Era el sueño de un adolescente: un futuro donde todos seremos felices
y comeremos perdices a través del Socialismo del siglo XXI. Primero dijo que los
principios de ese modelo eran la solidaridad, la fraternidad, el amor y la
justicia, pero a medida que pasa el tiempo y esto se va concretando entró el
patrón que vivimos ahora: el predominio militar, además de un Estado vertical y
autoritario. Esto es muy distinto a la primera época del chavismo. Pero luego
dijo: “El Estado soy yo”. En este país hay un proyecto fundamental que es la
Constitución Nacional y otro sostenido por el dinero del presidente, así como
por su habilidad politica para repartirlo en los momentos en que necesita
legitimar su liderazgo. Ahora está en eso: regalando a manos llenas y
endeudándose, incluso, porque la renta está colapsando de nuevo. Y ahora piensa
llevarnos al socialismo, que considera la verdadera civilización para salir de
la barbarie del capitalismo al que, según dice, nos llevó la democracia
occidental. De nuevo, esto es un pensamiento mágico”(p.138).
Esta es la mejor definición de esta ilusión que hemos
hallado en nuestras lecturas, comprendiendo, desde el principio, lo errónea que
era tal concepción.
En verdad, lo recordaran ustedes, que al tratar de darle
vida al Socialismo del Siglo XXI el presidente Chávez llegó al extremo de hacer
una falsa interpretación del Libertador diciendo que este, un liberal y
enciplopedista, había sido socialista. Pero él día que ante la Asamblea
Nacional leyó una serie de citas de Bolívar diciendo que las consideraba
muestras del socialismo de Bolívar, no se dio cuenta que lo que leía eran
pensamientos rousonianos13. Nos referimos a Juan Jacobo
Rousseau(1712-1778), un pensador de la Ilustración, este si tuvo relación con
el Libertador. Se contó entre sus libros de cabecera. De hecho su ejemplar
de El contrato social del ginebrino lo legó en su testamento a
la Universidad de Caracas, aun puede verse, en bella vitrina, en la oficina del
Rector.
Tiene Razon
Tiene razón Michelle Roche Rodríguez cuando afirma que pese a todo “Los cambios privilegiaron la centralización de las actividades culturales a través del nuevo ministerio(2005), restándole autonomía a las instituciones tradicionales”(p.10).Y, además, con esta observación, también suya, “Desde abril de 2001 los venezolanos, en el exilio o no, estamos obligados a interrogarnos constantemente sobre nuestro grado de filiación a la nación y sobre nuestra condición de ciudadanos en revolución. Adicionalmente, luego de los resultados de las elecciones del 7 de octubre de 2012 se hace apremiante la búsqueda de concordia entre oficialistas y opositores para que las decisiones politicas del futuro representen, no a una mayoría, sino a los venezolanos. Por eso la preguntas sobre qué signfica ser venezolano, así como también sobre los valores, símbolos y creencias de esta cultura no hacen sino multiplicarse”(p.11).
Tiene razón Michelle Roche Rodríguez cuando afirma que pese a todo “Los cambios privilegiaron la centralización de las actividades culturales a través del nuevo ministerio(2005), restándole autonomía a las instituciones tradicionales”(p.10).Y, además, con esta observación, también suya, “Desde abril de 2001 los venezolanos, en el exilio o no, estamos obligados a interrogarnos constantemente sobre nuestro grado de filiación a la nación y sobre nuestra condición de ciudadanos en revolución. Adicionalmente, luego de los resultados de las elecciones del 7 de octubre de 2012 se hace apremiante la búsqueda de concordia entre oficialistas y opositores para que las decisiones politicas del futuro representen, no a una mayoría, sino a los venezolanos. Por eso la preguntas sobre qué signfica ser venezolano, así como también sobre los valores, símbolos y creencias de esta cultura no hacen sino multiplicarse”(p.11).
La Entraña de Album de Familia
La entraña de Album de familia es el hecho cultural. Por ello se nos necesario comenzar haciendo una observación, que poco se hace. Ella es que la cultura siempre ha sido globalizada, desde nuestros tatarabuelos los griegos. Y especialmente desde el primer viaje alrededor del mundo, de 1519-1522, de Fernando de Magallanes(c1480-1521) y Juan Sebastían Elcano(c1476-1526), en el siglo XVI, cuyo suceso fue contado por el humanista italiano Antonio Pigafetta(c1491-d1534), en su crónica El primer viaje en torno al globo(1525).
La entraña de Album de familia es el hecho cultural. Por ello se nos necesario comenzar haciendo una observación, que poco se hace. Ella es que la cultura siempre ha sido globalizada, desde nuestros tatarabuelos los griegos. Y especialmente desde el primer viaje alrededor del mundo, de 1519-1522, de Fernando de Magallanes(c1480-1521) y Juan Sebastían Elcano(c1476-1526), en el siglo XVI, cuyo suceso fue contado por el humanista italiano Antonio Pigafetta(c1491-d1534), en su crónica El primer viaje en torno al globo(1525).
Por qué decimos esto, más allá del periplo
Magallanes-Elcano. Lo afirmamos por el hecho que en toda formación cultural los
que la hacemos no nos limitamos a los libros de nuestra esfera particular, a
nuestro país, lo que sería un contrasentido cultural. Siempre para formarnos
leemos las letras universales, desde Homero y la Biblia hasta nuestros días.
Siempre leyendo, un griego, como ser el caso del dramaturgo Sófocles o de la
poeta Safo; un latino, como Ciceron; un autor medieval, Dante, Bocaccio o
Petraca; un francés como podría ser Montaigne, Voltaire, Stendhal, Flaubert,
Balzac o Proust; un inglés, caso Shekespeare o Virginia Woolf; o un autor de
habla inglesa, nacido en Irlanda, como James Joyce; un checo que escribió en aleman
como Kafka: un español, caso Cervantes, Pérez Galdós o Clarín; un
norteamericano, caso Walt Whitman o William Faulkner; un latinoamericano, caso
Gabriel García Marquez; uno de nuestra tierra, Gallegos, Ramos Sucre, Uslar
Pietri. Así siempre la cultura ha sido globalizada y ello mucho antes del
proceso socio-económico de la globalización, sucedido en tiempos recientes,
época en la que además de la gran transformación comunicacional todos los
hombres y las mujeres nos hemos convertido en vecinos de una aldea global,
surcada toda ella por los sátélites y por Internet.
Y junto a la cultura globalizada de hoy, vivimos también lo
que Mario Varga Llosa(1936), nuestro flamante Premio Nóbel(2010), ha denominado
“la cultura del espectáculo”14, proceso en el cual la frivolidad es
su componente esencial, en todas las áreas, que él mismo analiza una tras otra.
La Cultura Venezolana
Ahora viendo nuestra cultura, antes de llegar al tema de la identidad nacional, raíz y esencia del libro de Michelle Roche Rodríguez, debemos señalar que según Ana Teresa Torres(1945), una de sus entrevistadas, en denso diálogo, nuestros mitos culturales recurrentes, son: “1) la creencia en un lider mesiánico, salvador y restaurador, que se convierta en el hombre providencial; 2) Relacionado con este es el culto bolivariano y sus derivados, como son la admiración por los militares asumidos como herederos de la gloria de Bolívar; 3) El tercer mito es la creencia de que este país es por siempre inmensamente rico y que la resolución de los problemas pasa por repartir esa riqueza; 4) la lectura de la historia como una permanente traición de los élite al pueblo; 5) una sociedad altamente dependiente de sus gobernantes, y del poder en general, y descreída en cuanto a sus propias capacidades de emprendimiento”(p.152-153,154).
Ahora viendo nuestra cultura, antes de llegar al tema de la identidad nacional, raíz y esencia del libro de Michelle Roche Rodríguez, debemos señalar que según Ana Teresa Torres(1945), una de sus entrevistadas, en denso diálogo, nuestros mitos culturales recurrentes, son: “1) la creencia en un lider mesiánico, salvador y restaurador, que se convierta en el hombre providencial; 2) Relacionado con este es el culto bolivariano y sus derivados, como son la admiración por los militares asumidos como herederos de la gloria de Bolívar; 3) El tercer mito es la creencia de que este país es por siempre inmensamente rico y que la resolución de los problemas pasa por repartir esa riqueza; 4) la lectura de la historia como una permanente traición de los élite al pueblo; 5) una sociedad altamente dependiente de sus gobernantes, y del poder en general, y descreída en cuanto a sus propias capacidades de emprendimiento”(p.152-153,154).
También insiste Ana Teresa Torres en el hecho que aun “Los
venezolanos no han leído con cuidado las señales que están en su
literatura”(p.151). Y subraya, “Los temas[culturales] que se han introducido en
los últimos tiempos son, en mi opinión, correctos, lo que es incorrecto es que
se hayan planteado en forma excluyente: lo bueno y lo malo, lo que debe ser y
lo que no…creo que se pueden definir cinco temas: lo endógeno versus lo
importado; lo popular versus lo elitesco, el planteamiento étnico, la equidad
social y la igualdad de género”(p.154).
La Identidad Nacional
Debemos abrir señalando que el problema de la identidad siempre ha sido nuestro, el asunto siempre nos ha inquietado, tanto que el maestro Arturo Uslar Pietri(1906-2001) anotó “Desde el siglo XVIII, por lo menos, la preocupación dominante en la mente de los hispanoamericanos ha sido la de la propia identidad”15, lo que el crítico uruguayo Fernando Ainsa(1937) ha señalado ser el tema predominante de la novela latinoamericana16.
Debemos abrir señalando que el problema de la identidad siempre ha sido nuestro, el asunto siempre nos ha inquietado, tanto que el maestro Arturo Uslar Pietri(1906-2001) anotó “Desde el siglo XVIII, por lo menos, la preocupación dominante en la mente de los hispanoamericanos ha sido la de la propia identidad”15, lo que el crítico uruguayo Fernando Ainsa(1937) ha señalado ser el tema predominante de la novela latinoamericana16.
Ello es así, a nuestra constante interrogante sobre este
grave asunto el psicólogo Axel Capriles(1953) ha hecho otro proposición en uno
de sus libros. El piensa lo contrario de los demás que plantean la identidad
nacional, es esta la misma cita que hace Michelle Roche Rodríguez. El escribió:
“En lugar de imaginar la identidad nacional como una esencia preexistente que
se funda en el ser y no en el quehacer, necesitamos entenderla como una
conciencia de derechos y deberes ciudadanos…En vez de buscar algo que permanece
idéntico se trata de construir comunidad a través del hacer común”17.
Ahora bien, los venezolanos vivimos lo que nosotrps hemos
denominado el “tiempo de la instrospección nacional”, la búsqueda de una
respuesta, a lo que nos ha sucedido en estos tiempos. Por ello indica Ana
Teresa Torres: “Ahora…buscan los libros de historia, ensayos sociales y
politicos, sin percatarse de que hay muchos cambios reflejados en los libros de
ficción”(p.151). La literatura, hay que decirlo es una de las dos formas de
comprender a Venezuela, tanto como la historia. A veces la literatura, como lo podemos
ver, sobre todo en las novelas históricas, llegan mucho más hondo que la
historia. Y ello porque el historiador debe detenerse en el lugar en que
terminan los documentos mientras que el escritor utiliza la imaginación para
hacer luz en la historia. O como indica Guillermo Morón, “La novela no elimina
la historia sino que la ilumina”18.
Las Observaciones sobre la Identidad Nacional:
Veamos algunas de las más lúcidas respuestas de los entrevistados por Michelle Roche Rodríguez. Dice Elías Pino Iturrieta: “El tema siempre tiene vigencia porque nos impele a averiguar qué nos distingue como sociedad; en estos últimos años…se vuelve crucial porque vivimos un intento de presentarnos como distintos de lo que éramos en el pasado, sobre todo en el reciente. Puede decirse que este es un intento vano del gobierno, pues la identidad es un proceso lento de evolución”(p.19). Y continúa: “Los dos fragmentos de identidad que nos dominan[son] el discurso del pueblo incompetente y el del republicanismo”(p.28).
Veamos algunas de las más lúcidas respuestas de los entrevistados por Michelle Roche Rodríguez. Dice Elías Pino Iturrieta: “El tema siempre tiene vigencia porque nos impele a averiguar qué nos distingue como sociedad; en estos últimos años…se vuelve crucial porque vivimos un intento de presentarnos como distintos de lo que éramos en el pasado, sobre todo en el reciente. Puede decirse que este es un intento vano del gobierno, pues la identidad es un proceso lento de evolución”(p.19). Y continúa: “Los dos fragmentos de identidad que nos dominan[son] el discurso del pueblo incompetente y el del republicanismo”(p.28).
La idea de la identidad que posee Axel Capriles ya la hemos
presentado.
Por su parte el actor, autor y director teatral Javier
Vidal(1953) señala: “La palabra identidad implica mismidad y ser…Creo que
estamos viviendo la destrucción de una identidad que aún anda dando bocanadas
fuera del agua. La neo-semántica revolucionaria chauvinista ha querido hacer
tabula rasa al sentido raigal de la mismidad de nuestro ser, lo más profundo
que puede tener un pueblo, e intenta sustentar nuestra concepción de la
identidad nacional exclusivamente en las gestas de caciques y héroes
militaristas y no ha privilegiado el arraigo de la historia civil al
gentilicio”(p.79)
Y Marcelino Bisbal acota: “A la identidad…la podemos
comparar con un album de familia donde solo los parientes reconocen de una
ojeada los retratos del tío Victor o del primo Honorato y evocan implicitamente
sus manías o sus anécdotas o sus anécdotas. Los extraños son excluidos de este
diálogo: no tienen la identidad del grupo. En este tiempo de mundialización de
la cultura es más fácil hablar en términos de identidad global, de mezclas
interculturales e hibridación cultural. Porque si la identidad es el
reconocernos ante los mismos signos de orden cultural, hoy los actores de la
sociedad se identifican con signos-símbolos más bien globales. Incluso podemos
hablar de una identidad tranacional o mundializada. Surge así el fenómeno de la
globalización, donde lo local y lo global se hibridan y los rasgos de la
producción cultyral globales se reencuentran con signos-símobolos
locales”(p.106).
¿Qué Hemos Perdido?
Una interrogante que nos surgía una y otra vez, cuando sentados en nuestra butacada de leer pasabamos las páginas de Album de familia, era ¿qué hemos perdido?. Mucho sin duda, demasiado. Por ello Javier Vidal reflexiona: “Hemos retornado a la hacienda El Miedo de Doña Bárbara…Por ahora vence la barbarie, que tiene una conexión emocional con su ‘taita’. La civilización es racional y civil, palabra esta última de donde proviene su etimología y se emparenta con otros neologismos como la lógica, la coherencia, el razonamiento, el diálogo, el acuerdo, la relación, la negociación. Estos conceptos de civismo democrático los hemos perdido…Mas bien pensé en el llano que tenemos en Miraflores…Si existe una Doña Bárbara yo quiero que venga un Santos Luzardo. La verdad es que pobre no ha tenido mucho espacio”(p.79-80). Recoerdemos que Santos Luzardo quiere decir, en la novela del maestro Gallegos, “Santos Luz” o “Santos ardo en luz”. Luz y no oscuridad es lo que necesitamos. Ha sido muy grande la gran noche que se ha hecho sobre Venezuela en los últimos quince años.
Una interrogante que nos surgía una y otra vez, cuando sentados en nuestra butacada de leer pasabamos las páginas de Album de familia, era ¿qué hemos perdido?. Mucho sin duda, demasiado. Por ello Javier Vidal reflexiona: “Hemos retornado a la hacienda El Miedo de Doña Bárbara…Por ahora vence la barbarie, que tiene una conexión emocional con su ‘taita’. La civilización es racional y civil, palabra esta última de donde proviene su etimología y se emparenta con otros neologismos como la lógica, la coherencia, el razonamiento, el diálogo, el acuerdo, la relación, la negociación. Estos conceptos de civismo democrático los hemos perdido…Mas bien pensé en el llano que tenemos en Miraflores…Si existe una Doña Bárbara yo quiero que venga un Santos Luzardo. La verdad es que pobre no ha tenido mucho espacio”(p.79-80). Recoerdemos que Santos Luzardo quiere decir, en la novela del maestro Gallegos, “Santos Luz” o “Santos ardo en luz”. Luz y no oscuridad es lo que necesitamos. Ha sido muy grande la gran noche que se ha hecho sobre Venezuela en los últimos quince años.
Intento Actual Contra lo que Somos
Y ha sido oscuridad por su intento de reescribir la historia, sin reparar en la verdadera génesis y desarrollo de nuestros hechos, deteniéndose en su cómo, en su cuándo, en su de qué manera. Y desde luego, propalando las falacias históricas del chavismo.
Y ha sido oscuridad por su intento de reescribir la historia, sin reparar en la verdadera génesis y desarrollo de nuestros hechos, deteniéndose en su cómo, en su cuándo, en su de qué manera. Y desde luego, propalando las falacias históricas del chavismo.
La creación de una falacia histórica, debemos esclarecerla
citando la mejor definición de este concepto que hemos hallado en nuestra exploración
del tema. Esta es la de Jorge Olavarría(1933-2005). Es la siguiente: “Una
falacia histórica, es un razonamiento falso que parte de
premisas ciertas pero que por la forma como ellas son presentadas y aceptadas,
lleva a conclusiones falsas. En algunos casos, una falacia histórica es el
camino por el cual se llega a consagrar una mentira como una verdad y ésta es
aceptada como verdad por quienes sospechan o saben que es una mentira, pero se
empeñan en que sea verdad, ya sea porque ello conviene a un propósito
convertido en dogma político; o sirve para encubrir hechos que se tienen como
bochornosos y les ayudan a ocultar o preterir el complejo de culpa por
conductas activas o omisivas….Si no hace un esfuerzo serio por desmontar la
falsedad de esas falacias, el enigma seguirá siendo inescrutable. El primer
paso para correr los velos que lo cubren es ordenar las falacias para
abordarlas sistemáticamente”19.
Nosotros hemos logrado descubrir y esclarecer diez y seis de
esas falacias20, pero ya tenemos dos más: la verdadera fecha del día
de la bandera, alterado. Y la pregunta sí es verdad que Bolívar para participar
en el gobierno de 1810 debió pagar. Esta, desde que nos fue hecha por una
alumna nuestra, comprendimos cuál era su génesis, de dónde venía, quien la
había inventado.
Sobre estos asuntos indica Pino Iturrieta: ”Se pueden
intentar modificaciones, incluso decretarlas, pero en el fondo la sociedad
generalmente responde de acuerdo con el mandato de sus difuntos. La sociedad es
un reflejo de la mentalidad y es muy difícil que se pueda modificar por decreto
oficial”(p.19). También indica: “En la medida en que intenta borrar esas
memorias, aunque sea para reescribirlas, modifica los fundamentos de su propia
influencia[el gobierno]”(p.22).
Esto es importante porque hemos visto lo sucedido con las
alteraciones históricas impuestas por otro regímenes, sobre todo por los
comunistas: Petrogrado fue cambiado por Leningrado, para volver, tras el fin de
la URSS, a su verdadero nombre: San Petesburgo, que es el actual. Y, aquí,
pronto habrá que devolver el nombre de Ramón Díaz Sánchez(1903-1968), altísima
figura de nuestro humanismo, a la calle de El Paraíso que lo lleva y que fue
cambiada por un nombre desconocido, se nos dijo que es el de un mártir de Irán.
Y Ana Teresa Torres indica: “Pero puedo decir que lo que
deberíamos haber aprendido. En primer lugar, que la idea no es buscar un héroe
ni un salvador, sino rehacer las instituciones; que no se trata de regalar la
plata porque no somos ricos sino de promover la productividad…El país es un
proyecto a largo plazo”(p.159-160).
¿Qué Hacer?
Lo que hay que hacer es toda una tarea, ya comenzada por varios intelectuales. La historia del chavismo no podrá ser contada con exactitud sin consultar a Manuel Caballero, a Simón Alberto Consalvi, a Elías Pino Iturrieta, a Armando Durán, a Ana Teresa Torres, a Alberto Barrera Tizska y Cristina Marcano y a los autores de hasta unos cerca de trienta libros, distintos a aquellos que son solo elogios del Comandante y su régimen, con los cuales no se puede componer ningún tipo de historia de un suceder.
Lo que hay que hacer es toda una tarea, ya comenzada por varios intelectuales. La historia del chavismo no podrá ser contada con exactitud sin consultar a Manuel Caballero, a Simón Alberto Consalvi, a Elías Pino Iturrieta, a Armando Durán, a Ana Teresa Torres, a Alberto Barrera Tizska y Cristina Marcano y a los autores de hasta unos cerca de trienta libros, distintos a aquellos que son solo elogios del Comandante y su régimen, con los cuales no se puede componer ningún tipo de historia de un suceder.
Sobre lo que tocamos anota Marcelino Bisbal: “Quisiera un
intelectual que tuviera una visión de totalidad pero que entendiera que la vida
se juega en el día a día, en la cotidianidad”(p.110); Ana Teresa Torres: “Hemos
escrito mucho, no solamente libros, y hemos tenido una presencia pública muy
superior a la que pudimos tener en la década de los años ocenta o noventa. Cada
uno ha expuesto su posición, sus ideas. De eso se trata. Pienso que ha habido
una participación muy intensa”(p.153).
Crear Un Nuevo Heroismo
Y debemos crear un nuevo heroísmo. Dice Ana Teresa Torres, que la manera de combatir al héroe, sobre todo al castrense, es creando un nuevo heroismo civil, “en todo caso se puede mitigar con un discurso civilista, institucional, que se proponga que las sociedades necesitan transformaciones, pero desde sus posibilidades civiles, ciudadanas y politicas en el sentido literal de la palabra”(p.153). Y ella misma indica que lo que necesitamos es “Un relato civilista de nuestra historia… de modo que la pertenencia y el orgullo nacional no tengan como única base la gasta independentista, sino la creación de una república liberal, y la construcción social que los ciudadanos han hecho y siguen haciendo”(p.154)
Y debemos crear un nuevo heroísmo. Dice Ana Teresa Torres, que la manera de combatir al héroe, sobre todo al castrense, es creando un nuevo heroismo civil, “en todo caso se puede mitigar con un discurso civilista, institucional, que se proponga que las sociedades necesitan transformaciones, pero desde sus posibilidades civiles, ciudadanas y politicas en el sentido literal de la palabra”(p.153). Y ella misma indica que lo que necesitamos es “Un relato civilista de nuestra historia… de modo que la pertenencia y el orgullo nacional no tengan como única base la gasta independentista, sino la creación de una república liberal, y la construcción social que los ciudadanos han hecho y siguen haciendo”(p.154)
Ello hay que hacerlo, sin olvidar que el primero que definió
la sociedad civil fue el Libertador en la Carta de Jamaica(spetiembre 6,1815),
dijo aquel día: “Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo
apate, cercado por dilatados mares; nuevos en casi todas las artes y ciencias,
aunque en cierto modo viejos en los usos de la sociedad civil”21.
Y recordando que toda la obra de uno de los maestros
intelectuales de nustro siglo XX, Augusto Mijares(1897-1979), estuvo dedicada
al estudio de los rasgos de la sociedad civil y al estudio de las acciones de
los civiles a lo largo de nuestra historia, eepecialmente desde 1830 hasta la
década de los setenta en el siglo XX, cuando puso fin a su trabajo.
Y fue Mijares quien nos hizo ver cuál debía ser ese nuevo
heroísmo del cual hablamos:
“La humanidad da dado siempre el título de heroísmo no al
combatir vulgar, sino a una íntima condición ética, que es lo que pone al
hombre por encima de sus semejantes: héroe es el que resiste cuando todos ceden;
el que cree cuando los otros dudan; el que se rebela contra la rutina y el
conformismo; el que se conserva puro cuando los otros se prostituyen”22.
¡Que así sea!.
Y gracias Michele Roche Rodríguez por ponernos a pensar
tanto sobre nosotros mismos.
1 Trabajo leído en la tertulia “Al pie de la
página”, en la sede de la Fundación Francisco Herrera Luque, en su sesión de la
tarde del martes 10 de septiembre de 2013.
2 Ver Roberto Lovera De-Sola: “Las falacias históricas del chavismo” en La pregunta por la cultura. Caracaas: RJLDS Editor, 2012,p.63-286.
3 Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Caracas: Italgráfica, 1971. 5 vols.
4 Tomas Polanco Alcántara: El Reconocimiento de Venezuela por España. Caracas: Banco de Venezuela, 1980. 186 p.
5 Pedro Grases: Obras. Barcelona-Caracas: Seix Barral, 1981-2002. 21 vols. Ver: “La generación de la Independencia”(t.III,p.1-19).
6 Robert Service: Trotski: una biografía. Barcelona: Ediciones B, 2010.735 p. Sobre el “basurero de la historia” ver la p.667, nota 40.
7 Las referencias que hemos hecho proceden del libro de Carlos Rangel es El tercermundismo. Caracas: Monte Ávila Editores, 1982. 286 p.. y Octavio Paz primero en Tiempo nublado. Barcelona: Seix Barral,1983. 206 p.. y en Poesía, mito y revolución. México: Vuelta, 1989,p.45-69. Nuestra cita procede de la p. 67, ensayo también inserto en su libro La otra vez. Caracas: Planeta, 1990,p.55-68. La cita procede de la p.67. Y tras la caída del Muro de Berlín publicó el mismo Paz su Pequeña crónica de grandes días. México: Fondo de Cultura Económica, 1990. 169 p., todo escrito como consecuencia de aquel hecho y sus consecuencias. En Venezuela el primero en registrar el suceso fue Arturo Uslar Pietri quien dedicó al tan singular hecho dos arttículos, aparecidos en su columna del diario de El Nacional, de Caracas: “El Muro de Berlín y el Tercer Mundo”(diciembre 10,1989) y “El Mraxismo-leninismo”(diciembre 17,1989), insertos en su Pizarrón. Caracas: Los Libros de El Nacional,2006,p.382-386. Del lado europeo, apenas sucederse la caida del Muro de Berlín, el gran pensador Isaias Berlín(1909-1987) escribió “La supervivencia de la inteliguéntsia rusa” inserto en su obra La mentalidad soviética. Madrid: Círculo de Lectores,2009,p.263-267, allí insitió que el suceso, como sucedió en todas las mentes democráticas y tolerantes del mundo, le habían producido “asombro, euforia, felicidad”(p.263). La bibliografía publicada sobre todo esto es amplísima. Y, además, la caída del socialismo nos ha permitido leer, además de los nanálisis, las obras de los escritores prohibidos y perseguidos dentro del mundo comunista, con lo cual no visión de la literatura de todos aquellos países se ha ampliado.
8 Germán Carrera Damas: El bolivarianimo-militarismo, una ideología de reemplazo.2ª.ed. Caracas: Alfa,2011.210 p.
9 Germán Carrera Damas: Aviso a los historiadores críticos. Caracas: Ediciones GE, 1995. 447 p. La cita procede de la p.425.
10 Rafael Fernández Heres: La instrucción de la generalidad. Historia de la Educación en Venezuela,1830-1980. Caracas: Ministerio de Educación,1981. 2 vols. La información está en el t.II,p.568.
11 El mejor estudio de esta tendencia, en todos sus autores es el del profesor británico G.D.H.Cole: Historia del pensamiento socialista. México: Fondo de Cultura Económica,1964. 6 vols.
12 Ver sobre esto nuestro Variaciones sobre el socialismo venezolano. Caracas: RJLDS Editor, 2012. 101 p.
13 Josefina López: “Lo que Chávez no dice del pensamiento de Bolívar”, en El Nacional, Caracas: enero 28,2007. En esta entrevista también aparecen los puntos de vista de los historiadores Elías Pino Iturrietra e Inés Quintero.
14 Mario Vargas Llosa: La cultura del espectáculo.Caracas: Alfaguara, 2012. 229 p.
15 Arturo Uslar Pietri: En busca del Nuevo Mundo. México: Fondo de Cultura Económica,1969. 221 p. Ver: “El mestizaje y el Nuevo Mundo”(p.9-26). La cita procede de la p.9.
16 Fernando Ainsa: Los buscadores de utopía. Caracas: Monte Ávila Editores,1977.429 p.
17 Axel Capriles: Las fantasías de Juan Bimba. Mitos que nos dominan, estereotipos que nos confuden. Caracas: Taurus,2011. 277 p. La cita procede de la p.34.
18 Guillermo Morón: Escritores latinoamericanos contremporáneos. Caracas: Equinoccio, 1979.387 p. La cita procede de la p. 330.
19 Jorge Olavarría: Gómez, un enigma histórico. Caracas: Fundación Olavarría, 2007. XXIII, 955 p. La cita procede de la p.15. Los subrayados son de Olavarría
20 Son las relativas. 1 y 2) a las faklsificaciones de los documentos de Manuelita Saenz; 3)el por qué de la destrucción de la estatua de Cristóbal Colón; 4) lo que significa la globalización; 5) la imposibilidad de que el Libertador fuera socialista; 6)la falsedad de que el Libertador fue asesinado en San Pedro Ajejandrino; 7) el volumen La carta que cambiará la historia, de Jorge Mier Hoffman; 8)la distorción de la figura de José Antonio Paéz; 98)la idea propalada del socialismo en Venezuela; 10)el sentido que debe tener la verdadera lectura de Marx; 11)las falacias que cubren la figura de Ezequiel Zamora; 12)la refuitación histórica de la película sobre este caudillo; 13)el significado de la paz de 1903; 14)el país pacífico; 15)la verdadera faz de la caída del comunismo; 16) el uso de la figura de Marco Tulio Cicerón.
21 Simón Bolivar: Escritos del Liberdor. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela/Academia Nacional de la Historia, 1964-2011. 33 vols. La cita procede del t.VIII,p.232.
22 Auguisto Mijares: Lo afirmativo venezolano.3ra.ed.aum. Prólogo: Pëdro Grases. Caracas: Dimensiones,1980. 364 p La cita proviene de las p.32-33.
2 Ver Roberto Lovera De-Sola: “Las falacias históricas del chavismo” en La pregunta por la cultura. Caracaas: RJLDS Editor, 2012,p.63-286.
3 Guillermo Morón: Historia de Venezuela. Caracas: Italgráfica, 1971. 5 vols.
4 Tomas Polanco Alcántara: El Reconocimiento de Venezuela por España. Caracas: Banco de Venezuela, 1980. 186 p.
5 Pedro Grases: Obras. Barcelona-Caracas: Seix Barral, 1981-2002. 21 vols. Ver: “La generación de la Independencia”(t.III,p.1-19).
6 Robert Service: Trotski: una biografía. Barcelona: Ediciones B, 2010.735 p. Sobre el “basurero de la historia” ver la p.667, nota 40.
7 Las referencias que hemos hecho proceden del libro de Carlos Rangel es El tercermundismo. Caracas: Monte Ávila Editores, 1982. 286 p.. y Octavio Paz primero en Tiempo nublado. Barcelona: Seix Barral,1983. 206 p.. y en Poesía, mito y revolución. México: Vuelta, 1989,p.45-69. Nuestra cita procede de la p. 67, ensayo también inserto en su libro La otra vez. Caracas: Planeta, 1990,p.55-68. La cita procede de la p.67. Y tras la caída del Muro de Berlín publicó el mismo Paz su Pequeña crónica de grandes días. México: Fondo de Cultura Económica, 1990. 169 p., todo escrito como consecuencia de aquel hecho y sus consecuencias. En Venezuela el primero en registrar el suceso fue Arturo Uslar Pietri quien dedicó al tan singular hecho dos arttículos, aparecidos en su columna del diario de El Nacional, de Caracas: “El Muro de Berlín y el Tercer Mundo”(diciembre 10,1989) y “El Mraxismo-leninismo”(diciembre 17,1989), insertos en su Pizarrón. Caracas: Los Libros de El Nacional,2006,p.382-386. Del lado europeo, apenas sucederse la caida del Muro de Berlín, el gran pensador Isaias Berlín(1909-1987) escribió “La supervivencia de la inteliguéntsia rusa” inserto en su obra La mentalidad soviética. Madrid: Círculo de Lectores,2009,p.263-267, allí insitió que el suceso, como sucedió en todas las mentes democráticas y tolerantes del mundo, le habían producido “asombro, euforia, felicidad”(p.263). La bibliografía publicada sobre todo esto es amplísima. Y, además, la caída del socialismo nos ha permitido leer, además de los nanálisis, las obras de los escritores prohibidos y perseguidos dentro del mundo comunista, con lo cual no visión de la literatura de todos aquellos países se ha ampliado.
8 Germán Carrera Damas: El bolivarianimo-militarismo, una ideología de reemplazo.2ª.ed. Caracas: Alfa,2011.210 p.
9 Germán Carrera Damas: Aviso a los historiadores críticos. Caracas: Ediciones GE, 1995. 447 p. La cita procede de la p.425.
10 Rafael Fernández Heres: La instrucción de la generalidad. Historia de la Educación en Venezuela,1830-1980. Caracas: Ministerio de Educación,1981. 2 vols. La información está en el t.II,p.568.
11 El mejor estudio de esta tendencia, en todos sus autores es el del profesor británico G.D.H.Cole: Historia del pensamiento socialista. México: Fondo de Cultura Económica,1964. 6 vols.
12 Ver sobre esto nuestro Variaciones sobre el socialismo venezolano. Caracas: RJLDS Editor, 2012. 101 p.
13 Josefina López: “Lo que Chávez no dice del pensamiento de Bolívar”, en El Nacional, Caracas: enero 28,2007. En esta entrevista también aparecen los puntos de vista de los historiadores Elías Pino Iturrietra e Inés Quintero.
14 Mario Vargas Llosa: La cultura del espectáculo.Caracas: Alfaguara, 2012. 229 p.
15 Arturo Uslar Pietri: En busca del Nuevo Mundo. México: Fondo de Cultura Económica,1969. 221 p. Ver: “El mestizaje y el Nuevo Mundo”(p.9-26). La cita procede de la p.9.
16 Fernando Ainsa: Los buscadores de utopía. Caracas: Monte Ávila Editores,1977.429 p.
17 Axel Capriles: Las fantasías de Juan Bimba. Mitos que nos dominan, estereotipos que nos confuden. Caracas: Taurus,2011. 277 p. La cita procede de la p.34.
18 Guillermo Morón: Escritores latinoamericanos contremporáneos. Caracas: Equinoccio, 1979.387 p. La cita procede de la p. 330.
19 Jorge Olavarría: Gómez, un enigma histórico. Caracas: Fundación Olavarría, 2007. XXIII, 955 p. La cita procede de la p.15. Los subrayados son de Olavarría
20 Son las relativas. 1 y 2) a las faklsificaciones de los documentos de Manuelita Saenz; 3)el por qué de la destrucción de la estatua de Cristóbal Colón; 4) lo que significa la globalización; 5) la imposibilidad de que el Libertador fuera socialista; 6)la falsedad de que el Libertador fue asesinado en San Pedro Ajejandrino; 7) el volumen La carta que cambiará la historia, de Jorge Mier Hoffman; 8)la distorción de la figura de José Antonio Paéz; 98)la idea propalada del socialismo en Venezuela; 10)el sentido que debe tener la verdadera lectura de Marx; 11)las falacias que cubren la figura de Ezequiel Zamora; 12)la refuitación histórica de la película sobre este caudillo; 13)el significado de la paz de 1903; 14)el país pacífico; 15)la verdadera faz de la caída del comunismo; 16) el uso de la figura de Marco Tulio Cicerón.
21 Simón Bolivar: Escritos del Liberdor. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela/Academia Nacional de la Historia, 1964-2011. 33 vols. La cita procede del t.VIII,p.232.
22 Auguisto Mijares: Lo afirmativo venezolano.3ra.ed.aum. Prólogo: Pëdro Grases. Caracas: Dimensiones,1980. 364 p La cita proviene de las p.32-33.
¿Por que no es Revolucion ni es Bolivariana?
Roberto Lovera De Sola.
Otro hecho, en el que Michelle Roche Rodríguez, nos pone a pensar, es en el llamar estos tiempos trágicos Revolución Bolivariana, cuando esta no es ni lo uno ni lo otro. No es Revolución porque Hugo Chávez llegó al poder una década después de cuando el tiempo de las revoluciones se había cancelado. Elllo sucedió en Berlín, el 10 de noviembre de 1989, el socialismo autoritario cayó entonces, los países europeos que habían estado bajo la férula de Moscu se habían convertido, en esos díez años, en naciones democráticas, casi todas en procesos pacíficos, con la excepción de Rumania. Alemania se había unificado(1990) y la URSS había desaparecido(1991). Vivímos un nuevo tiempo, el de la democracia plena. Los antiguos países comunistas se han convertido en miembros de la Unión Europea, algunos con sus nuevos nombrres, incluso también los países Bálticos. Y Rusia, es nuestro vaticinio, algún día tocará sus puertas.
Este luminoso
proceso se engendró desde muy atrás, entre otras cosas porque los seres humanos
no sabemos vivir sin libertad. Para nosotros todo se inició con el
levantamiento de Hungría en los años cincuenta(octubre 24,1956); más tarde, la
fecha es esencial, con la Primavera de Praga(abril 15,1968), precisamente el
mismo año, y en los mismos días de la libertaria Revolución de Mayo en
Paris(mayo 29,1968). Los procesos húngaro y checo fueron cancelados por las
invasiones de las tropas Rusas, Hungría(noviembre 4) y mas tarde
Checoeslovaquia(agosto 20,1968). Pero la semilla quedó sembrada. Así su proceso
final se inició con las huelgas de Polonia en 1980, encabezadas por su líder
Lech Walesa(1943); por el anuncio de la “perestropika”, de Mijail
Govachov(1931), en 1985. Y, ya en 1989, con las elecciones en Polonia; con la
apertura de las fronteras de Hungría, que puso a andar de nuevo el reloj de la
historia(septiembre 11,1989) y con la caída del Muro de Berlín y los sucesos
que antes hemos enumerado. Allí el tiempo de las revoluciones, iniciado en el
siglo XVIII, cesó entonces. Y la palabra revolución desapareció del vocabulario
politico. Quedó sólo para el análisis de la historia. Y podría decirse también
que el socialismo autoritario caído pasó al “basurero de la historia”, la
expresión de León Trotski(1879-1940) para referirse a toda idea politica que había
dejado de tener sentido[1].
Así en ninguna
parte, menos entre nosotros, se podía hablar de Revolución una década más tarde
de todos los sucesos decisivos que hemos enumerado.
Todo lo sucedido
a partir del 10 de noviembre de 1989 había sido vaticinado ampliamente. Entre
nosotros con el clarividente libro de Carlos Rangel(1929-1988), El tercermundismo, publicado siete años
antes del suceso. Y a nivel global por el maestro mexicano Octavio
Paz(1914-1998), el mayor pensador latinoamericano del siglo XX. Este años antes
había mirado el siglo XX en su verdadera faz en su Tiempo nublado Fue Paz quien previó lo que iba a suceder en un
discurso leído en Valognes, Francia(junio 22,1989), ciento trienta y un día
antes del histórico acontecimiento. Allí expresó: “el fin del mito del
socialismo autoritario…presenciamos el crepúsculo de la idea de la Revolución
en su última y desventurada encarnación, la versión bolchevique”[2].
Hoy sabemos por
qué en Venezuela, pese a la propaganda, a los esloganes, no se puede hablar de
Revolución. De hecho no la hemos tenido, lo que hemos tenido es destrucción de
todo lo útil creado por nosotros, en los últimos casi noventa años, porque
el Estado Moderno fue creado entre
nosotros en los años viente, durante la dictadura gomecista. Y si contamos
desde la muerte del gran dictador llevabámos para 1999 sesenta y cuatro años de
acción positiva y no solo desde 1958, como el Comandante empezó a decir con su
escaso sentido del suceder histórico. Sobre esto hay que recordar lo que dice
el psicólogo Axel Capriles en una de las páginas del libro que comentamos:
“Creo que los creadores de la democracia, a pesar de todos sus vicios y sus
problemas, por lo menos tuvieron una visión, una idea, que lo menos arrigaron
en nosotros la idea de la democracia, cuando desconocíamos esa forma
política”(p.59). Y lo único que hemos tenido en los últimos quince años no ha
sido revolución ni siquiera puede ser calificado de gobierno sino de
destrucción. De hecho gobernar es muy distinto a mandar. Gobernar es preveer
para proveer. Y, además, en este período, sólo hemos tenido caos, desorden y
anarquía.
Que el tiempo de
las revoluciones cesó nos lo hace ver el maestro Uslar Pietri en estas líneas,
respuesta a una pregunta de Rafael Arraiz Lucca formulada el año 2000: “Ahora
hablamos de revlución, es muy curioso, la idea de revolución desapareció del
mapa. En este momento no queda ningún
poder revolucionario en el mundo…Si alguien se atreviera a hacer un estudio
sobre la idea de revolución en Venezuela, se vería lo que ha costado, lo que ha
significado, lo que contiene, lo que expresa, es lamentable”[3].
¿POR QUÉ NO ES
BOLIVARIANA?
Y no es
bolivariana porque ese Simón Bolívar(1783-1830) que pregonan no es el
histórico. El verdadero es distinto. Es aquel que respaldan los 12.056
documentos que de él conocemos, dictados por él, redactados por sus amanuenses,
secretarios y ministros, al menos hasta 31 de diciembre de 1825, en donde se
cierra hoy la edición de los Escritos del
Libertador, edición magistral detenida por orden del actual gobierno desde
el momento en que aquellos sagrados papeles fueron sacados del Archivo del
Libertador y del cuido por la Academia Nacional de la Historia, de un lugar
donde habían todo aquello que contruibuía a su perservación. A estos infolios
habrá que añadir los que escribió Bolívar en los años 1826-1830, los últimos
cuatro años de su vivir, el último fue dictado, desde su lecho de muerte, a su
sobrino Fernando Bolívar Tinoco(1810-1898), el 11 de diciembre de 1830. Sin ese
conocimiento, y sin la lectura de las 300 obras interpretativas fundamentales
que hay sobre el Libertador, no se le puede conocer. Y el chavismo, pese a que
así lo propague, no conoce a Simón Bolívar. La única decisión correcta
relacionada con él, fue la relativa a la octava estrella de la bandera, que en
verdad si fue decretada por el propio Bolívar(noviembre 20,1817), producto de
su euforia por la conquista de Guayana, pero que nunca fue puesta en nuestra
bandera por nuestros sucesivos gobiernos. El régimen no es bolivariano, sino
una “ideología de reemplazo”, como nos lo ha enseñado el maestro Germán Carrera
Damas(1930), instaurada sobre el bolivarismo-militarismo[4].
[1] Robert Service: Trotski: una biografía. Barcelona: Ediciones B, 2010.735 p. Sobre el “basurero de la historia” ver la p.667, nota 40.
[2] Las referencias que hemos hecho proceden del libro de Carlos Rangel es El tercermundismo. Caracas: Monte Ávila Editores, 1982. 286 p.. y Octavio Paz primero en Tiempo nublado. Barcelona: Seix Barral,1983. 206 p.. y en Poesía, mito y revolución. México: Vuelta, 1989,p.45-69. Nuestra cita procede de la p. 67, ensayo también inserto en su libro La otra vez. Caracas: Planeta, 1990,p.55-68. La cita procede de la p.67. Y tras la caída del Muro de Berlín publicó el mismo Paz su Pequeña crónica de grandes días. México: Fondo de Cultura Económica, 1990. 169 p., todo escrito como consecuencia de aquel hecho y sus consecuencias. En Venezuela el primero en registrar el suceso fue Arturo Uslar Pietri quien dedicó al tan singular hecho dos arttículos, aparecidos en su columna del diario de El Nacional, de Caracas: “El Muro de Berlín y el Tercer Mundo”(diciembre 10,1989) y “El Mraxismo-leninismo”(diciembre 17,1989), insertos en su Pizarrón. Caracas: Los Libros de El Nacional,2006,p.382-386. Del lado europeo, apenas sucederse la caida del Muro de Berlín, el gran pensador Isaias Berlín(1909-1987) escribió “La supervivencia de la inteliguéntsia rusa” inserto en su obra La mentalidad soviética. Madrid: Círculo de Lectores,2009,p.263-267, allí insitió que el suceso, como sucedió en todas las mentes democráticas y tolerantes del mundo, le habían producido “asombro, euforia, felicidad”(p.263). La bibliografía publicada sobre todo esto es amplísima. Y, además, la caída del socialismo nos ha permitido leer, además de los nanálisis, las obras de los escritores prohibidos y perseguidos dentro del mundo comunista, con lo cual no visión de la literatura de todos aquellos países se ha ampliado.
[3] Rafael Arraiz Lucca: Arturo Uslar Pietri: Ajuste de cuetas. Caracas: Los Libros de El Nacional, 2001. 101 p. La cita procede de las p.48-49.
[4] Germán Carrera Damas: El bolivarianimo-militarismo, una ideología de reemplazo.2ª.ed. Caracas: Alfa,2011.210 p.
¿ BOLÍVAR DE DERECHA O BOLÍVAR DE IZQUIERDA ?
Marco Tulio Cicerón | julio 19,
2017 | Web del Frente Patriotico
Al parecer el gran filósofo español, José Ortega y Gasset,
había dicho –según Dalmacion Negro Pavón-que ser de derechas o ser de
izquierdas era una de las formas infinitas de hacer el imbécil. Según este
autor, la distinción nación fortuitamente en los acontecimientos de la
Revolución francesa, cuando los representantes del pueblo en la Asamblea
– los más exaltados a la izquierda y los más moderados a la derecha- hizo una
gran fortuna en el transcurso del siglo XIX y se hizo imprescindible en
el lenguaje político del siglo XX, para denominar integralmente las dos
actitudes y tendencias políticas fundamentales. De modo sucinto, diremos que la
derecha es más conservadora, más práctica; respetando más la realidad se apega
más al sentido común y, en este sentido, es más política que la izquierda. Esta
última es más racionalista, o contructivista como diría Friedrich Hayek, más
idealista invariablemente pretendiendo construir o rehacer la realidad social
conforme a ideales, y siempre tendiente a la utopía, y a manipular a los
hombres como cosas.
En Venezuela, durante el siglo XIX pletórico de revueltas,
alzamientos y revoluciones, todos los políticos y partidos eran liberales. Los
liberales de Guzmán Blanco, los liberales del “Mocho” Hernández, etc. Hasta que
llegó la dictadura de Juan Vicente Gómez y los acabó. En la actualidad desde
1958 todos los partidos son de izquierda, tanto Acción Democrática, COPEI, el
Partido Comunista, etc. Por lo tanto el adjetivo de izquierda es popular y da
“lustre” en la política.
Otra costumbre, que implantaron algunos dictadores, entre
ellos Antonio Guzmán Blanco fue el culto bolivariano.
En efecto, después de ser trasladados los restos de
Bolívar a Caracas, años más tarde se daría comienzo a su endiosamiento en un proceso
verdaderamente propiciado por Guzmán Blanco, quien para justificar su
propio culto a la personalidad, tuvo que inventarse la compañía del Libertador.
Inclusive hasta acuñó monedas donde aparecían
tanto él como Simón Bolívar. Este proceso arranca
con su persona a raíz de la desaparición en el plano político de la llamada
oligarquía conservadora, que fue la de los
propietarios y comerciantes que se aliaron
con Páez para desacreditar al proyecto
bolivariano y echar a andar un país
al que creían enteramente suyo, como
consigna-proyecto de toda oligarquía. Es
esta misma gente, la de la
Constituyente de Valencia, que abjura del proyecto gran-colombino y
que no por azar eran llamados godos, por su adscripción
a la causa del rey durante la
Independencia. Estos “godos” que se mantuvieron en el
centro del país, hasta la víspera de Carabobo (Caracas fue realista hasta
1821) encontraron en Páez y su república
censitaria, el modo de regresar y
mantener su estatus privilegiado luego de
1830 y erigir una república, con celo
y escrúpulos administrativos hay que señalarlo, a
la medida de sus propios intereses de
clase. Esta generación fue masacrada por la Guerra
Federal y sus intereses suplantados, en
un cambio de manos que trocó a liberales amarillos por
conservadores, bajo el implacable mando de Guzmán Blanco, quien reclama
para sí el ideario de Simón Bolívar.
Tres décadas más tarde, en tiempos del General Gómez,
también se establece un paralelo entre su ascenso al poder y el
resurgimiento definitivo de la Patria”; momento de rompimiento con un pasado
que había puesto “…al borde de la ruina la obra misma de
los libertadores”. Otra fecha centenaria
fue adecuada para supeditar de manera
directa la administración “Rehabilitadora” que
apenas se iniciaba precisamente con el aniversario
de la Independencia en 1910. Si bien tenía
sobriedad en su discurso, era profundamente
diestro en su actuación. Su régimen sabe
presentarse como la prolongación de la independencia lograda
cien años atrás y como la expresión de un ideario bolivariano.
De modo pues que aquí probamos, si derecha significa
“dictadura” y “merma de libertades”, como los dictadores han asociado su nombre
a Simón Bolívar.
Sea como fuere, Simón Bolívar fue el “Primus inter pares” de
una clase social “los mantuanos”, los cuales por cuestiones económicas y
algunas políticas de menor rango, estaban disgustados con el mando de la Corona
española, y aprovecharon la invasión napoleónica a España para declarar la
independencia de Venezuela. En plena guerra de independencia, un
asturiano llamado José Tomás Boves, supo levantar a libertos, negros y mulatos,
las clases más “bajas” en la sociedad colonial y los lanzó con éxito contra los
ejércitos de Bolívar y de Mariño, al punto de que casi se pierde la República
fundada por los mantuanos debido a esa contra-insurgencia. Simón Bolívar estaba
impregnado de las ideas de la ilustración francesa, y animado por el ejemplo de
la independencia de Estados Unidos de América.
De acuerdo a Inés Quintero:
El Bolívar de Derecha se nos presenta como un individuo
autoritario, dictatorial, personalista y con profundas reservas frente a la
igualdad; mientras que el Bolívar de Izquierda es un revolucionario, demócrata,
popular, integracionista, adalid de la igualdad y antimperialista.
El actual gobierno surgido de la intentona de golpe de
Estado del 4 de febrero de 1992 y del 27 de noviembre de ese mismo año, y de
las elecciones de 1998, logró cambiarle el nombre al país para denominarse
República Bolivariana de Venezuela, y en los organismos más importantes le ha
adosado el adjetivo de bolivariano. También en los discursos del desaparecido
presidente Hugo Chávez F. se apela a las ideas que Bolívar expresó en el
Congreso de Angostura, y en otros documentos. Al parecer, proclamarse
bolivariano da un lustre, un prestigio de que se está actuando bien, y a favor
del país.
En definitiva, Bolívar no pertenece a ninguna facción
política o grupo de poderes, el Libertador pertenece a todos los venezolanos,
el hizo su historia en su tiempo, y realizó lo que tenía que hacer, es
simplemente grotesco que dictadores como José Vicente Gómez y candidatos
a dictadores como Hugo Chávez F. se apoderen de una imagen y hasta le cambien
el rostro para adecuarlo a sus misiones políticas y proyectos totalitarios.
La famosa división entre izquierda y derecha viene desde el
S. XIX. Los jacobinos (en francés, jacobins) eran los
miembros del grupo político de la Revolución francesa llamado Club de los Jacobinos, cuya sede se
encontraba en París, en el convento de los frailes
dominicos de la calle Saint-Honoré.
Eran republicanos, defensores de la soberanía popular,
propugnaban el sufragio universal, su visión de la indivisibilidad de la nación
los llevaba a defender un estado centralizado. Se confunden a menudo con El Terror,
en parte debido a la leyenda negra que divulgó la reacción termidoriana sobre Robespierre. En el siglo XIX,
el jacobinismo fue la fuente de inspiración de los partidos republicanos que
promovieron la Segunda y la Tercera República Francesa. En la Francia
contemporánea, este término se asoció con una concepción centralista de
la República.
En Francia, desde la Edad Media, se llamaba coloquialmente
'jacobinos' (jacobins) a los dominicos (dominicains), por el
convento de la orden fundado en París a principios del siglo XIII y dedicado
a Santiago (en francés, Saint Jacques y en latín, Iacobus), convento que luego
dio su nombre a la calle donde se levantaba, la calle Saint-Jacques, en
el Barrio Latino. Cuando el Club
Bretón trasladó su lugar de reuniones al convento dominico de la
calle Saint-Honoré, fundado en el siglo XVII y situado a dos pasos de la
'Sala del Manège' donde la Asamblea Constituyente celebraba
sus sesiones, se les dio irónicamente el apodo de 'jacobinos', o 'club de los
jacobinos', nombre que acabaron por adoptar oficialmente.
Girondino (del francés girondin,
porque el partido se formó en torno a algunos diputados del departamento
francés de Gironda1 ) es
el nombre dado a un grupo político moderado y federalista de
la Asamblea Nacional y de la Convención Nacional francesa,
que estaba compuesto por varios diputados procedentes de Gironda.
Pertenecían, en su mayoría, a la burguesía provincial de los grandes puertos
costeros. Su violento enfrentamiento con el grupo de los montañeses dominó los primeros
meses de la Convención Nacional. El grupo contaba con 175 diputados de los 749 que componían la
Asamblea de la Convención y gobernaron durante los años 1792 y 1793. En su mayoría
eran miembros intelectuales de la rica burguesía del
mundo de los negocios.
Conocidos, en esa época, como los Brissotins o Rolandistes,
el nombre de girondino se popularizó a principios del siglo XIX,
sobre todo a partir de la obra de Lamartine Histoire des Girondins (Historia
de los girondinos). Acusados por los jacobinos de
conspirar contra la unidad de la República,
sus dirigentes fueron juzgados por el Tribunal Revolucionario y posteriormente guillotinados (1793).
En la Convención Nacional, los
girondinos, en su mayoría diputados provinciales, fueron instalados a la
derecha, y la Montaña, compuesta por veinticuatro diputados de París y otros,
fue instalada a la izquierda. Los girondinos dominaban la Asamblea e,
inmediatamente, empezaron a atacar a la Comuna de París y a los montañeses (más
conocidos también como jacobinos) a los que consideraban responsables de
las masacres de septiembre. Marat fue
el primer implicado.
Aunque fueron acusados de federalistas, los girondinos, se
aprovecharon de la favorable evolución de la situación militar (victoria de Jemappes, 6 de noviembre de 1792) para relanzar la
Convención girondina. Sin embargo, durante el proceso de Luis XVI, los
girondinos, que se oponían a su condena, fueron considerados poco republicanos.
La situación militar sufrió un cambio (derrota de Neerwinden, 18 de marzo
de 1793),
traición de uno de ellos Dumouriez (5 de abril de 1793) y su oposición contra
la institución de un Tribunal revolucionario, les comprometió
definitivamente.
LA RESISTENCIA
Carlos Blanco @carlosblancog | julio 19, 2017 | Web
del Frente Patriotico
Los que marchan; los que apoyan dentro o fuera de Venezuela;
los que están en el frente o más atrás, en el cuerpo central de las
demostraciones, o en la retaguardia; los que son capaces de conmoverse ante el
crimen que ejecutan Maduro y sus secuaces; todos, sin excepción, merecen
reconocimiento eterno por la patria libre que harán posible.
Hoy escribo sobre los muchachos de “la Resistencia”. Esos
jóvenes, jovencísimos muchos de ellos, de repente congregados en cualquier
altura de la marcha, se colocan en el algún recodo y comienzan a prepararse
para el combate que vendrá. El escudo a veces mejor hecho, otras con retazos de
algún material; una franela que solo deja los ojos prontos para lo que vendrá;
un casco que puede adquirir calidades inusitadas; muchos con máscaras antigás;
pero, especialmente una determinación que solo poseen los que están dispuestos
a todo, incluso a arriesgar su vida como se ha visto por más de 70 días.
Es posible que al arranque hayan sido percibidos como los
amotinados de cualquier manifestación. Sin embargo, en el combate comenzaron a
ganarse sus galones. Hoy los de la Resistencia tienen las insignias de los
soldados del asfalto, de los capitanes de la calle, de los coroneles de la
revuelta.
Cuando atraviesan la multitud, con paso seguro, como quien
va a un destino, los ciudadanos los reconocen y aplauden. Saben que, en el
fondo, las marchas convocadas hacia recintos a los que no puede llegarse,
adquieren otro sentido, más dramático y riesgoso, cuando “la Resistencia” se
coloca al frente y les dice a guardias y policías: no descansaremos hasta que
un día nos abramos paso y le abramos paso a esos que están detrás de nosotros y
de los cuales somos sus heraldos.
Antes era un puñado de jóvenes, ahora parecen cientos muy
organizados. Seguro que hay una mezcla social, política, espiritual y ética muy
compleja; sin faltar los infiltrados, sembrados para destruirlos. No sabemos.
No reclaman un protagonismo individual, ni se hacen selfies, ni tienen una
cámara que los lance con nombre y apellido hacia las redes –salvo cuando rinden
su vida por la causa, como Neomar Lander, ante quien Venezuela se inclina en
homenaje–.
Los de la Resistencia son el rostro de las marchas en el
anonimato de sus individualidades. No sé el porvenir de esos niños-jóvenes
héroes. Ellos marchan y “frentean” por los que vienen detrás, tal vez sin saber
exactamente que los demás marchan por ellos, porque los resistentes le
comunican sentido a una presencia en la calle que, al llegar una y otra vez al
mismo sitio, a veces pareciera no tenerlo.
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