Comprar sin pagar
¿Pasó el 9N algo distinto, que superara y compensara las deficiencias anteriores?
CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 17 de noviembre de 2013
Un capítulo más del régimen contraconstitucional, la dictadura zombi, es la teoría de "comprar sin pagar". El terrible 27-28F de 1989, la gente salió a robar ya que la policía estaba en huelga. Pero el actual 9N es mucho peor porque arranca de esa voz oficial, primera vez de décadas en A.L. y copiado de Mugabe. El Gobierno con el que cuentan los ciudadanos para que proteja sus vidas y el producto de su trabajo, es inductor declarado de semejantes acciones. Katherine Mansfield escribió el thriller sicológico de un padre con dos niños. El mayor, aplicado, afectuoso, equilibrado y perseverante, tenía sus juguetes cuidadosamente coleccionados en el armario. El segundo, al contrario, disfrutaba con malignidad precoz despedazar los trenes y carritos del hermano. Y el padre intervenía por la fuerza para que el otro no pudiera hacer nada, mientras con sadismo ambos se burlaban de la impotencia de la víctima.
En el relato, ya adulto, el destructor terminó trágicamente su vida maligna luego de desbaratar las de quienes lo rodeaban. El instigador argumenta que el "pueblo quiere comprar a precios justos". Pero "el pueblo", chavista o no chavista, no es proclive a teles y se faja duro a trabajar para ganarse la vida y levantar su familia, como se ve en el transporte colectivo atestado a partir de las 5 am. Se trata de huestes prepagadas, a las que Hannah Arendt llamópopulacho, que el 9 de noviembre de 1938, la Kristallnacht, saquearon las tiendas judías en Alemania con apoyo de la SA. Son aquellos que sin importar el grupo social al que pertenecen, ricos o pobres, están a la disposición del poder para cometer diversos tipos de ignominia, para mantener o mejorar su status.
Guillotina humanitaria
En Roma las clientelas de los senadores mataban y golpeaban adversarios. Durante el horror revolucionario en Francia, las turbas se solazaban en las decapitaciones, verdaderas ferias en las que tomaban vino, comían castañas, vísceras y papas asadas. Entregaban el hacha a adolescentes delgadas y débiles para que el sufrimiento de los ajusticiados fuera largo, y también el placer de la chusma. Una sola decapitación podía durar horas, precedida por amputaciones de brazos, fracturas de clavícula, mandíbula, costillas, omoplatos, cortes de la columna, porque la niña verdugo de once años no podía con el peso del arma. Y reos con recursos, pagaban mucho para tener un verdugo fuerte y diestro. Por eso el Dr. Guillotin consideró su invento un aporte humanitario.
En el Estado saqueador creado en Venezuela por la revolución, banqueros, fiscales, magistrados, comerciantes, parlamentarios, periodistas, igual que gente que vive de limosnas en los márgenes de la sociedad, son factores activos de la degradación e integrantes del populacho. Es el hombre nuevo en acción. Por orden del gobierno inventan delitos a comerciantes y productores que apenas sobreviven sin mercancía, insumos, materias primas, divisas ni repuestos. Desacreditan a banqueros honorables para usurpar los bancos y como testaferros construyen fortunas siderales con trapicheo del presupuesto. Del lado opositor, la antipolítica es más útil al gobierno que a la oposición, y después de todos los desmadres causados desde 1989, sigue viva, con pretensiones de dirigirla y lo que venga luego. Es el imperio de la vacuidad, planteamientos descabellados, ignorancia de los procesos políticos, pasiones y torpezas de inexpertos, y la inmoralidad disfrazada de moralismo: el hombre nuevo opositor.
El hombre nuevo opositor
¿En algún cerebro cabe que se siembren seudosospechas sobre la "nacionalidad polaca" de Capriles? Es un extravagante acto de traición. En la historia abundan las delaciones, pero generalmente siempre bajo tortura o coacción de los inquisidores. No ha sido común esta modalidad del delator-diletante confortable, instalado en la intangibilidad, para liquidar un liderazgo construido con esfuerzos, sacrificios y riesgos de la propia vida. También inquieta el silencio de varios que debían defenderlo, porque la política es juego de equipo y no por mucho madrugar amanece más temprano. Ha sido dura la lucha en Venezuela, cárceles, aporreos e insultos cotidianos. Se cometieron errores, pero se impidió que desapareciera la esperanza democrática, cuando se le arrebató la dirección a la antipolítica.
La oposición real, está el terreno y no en la tribuna. Encabeza los actos que convoca, cuida las vidas de quienes asisten. No se encubre en convocatorias anónimas, ni de Fuenteovejuna, porque sabe que cualquier desgracia servirá al gobierno. El sábado 9 de noviembre hubo expresiones disidentes en algunas plazas públicas. Fueron legítimas y también, modestas, como varias de las anteriores. Pero algunos querían que sonara a bofetada a la Mesa Unitaria. Hoy vale preguntarse... ¿pasó el 9N algo distinto, que superara y compensara las deficiencias anteriores? ¿Surgió algún hito, una nueva época, un cambio en la calidad de la lucha, como anunciaba el hombre nuevo opositor, pregón de una supuesta sed de "calle" que calcina "las masas", traicionadas por sus dirigentes? Lo único llamativo, no necesariamente unido a la concentración de gente bienintencionada: el hombre nuevo opositor también delata, traiciona, tienetrolles bocasucias, -si es que no son impostores del gobierno- equiparables a la "guerrilla comunicacional", ahora tropa. Tan inescrupulosos como éstos, dicen mentiras gruesas, calumnian, ensucian. Con ellos la distancia moral entre el gobierno y la disidencia se redujo.
@carlosraulher
Circo en noviembre. Caos en enero
CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 17 de noviembre de 2013
Un capítulo más del régimen contraconstitucional, la dictadura zombi, es la teoría de "comprar sin pagar". El terrible 27-28F de 1989, la gente salió a robar ya que la policía estaba en huelga. Pero el actual 9N es mucho peor porque arranca de esa voz oficial, primera vez de décadas en A.L. y copiado de Mugabe. El Gobierno con el que cuentan los ciudadanos para que proteja sus vidas y el producto de su trabajo, es inductor declarado de semejantes acciones. Katherine Mansfield escribió el thriller sicológico de un padre con dos niños. El mayor, aplicado, afectuoso, equilibrado y perseverante, tenía sus juguetes cuidadosamente coleccionados en el armario. El segundo, al contrario, disfrutaba con malignidad precoz despedazar los trenes y carritos del hermano. Y el padre intervenía por la fuerza para que el otro no pudiera hacer nada, mientras con sadismo ambos se burlaban de la impotencia de la víctima.
En el relato, ya adulto, el destructor terminó trágicamente su vida maligna luego de desbaratar las de quienes lo rodeaban. El instigador argumenta que el "pueblo quiere comprar a precios justos". Pero "el pueblo", chavista o no chavista, no es proclive a teles y se faja duro a trabajar para ganarse la vida y levantar su familia, como se ve en el transporte colectivo atestado a partir de las 5 am. Se trata de huestes prepagadas, a las que Hannah Arendt llamópopulacho, que el 9 de noviembre de 1938, la Kristallnacht, saquearon las tiendas judías en Alemania con apoyo de la SA. Son aquellos que sin importar el grupo social al que pertenecen, ricos o pobres, están a la disposición del poder para cometer diversos tipos de ignominia, para mantener o mejorar su status.
Guillotina humanitaria
En Roma las clientelas de los senadores mataban y golpeaban adversarios. Durante el horror revolucionario en Francia, las turbas se solazaban en las decapitaciones, verdaderas ferias en las que tomaban vino, comían castañas, vísceras y papas asadas. Entregaban el hacha a adolescentes delgadas y débiles para que el sufrimiento de los ajusticiados fuera largo, y también el placer de la chusma. Una sola decapitación podía durar horas, precedida por amputaciones de brazos, fracturas de clavícula, mandíbula, costillas, omoplatos, cortes de la columna, porque la niña verdugo de once años no podía con el peso del arma. Y reos con recursos, pagaban mucho para tener un verdugo fuerte y diestro. Por eso el Dr. Guillotin consideró su invento un aporte humanitario.
En el Estado saqueador creado en Venezuela por la revolución, banqueros, fiscales, magistrados, comerciantes, parlamentarios, periodistas, igual que gente que vive de limosnas en los márgenes de la sociedad, son factores activos de la degradación e integrantes del populacho. Es el hombre nuevo en acción. Por orden del gobierno inventan delitos a comerciantes y productores que apenas sobreviven sin mercancía, insumos, materias primas, divisas ni repuestos. Desacreditan a banqueros honorables para usurpar los bancos y como testaferros construyen fortunas siderales con trapicheo del presupuesto. Del lado opositor, la antipolítica es más útil al gobierno que a la oposición, y después de todos los desmadres causados desde 1989, sigue viva, con pretensiones de dirigirla y lo que venga luego. Es el imperio de la vacuidad, planteamientos descabellados, ignorancia de los procesos políticos, pasiones y torpezas de inexpertos, y la inmoralidad disfrazada de moralismo: el hombre nuevo opositor.
El hombre nuevo opositor
¿En algún cerebro cabe que se siembren seudosospechas sobre la "nacionalidad polaca" de Capriles? Es un extravagante acto de traición. En la historia abundan las delaciones, pero generalmente siempre bajo tortura o coacción de los inquisidores. No ha sido común esta modalidad del delator-diletante confortable, instalado en la intangibilidad, para liquidar un liderazgo construido con esfuerzos, sacrificios y riesgos de la propia vida. También inquieta el silencio de varios que debían defenderlo, porque la política es juego de equipo y no por mucho madrugar amanece más temprano. Ha sido dura la lucha en Venezuela, cárceles, aporreos e insultos cotidianos. Se cometieron errores, pero se impidió que desapareciera la esperanza democrática, cuando se le arrebató la dirección a la antipolítica.
La oposición real, está el terreno y no en la tribuna. Encabeza los actos que convoca, cuida las vidas de quienes asisten. No se encubre en convocatorias anónimas, ni de Fuenteovejuna, porque sabe que cualquier desgracia servirá al gobierno. El sábado 9 de noviembre hubo expresiones disidentes en algunas plazas públicas. Fueron legítimas y también, modestas, como varias de las anteriores. Pero algunos querían que sonara a bofetada a la Mesa Unitaria. Hoy vale preguntarse... ¿pasó el 9N algo distinto, que superara y compensara las deficiencias anteriores? ¿Surgió algún hito, una nueva época, un cambio en la calidad de la lucha, como anunciaba el hombre nuevo opositor, pregón de una supuesta sed de "calle" que calcina "las masas", traicionadas por sus dirigentes? Lo único llamativo, no necesariamente unido a la concentración de gente bienintencionada: el hombre nuevo opositor también delata, traiciona, tienetrolles bocasucias, -si es que no son impostores del gobierno- equiparables a la "guerrilla comunicacional", ahora tropa. Tan inescrupulosos como éstos, dicen mentiras gruesas, calumnian, ensucian. Con ellos la distancia moral entre el gobierno y la disidencia se redujo.
@carlosraulher
En el relato, ya adulto, el destructor terminó trágicamente su vida maligna luego de desbaratar las de quienes lo rodeaban. El instigador argumenta que el "pueblo quiere comprar a precios justos". Pero "el pueblo", chavista o no chavista, no es proclive a teles y se faja duro a trabajar para ganarse la vida y levantar su familia, como se ve en el transporte colectivo atestado a partir de las 5 am. Se trata de huestes prepagadas, a las que Hannah Arendt llamópopulacho, que el 9 de noviembre de 1938, la Kristallnacht, saquearon las tiendas judías en Alemania con apoyo de la SA. Son aquellos que sin importar el grupo social al que pertenecen, ricos o pobres, están a la disposición del poder para cometer diversos tipos de ignominia, para mantener o mejorar su status.
Guillotina humanitaria
En Roma las clientelas de los senadores mataban y golpeaban adversarios. Durante el horror revolucionario en Francia, las turbas se solazaban en las decapitaciones, verdaderas ferias en las que tomaban vino, comían castañas, vísceras y papas asadas. Entregaban el hacha a adolescentes delgadas y débiles para que el sufrimiento de los ajusticiados fuera largo, y también el placer de la chusma. Una sola decapitación podía durar horas, precedida por amputaciones de brazos, fracturas de clavícula, mandíbula, costillas, omoplatos, cortes de la columna, porque la niña verdugo de once años no podía con el peso del arma. Y reos con recursos, pagaban mucho para tener un verdugo fuerte y diestro. Por eso el Dr. Guillotin consideró su invento un aporte humanitario.
En el Estado saqueador creado en Venezuela por la revolución, banqueros, fiscales, magistrados, comerciantes, parlamentarios, periodistas, igual que gente que vive de limosnas en los márgenes de la sociedad, son factores activos de la degradación e integrantes del populacho. Es el hombre nuevo en acción. Por orden del gobierno inventan delitos a comerciantes y productores que apenas sobreviven sin mercancía, insumos, materias primas, divisas ni repuestos. Desacreditan a banqueros honorables para usurpar los bancos y como testaferros construyen fortunas siderales con trapicheo del presupuesto. Del lado opositor, la antipolítica es más útil al gobierno que a la oposición, y después de todos los desmadres causados desde 1989, sigue viva, con pretensiones de dirigirla y lo que venga luego. Es el imperio de la vacuidad, planteamientos descabellados, ignorancia de los procesos políticos, pasiones y torpezas de inexpertos, y la inmoralidad disfrazada de moralismo: el hombre nuevo opositor.
El hombre nuevo opositor
¿En algún cerebro cabe que se siembren seudosospechas sobre la "nacionalidad polaca" de Capriles? Es un extravagante acto de traición. En la historia abundan las delaciones, pero generalmente siempre bajo tortura o coacción de los inquisidores. No ha sido común esta modalidad del delator-diletante confortable, instalado en la intangibilidad, para liquidar un liderazgo construido con esfuerzos, sacrificios y riesgos de la propia vida. También inquieta el silencio de varios que debían defenderlo, porque la política es juego de equipo y no por mucho madrugar amanece más temprano. Ha sido dura la lucha en Venezuela, cárceles, aporreos e insultos cotidianos. Se cometieron errores, pero se impidió que desapareciera la esperanza democrática, cuando se le arrebató la dirección a la antipolítica.
La oposición real, está el terreno y no en la tribuna. Encabeza los actos que convoca, cuida las vidas de quienes asisten. No se encubre en convocatorias anónimas, ni de Fuenteovejuna, porque sabe que cualquier desgracia servirá al gobierno. El sábado 9 de noviembre hubo expresiones disidentes en algunas plazas públicas. Fueron legítimas y también, modestas, como varias de las anteriores. Pero algunos querían que sonara a bofetada a la Mesa Unitaria. Hoy vale preguntarse... ¿pasó el 9N algo distinto, que superara y compensara las deficiencias anteriores? ¿Surgió algún hito, una nueva época, un cambio en la calidad de la lucha, como anunciaba el hombre nuevo opositor, pregón de una supuesta sed de "calle" que calcina "las masas", traicionadas por sus dirigentes? Lo único llamativo, no necesariamente unido a la concentración de gente bienintencionada: el hombre nuevo opositor también delata, traiciona, tienetrolles bocasucias, -si es que no son impostores del gobierno- equiparables a la "guerrilla comunicacional", ahora tropa. Tan inescrupulosos como éstos, dicen mentiras gruesas, calumnian, ensucian. Con ellos la distancia moral entre el gobierno y la disidencia se redujo.
@carlosraulher
Circo en noviembre. Caos en enero
TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 17 de noviembre de 2013
Consumismo. Eso es lo que se respira en las calles. Personas comprando como si no existiese mañana. Ahora bien, ese consumismo hay que verlo en detalle, porque lejos de ser un consumismo fomentado por el exceso de liquidez en cuentas bancarias, es un consumismo impulsado por una desesperación e incertidumbre que desespera a los venezolanos.
Las medidas económicas tomadas por Maduro son estrictamente electorales y populistas, y es por eso que no van a funcionar. En Venezuela tenemos un problema económico pero nuestros ilustres tomadores de decisiones atacan las consecuencias del problema pero no la raíz en sí. Rebajar los precios de los productos para frenar la inflación es tan absurdo como pretender curar la herida de una persona que está sangrando, recogiendo la sangre del piso. No tiene sentido.
La escasez de alimentos que tenemos en Venezuela en el año 2013 ha sido la más crítica que hemos tenido en la era de la república militar. Vergüenza deberían sentir en Miraflores por meter la pata de semejante manera. Llevamos más de 10 meses con una escasez por encima del 20%, algo que bajo el mandato del difunto presidente Chávez era impensable. Hoy más que nunca está vigente la frase célebre de las elecciones en abril: Maduro no es Chávez.
Con sus recientes declaraciones y cadenas casi a la media noche (¿por desespero?) el presidente Maduro ha incentivado las "compras" ordenadas y desordenadas de millones de venezolanos. Muy bien. Este mes los venezolanos racionales podrán comprar todo aquello que le permita su bolsillo. Aquellos no tan racionales seguramente podrán comprar todo aquello que le permita el margen de ganancia de la reventa. Vamos a estar claros, alguien que dure todo un día en una cola para comprar un plasma es por dos razones muy sencillas: o no trabaja o trabaja en un comercio que revende mercancía. En todo caso, noviembre va a ser un mes de compras.
Ahora les pregunto: ¿cuál será el escenario en enero? Tradicionalmente, el comienzo de año es duro para la economía y para el abastecimiento en Venezuela. Sin ir muy lejos, este mismo año el pico de escasez de alimentos comenzó justamente en esa fecha, producto de paros laborales forzados, paros organizados, vacaciones, entre otras razones. De tal manera que para enero 2014, luego de 2 meses de circo, precios bajos y "justos", alegría desaforada, y mucha patria, probablemente nos venga un trago muy amargo para los venezolanos.
Ese trago amargo tendrá un origen muy claro: el Gobierno tomó la decisión de no hacer nada para incentivar la producción nacional y a su vez decidió tapar con pega loca las filtraciones de corrupción y fuga de capitales de Cadivi.
Ya no es cuestión de ponerse o no las alpargatas para bailar joropo, sino más bien de preguntarse si esta crisis es el comienzo del fin o el fin del comienzo.
@TomasHHR
Las medidas económicas tomadas por Maduro son estrictamente electorales y populistas, y es por eso que no van a funcionar. En Venezuela tenemos un problema económico pero nuestros ilustres tomadores de decisiones atacan las consecuencias del problema pero no la raíz en sí. Rebajar los precios de los productos para frenar la inflación es tan absurdo como pretender curar la herida de una persona que está sangrando, recogiendo la sangre del piso. No tiene sentido.
La escasez de alimentos que tenemos en Venezuela en el año 2013 ha sido la más crítica que hemos tenido en la era de la república militar. Vergüenza deberían sentir en Miraflores por meter la pata de semejante manera. Llevamos más de 10 meses con una escasez por encima del 20%, algo que bajo el mandato del difunto presidente Chávez era impensable. Hoy más que nunca está vigente la frase célebre de las elecciones en abril: Maduro no es Chávez.
Con sus recientes declaraciones y cadenas casi a la media noche (¿por desespero?) el presidente Maduro ha incentivado las "compras" ordenadas y desordenadas de millones de venezolanos. Muy bien. Este mes los venezolanos racionales podrán comprar todo aquello que le permita su bolsillo. Aquellos no tan racionales seguramente podrán comprar todo aquello que le permita el margen de ganancia de la reventa. Vamos a estar claros, alguien que dure todo un día en una cola para comprar un plasma es por dos razones muy sencillas: o no trabaja o trabaja en un comercio que revende mercancía. En todo caso, noviembre va a ser un mes de compras.
Ahora les pregunto: ¿cuál será el escenario en enero? Tradicionalmente, el comienzo de año es duro para la economía y para el abastecimiento en Venezuela. Sin ir muy lejos, este mismo año el pico de escasez de alimentos comenzó justamente en esa fecha, producto de paros laborales forzados, paros organizados, vacaciones, entre otras razones. De tal manera que para enero 2014, luego de 2 meses de circo, precios bajos y "justos", alegría desaforada, y mucha patria, probablemente nos venga un trago muy amargo para los venezolanos.
Ese trago amargo tendrá un origen muy claro: el Gobierno tomó la decisión de no hacer nada para incentivar la producción nacional y a su vez decidió tapar con pega loca las filtraciones de corrupción y fuga de capitales de Cadivi.
Ya no es cuestión de ponerse o no las alpargatas para bailar joropo, sino más bien de preguntarse si esta crisis es el comienzo del fin o el fin del comienzo.
@TomasHHR
No hay que ser vidente para ver lo que viene
Ley Maduro arrasará la propiedad privada, habrá racionamiento y pondrá presos a los opositores
MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
domingo 17 de noviembre de 2013
Nicolás Maduro está apagando el fuego con gasolina. En vez de aplicar las normas a los posibles casos de haber recibido dólares a 6,30 y vendido a precios de dólar negro, optó estrepitosamente por una drástica reducción de los precios en todos los electrodomésticos y llamó a la población "a que no quede nada en los anaqueles", orden que muchos interpretaron como permiso para saquear, tal como ocurrió en varias lugares del país.
Maduro está acorralado por las protestas sociales y la pérdida de apoyo popular, a pesar del inmoral manoseo del difunto con fines electorales, hasta decretar el 8D como "el día de la lealtad a Chávez". La creciente y prolongada escasez de alimentos, medicinas, repuestos y otros, no es provocada por el acaparamiento de la "burguesía apátrida" -como repite Maduro- sino por la enorme disminución de las importaciones a causa de la sequía de divisas y por una inflación que no es generada por la "especulación" y la "usura" -como también dice- sino por la devaluación decretada por el propio Maduro, por su escandaloso gasto público, la misma escasez y la irresponsable emisión del BCV de gigantescos montos de dinero inorgánico. Estamos sin divisas y fuertemente endeudados, a pesar de que en los últimos 14 años han ingresado al país más de un millón de millones de dólares que el régimen ha dilapidado en corrupción, equipos bélicos innecesarios, regalos a sus compinches externos, burocracia clientelar y otros costosos populismos. El economista García Banchs sostiene que el camino de Maduro conducirá a "una estatización de las importaciones que solo traerá un desborde de la escasez y un efecto devastador en la oferta de bienes". La banca HSBC considera que tal política "exacerbará la inflación" y añade que "el empleo de militares para ocupar comercios son medidas desesperadas". Opinión similar expresan analistas de riesgo y otros voceros internacionales.
No hay que ser videntes para suponer que si la canasta básica está hoy en Bs. 14.446,16 y los aguinaldos serán devorados por la inflación y las escasas compras navideñas, en enero nos encontraremos con los devastadores efectos ordenados por Maduro de "nada en los anaqueles" y con nuestros bolsillos vacíos. Hasta los que el 8D hayan votado por el gobierno, en enero increparán a Maduro porque no podrán comerse su televisor pantalla plana y no tendrán harina que poner en su tosti-arepa. Nicolás encarna el perfil descrito por Ortega y Gasset en "La rebelión de las masas", a propósito de "no dejar nada en los anaqueles" cuyo desenlace será escasez e inflación insufribles, puesto que muchas de las tiendas intervenidas (y hasta saqueadas) no volverán a abrir sus puertas: "en los motines que la escasez provoca suelen las masas populares buscar pan, y el medio que emplean suele ser destruir las panaderías" decía el sabio español. Aquí no han sido "las masas populares" sino los "enchufados" que envían a subalternos a las colas para comprar electrodomésticos y otros bienes. Los videos que circulan en Internet dan fe de cómo mi- litares y policías han saqueado negocios y se llevan la mercancía robada en vehículos oficiales. Hasta pequeños comercios y abastos han sido saqueados. Abundan las abrumadoras historias de pagos a efectivos para pasar a la gente en la cola y de las extorsiones en zapaterías y otros comercios: "yo rebajé 50% en los precios de los zapatos y además tuve que regalar 100 pares a los 'tasadores"', confiesa un comerciante que anuncia el cierre de su negocio, una vez rematada la mercancía.
Las oprobiosas escenas de la AN al aprobar en 2ª discusión la Habilitante con el diputado 99, mostraron el envilecimiento de los poderes públicos. No hay que ser vidente para saber que con esta ley Maduro arrasará lo que queda de la propiedad privada, impondrá la cartilla de racionamiento y pondrá presos a los opositores más combativos, como hizo Fidel en Cuba. Los venezolanos -sobre todo los que disentimos del gobierno- somos víctimas de un terrorismo de Estado nunca visto desde la dictadura de los años 50. Esta semana Diosdado anunciaba que Capriles irá a prisión mientras Maduro ordenaba la inhabilitación del diputado Cocchiola, por encabezar las encuestas como candidato a la Alcaldía de Valencia con más de 20 puntos sobre el candidato del PSUV. María Corina está en la mira y la AN está montando un expediente contra el gobernador Henri Falcón. Los medios audiovisuales son tan ferozmente censurados que les han prohibido el uso del vocablo "saqueo".
Ante tanta barbarie, a los demócratas solo nos queda la protesta y el voto masivo del 8D para debilitar a Maduro, demostrar que somos mayoría y que no estamos dispuestos a ser una segunda Cuba.
mcolomina@gmail.com
Maduro está acorralado por las protestas sociales y la pérdida de apoyo popular, a pesar del inmoral manoseo del difunto con fines electorales, hasta decretar el 8D como "el día de la lealtad a Chávez". La creciente y prolongada escasez de alimentos, medicinas, repuestos y otros, no es provocada por el acaparamiento de la "burguesía apátrida" -como repite Maduro- sino por la enorme disminución de las importaciones a causa de la sequía de divisas y por una inflación que no es generada por la "especulación" y la "usura" -como también dice- sino por la devaluación decretada por el propio Maduro, por su escandaloso gasto público, la misma escasez y la irresponsable emisión del BCV de gigantescos montos de dinero inorgánico. Estamos sin divisas y fuertemente endeudados, a pesar de que en los últimos 14 años han ingresado al país más de un millón de millones de dólares que el régimen ha dilapidado en corrupción, equipos bélicos innecesarios, regalos a sus compinches externos, burocracia clientelar y otros costosos populismos. El economista García Banchs sostiene que el camino de Maduro conducirá a "una estatización de las importaciones que solo traerá un desborde de la escasez y un efecto devastador en la oferta de bienes". La banca HSBC considera que tal política "exacerbará la inflación" y añade que "el empleo de militares para ocupar comercios son medidas desesperadas". Opinión similar expresan analistas de riesgo y otros voceros internacionales.
No hay que ser videntes para suponer que si la canasta básica está hoy en Bs. 14.446,16 y los aguinaldos serán devorados por la inflación y las escasas compras navideñas, en enero nos encontraremos con los devastadores efectos ordenados por Maduro de "nada en los anaqueles" y con nuestros bolsillos vacíos. Hasta los que el 8D hayan votado por el gobierno, en enero increparán a Maduro porque no podrán comerse su televisor pantalla plana y no tendrán harina que poner en su tosti-arepa. Nicolás encarna el perfil descrito por Ortega y Gasset en "La rebelión de las masas", a propósito de "no dejar nada en los anaqueles" cuyo desenlace será escasez e inflación insufribles, puesto que muchas de las tiendas intervenidas (y hasta saqueadas) no volverán a abrir sus puertas: "en los motines que la escasez provoca suelen las masas populares buscar pan, y el medio que emplean suele ser destruir las panaderías" decía el sabio español. Aquí no han sido "las masas populares" sino los "enchufados" que envían a subalternos a las colas para comprar electrodomésticos y otros bienes. Los videos que circulan en Internet dan fe de cómo mi- litares y policías han saqueado negocios y se llevan la mercancía robada en vehículos oficiales. Hasta pequeños comercios y abastos han sido saqueados. Abundan las abrumadoras historias de pagos a efectivos para pasar a la gente en la cola y de las extorsiones en zapaterías y otros comercios: "yo rebajé 50% en los precios de los zapatos y además tuve que regalar 100 pares a los 'tasadores"', confiesa un comerciante que anuncia el cierre de su negocio, una vez rematada la mercancía.
Las oprobiosas escenas de la AN al aprobar en 2ª discusión la Habilitante con el diputado 99, mostraron el envilecimiento de los poderes públicos. No hay que ser vidente para saber que con esta ley Maduro arrasará lo que queda de la propiedad privada, impondrá la cartilla de racionamiento y pondrá presos a los opositores más combativos, como hizo Fidel en Cuba. Los venezolanos -sobre todo los que disentimos del gobierno- somos víctimas de un terrorismo de Estado nunca visto desde la dictadura de los años 50. Esta semana Diosdado anunciaba que Capriles irá a prisión mientras Maduro ordenaba la inhabilitación del diputado Cocchiola, por encabezar las encuestas como candidato a la Alcaldía de Valencia con más de 20 puntos sobre el candidato del PSUV. María Corina está en la mira y la AN está montando un expediente contra el gobernador Henri Falcón. Los medios audiovisuales son tan ferozmente censurados que les han prohibido el uso del vocablo "saqueo".
Ante tanta barbarie, a los demócratas solo nos queda la protesta y el voto masivo del 8D para debilitar a Maduro, demostrar que somos mayoría y que no estamos dispuestos a ser una segunda Cuba.
mcolomina@gmail.com
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