Alojamiento
El hotel Tamanaco a sus 60 años continúa siendo uno de los símbolos arquitectónicos de Caracas
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Ubicado al sureste de Caracas, sobre una de las colinas de Las Mercedes, se levanta como la atalaya de la vida turística y mundana de la capital (Cortesía Hotel Tamanaco)
MAYTE NAVARRO SERRANO | EL UNIVERSAL
domingo 15 de diciembre de 2013
Para una generación, la que vino al mundo en los años 50, el hotel Tamanaco, es más que un edificio de la época, es un elemento de culto de la Caracas de aquellos tiempos, representa la niñez de muchos, cuando se divertían en la ondulada piscina, donde inocentes disfrutaban de sus chapuzones, mientras que en las tumbonas se apoderaban del sol tropical famosas como Lola Flores. Muchos añoraban el ser grandes para poder asistir a un espectáculo en la Boite, que en aquellas décadas del siglo XX era el lugar donde se presentaban los artistas más famosos del momento.
Por allí desfilaron el romántico Nat King Cole con su piano; el grupo The Platers y su éxito Only You; Josephine Baker, Dámaso Pérez Prado, indetenible con sus mambos; Engelbert Humperdinck, Tom Jones, Charles Aznavour y otras luminarias que también se presentaban en el Show de Renny, otro de los asiduos al hotel.
Las damas asistían con sus mejores galas a los saraos para protagonizar así las páginas de sociales de los mediados del siglo XX. Y es que el Tamanaco no sólo fue escenario de acontecimientos como conferencias sino que también albergó en sus salones a más de una recepción de jefes de Estado.
El hotel Tamanaco se inauguró en diciembre de 1953. Sus jardines y piscina, nada convencional para entonces , ofrecían una vista de ciudad de montaña, de esta manera promovía el aire libre y el clima de Caracas. La fecha de apertura se hizo coincidir con otras inauguraciones de obras importantes presididas todas por Marcos Pérez Jiménez.
Entre las orquestas que estrenaron este hotel figuraron las de Xavier Cugat y Abbie Lane. La lista de invitados para esa primera recepción fue supervisada por el Gobierno y alcanzó las 2 mil personas. Esa noche se presentó un espectáculo al estilo de Copacabana, traído desde Nueva York. Después de su apertura, el Tamanaco se unió a la lista de la cadena Inter Continental de América Latina para ofrecer lo que se llamó el "sabor local con el confort americano al estilo Inter Continental", según rezaba la campaña publicitaria.
Durante esos tiempos, que podrían calificarse como los de mayor esplendor, no solo para el hotel, sino para Caracas, se realizaron fiestas verdaderamente inolvidables, además se convirtió en el sitio estratégico para los desayunos de negocios más importantes de la ciudad, donde se daban cita altos ejecutivos de empresas nacionales y trasnacionales de la época.
El primero en celebrar en Venezuela la llegada del Beaujolais Noveau fue el Tamanaco, fiesta que posteriormente se popularizó y masificó en la ciudad. El vino llegaba directamente de Francia por avión y sin esperar subía directamente el hotel, donde todos los jardines se ocupaban por los invitados que se deleitaban con una gastronomía excepcional.
El fin de año era otra de las citas obligadas de los caraqueños en este hotel de Las Mercedes. Al terminar los bailes de los exclusivos Club Paraíso y Caracas Country Club, se dirigían al Tamanaco donde abarrotaban su lobby, elegantemente ataviados y en estricta etiqueta, allí se encontraban los grupos sociales en nuevos abrazos de Año Nuevo para luego bajar a la piscina y tomar el primer desayuno del año. Era un amanecer emblemático, una tradición que reflejaba el savoir faire de la Caracas de los 60 y 70.
Si es cierto que allí se dieron toda suerte de celebraciones faraónicas, desde matrimonios de gran tronío, hasta 15 años rocambolescos, pero también hubo eventos que quedaron en la memoria de muchos como la Gala de la Cruz Roja con la presencia de la legendaria cantante Josephine Baker.
En cuanto a las áreas del hotel, es imposible olvidar la barra ubicada cerca de la piscina, todas las noches abarrotada y donde el flirteo era el deporte preferido de los asistentes, mientras disfrutaban de los mejores cocteles de la ciudad, el Manhattan y el Gin Fizz eran los más solicitados, por lo que se convirtieron favoritos.
Gastronómicamente el Tamanaco ha llevado esta bandera muy en alto, los festivales temáticos forman parte de la historia del buen comer del caraqueño, chefs como Laurent Kehr, contribuyeron crear la fama de que Caracas era una de las ciudades donde mejor se comía en América Latina. Le Gourmet se consagró como el templo de la auténtica comida francesa e internacional, siendo el lugar preferido por los gourmands de aquellos años, quienes remataban sus viajes a Europa con una cena en este comedor donde nunca faltó la verdadera champaña francesa. Es de recordar la velada en una carpa que se levantó por una noche a orillas de la piscina, donde se sirvieron los platos más famosos de otros hoteles Inter Continental y como recuerdo de la cena, los comensales recibieron un hermosísimo libro con las recetas de los condumios más emblemáticos de la citada cadena hotelera.
Hoy da fe de ello, el maitre del Le Gourmet, Agustín Bellorín, una leyenda de ese oficio.
El Tamanaco también tiene sus capítulos divertidos y casi de película, como la fiesta que ofreció un falso jeque, quien repartió "pepitas" de oro como anzuelo para estafar a ilusos magnates del patio que se dejaron impresionar por la leyenda de este personaje, que forma parte de la leyenda urbana capitalina.
A los 60 años este edificio, construido a un costo cercano de 18 millones de bolívares de los de antes por la Oficina Técnica de Gutiérrez y Compañía, siguiendo el diseño del arquitecto Gustavo Guinand van der Valls, se mantiene como una especie de atalaya que representa las vivencias de una generación de caraqueños y es vivo ejemplo de un país que marchaba hacia su desarrollo e integración a la comunidad internacional.
Falleció diseñadora Piera Ferrari
La diseñadora, quien llegó a Venezuela en 1947 cuando apenas era una niña, fue formada por su tía Luisa Ferrari de Ponti en el arte de la costura y la confección de vestidos.
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La creadora tenía 91 años (Cortesía Mauricio Donelli)
YOLIMER OBELMEJÍAS | EL UNIVERSAL
sábado 14 de diciembre de 2013
Caracas.- Deja un gran vacío en el mundo de la moda el fallecimiento de Piera Ferrari.
La diseñadora, quien llegó a Venezuela en 1947 cuando apenas era una niña, fue formada por su tía Luisa Ferrari de Ponti en el arte de la costura y la confección de vestidos. Inicialmente, en un taller que tenía su familiar en La Florida y, posteriormente, en el atelier en el que trabajó las últimas décadas de su vida, ubicado en Las Mercedes.
Ferrari sumaba 91 primaveras y hasta los últimos meses de vida se mantuvo activa diseñando sus inigualables trajes de novia, en los que cuidaba cada detalle y puntada. Su perfección fue premiada en 2007 cuando recibió de un grupo de distinguidas damas de la sociedad venezolana "la aguja de oro", reconocimiento que solo se entregó una vez.
El creador Gionni Straccia fue uno de los primeros en expresar en Twitter su tristeza por la muerte de Piera: "Lamentable la perdida en el mundo de la moda venezolana de Piera Ferrari. Ícono de las novias venezolanas. Q.E.D.P.", escribió en su cuenta (@GionniStraccia).
El periodista y experto de moda Roland Carreño se despidió de ella con un mensaje en su Instagram (@rolandcarreño): "Qué triste noticia: ha muerto la gran diseñadora Piera Ferrari, una maestra del estilo, la sobriedad, la discreción y el buen gusto. Italiana enamorada de Venezuela, durante más de 50 años vistió a las mujeres más elegantes y a las novias más hermosas de Caracas. Descanse en paz, querida señora".
La diseñadora, quien llegó a Venezuela en 1947 cuando apenas era una niña, fue formada por su tía Luisa Ferrari de Ponti en el arte de la costura y la confección de vestidos. Inicialmente, en un taller que tenía su familiar en La Florida y, posteriormente, en el atelier en el que trabajó las últimas décadas de su vida, ubicado en Las Mercedes.
Ferrari sumaba 91 primaveras y hasta los últimos meses de vida se mantuvo activa diseñando sus inigualables trajes de novia, en los que cuidaba cada detalle y puntada. Su perfección fue premiada en 2007 cuando recibió de un grupo de distinguidas damas de la sociedad venezolana "la aguja de oro", reconocimiento que solo se entregó una vez.
El creador Gionni Straccia fue uno de los primeros en expresar en Twitter su tristeza por la muerte de Piera: "Lamentable la perdida en el mundo de la moda venezolana de Piera Ferrari. Ícono de las novias venezolanas. Q.E.D.P.", escribió en su cuenta (@GionniStraccia).
El periodista y experto de moda Roland Carreño se despidió de ella con un mensaje en su Instagram (@rolandcarreño): "Qué triste noticia: ha muerto la gran diseñadora Piera Ferrari, una maestra del estilo, la sobriedad, la discreción y el buen gusto. Italiana enamorada de Venezuela, durante más de 50 años vistió a las mujeres más elegantes y a las novias más hermosas de Caracas. Descanse en paz, querida señora".
54 años de una tienda de regalos
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Eduardo Martínez, Carolina Hernández Herrera de Bracho, Edgardo Quiñones e Isabella Hernández Herrera de Rodríguez FOTOS GABRIELA PULIDO
MAYTE NAVARRO | EL UNIVERSAL
domingo 17 de noviembre de 2013
Su nombre hace recordar a Isquia, isla italiana bañada por el Tirreno, cuya belleza atrae al turismo. Ese fue el nombre que Marta Herrera Ramella seleccionó para su tienda y no lo hizo por capricho sino para traducir la estética de un concepto creado por ella hace casi medio siglo, donde reunió prestigiosas piezas de marcas europeas dedicadas al hogar.
Hoy sus hijas, Carolina Hernández Herrera de Bracho e Isabella Hernández de Rodríguez están al frente de este concepto, que ellas han ampliado al incluir la moda como otro capítulo, también presente en los nuevo espacios de Altamira Village, cuya inauguración se celebró a casa llena y con colecciones nuevas, como la Bernardaud, que ha involucrado artistas plásticos internacionales para hacer de su porcelana piezas que superan lo utilitario, además de lámparas y cristalería. La plástica nacional también estuvo presente, esta vez en los cuadros de José Paradisi Rangel con trabajos inspirados en la naturaleza nacional.
Las diseñadoras venezolanas tienen su espacio, bien sea con prendas de vestir o accesorios.
Durante el encuentro, el coro del Conservatorio de Música del estado Aragua hizo una especie de flashmob, al sorprender a lo invitados que brindaban con prosseco y cocteles. Interpretaron lo más emblemático del repertorio nacional.
Hoy sus hijas, Carolina Hernández Herrera de Bracho e Isabella Hernández de Rodríguez están al frente de este concepto, que ellas han ampliado al incluir la moda como otro capítulo, también presente en los nuevo espacios de Altamira Village, cuya inauguración se celebró a casa llena y con colecciones nuevas, como la Bernardaud, que ha involucrado artistas plásticos internacionales para hacer de su porcelana piezas que superan lo utilitario, además de lámparas y cristalería. La plástica nacional también estuvo presente, esta vez en los cuadros de José Paradisi Rangel con trabajos inspirados en la naturaleza nacional.
Las diseñadoras venezolanas tienen su espacio, bien sea con prendas de vestir o accesorios.
Durante el encuentro, el coro del Conservatorio de Música del estado Aragua hizo una especie de flashmob, al sorprender a lo invitados que brindaban con prosseco y cocteles. Interpretaron lo más emblemático del repertorio nacional.
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