Hablando de Guyana
EL NACIONAL 17 DE NOVIEMBRE 2013 -
El balance presente de las relaciones con Guyana recoge lo característico de la política exterior desplegada por el gobierno venezolano desde 1999: por lo hecho, lo dicho y dejado de decir. Esa política ha proyectado las necesidades de consolidación de un régimen cada vez más impresentable que, en nombre de la solidaridad y la unidad regional, ha concentrado sus empeños y los recursos del país en asegurarse aplausos, vencer recelos y, en suma, cerrarse a cualquier asomo de escrutinio.
La tergiversación de posiciones firme y racionalmente sostenidas antes de 1999 en materias tan importantes como energía, fronteras e integración, entre otros temas, se manifestó crudamente desde 2004. Fue entonces cuando el presidente Chávez anunció en Georgetown que la cuestión de límites quedaría fuera del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas de los dos países. Era algo más que un giro táctico. En 2007 el mismo Chávez descalificó la reclamación al sostener que fue por presión del gobierno de Estados Unidos que Venezuela reactivó ese diferendo limítrofe en 1962.
El abandono del patrimonio diplomático acumulado en profesionales, acuerdos y vínculos internacionales se ha traducido en una diplomacia que perdió las formas y el respeto propios de una política de Estado. En 1966 el Acuerdo de Ginebra había recogido la disposición de Venezuela y Guyana, reafirmada veinte años después al adoptar la figura del buen oficiante, de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la reclamación, a la vez que facilitar la cooperación y el mutuo entendimiento sin por ello desconocer la reclamación pendiente. Nada más lejano a las supuestas pretensiones imperialistas sobre Guyana, vieja tesis del régimen cubano que, como otras posiciones y prácticas, han sido adoptadas de modo acrítico e inconsulto por el gobierno venezolano en los últimos quince años.
La confusión de los intereses de Estado con los de la irreversibilidad del régimen es otro rasgo general muy visible en las relaciones con Guyana. Para nadie fue nunca un secreto que fluidos vínculos con las islas del Caribe angloparlante eran de interés fundamental para Venezuela; tampoco se ignoraba que la reclamación ante Guyana, por sus vinculaciones con esas islas, debía tratarse con diplomática firmeza. En eso se había trabajado arduamente con los países caribeños, que se decían altamente sensibles a cualquier intento de influencia en sus decisiones y preferencias.
Los logros del gobierno se suelen medir en términos de respaldos políticos, como el que dio el Caribe para la postulación de Venezuela en 2006 a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, silla finalmente no lograda; o la participación de los socios de Petrocaribe y la Alianza Bolivariana en la Declaración de Caracas del 10 de enero de 2013 para convalidar la fórmula de provisionalidad de Nicolás Maduro y de no juramentación de Hugo Chávez. Pero hay otra medida, y no hacen falta correos de Snowden para constatarlo.
Desde la captura del Teknik Perdana en áreas de la fachada atlántica venezolana, la ofensiva diplomática y política de Guyana se ha convertido en evidencia de la naturaleza, la fragilidad y los riesgos de una política exterior que tantos recursos y oportunidades ha estado dispuesta a exponer a cambio de apoyos y silencios.
Diputados de la MUD reclaman ejercicio soberano en el Esequibo
Foto Diego Meinhard
Tumeremo.- Diputados de la Asamblea Nacional y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, visitaron las poblaciones Eterinbang y Anacoco, ubicadas en la zona en reclamación de Venezuela para rechazar las más recientes declaraciones emitidas desde Guyana y exigir que en el lugar se ejerza la soberanía nacional.
La travesía para llegar a San Martín de Turumbán, en Sifontes, a orillas del río Cuyuní en los límites con el territorio reclamado, arrancó desde muy temprano y llevó a los parlamentarios a cruzar el sur del estado y adentrarse en una intrincada carretera llena de enormes huecos que conduce a la zona que sobrevive en su mayoría de la minería ilegal y el contrabando de combustible.
Entre los diputados de la Asamblea Nacional asistentes a la actividad de ejercicio de soberanía estaban María Corina Machado, Andrés Velásquez, Américo De Grazia, Leomagno Flores, Freddy Marcano, Luis Barragán, Ángel Medina, Juan Guaidó, Juan Pablo García y Eduardo Gómez Sigala.
También asistieron a la visita el coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, el dirigente de la misma tolda Antonio Rivero, el legislador del Consejo Legislativo del estado Bolívar (CLEB), César Ramírez, y otros representantes opositores.
Machado expresó, “queremos rechazar categóricamente las declaraciones de la canciller de Guyana (en donde niega la existencia de un territorio en reclamación) las cuales violan el acuerdo de Ginebra suscritos por las partes”.
Agregó que la Movida Parlamentaria, de gira en Bolívar este fin de semana, constató la situación de los ciudadanos de frontera, que están desasistidos, sin oficina del Saime donde poder obtener una partida de nacimiento, una cédula, ambulatorio médico, escuelas y demás derechos.
Por su parte, Andrés Velásquez declaró que “vinimos a reivindicar un reclamo, un sentimiento nacional, el Esequibo es un sentimiento nacional. Esto quiere lograr sensibilizar no solo al Gobierno nacional sino al ciudadano, haciendo patria, soberanía”.
Leopoldo López recalcó que “el Esequibo es nuestro. Rechazamos las declaraciones de la canciller de Guyana. Hoy estamos en un acto de soberanía, es nuestro porque debemos formar una mejor patria y pedimos a los ciudadanos de cualquier ideología que se sumen al ejercicio de soberanía local”.
De Grazia sostuvo que la actividad de este domingo quiere reafirmar “la paternidad de Venezuela en el territorio. Se ha perdido hasta señalizaciones en el mapa donde se señala la zona en reclamación”.
Los ciudadanos recibieron con buen ánimo a los diputados y acudieron a conversar con ellos, expresándoles sus inquietudes y necesidades como la ausencia de instituciones del Estado y la situación con el combustible, que es vendido hasta en 7 mil bolívares el tambor, con capacidad para 200 litros.
El “Esequibo es nuestro”
En la visita los diputados desplegaron una pancarta donde se leía “el Esequibo es nuestro” al tiempo que mostraron una bandera venezolana. En Anacoco saludaron a los funcionarios del Ejército del puesto local, y reconocieron la importante labor de las FANB en los puestos de frontera. En el camino no hubo inconvenientes, y por el contrario muchos pobladores vieron con esperanza la presencia de tantos representantes del Parlamento así como líderes de la oposición.
En la visita los diputados desplegaron una pancarta donde se leía “el Esequibo es nuestro” al tiempo que mostraron una bandera venezolana. En Anacoco saludaron a los funcionarios del Ejército del puesto local, y reconocieron la importante labor de las FANB en los puestos de frontera. En el camino no hubo inconvenientes, y por el contrario muchos pobladores vieron con esperanza la presencia de tantos representantes del Parlamento así como líderes de la oposición.
Es de resaltar que desde Puerto Ordaz hasta la zona en reclamación hay siete horas de recorrido, aproximadamente. En el camino antes de San Martín de Turumbán, comunidad indígena, son evidentes los campamentos mineros ilegales y las viviendas improvisadas de palos y plástico. En el trayecto de regreso los diputados y Leopoldo López saludaron a los habitantes, que se quejaron de la escasez, la carestía de la vida, la ausencia de las autoridades y de los servicios básicos que garantizan la calidad de vida.
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