JORGE Y SU HERMANA DELCY SIEMPRE SE ESCUDAN PARA ACTUAR ASI, TRAS LA SOMBRA DE LA MUERTE DE SU PADRE Jorge Antonio Rodríguez (Carora, Lara, 16 de febrero de 1942 - Caracas, 25 de julio de 1976) quien fue un político y líder estudiantil venezolano, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y posteriormente fundador de la Liga Socialista.
Estudió en la Escuela Técnica de Agricultura Gervasio Rubio,
antes conocido como "Centro Interamericano de Educación Rural"(CIER)
ubicado en el Estado Táchira, la mejor de Sudamerica
en donde egresa como maestro rural.
Posteriormente, se traslada a Caracas a estudiar en la Facultad de Humanidades
y Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV). El 26 de diciembre de
1962, Rodríguez contrae matrimonio con Delcy Gómez en La Iglesia de San
Juan, Barquisimeto. Procrearon tres hijos en los que se
destacan Jorge Jesús y Delcy Eloína.
Formó parte de la dirección estudiantil en la Federación de
Centros Universitarios (FCU) y fue delegado del Consejo Universitario en el año
1966. Rodríguez estaba a favor del Movimiento de Renovación Universitaria, el
cual nació el día 18 de junio de 1968, dicho movimiento demandaba una mayor
libertad al gobierno, ya que para la fecha (1969-1973) este asfixiaba a las
instituciones universitarias. Fue fiel activista en la lucha contra el cierre
de la Universidad. En el año 1972, Rodríguez fue aprehendido por el Servicio de
Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA).
Jorge Rodríguez llama a la creación de la Liga Socialista como partido de
izquierda revolucionario en noviembre de 1973, en el cual ocupó el cargo de
Secretario General. “El Socialismo se conquista peleando”, fue el grito de
combate que durante los años setenta elevara Jorge Rodríguez y la Liga
Socialista, por tanto hizo con su vida realidad del refran “Quien a hierro mata a hierro muere”, cosa que su hijo no tolera se haga bajo el maldito gobierno que preside. Ellos matan y matan, quieren poder y poder, $$$+$$$ y el pueblo hambriento, famelico y sin salud. Ni Guera de Tronos doctor Rodriguez. No estamos en la Edad Media.
Habia una guerra en el país, entre las fuerzas del gobierno,
que gústenle o no era DEMOCRATICO, y el remanente de las fuerzas que habían quedado
ejerciendo una lucha de guerrillas, después del proceso de pacificación del Dr.
Rafael Caldera cuando era Presidente entre 1969-1973. De las escaramuzas de esa
guerra la mas recordada es el secuestro de William Niehous. El 27 de
febrero de 1976 fue raptado el estadounidense William Frank Niehous, quien era
vicepresidente de la Owens Illinois Venezuela por Grupos
Revolucionarios. Niehous fue señalado por grupos de izquierda como agente de
la Agencia Central de Inteligencia,
cuyo nombre original en inglés es Central Intelligence Agency (CIA), y por
tener estrechas relaciones con el embajador de Estados Unidos en Venezuela para
ese entonces, Harry Slaudeman. Incluso se le
acusaba de estar involucrado con el golpe militar en contra del presidente
chileno Salvador Allende en el año 1973. Esto trajo
como efecto inmediato una ola de persecución, represión y apresamientos por
parte del gobierno de Carlos Andrés Pérez en la búsqueda y
rescate del estadounidense secuestrado, lo que causo la detención del dirigente
en la avenida Sucre, frente al liceo Miguel Antonio Caro. El secuestro de
Niehous fue reconocido como el más largo en la política venezolana con una
duración de tres años y cuatro meses.
Jorge y Delcy Rodriguez el padre de Uds. además de haber
sido buena gente, excelente persona y abierto al dialogo estaba jugándose la
vida por un ideal, cosa que Uds. no conocen porque viven llenos de odio y super
protegidos. El señor padre de Uds. sabia que la guerra era a muerte, y asi lo
oi decir en un conversatorio entre el y otros dirigentes del social
cristianismo y otras fuerzas que existían en la Universidad cuando yo estudiaba
Letras en la UCAB.
El muere a los 34 años de edad, el 25 de julio de 1976, en
los sótanos de la Dirección
General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP),
bajo las ordenes de Godoy, quien siendo Director de la DISIP cuando el padre de
Uds. Cae preso, ORDENA ASUS SUBALTERNOS
NO TOCARLO, Y LOS IMBECILESa funcionarios policiales Guillermo Zambrano,
Braulio Gudiño, Juan A. Díaz e Itamar Ramírez, lo torturan hasta producirle una
hemorragia interna, pues contra las ordenes de Godoy del Ministro Octavio Lepage,
fue sometido a torturas durante los interrogatorios en la DISIP.
Creo que si Jorge Rodriguez viviera no seria la misma vaina
que son sus hijos, menos aun Jorge que es realmente un psicópata frio y
calculador, porque no era su talante tan
malo como el de su hijo, criado junto con su hermana Delcy en las mejores
universidades del mundo, bajo la tutela de Jose Vicente Rangel Vale, su tutor.
BASTA JORGE YA DE TANTA MALDAD!!! COSA QUE SI RECLAMAS SE
DEBIO HACER CON TU PADRE Y TU LO HACES CO TODO EL MUNDO, DESDE QUE TE CONOCIMOS
CON TU VOZ DE CHAMO CARAQUEÑO, EN LOS CABNALES DE LA TELEVISION CUANDO
ENGAÑABAS A TODA VENEZUELA DESDE EL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL.
LA VERDAD AMIGO RODRIGUEZ.
LA VERDAD AMIGO RODRIGUEZ.
Escrito por Gerónimo Figueroa F. | @lodicetodo
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Sábado, 27 de Agosto de 2016 13:20
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Ponerse una franela de un
color o una chaqueta de revolucionario y actuar como delincuente violando los
derechos humanos de un sector de la población
en nombre de la justicia y la libertad de los pueblos, no
puede ni debe ser una patente de corso para merecer la impunidad por los
delitos cometidos. Si una banda asalta un banco para disfrutar el dinero y
otra asalta el mismo banco en nombre de la revolución, son iguales de
delincuentes. No importa el color de la chaqueta que usen ni la acera
donde estén ubicados, son iguales de delincuentes.
Bajo ningún concepto la sociedad debe aceptar el chantaje de que los revolucionarios pueden secuestrar a ciudadanos y cobrar grandes sumas de dinero para liberarlos, tampoco se debe aceptar que con actos terroristas asesinen a inocentes, especialmente niños, mujeres y ancianos indefensos, en nombre de trillados ideales revolucionarios para liberar los pueblos, porque los caídos en los actos terroristas también pertenecen al pueblo y tienen Derechos Humanos igualitos a los de los revolucionarios. Por lo tanto, a esos que se disfrazan de revolucionarios y actúan como delincuentes hay que desenmascararlos. El 27 de febrero de 1976 un comando guerrillero integrado por siete hombres armados secuestró al presidente local de la compañía norteamericana Owens Illinois, William Frank Niehous, en su residencia ubicada en Prados del Este del municipio Baruta de la Gran Caracas, quien estaba acompañado por sus tres hijos y su esposa cuando los bandoleros se lo llevaron contra su voluntad. Posteriormente se supo que los secuestradores eran militantes guerrilleros de la Organización Revolucionaria (OR), la cual surgió de una de división de bandera Roja que a su vez era una división del MIR. La cara legal de la OR era la Liga socialista. Horas después en un comunicado los secuestradores que se identificaron como Los Comandos Revolucionarios, cuya misión era secuestrar ciudadanos para luego cobrar por su liberación, colocó un mensaje en un buzón de correo en Roca Tarpeya en la avenida Nueva Granada de Caracas, para el periodista José Emilio Castellano que hacia sucesos para el diario El Nacional, pero en vista que Castellano no estaba de guardia en la redacción, el jefe de redacción del citado diario, José Moradel, ordenó recoger el mensaje por otro periodista, quien después de cumplir la misión ordenada se fue directo para sede principal de la DISIP. En el mensaje los secuestradores del industrial norteamericano anunciaban que no pedían dinero para liberarlo sino que el prisionero sería ejecutado por ser enemigo de Venezuela. Tres meses después los servicios de inteligencia del gobierno nacional detuvieron a Jorge Rodríguez padre por estar involucrado en el secuestro, pero lamentablemente fue asesinado por efectivos de la DISIP cuando lo “interrogaban”. Aunque Jorge Rodríguez padre era culpable de ese secuestro y de otros por los cuales habían cobrado para liberar a las víctimas, no justificaba bajo ningún concepto su asesinato, por lo que Carlos André Pérez destituyó a Arístides Lander como director de la Disip y otros tres funcionarios que debieron responder ante la justicia por esa muerte. Estamos claro que cuando a Jorge Rodríguez padre lo torturaron hasta matarlo es un crimen de lesa humanidad, pero secuestrar a una persona frente a sus hijos y su esposa con atropellos físicos y verbales, como lo hizo Jorge Rodríguez padre con el industrial norteamericano, William Frank Niehous, también es crimen de violación a los Derechos Humanos que no podemos bajo ningún concepto aceptar como una acción revolucionaria, porque no es verdad, carajo. El resto de los implicados en el secuestro fueron Fernando Soto Rojas, Marelis Pérez Marcano, David Nieves, Salom Mesa Espinoza, Fortunato Herrera, Iván Padilla, José Aquino y por supuesto Jorge Rodríguez padre, secretario general de la Liga Socialista y jefe de la banda. Igualmente entorpecer el refrendo revocatorio con trampas leguleyas no solo viola el artículo 72 de la Constitución Nacional, sino que atropella de forma flagrante los Derechos Humanos y Políticos de 19 millones de venezolanos que aparecen registrados en la data del CNE, así como pedir públicamente a los ministros del gabinete ejecutivo del presidente Nicolás Maduro que despidan a todos los funcionarios que firmaron para solicitar el referendo revocatorio, tal como lo hizo el siquiatra Jorgito Rodríguez, viola los derechos humanos y el derecho al trabajo que puede ser considerado como crimen de lesa humanidad. El 29 de junio de 1979 tres años cuatro meses y dos días, la PTJ rescató al empresario norteamericano pero no por casualidad de que dos policías investigaban el robo de ganado como se informó en ese momento, ni por labores de inteligencia, sino por negociaciones entre los directivos de la Liga Socialista con el gobierno de Luis Herrera, lo cual quedó demostrado cuando una semana antes los principales dirigentes de la Organización Revolucionaria (OR) que estaban en la clandestinidad aparecieron armados en un acto del Aula Magna de la Universidad central de Venezuela, al parecer con el visto bueno del gobierno de Luis herrera porque ya habrían negociado entregar las coordenadas donde estaba el secuestrado y las dos personas que lo custodiaban. www.lodicetodo.com | geron2ff@yahoo.com |
El Dr.Jorge Rodríguez y Mr. Hyde
Jorge es un hombre rico que detesta a la burguesía. Es un
médico hábil formado en la UCV y es, al mismo tiempo, artífice de la
destrucción de la academia y el empobrecimiento de los profesores que le dieron
clases. Es un político brillante que se pone a las órdenes del totalitarismo y
la anti política
Todo lo que a usted puede hacerle falta está en el hogar de
Jorge Rodríguez: Harina Pan, dinero, aceite (de todas las marcas), papel tualé
para regalar, buenos carros, etc., etc. También tiene una casa espectacular que
en realidad es una especie de mansión ubicada, por supuesto, en el Municipio
Libertador (en una calle donde viven los ricos y famosos). Esto lo sabe mucha
gente porque Venezuela cada vez se pone más chiquita, Caracas es una metra,
todo se sabe. Las colinas miran a los cerros y viceversa, estamos cerca, nos
miramos a los ojos.
Los escoltas armadísimos y las camionetotas blindadas forman
parte del imaginario de todo chavista medianamente poderoso, pero Jorge no se
conforma con superficialidades, es un hombre sofisticado. Va más allá del sueño
boliburgués. Por ejemplo, al caminar por la mansión del socialista doctor, uno
puede conseguirse a un tipo medio raro en la cocina, un sujeto con actitud
relajada. Se trata del chef personal de Mr. Hyde.Pues Jorge come bien, muy
bien, y tiene de todo en la despensa sin hacer colas humillantes.
No conozco personalmente a Jorge Rodríguez, pero desde que
supe de él me pareció un personaje interesante. Somos casi contemporáneos –me
lleva dos años- tenemos -o tuvimos- amigos comunes, se hizo figura pública, y a
pesar de que compartíamos poca ideología, lo consideré un tipo con cancha,
inteligente.
Conozco la historia mitológica de la muerte de su padre en
1976. El papá de Jorge fue líder y fundador de un partido político pequeñito y
aguerrido, La Liga Socialista, que participó, junto con otras organizaciones de
ultra izquierda, en el secuestro de un alto ejecutivo gringo para dar un golpe
propagandístico. La jugada se le fue de las manos a todo el mundo y el
secuestro de William Frank Niehous, jefe supremo de la empresa Owen Illinois en
Venezuela y presunto agente de la CIA, se convirtió en el suceso mediático de
mediados de los años setenta en el país. Tres años y medio estuvo el gringo en
manos de la Liga y sus aliados. El balance fue desastroso para todos. La
extrema izquierda –la oposición del momento, armada y clandestina- y el
gobierno -pseudo democrático y torpe- quedaron muy mal parados, muchos
presos, muchos muertos, entre ellos el papá de Jorge, asesinado a golpes por la
Disip (que ahora es el Sebin), la policía política de Carlos Andrés Pérez.
Octavio Lepage, el ministro de Relaciones Interiores del momento, declaró que
Jorge Rodríguez (padre) había fallecido de muerte natural, la izquierda
venezolana le dio la razón, declarando que después de semejante golpiza era
natural que cualquiera se muriera. Jorge tenía en ese momento once años.
¿Cuán traumática habrá sido para ese muchachito la muerte de su padre en esas
circunstancias?
Fue un excelente estudiante de medicina en la Universidad
Central de Venezuela. Es psiquiatra, se graduó con honores y de paso fue
dirigente estudiantil y presidente de la Federación de Centros de
Universitarios de la UCV. Sus compañeros lo recuerdan como una persona
brillante. El chavismo le cayó como anillo al dedo, por fin triunfaba la
revolución redentora… ¿tal vez vengadora?
Jorge sabe hablar bien. José Ignacio Cabrujas escribió un
magnífico artículo en 1991 en el que al final dejaba caer esta perlita: Quien
habla bien, en un país de iletrados, conserva el poder, puesto que domina el
lenguaje del poder. Quien habla bien asusta.Agrego yo que el que sabe
hablar tiene que saber pensar y Jorge, además, también sabe escribir,
ganó el concurso de cuentos del diario El Nacional en 1998.
Hace muchos años, al comienzo de la era chavista, me lo
conseguí en Punta Arenas, la playa que está en el extremo occidental de la
península de Macanao en la isla de Margarita, bebiendo whisky, despreocupado
con unos panas, en traje de baño, nadie le hacía demasiado caso, no era famoso
aún, no imaginábamos el tamaño del desastre en el que el chavismo y Jorge nos
estaban metiendo.
Ha ascendido en el escalafón del poder: vicepresidente de la
República, director del Consejo Nacional Electoral, alcalde de la capital, pero
entonces uno observa su trayectoria, analiza su desempeño y surgen más
preguntas: ¿De dónde saca los reales para vivir como un príncipe? ¿Es la
carrera política tan provechosa? ¿Gana tanto un alcalde?
Delcy, la hermana canciller, vuela alto igual que él, la
política corre por las venas de la familia, el gusto por el lujo y la buena
vida también. Por algo vive en un comunistoide penthouse de dos pisos en la
parte alta de Altamira, en la frontera con Los palos Grandes. Las preguntas se
multiplican: ¿Quién paga tanta calidad de vida para los líderes más socialistas
del momento?
Jorge es el súper vocero gubernamental, se le encargan las
labores escabrosas, las más delicadas, es el manipulador del lenguaje y las
mentes, destila cinismo, todos saben que no dice la verdad, él también lo sabe,
¿cuántas personalidades habitan la mente privilegiada del Dr. Rodríguez? El
niño huérfano y traumatizado, el médico abnegado y eficiente, el político
manipulador y torcido, el intelectual elocuente, el hombre de mundo, el
vividor… cuántas preguntas sin respuesta. De paso, o sea, además, Jorge es
dueño de una casota espectacular en los Ranchos de Chana, donde sólo tienen
casa la rancia oligarquía venezolana y los súper enchufados. ¿Quién la paga?
Pareciera que el Dr. Rodríguezes capaz de cambiar
tranquilamente de personalidad con la misma facilidad con la que cambia de
cachucha. Su pensamiento es complejo, en su cerebro conviven en armonía las
contradicciones, pero ¿cuánta gente distinta puede vivir en una sola mente por
más amplia que esta sea?
Jorge es un hombre rico que detesta a la burguesía. Es un
médico hábil formado en la UCV y es, al mismo tiempo, artífice de la
destrucción de la academia y el empobrecimiento de los profesores que le dieron
clases. Es un político brillante que se pone a las órdenes del totalitarismo y
la anti política. Es un intelectual que sirve a la estupidez y la ignorancia.
Es un hombre de mundo atrapado en el minúsculo ámbito de la adulación… ¿Siguen
siendo amigos de Jorge los panas que bebían whisky con él en la playa hace
quince años? ¿Quién vivirá en su palacio de La Alta Florida dentro de una
generación?
Venezuela no está sana, es una enferma mental, los
venezolanos vivimos bajo constante presión. Los obstáculos, la incertidumbre y
el miedo nos ahogan, nos quiebran los nervios, nos nublan el horizonte. Pero lo
peor es que como contraparte a los problemas no tenemos expectativas, que son las
que mueven las voluntades y alimentan el juicio. Vivimos en un país mentalmente
desequilibrado. Si en el país de los ciegos el tuerto es rey, debe ser verdad
que en el país de los locos el medianamente cuerdo, el menos loco, ¿el
psiquiatra?, puede ser jefe y líder, prócer de la revolución. Sin embargo no
hay nervios que aguanten tensión infinita, por más que sean de acero. Jorge
también está bajo presión y las preguntas se acumulan: ¿qué piensa realmente
Jorge Rodríguez?
Quizás supone que puede convencernos, apuesta a que somos
manipulables. ¿No se mira al espejo? ¿Cree en sus propias mentiras?
Habrá que esperar por las respuestas, pero mientras tanto
las interrogantes apremian.
¿A qué juega? ¿Qué busca? ¿En qué cree? ¿Qué siente?
¿Habrá perdido la razón el Dr. Rodríguez?
¿Se estará volviendo loco el psiquiatra?
¿Será que ya se volvió?
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