Bolívar, el hombre de las dificultades es la octava película del director venezolano, Luis Alberto Lamata. Este largometraje está basado en los obstáculos a los que se tuvo que enfrentar Simón Bolívar durante los años 1815 y 1816.
DIRECCIÓN / LUIS ALBERTO LAMATA (Caracas, 1959)
DIRECCIÓN / LUIS ALBERTO LAMATA (Caracas, 1959)
Roque Valero Pérez (Caracas; 31 de enero del 1974) es Simón Bolívar. Su personaje antagónico es El Polaco, interpretado por Jorge Reyes. En el camino se encontrará a tres mujeres interpretadas por Camila Arteche, Samantha Dagnino y Paula Woyzechowsky. Forman parte del elenco: Alberto Alifa, Carlos Henrique Almirante, Francisco Denis, Miguel Ferrari, Gilbert Laumord, Marvil Daniel Rodríguez, Yarlo Ruiz, José Luis Useche,Beatriz Valdéz, Juvel Vielma, Robny Piñango, Rafael Gil, entre otros.
DESDE UNA BUTACA
BOLIVAR EL HOMBRE DE LAS DIIFCULTADES
PELICULA DE LUIS ALBERTO LAMATA[1]
POR: ROBERTO LOVERA DE-SOLA.
“Yo soy el hombre de las dificultades
y no más; no estoy bien sino en los peligros combinados con los embarazos; pero
no en el tribunal ni es la tribuna. Que me dejen seguir mi diabólica
inclinación y al cabo habré hecho el bien que puedo”
Simón Bolívar:
Carta al general Francisco de Paula
Santander, La Paz, Bolivia(septiembre 8,1825)[2].
EL CINE HISTORICO
Antes de entrar de lleno en la película
de Luis Alberto Lamata Bolívar, el hombre
de las dificultades(2013), debemos hacer una primera observación que para
nosotros es necesaria. Ante esta película estamos ante el problema del cine
histórico. Y ante la disyuntiva de que debe ser él, sin que sea una clase de
historia, pero que debe expresar correctamente los hechos presentados, porque
en un país como el nuestro dentro del cual el desconocimiento de nuestra
historia es tan grande, es una necesidad utilizar medios como el cine, o la
televisión, para mostrar a los venezolanos nuestro pasado tal cual fue. Es de
allí de donde vienen nuestras críticas al film.
Y corolario de lo antes expuesto es
este otro hecho: y lo que decimos también, con mayor razón cuando vivimos por
obra del gobierno actual, una época de alteración del verdadero suceder de
nuestra historia, la cual ha sido cambiada, y alterada, para que siga lo que
piensan los que mandan de cómo sucedió aquella, distorcionandola. De ello ha
surgido lo que hemos denominado “las falacias históricas del chavismo”, es
decir, la exposición de hechos que parecen verdades pero que no lo son, porque
en su visión se sirve a la politica y no a la historia. Esta nunca puede ser
cambiada, ni se puede influir sobre ella, esta termina diciendo su verdad porque
tiene sus propios fueros, porque es señera y señora. Y a los personajes que
deciden manipularla los castiga solo concediéndoles una nota a pie de página.
De todas formas advertimos que Luis
Alberto Lamata no cambia la historia, más bien, la muestra con bastante
exactitud.
EL FILM
Antes de hacer algunas observaciones a
lo que se ve, basado en lo que dice nuestra historia, debemos advertir que
estamos ante un película muy buena, a nosotros estudiosos de Bolívar nos ha
gratificado mucho las dos veces que la hemos visto, en la sala de nuestro
hogar, con pluma y papel en la mano,
para hacer así las anotaciones que nos han permitido escribir este trabajo.
Tiene el film excelentes actuaciones,
como la del propio Roque Valero, es sorprendente, en el papel de Simón Bolívar(1783-1830)
y Alberto Alifa, compenetrados con los personajes reales que recrean. Al igual
que la magnífica de Beatriz Valdéz, recreando a María Antonia
Bolívar(1777-1842); o la de Jorge Reyes en el personaje del Polaco, una
criatura de ficción que ha permitido al director y guionista recrear a
aquellos, enviados por los Realistas, desde Caracas, que pretendieron matar a
Bolívar; Juvel Vielma, siempre convicente, con su Santiago Mariño(1788-1854).
Subrayamos también la bellas actuaciones de Paula Woyzechowsky y, desde luego,
la de Samantha Dagnino, quien es lo que siempre hemos denominado una belleza
caraqueña, encarnando a Pepita Machado(c1793-1820).
No creemos que la pelicula sea
fastidiosa como se ha dicho, pero si demasiado lenta para contar los detalles
de menos de dos años, tiempo de indetenible acción para Bolívar, dentro de lo
que era su forma de ser. Desde muy joven, siendo apenas un adolescente él mismo
se había definido así mismo, en su primera carta(Veracruz: marzo 20,1799).)
escribió: “me ocurren todas las especies de un golpe”(Escritos,t.II, Vol.I,p.93). Bolívar fue siempre activo, casi no se
detenía, por ello el relato filmíco debió ser más acelerado. Piénsese que la
película registra solo viente y dos meses, es decir quinientos seis días, de trepidante acción,
sobre todo desde la llegada a Haití de su protagoinista. Pero en Jamaica no
paró Bolívar de hacer cosas, aunque muchas de estas fueron de orden
intelectual.
La película Bolivar, el hombre de las dificultades, de Lamata trata de un
momento, decisivo, en la vida de Simón Bolívar(1783-1830), los años 1815 y
1816, su destierro en Jamaica(mayo 13,1815), su paso a Haiti, a fines del mismo
año(diciembre 19,1815), y la organización allá, con el apoyo del gobierno
haitiano, en especial de su presidente Alejandro Petión(1770-1818), y del
comerciante inglés Robert Sutherland[3],
a quien Petión encomendó las gestiones de preparación, sobre todo de las
económicas, de las dos expediciones libertadoras de Bolívar: la de Los
Cayos(marzo 31,1816) y la de Jacmel(diciembre 18,1816). Hoy sabemos, ha sido
aclarado por Pual Verna(1926-1995) que la segunda expedición haitiana partió
del puerto de Jacmel. Rada intesamente ligada a la historia de Venezuela: fue
en ella en que Francisco de Miranda(1750-1816) izó por vez primera el tricolor
amarillo, azul y rojo, creado por él(marzo 12,1806).
LOS DIAS DE JAMAICA
Es triste la escasa aproximación a lo
que en verdad sucedió a Bolívar en Jamaica, no en sus acciones politicas, sino
en su ser interno, en su vivir psicologico y a su labor intelectual en aquellos
meses que esta película nos muestra. Su paso por la isla británica hizo decir a
Augusto Mijares(1897-1919), su primer biógrafo, que el Libertador allá “se
entregaba a analizar como un erudito sedentario”[4].
Pero hay más, lo que observó Francisco Herrera Luque(1927-1991), quien lo
estudió con detalle, lo que llamó su “metanoia”, en sus días en Jamaica, su
encuentro con el pueblo, al que encabezó desde entonces, desde luego, sin
renunciar a sus raíces, de haberlo hecho, como alguién ha sostenido, se hubiera
convertido en un paria, en un descatado. Bolívar nunca dejó de ser el Mantuano
quien siempre fue, lo contrario hubiera sido su negación, pues siempre
pertenecemos a un lugar y a un tiempo, o no pertenecemos a ningún lugar ni a
ningún tiempo, como dijo don Miguel de Unamuno(1864-1936)[5].
Hay que advertir también que el gran cambio fue en Jamaica y no como
consecuencia de su encuentro con Petión, cuando llegó a Haiti la “metanoia” ya
se había producido. En Jamaica estaba en la mitad de su vida, sus meditaciones
en Kingston le permitieron vislumbrar el camino a seguir.
Lo primero que hizo en Jamaica es un
documento, cuya edición pagó su amigo Maxwell Hyslop(1783-1837), fue para justificar
su conducta en sus días en la Nueva Granada. No fue la primera vez que se vio
obligado a hacerlo, sus documentos de Cartagena en 1812, de Carúpano en 1814,
tenían el mismo sentido: rendir cuentas por lo hecho.
Fue aquella escala en Jamaica momento
en las cuales dos cosas fueron esenciales para él: la meditación sobre la
causas de lo sucedido y las proposiciones sobre lo que haría. Esto lo podemos
seguir en los papeles que dictó a quienes le acompañaban. Por ello, apunta Mijares,
que pasa de ser el intelectual que medita, pasa a ser “de repente…nuevamente el
guerrillero impetuoso que sale a pelear sin esperanzas. Guerrillero sobre el
mar, en este caso”[6].
El sentido pleno, y de más
trascendencia fue, en esos meses, desde luego, la Carta de Jamaica(septiembre 6,1815) y los artículos que escribió
para a The Royal Gazette y a la The St.Iago Gazette, uno antes(agosto
15) de su misiva a Henry Cullen, el destinatario de la Carta de Jamaica, dos el 28 de sepetiembre y otro el 16 de
diciembre, cuyas meditaciones están ligadas con su misiva a Henri Cullen, pero
todas subrayan su propósito de seguir en la lucha, pese a las mil dificultades
de aquellas horas, sobre todo por su carencia de fondos, ya que sus bienes le
habían sido embargados por los españoles por considerarlo infidente a la causa
del Rey, lo que era cierto.
Pero su difícil situación monetaria
fue aliviada allá gracias a su amistad con los hermanos Hyslop, Maxwell y
Wellwood(1780-1845), amigos plenos, lo fueron hasta el momento de su deceso.
Sin embargo, pese a tener poco,
protegió en aquellos días a su prima Gertrudis Toro, diciéndole “Yo no tengo
nada, lo poco que traje ya lo he repartido entre mis compañeros de suerte, pero
Gertrudis, tengo un corazón que no teme a los ataques de la fortuna. Yo tendré
con que servir a Ud. Venga Ud. en la confianza de que no le faltará nada para
vivir”(Escritos,t.VIII,p.52). En
verdad el Libertador sabía que como varón estaba obligado a proteger a las
mujeres, especialmente a las de su familia. Sobre Gertrudis se llegó a
insinuar, sin pruebas, que esta había mantenido en Jamaica un romance con
Bolívar. Nosotros estudiamos el punto y llegamos a una conclusión contraria: no
había duda de su afecto por ella, como el siempre tuvo por todos los Toro, pero
en Jamaica solo había protegido a Gertrudis.
Ahora, sabemos, gracias a Antonio
Herrera-Vaillant(1942), un cubano anti-castrista enamorado de nuestra historia,
que lo que concluimos no solo era cierto sino que en Jamaica Gertrudis, quien
creía que su primer marido había muerto, se había vuelto a casar allá por la
Iglesia, en este caso con el prócer Manuel García de Sena(c1780-d1816), hija de
este matrimonio fue Clorinda García de Sena, la madre de Teresa Carreño(1853-1917),
así Gertrudis Toro fue la abuela de nuestra gran pianista[7].
Gertrudis vuelta a Caracas, parece no haber tenido ninguna relación con su
primer marido quien aun vivía. Este fue suceso típico de las guerras. Se
revivió en aquellos días la sabrosa novela de Honorato de Balzac(1799-1850) El coronel Chabert.
Hay hechos que se refieren en la película,
tal su relaciones con los ingleses en búsqueda de apoyo por la emancipación,
cosa no lograda, además no dejó de dejar claro: “Si me hubiese quedado un solo
rayo de esperanza de que la América pudiese triunfar por sí sola, ninguno
hubiera ambicionado más que yo el honor de servir a mi país, sin degradarlo a
la humillación de solicitar una protección extraña”(Escritos,t.VIII,p.12), escribió a Ricardo Wellesley.
LA ABOLICION DE LA ESCLAVITUD
Se refiiere la cinta a la preocupación
de Bolívar por abolir la esclavitud. En esto él mismo expresó su concepción,
bebida en el Barón de Montesquieu (1689-1755), uno de sus autores de cabecera.
Escribió por ello: “todo gobierno libre que comete el absurdo de mantener la
esclavitud, es castigado por la rebelión y algunas veces por el exterminio,
como en Haiti”(Escritos,t.XVII,p.220).
Es una lástima que no se señale que tal idea formaba parte del ideario de la
Ilustración, cosa que conocía Bolívar bien. Pudo haberle llegado también en sus
coloquios con Francisco de Miranda(1750-1816) en Londres, en 1810, quien le
presentó además, en su casa de Grafton Street, a William
Wilberforce(1759-1833), el gran adalid de la lucha antiesclavista en la época.
De hecho, para dar ejemplo, el
Libertador había dado la libertad a sus propios esclavos en 1814, aunque hay, en su archivo, datos sobre
la forma humana como se ocupó de los esclavos de su hacienda, entre los cuales
estaba la célebre Negra Matea, antes de la independencia. Esa correspondencia constituye
el primer documento suyo relacionado con la esclavitud (Escritos, t.II,Vol.I,p.175-177). Imbuido en ello decretó la
libertad de los esclavos, cumpliendo además su compromiso hecho con el
presidente Petión, dos veces en 1816, en Carúpano(junio 2) y Ocumare(julio 6),
lo reiteró en 1818, en Villa de Cura(marzo 11) y lo “imploró”, esa fue la
palabra que utilizó, en su oración de Angostura(febrero 15,1819). Bolívar fue
anti-esclavista. Los congresos republicanos no apoyaron sus ideas en esta
materia. Pero en su Proyecto de la Constitución
de Bolivia(1826) se lee claramente que no existirá esclavitud en esa nación(Título
1, Capitulo 2, Artículo 5).
También se le ha endilgado a Bolívar
el hecho que no ser sincera su decisión de abolir la esclavitud pues los
esclavos liberados debían pasar a servir al ejército. Pero no había doblez en
aquello. Bolívar pensaba, y así lo expresó en carta al general Santander(San
Cristóbal: abril 18,1820), que estos debían pagar el precio de libertad luchado
por la patria, que por ella no debían batallar solo las personas libres.
Pensaba, además, que el ejército era la mejor escuela de aprendizaje de la
libertad. Así dijo: “¿Qué medio más adecuado ni más legítimo para obtener la
libertad que pelear por ella?¿Será justo que mueran solamente los hombres libres
para emancipar a los esclavos’¿No será útil que estos adquieran sus derechos en
el campo de batalla” (Escritos,t.XVII,p.220)[8].
LOS DISLATES
Pero hay, a lo largo de la película,
varios errores históricos de los cuales hay que advertir a los espectadores
para que no crean a pie juntillas todo lo que se ve en el film, con la fuerza
de penetración que tienen las imágenes, razón por la cual siempre hay que decir
la verdad, la histórica, en este caso, esta es la procede de los documentos.
Para no comenter tales equívocos
faltó, a los autores del guión, mucha más investigación y cuidadosa lectura de
los testimonios de un período muy bien conocido como es este de 1815 y 1816, la
documentación sobre estos años está en los tomos VIII y IX de los Escritos del Libertador, edición crítica
y anotada, preparada por los eruditos Pedro Grases(1909-2004) y Manuel Pérez
Vila(1922-1991). En el t.VIII está la modélica edición comentada de la Carta de Jamaica, que es por su estilo y
modo en que fue concebido el primer gran ensayo de las letras venezolanas.
¿BOLIVAR DESTRUYO LA CARTA DE JAMAICA?
La primera escena de la película en la
que aparece Bolívar destruyendo la Carta
de Jamaica y tirandola al mar, es hecho más que imposible, no sucedió,
nunca la aficción lo llevó a tanto. Además fue largo el trabajo de elaboración
de la bella misiva, que es, en entre otras cosas, una gran muestra de Bolívar
como analista politico. Es fascinante leer, releer, volver a leer, la Carta de Jamaica, es estilísticamente
perfecta y es un ensayo vaciado en forma epistolar, como con el tiempo lo
fueron también las Cosas sabidas y cosas
por saberse(1856) de don Cecilio Acosta(1818-1881), ensayo también modelo
del género.
JOHN ROBERTSON
Sobre general John Roberton(1767-1815),
oficial canadiense, compañero de Bolívar en aquellos días, lo que se observa en
los diálogos no es exacto. Cuando Robertson murió, precisamente en Jamaica, el
15 de octubre 1815, ya hacía más de un mes que la Carta de Jamaica había sido enviada a su destinatario, Henri Cullen.
Pero no solo eso, y aquí el dislate es mayor,
tuvo Robertson, también tiempo
para redactar una semblanza del Libertador que el señor Cullen llevó a Estados
Unidos y se publicó allá, es la primera biografía de Bolívar que se conoce.
Es verdad, que fue Robertson quien
tradujo la Carta de Jamaica, pero
trabajando con el propio Bolívar quien leyó su versión y la corrigió junto a él.
En los orginales manuscritos de la traducción, que se ha salvado, hay incluso
frases redactadas por Bolívar en inglés, para que su pensamiento estuviera bien
expresado. Pero para conocer esto. Y gran personalidad de Robertson hay que
detenerse a estudiarlo con atención. Robertson estuvo tan ligado a Venezuela
que pudo tratar en vida a nuestros tres grandes adalides: Miranda, a quien
hospedó en su casa en Curazao; a Andrés Bello(1781-1865), con quien se encontró
en Caracas en 1809 y al propio Bolívar, en cuyas campañas participó, desde 1813[9].
MARIA ANTONIA NO ESTUVO EN JAMAICA
Es completamente falso el viaje de
María Antonia Bolívar a Jamaica y su encuentro con su hermano Simón, menos su
llamado a que pasara con ella a Puerto Rico. En verdad, Bolívar y María Antonia
no se vieron entre 1814, cuando el Libertador la obligó a salir de Venezuela
ante la inminente entrada de Boves a Caracas, hasta 1827. Ella no vivió en
Puerto Rico sino en Cuba, donde el rey Fernando VII(1784-1833) la protegió
económicamente, pues ella siempre fue realista.
Pese a lo indicado, desde el punto de
vista biográfico. Todo el diálogo María Antonia-Simón que se ve en la película,
aunque nunca se dio, es exacto, era lo que ella pensaba en aquel momento, ya
viviendo en La Habana, como la goda y ultraconservadora que siempre fue, menos
en el terreno sexual donde fue mujer liberada. Y lo que pensó después, cuando
dice “O es un loco, o un héroe”, es una paráfrasis de una carta que ella le
remitió después de su regreso a Venezuela, tras la guerra. La actuación de
Beatriz Valdez en esta escena no puede ser mejor, pero el diálogo es una
invención.
Solo habría habido una forma para
salvar este escollo: haber hecho la escena, sin la presencia de Bolívar, en La
Habana, donde se filmaron partes de la película. Un diálogo en donde ella
expresara lo que dice. Pero el encuentro en Jamaica es una alteración de la
historia.
JUANA BOLIVAR
Quien estuvo en Puerto Rico, de paso,
fue Juana Bolivar Palacios(1779-1847), la hermana de ambos. Pero lo hizo antes
de pasar a Haití a encontrarse con el hermano. Juanica, como la llamaba
Bolívar, fue patriota, esposa y madre de patriotas que dieron la vida durante
la guerra.
¿QUIÉN FUE ESTE JUAN?
No se sabe quien es el Juan, que vive
en la Nueva Granada que María Antonia nombra en el diálogo supuesto. Si se
pensó en Juan Vicente Bolívar Palacios(1781-1811), el hermano varón de Bolívar,
este había muerto, en un naufragio, en
1811.
AMESTOY NO ERA CUBANO
Es un error, grafafal, pensar que José
Felix Amestoy, llegado junto con Bolívar a Jamaica, quien fue la persona
asesinada en Jamaica, cuando se intentó hacerlo a Bolívar, este no estaba,
Amestoy se había quedado dormido en su hamaca, fue confundido por el negro Pío
y eliminado. Pero este no era cubano, sino de una familia caraqueña, muy cercana
a los Bolívar, no era el antillano que Lamata nos quiere hacer creer, al poner
además a un actor cubano a representarlo, con grave acento habanero. Suponemos
que esto se hizo y la historia se cambió en un típico acto de adulancia a la
dictadura cubana que tanto gusta a los chavistas, como es el caso de Lamata.
Por cierto, el asesinato a Amestoy
ocurrió en la habitación de un oficial llamado Rafael Páez, quien llegó a
Jamaica con Bolívar. Por cierto, a este personaje es a quien recrea bellamente
Alberto Alifa.
LA CARTA A PETION
La carta a Petión de la que se habla
varias veces en la película existió. Fue enviada por el Libertador, desde
Jamaica(diciembre 19,1815), y llevada a Haiti por un oficial venezolano.
POR QUÉ PASÓ BOLIVAR A HAITI
El paso de Bolívar a Haiti, donde se
había congregado una gran emigración patriota, ya planeado desde hacía meses,
desde que falló la posible protección inglesa y apareció Luis Brion(1782-1821)
con sus barcos en Haiti. Pero previamente, cosa que no ve con claridad en la
película, Bolívar pensó en regresar a
Cartagena, pero supo de la caída del puerto en manos Realistas. Fue enonces
cuando se dirigió a Haiti. Todo el proceso de la relación Bolívar-Petión,
Haití-Venezuela ha sido descrito en todos sus puntos y pormenores por Paul
Verna, el gran historiador de la relación entre ambas personas y ambas
naciones. ¿Por qué no haber estudiado sus libros, que con los esenciales sobre
este peregrinaje?[10].
LOS CONFLICTOS ENTRE LOS PATRIOTAS
Sobre los conflictos entre los
patriotas en Haiti, para que quien vea la película pueda entender aquello,
Lamata debió poner una, o dos escenas más, breves, sobre el gran conflicto
enfrentado por el Libertador en Carúpano en 1814, puerto del cual debió salir,
pistola en mano, por la oposición de sus propios compañeros, entre ellos su tío
politico José Felix Ribas(1775-1815). Así hubiera podido vislumbrar el
espectador el por qué de la controversia, subsanada luego gracias a Petión y
Brión. Y porque Bolívar fue obedecido pues él era quien llevaba el parque que
iba a permitir reiniciar la contienda. Las armas fue el argumento decisivo.
A través de Mariano
Montilla(1782-1851) de Francisco Bermúdez(1782-1831) se trata, especialmente,
en la película la desaveniencias entre los patriotas, no dipuestos a aceptar el
liderazgo del Libertador. Con Bermudez la situación siempre fue grave, por ello
no participó en la Expedición de Los Cayos, ya existían diferencias con
Bolívar, años antes por no escuchar los consejos militares del Libertador fue
derrotado en la batalla de Aragua de Barcelona(1814). Pero el coflicto siguió,
fue cuando la expedición de Bolívar hacia el occidente de Venezuela, en 1816,
en que Bolívar le mandó una terrible carta(julio 8,1816) prohibiéndole
incorporarse a sus tropas que llegaron ese año, sin suerte, a Ocumare y zonas
aledañas. Allí le dijo enfático: “La presencia de Ud. entre nosotros turbaría
todo el orden, volvería a encender las discordias, haría revivir las odiosas y
destructoras pretensiones que se han extienguido ya”(Escritos,t.IX,p.323-324).
PEPITA MACHADO
Josefina Machado, la novia de Bolivar,
Pepita, como le decían todos, la señorita Pepa, como la llamaron en Angostura,
no llegó por si misma a Haiti, sino que había sido mandada a buscar por
Bolívar. Se encontraron en el apostadero de La Baeta, al sur de Haiti, frente a
Santo Domingo. Por ello no es verdad que Bolívar haya ido a St.Thomas, como se
dice en la película, ya que ella llegó y siguió con él a todo lo largo de
aquella campaña, por lo cual Bolívar fue muy criticado por sus oficiales,
especialmente por el general Carlos Soublette(1789-1870), aunque en la cinta quien
lo hace es el general Manuel Carlos Piar(1774-1817).
LA IMPRENTA DE LA EXPEDICION
La imprenta de la Expedición de Los
Cayos no la trajo Pepita, venía de Haiti y la manejó el gran tipografo Juan
Baillio(c1732-d1816), llamado, con razón, el “impresor de la Independencia”,
pues apenas está fue declarada, en1810, pasó a Caracas. Fue el editor del Acta de independencia, en edición de
12.000 ejemplares, entre otros venerables impresos.
CUAL ERA EL LENGUAJE DE ESOS DIAS
Tocamos brevemente un tema que no
gusta a los cineastas pero que filológicamente debe ser tratado: hay en la
película demasiadas groserías, casi todas suenan como palabras de hoy, en una
película que trata del pasado, cuyo lenguaje tiene el resto de a la vez
respetar la forma antigua ofreciéndo a la vez una forma de entendimiento de
nuestro tiempo. Nosotros no rechazamos el lenguaje de germanía, es válido,
forma parte del idioma, tiene un significado emocional muy especial. Pero creer
que usando malas palabras los personas nos ofrecen mejores condiciones, son
bravíos, es un error. Mucho menos en el caso de las mujeres. Para tratar esto
hay que conocer los modos del tiempo recreado y la formas de tratamiento de
aquellos días. Sobre todo observamos que
al no conocerse un estudio lingüístico del lenguaje de germanía en la época de la
Independencia tales expresiones deben ser usadas con cuidado, haciendo
previamente un estudio sobre cuáles eran aquellas se utilizaban entonces.
Octubre 31,2013.
[1] Publicado en www.arteenlared.com: Caracas: noviembre
1,2013; www.codigovenezuela.com:
Caracas: noviembre 1,2013.
[2] Todas referencias a textos de Simón Bolívar
proceden de los Escritos del Libertador. Caracas: Sociedad Bolivariana de
Venezuela/Academia Nacional de la Historia,1964-2011. 33 vols. En este caso la
cita está en el t.XXXIII,p.75. En adelante sólo citaremos esta colección usando
la palabra Escritos e indicando el tomo y página de donde proceda la cita que
hagamos.
[3] Paúl Verna: Robert Sutherland, un amigo de
Bolívar en Haiti. Caracas: Fundación John Boulton, 1966.120 p.
[4] Augusto Mijares: El Libertador. Caracas:
Editorial Arte,1964.586 p. La cita procede de la p.289.
[5] Francisco Herrera Luque: “De Mantuano a
Libertador” en La Historia fabulada. Primera serie Barcelona: Pomaire.
1981,p.299-311.
[7] Antonio
Herrera-Vaillant: La estirpe de las Rojas. Caracas: Academia Nacional de la
Historia, 2007. 2 vols. Los datos están en el t.II,p.189-190, nota 426.
[8] Ha sido el profesor Germán Carrera Damas en
El bolivarinismo-militarismo, una ideología de remplazo.2ª.ed. Caracas:
Alfa,2011.210 p. quien ha hecho especial incapie en el punto que tratamos, al
citar la carta de Bolívar que acabamos de referir. Por cierto, hoy sabemos, en
base a la consulta del original de la misiva a Santander, que esta no tiene
fecha 20 de abril de 1820 sino 18 de abril de 1820, dos días antes.
[9] Carlos Pi Sunyer: El general Juan Robertson, un
procer de la independencia. Prólogo: Pedro Grases. Caracas: Editorial Arte,
1971. XX,304 p. La breve biografía de Bolívar que escribió Robertson puede
leerse aquí(p.301-304).
[10] Paul Verna:Petión y
Bolívar.3ra.ed.aum. Prólogo: Pedro Grases. Caracas: Ediciones de la Presidencia
de la República,1980.564 p. Tambien Paul Verna: Bolívar los emigrados patriotas
en el Caribe. Caracas: Ince, 1983. 200 p.
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