Lectura Tangente
Rostros del reverso
Se impuso el televisor plasma
- Fausto Masó (Notitarde / )
Fausto Masó
En 1998, Chávez gana las elecciones presidenciales frente a Salas Römer con una ventaja de 21 puntos, en el 2000 derrota a Arias Cárdenas con 23, más tarde, en el 2006, se impone frente a Rosales con 26 puntos de ventaja, su victoria más contundente; pero Rosales convenció a la oposición de abandonar el abstencionismo. En el 2012, Chávez derrota a Capriles por 11 puntos y más tarde, la diferencia entre Maduro y Capriles ronda un punto. ¿Ha avanzado la oposición? Sí, desde que se unió en la MUD.
Ahora, como siempre, Gobierno y oposición interpretan los resultados electorales a su conveniencia, solo que esta vez, unos y otros no mienten del todo cuando se proclaman victoriosos. Maduro sobrevivió a las elecciones municipales del pasado domingo, se encaminaba a una derrota abismal que significada su salida del poder, pero aplicó un plan audaz e irresponsable de forzar una rebaja de precios dramática y ruinosa en comercios del país. Por tanto, Maduro se jacta con razón de haber sobrevivido. Sin embargo, también la MUD habla de una victoria electoral: Ganó las principales ciudades y lugares emblemáticos como Barinas, y el chavismo dividió su votación peligrosamente.
Maduro perdía unas elecciones que la oposición había vuelto un plebiscito sobre su forma de gobernar. Algunos afirman que hablar del plebiscito fue un error, solo que sin esa tesis, sin darle trascendencia a los comicios del pasado domingo, la abstención hubiera sido mucho mayor. Además, cada voto a favor de la MUD vale mucho más con un CNE parcializado, unas rectoras sin dignidad, sin presencia en la televisión. La campaña de la oposición a ratos fue heroica.
Las elecciones trascendieron el tema municipal, se volvieron una oportunidad para probar si Maduro se había consolidado en el poder, la oposición las planteó como un plebiscito virtual: Al votar por el Psuv o por la MUD, se estaba votando por la permanencia, o no, en la presidencia de Nicolás Maduro.
El verdadero objetivo de la oposición era obligar a un cambio de orientación ideológica, a tomar en cuenta a la mitad del país que rechaza el socialismo. Inesperadamente, el resultado de las elecciones no fue una derrota clara del chavismo sino un virtual empate, porque tanto la oposición como el Gobierno afirmaron esta semana que ganaron. La primera conquistó las principales ciudades del país, el Gobierno ganó un número superior de alcaldías y no se percibió con claridad quién había obtenido una votación mayor. Maduro sigue en Miraflores, por ahora, claro. Porque esa falsa euforia provocada por la ofensiva revolucionaria, la persecución contra los comerciantes, se traducirá pronto en una mayor inflación, desabastecimiento y crisis económica, a lo que se agregan los apagones eléctricos. Maduro siente que ganó el supuesto plebiscito, aunque la economía puede derrotarlo en las próximas semanas.
Venezuela vivió unas elecciones formalmente democráticas, donde todo el poder del Estado abiertamente se utilizó contra la oposición. Capriles Radonski ni siquiera se desplazaba libremente por el país, lo obligaban a viajar en líneas comerciales y aparecía poco en televisión. A candidatos de la Mesa de la Unidad, el movimiento opositor, los amenazan con meterlos presos y otras arbitrariedades que en cualquier lugar hubieran anulado las elecciones.
El nuevo partido de Leopoldo López ganó alcaldías como la de El Hatillo y Guasdualito, la primera a pesar de que Smolansky arrancó de segundo a buena distancia del primer lugar y la de Guasdualito en un feudo chavista. Antonio Ledezma volvió a ganar la principal alcaldía del país, ratificó su liderazgo, Cocchiola desafió las amenazas de Maduro y Ramos en Barquisimeto es otro triunfo significativo de la oposición.
Algo queda claro: Hoy la verdadera mayoría no es el chavismo sino la oposición.
Las elecciones trascendieron el tema municipal, se volvieron una oportunidad para probar si Maduro se había consolidado en el poder, la oposición las planteó como un plebiscito virtual: Al votar por el Psuv o por la MUD, se estaba votando por la permanencia, o no, en la presidencia de Nicolás Maduro.
El verdadero objetivo de la oposición era obligar a un cambio de orientación ideológica, a tomar en cuenta a la mitad del país que rechaza el socialismo. Inesperadamente, el resultado de las elecciones no fue una derrota clara del chavismo sino un virtual empate, porque tanto la oposición como el Gobierno afirmaron esta semana que ganaron. La primera conquistó las principales ciudades del país, el Gobierno ganó un número superior de alcaldías y no se percibió con claridad quién había obtenido una votación mayor. Maduro sigue en Miraflores, por ahora, claro. Porque esa falsa euforia provocada por la ofensiva revolucionaria, la persecución contra los comerciantes, se traducirá pronto en una mayor inflación, desabastecimiento y crisis económica, a lo que se agregan los apagones eléctricos. Maduro siente que ganó el supuesto plebiscito, aunque la economía puede derrotarlo en las próximas semanas.
Venezuela vivió unas elecciones formalmente democráticas, donde todo el poder del Estado abiertamente se utilizó contra la oposición. Capriles Radonski ni siquiera se desplazaba libremente por el país, lo obligaban a viajar en líneas comerciales y aparecía poco en televisión. A candidatos de la Mesa de la Unidad, el movimiento opositor, los amenazan con meterlos presos y otras arbitrariedades que en cualquier lugar hubieran anulado las elecciones.
El nuevo partido de Leopoldo López ganó alcaldías como la de El Hatillo y Guasdualito, la primera a pesar de que Smolansky arrancó de segundo a buena distancia del primer lugar y la de Guasdualito en un feudo chavista. Antonio Ledezma volvió a ganar la principal alcaldía del país, ratificó su liderazgo, Cocchiola desafió las amenazas de Maduro y Ramos en Barquisimeto es otro triunfo significativo de la oposición.
Algo queda claro: Hoy la verdadera mayoría no es el chavismo sino la oposición.
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Notitarde 14/12/2013 Psuv: Un fracaso maquillado
- Trino Márquez (Notitarde / )
Trino Márquez
Algunos dirigentes y analistas políticos se mueven más en el mundo de la numerología que los estadísticos y los encuestólogos. Olvidan que la política se apoya en los fríos números de las matemáticas, pero los interpreta y los trasciende. Esta verdad la entendió plenamente Rafael Rodríguez Olmos -identificado con el oficialismo- quien escribió "La derrota disfrazada de victoria", artículo publicado en Aporrea. En él, Rodríguez Olmos les exige a sus compañeros de partido que no maquillen los datos de la consulta del 8D y admitan que el Psuv sufrió un doloroso fracaso, por la sencilla razón de que perdieron la Alcaldía Metropolitana de Caracas, Maracaibo, Barinas y el municipio Sucre del estado Miranda. Frente a estos descalabros, se pregunta, cómo sus camaradas pueden hablar de victoria.
La importancia política y económica de las grandes capitales donde ganó la oposición es infinitamente superior a decenas de municipios en los cuales triunfó el Gobierno. El 8D no solo se contaron los votos; también, se pesaron. Esto lo comprendieron perfectamente los dirigentes del Psuv que le ordenaron a Tibisay Lucena presentar los resultados de tal manera que el revés sufrido por el partido quedara oculto tras los fuegos artificiales encendidos por la presidenta del CNE.
Las principales ciudades del eje urbano que va de Caracas a Maracaibo, con la excepción de Maracay, quedaron o pasaron a manos de la oposición. La victoria en Barinas lleva una carga simbólica particular. El régimen habría cambiado esa alcaldía, el Día de la Lealtad y el Amor a Hugo Chávez, por decenas de otras que no encarnaran tanto la admiración al comandante supremo.
Las principales ciudades del eje urbano que va de Caracas a Maracaibo, con la excepción de Maracay, quedaron o pasaron a manos de la oposición. La victoria en Barinas lleva una carga simbólica particular. El régimen habría cambiado esa alcaldía, el Día de la Lealtad y el Amor a Hugo Chávez, por decenas de otras que no encarnaran tanto la admiración al comandante supremo.
La cantidad y calidad de los municipios obtenidos por el Psuv no representan el poder, ni el control abusivo que el régimen ejerció sobre los organismos del Estado para que favorecieran a sus abanderados, ni el dominio de los medios de comunicación públicos que les impidió a los candidatos opositores proyectarse y difundir sus mensajes y programas de Gobierno. Los excesos superaron todos los límites alcanzados en las citas anteriores. No hubo amenaza o atropello que no cometieran. Los aspirantes opositores compitieron con unos adversarios que contaban con los recursos de Pdvsa, Corpozulia o Corpomiranda, según fuese el caso. Nunca les faltaron medios de comunicación, afiches, ni recursos financieros para realizar movilizaciones y promover sus campañas.
El peculado de uso y la presión sobre los medios de comunicación independientes para impedir que se transmitieran los actos de los representantes de la alternativa democrática, tienen que ser incluidos como parte fundamental del análisis. De lo contrario, el examen de los resultados arrojados por la cita del pasado 8D quedaría incompleto. Podría parecer como si los números que nos desfavorecieron, por ejemplo, en Los Teques, fueron el producto de una equivocación táctica y estratégica de Henrique Capriles, y no del plan deliberado de Nicolás Maduro y Elías Jaua para taponar los recursos financieros de la Gobernación del estado, para entregárselos al "protector" de Miranda. Podría parecer que las elecciones municipales tuvieron lugar en unos rutinarios y tranquilos cantones suizos, y no en la erizada Venezuela, donde gobierna una pandilla cubano-madurista que desprecia la democracia y se vale de todas las artimañas posibles para preservar el poder.
El peculado de uso y la presión sobre los medios de comunicación independientes para impedir que se transmitieran los actos de los representantes de la alternativa democrática, tienen que ser incluidos como parte fundamental del análisis. De lo contrario, el examen de los resultados arrojados por la cita del pasado 8D quedaría incompleto. Podría parecer como si los números que nos desfavorecieron, por ejemplo, en Los Teques, fueron el producto de una equivocación táctica y estratégica de Henrique Capriles, y no del plan deliberado de Nicolás Maduro y Elías Jaua para taponar los recursos financieros de la Gobernación del estado, para entregárselos al "protector" de Miranda. Podría parecer que las elecciones municipales tuvieron lugar en unos rutinarios y tranquilos cantones suizos, y no en la erizada Venezuela, donde gobierna una pandilla cubano-madurista que desprecia la democracia y se vale de todas las artimañas posibles para preservar el poder.
Constatar los desequilibrios existentes no debe servir para justificar los errores que se cometieron. Las fallas hay que diagnosticarlas y corregirlas. Pero dedicarse al automartirio no conduce sino a la depresión, a la parálisis y a la desmoralización. A la alternativa democrática le conviene convencerse de que el Gobierno fracasó en su intento de adueñarse de las alcaldías más importantes en el plano político. El fiasco del régimen se tradujo en el éxito de una oposición que trabajó en condiciones precarias y desventajosas. Las victorias de la alternativa democrática están marcadas con el sello del heroísmo, pues se obtuvieron venciendo todos los obstáculos colocados por la todopoderosa maquinaria del Gobierno y el Estado, que movieron cielo y tierra para invisibilizar a los aspirantes de la oposición, arrinconarlos y asfixiarlos financieramente.
Si el análisis político ignora el contexto donde las distintas fuerzas actúan, se convierte en un fastidioso e inútil ejercicio académico. Masoquista, de paso.
Notitarde 27/11/2013
Notitarde 27/11/2013
Ataques a dirigentes de oposición son producto del discurso violento del Gobierno
- El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, aseguró que “los recientes ataques a dirigentes de la oposición son el resultado del discurso violento del gobierno". Agregó que los representantes del oficialismo invitan al descontrol de la sociedad. (TV / )
Globovisión
Caracas, 27 noviembre 2013.- El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, aseguró que “los recientes ataques a dirigentes de la oposición son el resultado del discurso violento del gobierno". Agregó que los representantes del oficialismo invitan al descontrol de la sociedad.
Dijo que solicitarán una investigación exhaustiva a los responsables de la muerte del candidato a concejal por el Circuito 3, municipio Baralt del estado Zulia, José "Cheo" Chirinos.
Por otra parte, expresó que no cree que las políticas económicas implementadas por el Gobierno afecte el voto de los venezolanos. “El pueblo es inteligente y sabe que estas medidas y regulación de precios no durarán”, expresó.
Por su parte, el coordinador del área económica de la MUD, José Guerra, indicó que la cifra ofrecida por el Banco Central de Venezuela del crecimiento de la economía de 1,1% es una cifra menor el año pasado, por lo que consideró que el país está en un proceso de desaceleración del crecimiento económico.
Instó al Gobierno de estimular e incentivar al sector productivo.
Dijo que solicitarán una investigación exhaustiva a los responsables de la muerte del candidato a concejal por el Circuito 3, municipio Baralt del estado Zulia, José "Cheo" Chirinos.
Por otra parte, expresó que no cree que las políticas económicas implementadas por el Gobierno afecte el voto de los venezolanos. “El pueblo es inteligente y sabe que estas medidas y regulación de precios no durarán”, expresó.
Por su parte, el coordinador del área económica de la MUD, José Guerra, indicó que la cifra ofrecida por el Banco Central de Venezuela del crecimiento de la economía de 1,1% es una cifra menor el año pasado, por lo que consideró que el país está en un proceso de desaceleración del crecimiento económico.
Instó al Gobierno de estimular e incentivar al sector productivo.
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