Francisco en Sta. Marta: Dios nos da el cielo como fianza de la eternidad
En la homilía de este viernes, el Santo Padre recuerda a los fieles que Dios nos ha dado una identidad a través del Espíritu Santo y no una lista de costumbres
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Dios nos ha dado a los cristianos, a través del Espíritu Santo, el Cielo como "fianza" de la eternidad. Pero a veces este don queda oscurecido por una vida "opaca" e hipócrita. Lo ha afirmado el papa Francisco en la homilía de la misa de Santa Marta de esta mañana.
El Espíritu Santo es el "sello" de luz con el que Dios nos ha dado "el Cielo en mano" a los cristianos, ha afirmado el Papa. Los cristianos, a menudo, escapan de esta luz por una vida de penumbra y, peor aún, de luz fingida, que brilla en la hipocresía. La homilía de hoy sigue paso a paso las palabras de la Lectura de Pablo, que explica a los cristianos de Éfeso que por haber creído en el Evangelio han recibido "el sello del Espíritu Santo".
De este modo, el Papa ha señalado que con este don, Dios "no sólo nos ha elegido" sino que nos ha dado un estilo, "un modo de vivir, que no es solamente un lista de costumbres, es más: es una identidad".
Y lo ha explicado así: "nuestra identidad es precisamente este sello, esta fuerza del Espíritu Santo, que todos nosotros hemos recibido en el Bautismo. Y el Espíritu Santo ha sellado nuestro corazón y, aún más, camina con nosotros. Este Espíritu, que había sido prometido -Jesús lo había prometido- este Espíritu no solo nos da la identidad, sino, también, es fianza de nuestra herencia. Con él, el Cielo comienza. Nosotros estamos viviendo este Cielo, esta eternidad, porque hemos sido sellados por el Espíritu Santo, que precisamente es el inicio del Cielo: era la fianza; la tenemos en la mano. Nosotros tenemos el Cielo en la mano con este sello".
Tener como fianza de eternidad el Cielo mismo, no impide a los cristianos resbalar al menos en un par de tentaciones, ha advertido. Y así ha especificado que "cuando nosotros queremos, no digo cancelar la identidad, sino hacerla opaca". Al respecto, el Papa ha afirmado que "es el cristiano tibio. Es cristiano sí, va a misa el domingo, sí, pero en su vida la identidad no se ve. También vive como un pagano: puede vivir como un pagano, pero es cristiano. Ser tibios. Hacer opaca nuestra identidad. Y el otro pecado, del que Jesús habla a sus discípulos y hemos escuchado: 'Guardaos bien de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía'. 'Fingir': finjo ser cristiano, pero no lo soy. No soy transparente, digo una cosa -'sí, sí soy cristiano'- pero hago otra cosa que no es cristiana".
Sin embargo, y el mismo Pablo lo recuerda en otro pasaje, una vida cristiana vivida según la identidad creada por el Espíritu Santo trae como regalo dones grandes, ha recordado el Pontífice.
Para concluir la reflexión de la homilía, el Santo Padre ha indicado que "amor, alegría, paz, magnanimidad, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí. Y esta es nuestro camino hacia el Cielo, es nuestro camino, que comienza el Cielo de aquí". De este modo ha recordado que "porque tenemos esta identidad cristiana, hemos sido sellados por el Espíritu Santo". Por eso, Francisco ha invitado a pedir al Señor la "gracia de estar atentos a este sello, a esta nuestra identidad cristiana, que no solo es prometida, no, ya la tenemos en la mano como fianza".
El Espíritu Santo es el "sello" de luz con el que Dios nos ha dado "el Cielo en mano" a los cristianos, ha afirmado el Papa. Los cristianos, a menudo, escapan de esta luz por una vida de penumbra y, peor aún, de luz fingida, que brilla en la hipocresía. La homilía de hoy sigue paso a paso las palabras de la Lectura de Pablo, que explica a los cristianos de Éfeso que por haber creído en el Evangelio han recibido "el sello del Espíritu Santo".
De este modo, el Papa ha señalado que con este don, Dios "no sólo nos ha elegido" sino que nos ha dado un estilo, "un modo de vivir, que no es solamente un lista de costumbres, es más: es una identidad".
Y lo ha explicado así: "nuestra identidad es precisamente este sello, esta fuerza del Espíritu Santo, que todos nosotros hemos recibido en el Bautismo. Y el Espíritu Santo ha sellado nuestro corazón y, aún más, camina con nosotros. Este Espíritu, que había sido prometido -Jesús lo había prometido- este Espíritu no solo nos da la identidad, sino, también, es fianza de nuestra herencia. Con él, el Cielo comienza. Nosotros estamos viviendo este Cielo, esta eternidad, porque hemos sido sellados por el Espíritu Santo, que precisamente es el inicio del Cielo: era la fianza; la tenemos en la mano. Nosotros tenemos el Cielo en la mano con este sello".
Tener como fianza de eternidad el Cielo mismo, no impide a los cristianos resbalar al menos en un par de tentaciones, ha advertido. Y así ha especificado que "cuando nosotros queremos, no digo cancelar la identidad, sino hacerla opaca". Al respecto, el Papa ha afirmado que "es el cristiano tibio. Es cristiano sí, va a misa el domingo, sí, pero en su vida la identidad no se ve. También vive como un pagano: puede vivir como un pagano, pero es cristiano. Ser tibios. Hacer opaca nuestra identidad. Y el otro pecado, del que Jesús habla a sus discípulos y hemos escuchado: 'Guardaos bien de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía'. 'Fingir': finjo ser cristiano, pero no lo soy. No soy transparente, digo una cosa -'sí, sí soy cristiano'- pero hago otra cosa que no es cristiana".
Sin embargo, y el mismo Pablo lo recuerda en otro pasaje, una vida cristiana vivida según la identidad creada por el Espíritu Santo trae como regalo dones grandes, ha recordado el Pontífice.
Para concluir la reflexión de la homilía, el Santo Padre ha indicado que "amor, alegría, paz, magnanimidad, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí. Y esta es nuestro camino hacia el Cielo, es nuestro camino, que comienza el Cielo de aquí". De este modo ha recordado que "porque tenemos esta identidad cristiana, hemos sido sellados por el Espíritu Santo". Por eso, Francisco ha invitado a pedir al Señor la "gracia de estar atentos a este sello, a esta nuestra identidad cristiana, que no solo es prometida, no, ya la tenemos en la mano como fianza".
Sínodo, día 10: la comisión prepara la Relatio Synodi con las enmiendas de los círculos menores
Esta tarde se presenta a la Asamblea el borrador del documento final y mañana se votará
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El Sínodo de los Obispos se encuentra ya en la última fase. La Asamblea no se reunió ni ayer por la tarde ni esta mañana. Ahora trabajan los responsables de redactar la Relatio Synodi, documento final. Esta tarde en el Aula se presentará el borrador y habrá intervenciones. Finalmente mañana por la mañana se votará y se aprobará el mensaje final.
Han estado presentes en la Sala de Prensa del Vaticano esta mañana, para profundizar sobre algunos detalles del desarrollo de los trabajos, el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal alemana; monseñor Georges Pontier, presidente de los obispos franceses; y la señora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, que ha participado en el Sínodo como auditora.
El purpurado alemán ha recordado que durante este tiempo han asistido a un intercambio de preguntas y respuestas y que es necesario entender cuál es el proceso de Sínodo. Asimismo, ha indicado que ha habido un debate exponiendo las distintas opiniones, pero es necesario evidenciar que habrá un documento final para que todos puedan participar en el diálogo, previo al Sínodo ordinario de 2015. A propósito, ha hecho un llamamiento para involucrar a todos los fieles. El cardenal Marx ha afirmado que ahondar en los temas permite seguir adelante y evolucionar en el debate. Un debate -ha asegurado- muy animado y esto es muy positivo. Del documento final del Sínodo, ha manifestado su deseo de que sirva para dar impulsos para la pastoral.
Por su parte, monseñor Pontier, ha indicado que este es su primer Sínodo y ha destacado "la universalidad" como la característica más interesante. A propósito, ha explicado que poco a poco ha ido descubriendo lo que sucede fuera -fuera de Francia, de Europa- "y esto da un nuevo enfoque a las cuestiones y temas que debemos afrontar". También ha apuntado que aunque el Sínodo se ha centrado en los desafíos y en los retos, ha habido espacio para las familias que viven el Evangelio y en las que pasan cosas bonitas.
Finalmente ha intervenido la señora Hoyos Castañeda, abogada colombiana que trabaja en el sector público dedicada a la defensa de los derechos de la infancia, la adolescencia y la familia.
"Era importante en este Sínodo poder presentar la voz de una mujer que trabaja en el Estado y advierte las dificultades, como católica, de dialogar con el mundo, de buscar que respetando las diferencias (...) ¿cuál es el compromiso que tiene el católico en la vida pública?", ha planteado la auditora. De este modo, en la intervención de la semana pasada en el Aula, se pudo presentar esta visión, la necesidad de que exista un diálogo entre la Iglesia y el Estado, que la pastoral de la familia -que está dirigida a todos los católicos- también nos tiene que comprometer a quienes optamos por servir a la sociedad sirviendo a través de la función pública.
Abordando las labores de los círculos menores, la abogada ha planteado que en estos grupos a los laicos les han permitido hablar y presentar posturas, y también hacer propuestas. "Hemos presentado unos modos, que han contado en ocasiones con la aprobación, en otros no, pero que nos sentimos partícipes de este diálogo sinodal", ha observado.
Y así, ha asegurado que para ella ha sido "un enriquecimiento, no solo como mujer católica" y "me ha acrecentado el compromiso que tengo, a su vez, como servidora pública".
Han estado presentes en la Sala de Prensa del Vaticano esta mañana, para profundizar sobre algunos detalles del desarrollo de los trabajos, el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal alemana; monseñor Georges Pontier, presidente de los obispos franceses; y la señora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, que ha participado en el Sínodo como auditora.
El purpurado alemán ha recordado que durante este tiempo han asistido a un intercambio de preguntas y respuestas y que es necesario entender cuál es el proceso de Sínodo. Asimismo, ha indicado que ha habido un debate exponiendo las distintas opiniones, pero es necesario evidenciar que habrá un documento final para que todos puedan participar en el diálogo, previo al Sínodo ordinario de 2015. A propósito, ha hecho un llamamiento para involucrar a todos los fieles. El cardenal Marx ha afirmado que ahondar en los temas permite seguir adelante y evolucionar en el debate. Un debate -ha asegurado- muy animado y esto es muy positivo. Del documento final del Sínodo, ha manifestado su deseo de que sirva para dar impulsos para la pastoral.
Por su parte, monseñor Pontier, ha indicado que este es su primer Sínodo y ha destacado "la universalidad" como la característica más interesante. A propósito, ha explicado que poco a poco ha ido descubriendo lo que sucede fuera -fuera de Francia, de Europa- "y esto da un nuevo enfoque a las cuestiones y temas que debemos afrontar". También ha apuntado que aunque el Sínodo se ha centrado en los desafíos y en los retos, ha habido espacio para las familias que viven el Evangelio y en las que pasan cosas bonitas.
Finalmente ha intervenido la señora Hoyos Castañeda, abogada colombiana que trabaja en el sector público dedicada a la defensa de los derechos de la infancia, la adolescencia y la familia.
"Era importante en este Sínodo poder presentar la voz de una mujer que trabaja en el Estado y advierte las dificultades, como católica, de dialogar con el mundo, de buscar que respetando las diferencias (...) ¿cuál es el compromiso que tiene el católico en la vida pública?", ha planteado la auditora. De este modo, en la intervención de la semana pasada en el Aula, se pudo presentar esta visión, la necesidad de que exista un diálogo entre la Iglesia y el Estado, que la pastoral de la familia -que está dirigida a todos los católicos- también nos tiene que comprometer a quienes optamos por servir a la sociedad sirviendo a través de la función pública.
Abordando las labores de los círculos menores, la abogada ha planteado que en estos grupos a los laicos les han permitido hablar y presentar posturas, y también hacer propuestas. "Hemos presentado unos modos, que han contado en ocasiones con la aprobación, en otros no, pero que nos sentimos partícipes de este diálogo sinodal", ha observado.
Y así, ha asegurado que para ella ha sido "un enriquecimiento, no solo como mujer católica" y "me ha acrecentado el compromiso que tengo, a su vez, como servidora pública".
EL PAPA FRANCISCO
El Papa a los universitarios: 'No os contentéis con verdades parciales o ilusiones consoladoras'
En un mensaje a la Federación Universitaria Católica Italiana (FUCI), Francisco invita a los estudiantes a soldar la fractura entre Evangelio y contemporaneidad
Por Redacción
ROMA, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha enviado un mensaje -fechado el 14 de octubre- a la Federación Universitaria Católica Italiana (FUCI), que está celebrando estos días un congreso nacional extraordinario dedicado a Pablo VI en Arezzo (Italia). El Pontífice italiano fue Asistente Central de esta institución, entre 1925 y 1933, y será proclamado beato el próximo domingo.
El Santo Padre ha entregado simbólicamente tres palabras a los participantes en el congreso de la FUCI, según ha informado hoy la Oficina de Prensa del Vaticano. La primera voz es ''studium''. ''Lo esencial de la vida universitaria -escribe el Pontífice argentino- estriba en el estudio, en la fatiga y la paciencia del pensar que revela una tensión del ser humano hacia la verdad, el bien, la belleza... No os contentéis con verdades parciales o ilusiones consoladoras; haced que el estudio sea un comprensión cada vez más plena de la realidad. Para ello son necesarias la humildad de la escucha y la amplitud de la mirada''.
La segunda es investigación, que junto con el diálogo y la confrontación deben ser el método de estudio de la FUCI. ''La FUCI -prosigue el Papa- debe experimentar siempre la humildad de la búsqueda, esa actitud de acogida silenciosa de lo ignoto, de lo desconocido, del otro y demostrar su apertura y su disponibilidad para caminar con todos aquellos empujados por una tensión inquieta hacia la Verdad, creyentes y no creyentes, extranjeros y excluidos. La investigación se interroga constantemente, se transforma en encuentro con el misterio y se abre a la fe: hace posible el encuentro entre fe, razón y ciencia, permite un diálogo armonioso entre ellas... A través de este método de investigación es posible alcanzar un objetivo ambicioso: soldar la fractura entre Evangelio y contemporaneidad a través del estilo de la mediación cultural, una mediación itinerante que sin negar las diferencias culturales, al contrario, valorizándolas se proponga como horizonte de proyecto positivo''.
Por último, frontera. ''La Universidad es una frontera que os espera, una periferia en que acoger y sanar las pobrezas existenciales del ser humano. La pobreza en las relaciones, en el crecimiento humano, tienden a llenar las cabezas sin crear un proyecto compartido de sociedad, un fin común, una fraternidad sincera. Preocupaos siempre -subraya el Obispo de Roma- por encontrar al otro, por percibir el ''olor'' de los seres humanos de hoy, hasta impregnaros de sus alegrías y esperanzas, de sus tristezas y angustias. No levantéis nunca barreras que, al intentar defender la frontera, impiden el encuentro con el Señor. En la cultura, sobre todo hoy, necesitamos estar al lado de todos. Podréis superar el enfrentamiento entre los pueblos solo si lográis alimentar una cultura del encuentro y de la fraternidad''.
El Santo Padre ha entregado simbólicamente tres palabras a los participantes en el congreso de la FUCI, según ha informado hoy la Oficina de Prensa del Vaticano. La primera voz es ''studium''. ''Lo esencial de la vida universitaria -escribe el Pontífice argentino- estriba en el estudio, en la fatiga y la paciencia del pensar que revela una tensión del ser humano hacia la verdad, el bien, la belleza... No os contentéis con verdades parciales o ilusiones consoladoras; haced que el estudio sea un comprensión cada vez más plena de la realidad. Para ello son necesarias la humildad de la escucha y la amplitud de la mirada''.
La segunda es investigación, que junto con el diálogo y la confrontación deben ser el método de estudio de la FUCI. ''La FUCI -prosigue el Papa- debe experimentar siempre la humildad de la búsqueda, esa actitud de acogida silenciosa de lo ignoto, de lo desconocido, del otro y demostrar su apertura y su disponibilidad para caminar con todos aquellos empujados por una tensión inquieta hacia la Verdad, creyentes y no creyentes, extranjeros y excluidos. La investigación se interroga constantemente, se transforma en encuentro con el misterio y se abre a la fe: hace posible el encuentro entre fe, razón y ciencia, permite un diálogo armonioso entre ellas... A través de este método de investigación es posible alcanzar un objetivo ambicioso: soldar la fractura entre Evangelio y contemporaneidad a través del estilo de la mediación cultural, una mediación itinerante que sin negar las diferencias culturales, al contrario, valorizándolas se proponga como horizonte de proyecto positivo''.
Por último, frontera. ''La Universidad es una frontera que os espera, una periferia en que acoger y sanar las pobrezas existenciales del ser humano. La pobreza en las relaciones, en el crecimiento humano, tienden a llenar las cabezas sin crear un proyecto compartido de sociedad, un fin común, una fraternidad sincera. Preocupaos siempre -subraya el Obispo de Roma- por encontrar al otro, por percibir el ''olor'' de los seres humanos de hoy, hasta impregnaros de sus alegrías y esperanzas, de sus tristezas y angustias. No levantéis nunca barreras que, al intentar defender la frontera, impiden el encuentro con el Señor. En la cultura, sobre todo hoy, necesitamos estar al lado de todos. Podréis superar el enfrentamiento entre los pueblos solo si lográis alimentar una cultura del encuentro y de la fraternidad''.
Francisco advierte que los que sufren hambre son personas y no números
En una carta enviada al director general de la FAO, el Santo Padre pide que las reflexiones den paso a iniciativas concretas
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación celebrada ayer, el santo padre Francisco advierte que "a pesar de los avances que se están realizando en muchos países, los últimos datos siguen presentando aún una situación inquietante, a la que ha contribuido la disminución general de la ayuda pública al desarrollo". Lo ha hecho en la carta enviada al señor José Graziano da Silva, director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Esta Jornada, afirma el Papa, "se hace eco del grito de tantos hermanos y hermanas nuestros que en diversas partes del mundo no tienen el pan de cada día". Y por otra parte, "nos hace pensar en la enorme cantidad de alimentos que se desperdician, en los productos que se destruyen, en la especulación con los precios en nombre del dios beneficio".
Según afirma el Papa "es una de las paradojas más dramáticas de nuestro tiempo, a la que asistimos con impotencia, pero a menudo también con indiferencia". Pero Francisco observa más allá de los datos, indicando que "hay un aspecto importante del problema que no ha recibido todavía la debida consideración en las políticas y planes de acción: quienes sufren la inseguridad alimentaria y la desnutrición son personas y no números, y precisamente por su dignidad de personas, están por encima de cualquier cálculo o proyecto económico".
Por otro lado, el Santo Padre observa que el tema propuesto por la FAO para esta Jornada –Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta– pone de relieve la necesidad de partir de las personas, como individuos o como grupos, a la hora de proponer nuevas formas y modos de gestión de los diferentes aspectos de la alimentación.
En concreto, el Pontífice indica que "es necesario reconocer cada vez más el papel de la familia rural y desarrollar todas sus potencialidades". Y así, invita a estar atentos a las necesidades de la familia rural "no sólo técnicas, sino también humanas, espirituales, sociales" y por otra parte, "tenemos que aprender de su experiencia, de su capacidad de trabajo y, sobre todo, de ese vínculo de amor, solidaridad y generosidad, que hay entre sus miembros y que está llamado a convertirse en un modelo para la vida social".
Del mismo modo, se precisa en la carta del Papa que la familia "favorece el diálogo entre diversas generaciones y pone las bases para una verdadera integración social, además de representar esa deseada sinergia entre trabajo agrícola y sostenibilidad". Está muy bien hablar de la familia rural y celebrar años internacionales para recordarla pero, no es suficiente: "esas reflexiones tienen que dar paso a iniciativas concretas".
En un segundo punto abordado en la misiva, Francisco afirma que "defender a las comunidades rurales frente a las graves amenazas de la acción humana y de los desastres naturales no debería ser sólo una estrategia, sino una acción permanente que favorezca su participación en la toma de decisiones, que ponga a su alcance tecnologías apropiadas y extienda su uso, respetando siempre el medio ambiente". Nunca como en este momento -reconoce- ha necesitado el mundo que las personas y las naciones se unan para superar las divisiones y los conflictos existentes.
Por esta razón, Francisco exhorta a ser solidarios y compartir. Un obligación que no puede limitarse a la distribución de alimentos. "Compartir quiere decir hacerse prójimo de todos los hombres, reconocer la común dignidad, estar atentos a sus necesidades y ayudarlos a remediarlas, con el mismo espíritu de amor que se vive en una familia", afirma el Papa.
En el tercer punto de su reflexión, el Santo Padre reconoce que para vencer el hambre es necesario "cambiar el paradigma de las políticas de ayuda y de desarrollo, modificar las reglas internacionales en materia de producción y comercialización de los productos agrarios, garantizando a los países en los que la agricultura representa la base de su economía y supervivencia la autodeterminación de su mercado agrícola".
Ha llegado el momento -reconoce Francisco- de pensar y decidir a partir de cada persona y comunidad, y no desde la situación de los mercados.
Finalmente, el Obispo de Roma exlica que la Iglesia católica "está dispuesta a ofrecer, iluminar y acompañar tanto la elaboración de políticas como su actuación concreta, consciente de que la fe se hace visible poniendo en práctica el proyecto de Dios para la familia humana y para el mundo, mediante una profunda y real fraternidad, que no es exclusiva de los cristianos, sino que incluye a todos los pueblos".
Esta Jornada, afirma el Papa, "se hace eco del grito de tantos hermanos y hermanas nuestros que en diversas partes del mundo no tienen el pan de cada día". Y por otra parte, "nos hace pensar en la enorme cantidad de alimentos que se desperdician, en los productos que se destruyen, en la especulación con los precios en nombre del dios beneficio".
Según afirma el Papa "es una de las paradojas más dramáticas de nuestro tiempo, a la que asistimos con impotencia, pero a menudo también con indiferencia". Pero Francisco observa más allá de los datos, indicando que "hay un aspecto importante del problema que no ha recibido todavía la debida consideración en las políticas y planes de acción: quienes sufren la inseguridad alimentaria y la desnutrición son personas y no números, y precisamente por su dignidad de personas, están por encima de cualquier cálculo o proyecto económico".
Por otro lado, el Santo Padre observa que el tema propuesto por la FAO para esta Jornada –Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta– pone de relieve la necesidad de partir de las personas, como individuos o como grupos, a la hora de proponer nuevas formas y modos de gestión de los diferentes aspectos de la alimentación.
En concreto, el Pontífice indica que "es necesario reconocer cada vez más el papel de la familia rural y desarrollar todas sus potencialidades". Y así, invita a estar atentos a las necesidades de la familia rural "no sólo técnicas, sino también humanas, espirituales, sociales" y por otra parte, "tenemos que aprender de su experiencia, de su capacidad de trabajo y, sobre todo, de ese vínculo de amor, solidaridad y generosidad, que hay entre sus miembros y que está llamado a convertirse en un modelo para la vida social".
Del mismo modo, se precisa en la carta del Papa que la familia "favorece el diálogo entre diversas generaciones y pone las bases para una verdadera integración social, además de representar esa deseada sinergia entre trabajo agrícola y sostenibilidad". Está muy bien hablar de la familia rural y celebrar años internacionales para recordarla pero, no es suficiente: "esas reflexiones tienen que dar paso a iniciativas concretas".
En un segundo punto abordado en la misiva, Francisco afirma que "defender a las comunidades rurales frente a las graves amenazas de la acción humana y de los desastres naturales no debería ser sólo una estrategia, sino una acción permanente que favorezca su participación en la toma de decisiones, que ponga a su alcance tecnologías apropiadas y extienda su uso, respetando siempre el medio ambiente". Nunca como en este momento -reconoce- ha necesitado el mundo que las personas y las naciones se unan para superar las divisiones y los conflictos existentes.
Por esta razón, Francisco exhorta a ser solidarios y compartir. Un obligación que no puede limitarse a la distribución de alimentos. "Compartir quiere decir hacerse prójimo de todos los hombres, reconocer la común dignidad, estar atentos a sus necesidades y ayudarlos a remediarlas, con el mismo espíritu de amor que se vive en una familia", afirma el Papa.
En el tercer punto de su reflexión, el Santo Padre reconoce que para vencer el hambre es necesario "cambiar el paradigma de las políticas de ayuda y de desarrollo, modificar las reglas internacionales en materia de producción y comercialización de los productos agrarios, garantizando a los países en los que la agricultura representa la base de su economía y supervivencia la autodeterminación de su mercado agrícola".
Ha llegado el momento -reconoce Francisco- de pensar y decidir a partir de cada persona y comunidad, y no desde la situación de los mercados.
Finalmente, el Obispo de Roma exlica que la Iglesia católica "está dispuesta a ofrecer, iluminar y acompañar tanto la elaboración de políticas como su actuación concreta, consciente de que la fe se hace visible poniendo en práctica el proyecto de Dios para la familia humana y para el mundo, mediante una profunda y real fraternidad, que no es exclusiva de los cristianos, sino que incluye a todos los pueblos".
SANTA SEDE
Pablo VI: Cuando de joven durmió una semana en la caseta de la leña
Testimonio de monseñor Francesco Galloni, anciano sacerdote amigo del papa Montini
Por Renzo Allegri
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - La noche del lunes 3 de marzo de 1969, hubo un atentado terrorista en Concesio, pueblo natal del papa Pablo VI: una bomba explotó delante del portón de la iglesia parroquial, donde el Papa había sido bautizado el 30 de septiembre de 1897.
Pasó poco después de la media noche, cuando una violentísima explosión despertó a los habitantes del pequeño pueblo. El rugido destrozó las ventanas de las casas cercanas a la iglesia. La bomba destruyó la puerta principal del templo. Fragmentos de madera, hierro y escombros fueron esparcidos a través del pasillo hasta llegar a la escalinata del altar mayor. La policía científica pudo establecer que la bomba estaba formada por un "dispositivo de relojería complejo, cuidadosamente embalado por personas preparadas en el manejo de explosivos".
Los daños causados no fueron muy graves. Pero el atentado suscitó profunda emoción por el delito contra el Papa. Frente a la iglesia se encontraron manifiestos mecanografiados con frases ofensivas contra el Papa llamándole "hombre lobo", "compañero de Nixon" y se le dirigían fuertes amenazas de muerte. Los panfletos fueron escritos en un mal italiano con frases alemanas, quizás para desviar las investigaciones policiales.
Como muchísimos otros periodistas, fui enviado a Concesio para la crónica del hecho. Y en esa ocasión conocí a monseñor Francesco Galloni, un anciano sacerdote de 80 años, que era muy amigo de Pablo VI porque de joven sacerdote había sido vice-párroco en esa iglesia, a la que asistía la familia Montini.
Lo busqué y fui a verlo. Vivía en Velo d'Astico, un pueblo en la provincia de Vicenza, en una de las casas de la Asociación "Pro Oriente", la obra que él había fundado en 1924. Era un sacerdote que había tenido una vida muy activa. Había sido también un valiente alpino, condecorado por el heroísmo demostrado durante la Primera Guerra Mundial.
"En 1914, apenas ordenado sacerdote, fui enviado a desarrollar mi apostolado en Concesio", me contó monseñor Galloni. "Conocí entonces a Giambattista Montini que tenía diecisiete años e iba al instituto. Nos hicimos amigos. Una amistad que ha durado para siempre. También en esta dolorosa ocasión nos hemos llamado. Y el Papa, hablándome del atentado, lloraba".
Recordando las lágrimas de Pablo VI, también monseñor Galloni se conmovió. Recuperándose me contó una larga historia.
"Pablo VI tiene un corazón muy tierno. Es simplemente como un niño aunque también tiene una cultura y una experiencia que están fuera de lo ordinario. Él quiere mucho a todos con una inmediatez y una necesidad que nadie puede imaginar. La madre lo ha educado en la confidencialidad, en la humildad. Por eso esconde los propios sentimientos. Se preocupa por decir y hacer lo que es una ventaja para la justicia y el bien espiritual del mundo. Pero todo lo que tiene que ver con su persona lo tiene celosamente oculto. La gente no lo conoce, lo juzgan por tener un carácter frío, un intelectual cerrado en sus pensamientos y en sus problemas. Es un juicio erróneo y él lo sufre. Pablo VI es una persona muy sensible que ama a los hombres, sobre todo a los pobres y a los que sufren, como ningún otro".
"Cuando yo prestaba mi servicio sacerdotal en Concesio", dijo monseñor Galloni, "el Papa era un joven de 17 años que iba al instituto. Vivía con la familia en Brescia, pero pasaba todo el verano en Concesio, en la casa natal, que estaba a unos setecientos metros de la iglesia. Giambattista, todas las tardes, acompañado por la madre y los hermanos Ludovico y Francesco, venía a hacer una visita a la iglesia. Era su paseo nocturno".
"Nos hicimos amigos en seguida. Aparentemente era un joven como todos los demás. Amaba estar en compañía, reír, bromear con los jóvenes de su edad; pero se advertía algo en él que lo hacía distinto a los otros".
"No había hablado nunca con nadie que pretendía hacerse sacerdote. Quizá no lo había decidido ni siquiera en su alma. Tenía una salud muy débil, sufría de estómago y de intestino. Asistía a la escuela por libre, estudiando siempre en casa. Quizá por esto no se decidía a revelar el sueño que realmente tenía en su corazón. Pero se veía y se sentía que era un alma toda de Dios".
"La familia Montini durante el invierno se transfería a Brescia donde Giorgio Montini, padre del Papa, era director del periódico local católico. Yo había entrado en tal amistad con esta familia que en Brescia, en su casa, tenía mi habitación, junto a la de Giambattista, y cuando iba a Brescia, (sucedía un par de veces a la semana), vivía en la casa Montini".
"La armonía y el afecto que reinaba en esa casa era conmovedor. Por la noche se reunían todos en la habitación de los padres, los tres jóvenes y yo, que me había convertido en el cuarto chico Montini, y se recitaban las oraciones juntos. Era el abogado Giorgio quien comenzaba y guiaba las oraciones".
"Giambattista, aunque estuviera enfermo, estudiaba continuamente. Demostraba una inteligencia superior y era siempre el primero de la clase".
"En el Colegio Arici donde estudiaba Giambattista, había una publicación, "La Fionda". El director era Andrea Treveschi y los colaboradores eran Giambattista y Ludovico Montini. Conservo varias cartas de Giambattista escritas en "La Fionda". Me confiaba sus experiencias de joven periodista, las polémicas, el entusiasmo con el que se dedicaba al periódico. Si no hubiera tomado la carrera eclesiástica, Giambattista se hubiera convertido en un óptimo periodista, como lo fue su padre".
"Cuando fui a la guerra, Giambattista continuó escribiéndome. Conservo todas sus cartas. Creo que son los únicos escritos en los que él haya manifestado por entero la riqueza y la sensibilidad de su alma. Continuó escribiéndome siempre, también de Papa y la última carta es de hace unos días. Puede darse cuenta de lo humilde y lo bueno de este hombre. Con todo lo que tiene que hacer se acuerda de mí, que no soy nada comparándome con él, y me escribe una carta larga, de su puño y letra, también la dirección la ha escrito él. Observe la caligrafía, es nítida, igual que la que tenía cuando era estudiante. Mira que página ordenada y limpia, no hay una palabra, una vocal o un consonante que estén fuera de la línea".
"En esta menciona 'la presente vida de la Iglesia, sus pruebas internas y las dificultades exteriores', menciona las 'amarguras y las esperanzas de su corazón de padre'. Y me recuerda una fecha, un viaje que hicimos juntos en agosto de 1915".
"Giambattista Montini sabía que yo iba cada año a la colina de San Genesio, por encima de Lecco, donde hay una ermita de religiosos de Camaldoli, todos ellos de origen polaco. Iba hasta allí para pasar unos días en retiro absoluto, meditar y orar".
"Ese año Giambattista me dijo: 'acompáñame a San Genesio, quiero pasar unos días en completa soledad'. 'Por supuesto', contesté yo. Me parecía que Giambattista estaba reflexionando sobre tomar una decisión importante, pero no sabía cual".
"Salimos. Giambattista, el padre Paolo Caresana, que era mi confesor, y yo".
"Al llegar a la cima de la colina, después de un largo viaje (entonces no había coches) llamamos a la puerta de la ermita. Vino a abrirnos al padre Matteo, a quien yo conocía. Pedimos hospedaje para algunos días de retiro. El padre Matteo respondió: 'para vosotros dos sacerdotes sí, pero para ese joven no se puede, la regla prohíbe dejar pasar al monasterio a un laico'. 'Pero, padre Mateo', dije yo, 'hemos hecho doscientos kilómetros para venir hasta aquí, no podemos dejar que el joven se vuelva solo'".
"El padre Matteo llamó al padre superior. La respuesta fue la misma. 'Si el joven se quiere quedar', dijo el padre superior, 'tiene que adaptarse a dormir en la cabaña de la leña, detrás del convento; le prestaremos algo para tumbarse'. 'Encantado, padre', dijo Giambattista muy feliz. Y durante todo el tiempo se quedó abajo, casi una semana, Montini, acostumbrado a vivir en una casa señorial y con una salud delicada, durmió en el suelo, en una cabaña para la leña. El Papa ha continuado así, sencillo y bueno como entonces".
Pasó poco después de la media noche, cuando una violentísima explosión despertó a los habitantes del pequeño pueblo. El rugido destrozó las ventanas de las casas cercanas a la iglesia. La bomba destruyó la puerta principal del templo. Fragmentos de madera, hierro y escombros fueron esparcidos a través del pasillo hasta llegar a la escalinata del altar mayor. La policía científica pudo establecer que la bomba estaba formada por un "dispositivo de relojería complejo, cuidadosamente embalado por personas preparadas en el manejo de explosivos".
Los daños causados no fueron muy graves. Pero el atentado suscitó profunda emoción por el delito contra el Papa. Frente a la iglesia se encontraron manifiestos mecanografiados con frases ofensivas contra el Papa llamándole "hombre lobo", "compañero de Nixon" y se le dirigían fuertes amenazas de muerte. Los panfletos fueron escritos en un mal italiano con frases alemanas, quizás para desviar las investigaciones policiales.
Como muchísimos otros periodistas, fui enviado a Concesio para la crónica del hecho. Y en esa ocasión conocí a monseñor Francesco Galloni, un anciano sacerdote de 80 años, que era muy amigo de Pablo VI porque de joven sacerdote había sido vice-párroco en esa iglesia, a la que asistía la familia Montini.
Lo busqué y fui a verlo. Vivía en Velo d'Astico, un pueblo en la provincia de Vicenza, en una de las casas de la Asociación "Pro Oriente", la obra que él había fundado en 1924. Era un sacerdote que había tenido una vida muy activa. Había sido también un valiente alpino, condecorado por el heroísmo demostrado durante la Primera Guerra Mundial.
"En 1914, apenas ordenado sacerdote, fui enviado a desarrollar mi apostolado en Concesio", me contó monseñor Galloni. "Conocí entonces a Giambattista Montini que tenía diecisiete años e iba al instituto. Nos hicimos amigos. Una amistad que ha durado para siempre. También en esta dolorosa ocasión nos hemos llamado. Y el Papa, hablándome del atentado, lloraba".
Recordando las lágrimas de Pablo VI, también monseñor Galloni se conmovió. Recuperándose me contó una larga historia.
"Pablo VI tiene un corazón muy tierno. Es simplemente como un niño aunque también tiene una cultura y una experiencia que están fuera de lo ordinario. Él quiere mucho a todos con una inmediatez y una necesidad que nadie puede imaginar. La madre lo ha educado en la confidencialidad, en la humildad. Por eso esconde los propios sentimientos. Se preocupa por decir y hacer lo que es una ventaja para la justicia y el bien espiritual del mundo. Pero todo lo que tiene que ver con su persona lo tiene celosamente oculto. La gente no lo conoce, lo juzgan por tener un carácter frío, un intelectual cerrado en sus pensamientos y en sus problemas. Es un juicio erróneo y él lo sufre. Pablo VI es una persona muy sensible que ama a los hombres, sobre todo a los pobres y a los que sufren, como ningún otro".
"Cuando yo prestaba mi servicio sacerdotal en Concesio", dijo monseñor Galloni, "el Papa era un joven de 17 años que iba al instituto. Vivía con la familia en Brescia, pero pasaba todo el verano en Concesio, en la casa natal, que estaba a unos setecientos metros de la iglesia. Giambattista, todas las tardes, acompañado por la madre y los hermanos Ludovico y Francesco, venía a hacer una visita a la iglesia. Era su paseo nocturno".
"Nos hicimos amigos en seguida. Aparentemente era un joven como todos los demás. Amaba estar en compañía, reír, bromear con los jóvenes de su edad; pero se advertía algo en él que lo hacía distinto a los otros".
"No había hablado nunca con nadie que pretendía hacerse sacerdote. Quizá no lo había decidido ni siquiera en su alma. Tenía una salud muy débil, sufría de estómago y de intestino. Asistía a la escuela por libre, estudiando siempre en casa. Quizá por esto no se decidía a revelar el sueño que realmente tenía en su corazón. Pero se veía y se sentía que era un alma toda de Dios".
"La familia Montini durante el invierno se transfería a Brescia donde Giorgio Montini, padre del Papa, era director del periódico local católico. Yo había entrado en tal amistad con esta familia que en Brescia, en su casa, tenía mi habitación, junto a la de Giambattista, y cuando iba a Brescia, (sucedía un par de veces a la semana), vivía en la casa Montini".
"La armonía y el afecto que reinaba en esa casa era conmovedor. Por la noche se reunían todos en la habitación de los padres, los tres jóvenes y yo, que me había convertido en el cuarto chico Montini, y se recitaban las oraciones juntos. Era el abogado Giorgio quien comenzaba y guiaba las oraciones".
"Giambattista, aunque estuviera enfermo, estudiaba continuamente. Demostraba una inteligencia superior y era siempre el primero de la clase".
"En el Colegio Arici donde estudiaba Giambattista, había una publicación, "La Fionda". El director era Andrea Treveschi y los colaboradores eran Giambattista y Ludovico Montini. Conservo varias cartas de Giambattista escritas en "La Fionda". Me confiaba sus experiencias de joven periodista, las polémicas, el entusiasmo con el que se dedicaba al periódico. Si no hubiera tomado la carrera eclesiástica, Giambattista se hubiera convertido en un óptimo periodista, como lo fue su padre".
"Cuando fui a la guerra, Giambattista continuó escribiéndome. Conservo todas sus cartas. Creo que son los únicos escritos en los que él haya manifestado por entero la riqueza y la sensibilidad de su alma. Continuó escribiéndome siempre, también de Papa y la última carta es de hace unos días. Puede darse cuenta de lo humilde y lo bueno de este hombre. Con todo lo que tiene que hacer se acuerda de mí, que no soy nada comparándome con él, y me escribe una carta larga, de su puño y letra, también la dirección la ha escrito él. Observe la caligrafía, es nítida, igual que la que tenía cuando era estudiante. Mira que página ordenada y limpia, no hay una palabra, una vocal o un consonante que estén fuera de la línea".
"En esta menciona 'la presente vida de la Iglesia, sus pruebas internas y las dificultades exteriores', menciona las 'amarguras y las esperanzas de su corazón de padre'. Y me recuerda una fecha, un viaje que hicimos juntos en agosto de 1915".
"Giambattista Montini sabía que yo iba cada año a la colina de San Genesio, por encima de Lecco, donde hay una ermita de religiosos de Camaldoli, todos ellos de origen polaco. Iba hasta allí para pasar unos días en retiro absoluto, meditar y orar".
"Ese año Giambattista me dijo: 'acompáñame a San Genesio, quiero pasar unos días en completa soledad'. 'Por supuesto', contesté yo. Me parecía que Giambattista estaba reflexionando sobre tomar una decisión importante, pero no sabía cual".
"Salimos. Giambattista, el padre Paolo Caresana, que era mi confesor, y yo".
"Al llegar a la cima de la colina, después de un largo viaje (entonces no había coches) llamamos a la puerta de la ermita. Vino a abrirnos al padre Matteo, a quien yo conocía. Pedimos hospedaje para algunos días de retiro. El padre Matteo respondió: 'para vosotros dos sacerdotes sí, pero para ese joven no se puede, la regla prohíbe dejar pasar al monasterio a un laico'. 'Pero, padre Mateo', dije yo, 'hemos hecho doscientos kilómetros para venir hasta aquí, no podemos dejar que el joven se vuelva solo'".
"El padre Matteo llamó al padre superior. La respuesta fue la misma. 'Si el joven se quiere quedar', dijo el padre superior, 'tiene que adaptarse a dormir en la cabaña de la leña, detrás del convento; le prestaremos algo para tumbarse'. 'Encantado, padre', dijo Giambattista muy feliz. Y durante todo el tiempo se quedó abajo, casi una semana, Montini, acostumbrado a vivir en una casa señorial y con una salud delicada, durmió en el suelo, en una cabaña para la leña. El Papa ha continuado así, sencillo y bueno como entonces".
Benedicto XVI estará presente en la beatificación de Pablo VI este domingo
El cardenal Giovanni Battista Re y el postulador, el padre Antonio Marrazo, recuerdan la figura del papa Montini en la vigilia de la subida a los altares
Por Maria Gabriella Filippi
CIUDAD DEL VATICANO, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El primer Papa que subió a un avión, el primero que hizo un viaje apostólico a Tierra Santa (seis meses después de la elección como Pontífice y con el Concilio en curso), el primer Papa que se quitó la tiara, fue él, Pablo VI.
Lo ha recordado el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto emérito de la Congregación de los Obispos, durante la rueda de prensa de esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano. En preparación al gran evento de la beatificación de este domingo, 19 de octubre, en San Pedro, se ha recordado la vida de Pablo VI. Asimismo, el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano, ha confirmado la presencia del Papa emérito en la celebración.
"El gesto de quitarse ese birrete era para mostrar al mundo que la autoridad del Papa no está unida a ningún poder temporal y humano. Pablo VI quería venderlo, y que lo recaudado lo dieran a los pobres; la tiara terminó en el museo, mientras lo recaudado fue donado a madre Teresa durante el viaje apostólico a India", ha explicado el purpurado.
"El Papa Montini suspendió además la corte pontificia, reformó la Curia y prosiguió en el diálogo con los ortodoxos que había iniciado con Juan XXIII", ha añadido al describir los pequeños y grandes gesto que correspondían a la profunda riqueza espiritual del Pontífice. El mismo Pablo VI explicaba esta riqueza de este forma: "A mi madre le debo el sentido de recogimiento y de oración, de la oración que es meditación y de la meditación que es oración".
"Se dice que era un papa indeciso, en realidad, más que duda, lo suyo era una voluntad de profundizar", recuerda el cardenal, añadiendo que "quería escuchar las diferentes voces, profundizar las razones de los otros, y entonces, después, decidía". "Se reveló un gran hombre de diálogo, se dio cuenta que la mayor parte de las personas en el mundo no son católicas, por esto la actitud de la Iglesia tenía que ser la del diálogo respetuoso y de anuncio del amor".
"Rico de espiritualidad, agudo en el análisis, genial en el encontrar soluciones, sensible en las esperanzas de los hombres de la época", a él le toca el mérito de haber mirado el Concilio Vaticano II con mano firme, de haberse comprometido después en su aplicación. "Es casi sobrehumana la forma en la que Pablo VI ha guiado el Concilio", dijo en una ocasión Benedicto XVI.
Por su parte, el papa Francisco observó en una ocasión que "la herencia de Pablo VI no debería permanecer cerrada en su tumba". Juan Pablo II dijo de él que "ha sido mi verdadero padre", "un gran don para la Iglesia, pero también un gran don para la humanidad".
De hecho, el papa Montini pasará a la historia también como un hombre de cultura, que apreció los descubrimientos del propio tiempo. Y que no era una papa 'triste' lo testimonia también la imagen del tapiz que será colocado en la plaza de San Pedro este domingo para la beatificación. "Hemos querido romper la lógica del medio busto", ha declarado el vice postulador, el padre Antonio Marrazzo. El Pontífice está retratado de pie, de cuerpo entero sobre un fondo desampietrini (adoquines típicos romanos), "para dar la imagen de un pastor que condujo a la Iglesia por los caminos del mundo". "El gesto de Pablo VI", alegre, con los brazos abiertos, "recuerda el encuentro, la acogida y el diálogo".
"Nosotros no beatificamos un papa, beatificamos a Montini en su entera persona, no en su rol, sino un modelo de vida cristiana visible por todos", ha especificado el postulador. Además, el padre Marrazo ha contado el milagro que en 2001, gracias a la intercesión del futuro beato, supuso la curación inexplicable de un feto. Hoy ese feto tiene trece años y no ha tenido nunca problemas de salud desde el nacimiento.
Un milagro que refleja la atención de todo el pontificado de Montini hacia los más débiles, si se piensa que fueron estas las últimas palabras proféticas de la homilía que hizo antes de morir: "En este compromiso ofrecido y sufrido de magisterio al servicio y en defensa de la verdad, nosotros consideramos imprescindible la defensa de la vida humana. El Concilio Vaticano II ha recordado con palabras duras que '¡Dios dueño de la Vida, ha confiado a los hombres la altísima misión de proteger la vida!' Y nosotros, que consideramos nuestra precisa entrega la absoluta confianza a las enseñanzas del mismo Concilio, hemos hecho del programa de nuestro pontificado la defensa de la vida, en todas las formas en las que pueda ser amenazada, molestada o incluso suspendida".
Lo ha recordado el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto emérito de la Congregación de los Obispos, durante la rueda de prensa de esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano. En preparación al gran evento de la beatificación de este domingo, 19 de octubre, en San Pedro, se ha recordado la vida de Pablo VI. Asimismo, el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano, ha confirmado la presencia del Papa emérito en la celebración.
"El gesto de quitarse ese birrete era para mostrar al mundo que la autoridad del Papa no está unida a ningún poder temporal y humano. Pablo VI quería venderlo, y que lo recaudado lo dieran a los pobres; la tiara terminó en el museo, mientras lo recaudado fue donado a madre Teresa durante el viaje apostólico a India", ha explicado el purpurado.
"El Papa Montini suspendió además la corte pontificia, reformó la Curia y prosiguió en el diálogo con los ortodoxos que había iniciado con Juan XXIII", ha añadido al describir los pequeños y grandes gesto que correspondían a la profunda riqueza espiritual del Pontífice. El mismo Pablo VI explicaba esta riqueza de este forma: "A mi madre le debo el sentido de recogimiento y de oración, de la oración que es meditación y de la meditación que es oración".
"Se dice que era un papa indeciso, en realidad, más que duda, lo suyo era una voluntad de profundizar", recuerda el cardenal, añadiendo que "quería escuchar las diferentes voces, profundizar las razones de los otros, y entonces, después, decidía". "Se reveló un gran hombre de diálogo, se dio cuenta que la mayor parte de las personas en el mundo no son católicas, por esto la actitud de la Iglesia tenía que ser la del diálogo respetuoso y de anuncio del amor".
"Rico de espiritualidad, agudo en el análisis, genial en el encontrar soluciones, sensible en las esperanzas de los hombres de la época", a él le toca el mérito de haber mirado el Concilio Vaticano II con mano firme, de haberse comprometido después en su aplicación. "Es casi sobrehumana la forma en la que Pablo VI ha guiado el Concilio", dijo en una ocasión Benedicto XVI.
Por su parte, el papa Francisco observó en una ocasión que "la herencia de Pablo VI no debería permanecer cerrada en su tumba". Juan Pablo II dijo de él que "ha sido mi verdadero padre", "un gran don para la Iglesia, pero también un gran don para la humanidad".
De hecho, el papa Montini pasará a la historia también como un hombre de cultura, que apreció los descubrimientos del propio tiempo. Y que no era una papa 'triste' lo testimonia también la imagen del tapiz que será colocado en la plaza de San Pedro este domingo para la beatificación. "Hemos querido romper la lógica del medio busto", ha declarado el vice postulador, el padre Antonio Marrazzo. El Pontífice está retratado de pie, de cuerpo entero sobre un fondo desampietrini (adoquines típicos romanos), "para dar la imagen de un pastor que condujo a la Iglesia por los caminos del mundo". "El gesto de Pablo VI", alegre, con los brazos abiertos, "recuerda el encuentro, la acogida y el diálogo".
"Nosotros no beatificamos un papa, beatificamos a Montini en su entera persona, no en su rol, sino un modelo de vida cristiana visible por todos", ha especificado el postulador. Además, el padre Marrazo ha contado el milagro que en 2001, gracias a la intercesión del futuro beato, supuso la curación inexplicable de un feto. Hoy ese feto tiene trece años y no ha tenido nunca problemas de salud desde el nacimiento.
Un milagro que refleja la atención de todo el pontificado de Montini hacia los más débiles, si se piensa que fueron estas las últimas palabras proféticas de la homilía que hizo antes de morir: "En este compromiso ofrecido y sufrido de magisterio al servicio y en defensa de la verdad, nosotros consideramos imprescindible la defensa de la vida humana. El Concilio Vaticano II ha recordado con palabras duras que '¡Dios dueño de la Vida, ha confiado a los hombres la altísima misión de proteger la vida!' Y nosotros, que consideramos nuestra precisa entrega la absoluta confianza a las enseñanzas del mismo Concilio, hemos hecho del programa de nuestro pontificado la defensa de la vida, en todas las formas en las que pueda ser amenazada, molestada o incluso suspendida".
MIRADA AL MUNDO
Pakistán: todavía hay esperanza para Asia Bibi
La confirmación de la pena de muerte por blasfemia de la mujer cristiana es una "grave injusticia", dice Amnistía Internacional
Por Iván de Vargas
MADRID, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Tras cinco aplazamientos de la vista que debía revisar la condena a la horca de Asia Bibi, el tribunal de apelación de Lahore confirmó ayer la pena de muerte para la mujer cristiana acusada por blasfemia. Ahora los abogados de la defensa recurrirán a la última instancia del país, la Corte Suprema.
En declaraciones a Radio Vaticana, el presidente de la APMA (All Pakistan Minority Alliance) y asesor del Primer Ministro para la Armonía religiosa, Paul Bhatti ha calificado de "muy triste y dolorosa" la decisión del tribunal paquistaní. "Hace pensar que la justicia no existe para los más débiles", ha reconocido. Aun así, el líder católico ha explicado que no se trata de la etapa final y por tanto "todavía tengo esperanza" de que esto se pueda revertir.
Por este motivo, el hermano del difunto Ministro para las minorías ha señalado que se debe preparar bien la apelación que se presentará al máximo tribunal "porque en el pasado muchas veces los acusados que en primera y segunda instancia estaban condenados, fueron liberados por la Corte Suprema". "Si miramos a la historia de Pakistán, hay esperanza, porque hasta ahora nadie ha sido ejecutado por el Tribunal a raíz de esta ley. Todavía soy optimista", ha insistido.
Por su parte, el subdirector de Amnistía Internacional (AI) para Asia Pacífico, David Griffiths, ha asegurado que "Asia Bibi nunca debió ser condenada, y menos aún a muerte, y el hecho de que tenga que pagar con su vida es un argumento enfermizo". "Se trata de una grave injusticia", ha lamentado. Además, "hay graves preocupaciones en torno a la limpieza del juicio contra Asia Bibi", ha apuntado.
En este sentido, "debe ser liberada inmediatamente y la condena ha de ser retirada", ha exigido Griffiths, quien ha sostenido que "las leyes se usan a menudo para ajustar venganzas personales, tanto contra miembros de grupos religiosos minoritarios como contra musulmanes". "Las leyes contra la blasfemia violan el Derecho Internacional y deben ser revocadas o reformadas inmediatamente para que cumplan con los estándares internacionales", ha subrayado.
Este caso es desde hace años un símbolo de la lucha mundial contra la llamada "ley de la blasfemia", vigente en Pakistán y una de las más ominosas formas de discriminación y persecución que sufren los cristianos de aquel país.
Aunque las pruebas son más que dudosas, la presión islamista sobre los tribunales e incluso contra los defensores de Asia Bibi (dos de ellos fueron asesinados) han impedido un juicio justo. Sólo la presión internacional podrá evitar que se consume la condena a muerte y que el Tribunal Supremo anule la sentencia.
En declaraciones a Radio Vaticana, el presidente de la APMA (All Pakistan Minority Alliance) y asesor del Primer Ministro para la Armonía religiosa, Paul Bhatti ha calificado de "muy triste y dolorosa" la decisión del tribunal paquistaní. "Hace pensar que la justicia no existe para los más débiles", ha reconocido. Aun así, el líder católico ha explicado que no se trata de la etapa final y por tanto "todavía tengo esperanza" de que esto se pueda revertir.
Por este motivo, el hermano del difunto Ministro para las minorías ha señalado que se debe preparar bien la apelación que se presentará al máximo tribunal "porque en el pasado muchas veces los acusados que en primera y segunda instancia estaban condenados, fueron liberados por la Corte Suprema". "Si miramos a la historia de Pakistán, hay esperanza, porque hasta ahora nadie ha sido ejecutado por el Tribunal a raíz de esta ley. Todavía soy optimista", ha insistido.
Por su parte, el subdirector de Amnistía Internacional (AI) para Asia Pacífico, David Griffiths, ha asegurado que "Asia Bibi nunca debió ser condenada, y menos aún a muerte, y el hecho de que tenga que pagar con su vida es un argumento enfermizo". "Se trata de una grave injusticia", ha lamentado. Además, "hay graves preocupaciones en torno a la limpieza del juicio contra Asia Bibi", ha apuntado.
En este sentido, "debe ser liberada inmediatamente y la condena ha de ser retirada", ha exigido Griffiths, quien ha sostenido que "las leyes se usan a menudo para ajustar venganzas personales, tanto contra miembros de grupos religiosos minoritarios como contra musulmanes". "Las leyes contra la blasfemia violan el Derecho Internacional y deben ser revocadas o reformadas inmediatamente para que cumplan con los estándares internacionales", ha subrayado.
Este caso es desde hace años un símbolo de la lucha mundial contra la llamada "ley de la blasfemia", vigente en Pakistán y una de las más ominosas formas de discriminación y persecución que sufren los cristianos de aquel país.
Aunque las pruebas son más que dudosas, la presión islamista sobre los tribunales e incluso contra los defensores de Asia Bibi (dos de ellos fueron asesinados) han impedido un juicio justo. Sólo la presión internacional podrá evitar que se consume la condena a muerte y que el Tribunal Supremo anule la sentencia.
España: arranca la gira para reclamar la erradicación del hambre en 2025
Desde hoy y hasta el 29 de octubre, 11 ciudades españolas acogen un programa de debates y actuaciones del Grupo de Baile 'Tahen' de Camboya
Por Redacción
MADRID, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - A partir de hoy y hasta el próximo 29 de octubre, 11 ciudades españolas acogerán un intenso programa de debates en el que un grupo de expertos procedentes de Camboya, Camerún y Ecuador explicarán los proyectos que llevan a cabo en sus respectivas comunidades para garantizar el acceso a la alimentación de las personas más vulnerables. La iniciativa incluye también actuaciones en casi todas las ciudades de la gira del Grupo de Baile "Tahen" de Camboya, algunos de cuyos integrantes son niños víctimas de las minas antipersona.
El programa de actividades arrancó ayer por la tarde, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde Cáritas y Manos Unidas celebraron un acto con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que estuvo moderado por Mª Angeles Fernández, directora del programa «Últimas Preguntas» de Televisión Española (TVE), y en el que intervinieron monseñor Enrique Figaredo (Camboya), Billian Nyuykigha (Camerún), Marjorie Elizabeth Intriago (Ecuador) y José García Fernández (España), así como el grupo "Tahen".
De la mano de las entidades promotoras en España de la campaña global “Una sola familia humana, Alimentos para todos”, lanzada en diciembre de 2013 bajo los auspicios del papa Francisco, los coloquios van a celebrarse en Zamora y Salamanca (17 de octubre), Oviedo (18 de octubre), Santander (20 de octubre), Burgos (21 de octubre), Logroño (22 de octubre), Zaragoza (23 de octubre), Teruel (24 de octubre), Valencia (27 de octubre), Jaén (28 de octubre) y Sevilla (29 de octubre).
Esta campaña es una iniciativa de la Confederación Caritas Internationalis con el objetivo de terminar con el hambre en 2025. En España, Cáritas y Manos Unidas han decidido sumar sus esfuerzos y colaborar de manera fraterna en la puesta en marcha de este plan a nivel nacional, en el que participan también Obras Misionales Pontificias de España y las organizaciones que, junto a Cáritas y Manos Unidas, trabajan en el marco de la iniciativa “Enlázate por la Justicia”: Justicia y Paz España, Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y Redes.
Lea también: Cáritas y Manos Unidas denuncian que una de cada nueve personas sufre desnutrición crónica
El programa de actividades arrancó ayer por la tarde, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde Cáritas y Manos Unidas celebraron un acto con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que estuvo moderado por Mª Angeles Fernández, directora del programa «Últimas Preguntas» de Televisión Española (TVE), y en el que intervinieron monseñor Enrique Figaredo (Camboya), Billian Nyuykigha (Camerún), Marjorie Elizabeth Intriago (Ecuador) y José García Fernández (España), así como el grupo "Tahen".
De la mano de las entidades promotoras en España de la campaña global “Una sola familia humana, Alimentos para todos”, lanzada en diciembre de 2013 bajo los auspicios del papa Francisco, los coloquios van a celebrarse en Zamora y Salamanca (17 de octubre), Oviedo (18 de octubre), Santander (20 de octubre), Burgos (21 de octubre), Logroño (22 de octubre), Zaragoza (23 de octubre), Teruel (24 de octubre), Valencia (27 de octubre), Jaén (28 de octubre) y Sevilla (29 de octubre).
Esta campaña es una iniciativa de la Confederación Caritas Internationalis con el objetivo de terminar con el hambre en 2025. En España, Cáritas y Manos Unidas han decidido sumar sus esfuerzos y colaborar de manera fraterna en la puesta en marcha de este plan a nivel nacional, en el que participan también Obras Misionales Pontificias de España y las organizaciones que, junto a Cáritas y Manos Unidas, trabajan en el marco de la iniciativa “Enlázate por la Justicia”: Justicia y Paz España, Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y Redes.
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España no cumple con los mecanismos europeos de lucha contra la trata
La RECTP lamenta que el Estado español todavía no cuente con un nuevo plan integral para proteger a las víctimas y prevenir esta lacra
Por Redacción
MADRID, 17 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Con motivo del Día Europeo de lucha contra la trata de personas, que se celebra este sábado, la Red Española contra la Trata de Personas (RECTP) ha vuelto a recordar hoy las obligaciones que el Estado español tiene pendientes de cumplir para proteger de manera integral a las víctimas de esta lacra.
"Tras casi dos años desde la finalización del I Plan integral de lucha contra la trata con fines de explotación sexual, las entidades miembro de la Red lamentan que a día de hoy no se disponga de un nuevo instrumento político que permita avanzar y mejorar las actuaciones de prevención y protección, a pesar de las aportaciones realizadas por la Red a finales de 2013 para la elaboración de un nuevo plan integral", señalan en un comunicado.
Pese a los esfuerzos legislativos iniciados sobre la materia, como son el Proyecto de Ley del Estatuto Jurídico de la Víctima o la reforma del Código Penal, la Red Española contra la Trata recuerda que "tales iniciativas, que están aún en el trámite parlamentario para su aprobación, no cumplen con todos los objetivos en materia de protección de víctimas y prevención de la trata". Por lo tanto, añaden, "la transposición de la Directiva europea 2011/36 no se ha producido aún, habiendo transcurrido más de un año desde la fecha límite otorgada por la Comisión Europea".
En estos años, prosiguen, "tampoco se ha aprobado un Plan de lucha contra la explotación laboral como se venía pidiendo desde distintos ámbitos". Asimismo, insisten, "falta todavía definir un mecanismo adecuado de derivación específico para niños y niñas víctimas de la trata, necesario para tener en cuenta sus necesidades especiales y su interés superior". A ello se une "la reiterada preocupación ante la negativa del gobierno de considerar la trata de personas como causa de concesión de protección internacional", subrayan.
Por lo tanto, concluyen, la Red Española contra la Trata de Personas sigue proponiendo "la adopción de una Ley Integral contra la Trata que incluya todos los fines de explotación".
Por su parte, el papa Francisco ha denunciado reiteradamente que la trata de personas es un crimen contra la humanidad, y por eso la Iglesia junto a las personas de buena voluntad debe gritar “¡basta!” y llamar a aunar esfuerzos para socorrer a las víctimas.
“La trata de personas es una herida abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una llaga en el cuerpo de Cristo. Es un crimen contra la humanidad”, afirmó el Santo Padre al recibir a los participantes de la Segunda Conferencia Internacional Combating Human Trafficking: Church and Law Enforcement in partnership.
En otra ocasión, durante el rezo dominical del Ángelus, el Pontífice pidió también acabar con "los mercaderes de carne humana que quieren esclavizar a los inmigrantes y refugiados".
La Red Española contra la Trata de Personas está compuesta por organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito de la lucha contra la trata de personas en España. La Red trabaja desde una perspectiva de derechos humanos de acuerdo a los instrumentos legales nacionales e internacionales aplicables en España.
Las organizaciones que pertenecen a la Red Española contra la Trata son: Antena Sur contra la Trata, AIETI, APRAMP, CEAR, Fapmi-Ecpat, Federación de Mujeres Progresistas, Fundación Cruz Blanca, Fundación Tierra de hombres, Fundación APIP-ACAM, Fundación Askabide, Médicos del Mundo, Mujeres en Zona de Conflicto, Proyecto Esperanza, Red Cántabra, Xarxa Catalana sobre la trata de persones y Women’s Link Worldwide.
Las organizaciones colaboradoras de la Red contra la Trata son: ACCEM, ACNUR, Amnistía Internacional, Cáritas Española, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Cruz Roja Española, OIM, Save the Children y Villa Teresita.
"Tras casi dos años desde la finalización del I Plan integral de lucha contra la trata con fines de explotación sexual, las entidades miembro de la Red lamentan que a día de hoy no se disponga de un nuevo instrumento político que permita avanzar y mejorar las actuaciones de prevención y protección, a pesar de las aportaciones realizadas por la Red a finales de 2013 para la elaboración de un nuevo plan integral", señalan en un comunicado.
Pese a los esfuerzos legislativos iniciados sobre la materia, como son el Proyecto de Ley del Estatuto Jurídico de la Víctima o la reforma del Código Penal, la Red Española contra la Trata recuerda que "tales iniciativas, que están aún en el trámite parlamentario para su aprobación, no cumplen con todos los objetivos en materia de protección de víctimas y prevención de la trata". Por lo tanto, añaden, "la transposición de la Directiva europea 2011/36 no se ha producido aún, habiendo transcurrido más de un año desde la fecha límite otorgada por la Comisión Europea".
En estos años, prosiguen, "tampoco se ha aprobado un Plan de lucha contra la explotación laboral como se venía pidiendo desde distintos ámbitos". Asimismo, insisten, "falta todavía definir un mecanismo adecuado de derivación específico para niños y niñas víctimas de la trata, necesario para tener en cuenta sus necesidades especiales y su interés superior". A ello se une "la reiterada preocupación ante la negativa del gobierno de considerar la trata de personas como causa de concesión de protección internacional", subrayan.
Por lo tanto, concluyen, la Red Española contra la Trata de Personas sigue proponiendo "la adopción de una Ley Integral contra la Trata que incluya todos los fines de explotación".
Por su parte, el papa Francisco ha denunciado reiteradamente que la trata de personas es un crimen contra la humanidad, y por eso la Iglesia junto a las personas de buena voluntad debe gritar “¡basta!” y llamar a aunar esfuerzos para socorrer a las víctimas.
“La trata de personas es una herida abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una llaga en el cuerpo de Cristo. Es un crimen contra la humanidad”, afirmó el Santo Padre al recibir a los participantes de la Segunda Conferencia Internacional Combating Human Trafficking: Church and Law Enforcement in partnership.
En otra ocasión, durante el rezo dominical del Ángelus, el Pontífice pidió también acabar con "los mercaderes de carne humana que quieren esclavizar a los inmigrantes y refugiados".
La Red Española contra la Trata de Personas está compuesta por organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito de la lucha contra la trata de personas en España. La Red trabaja desde una perspectiva de derechos humanos de acuerdo a los instrumentos legales nacionales e internacionales aplicables en España.
Las organizaciones que pertenecen a la Red Española contra la Trata son: Antena Sur contra la Trata, AIETI, APRAMP, CEAR, Fapmi-Ecpat, Federación de Mujeres Progresistas, Fundación Cruz Blanca, Fundación Tierra de hombres, Fundación APIP-ACAM, Fundación Askabide, Médicos del Mundo, Mujeres en Zona de Conflicto, Proyecto Esperanza, Red Cántabra, Xarxa Catalana sobre la trata de persones y Women’s Link Worldwide.
Las organizaciones colaboradoras de la Red contra la Trata son: ACCEM, ACNUR, Amnistía Internacional, Cáritas Española, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Cruz Roja Española, OIM, Save the Children y Villa Teresita.
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