La Relatio Synodi es aprobada por el Sínodo
Tres de los párrafos no han alcanzado la mayoría de los 2/3
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Los padres sinodales, en la tarde del sábado, han votado y aprobado la Relatio Synodi. Este documento servirá para seguir trabajando durante este año en preparación para el Sínodo Ordinario del 2015.
La votación se ha realizado número por número. Ahora el documento consta de 62 puntos, siendo así más larga que la precedente, la presentada este lunes. La ampliación de las dos primeras partes del documento, había sido solicitad por muchos círculos menores. La petición era no hablar solo de las dificultades, sino también mostrar la parte positiva de la familia cristiana, para que fuera así un documento más equilibrado.
El padre Lombardi ha indicado que los modos (enmiendas a la Relatio post disceptationem) presentados por los círculos menores fueron 470, una media de 50 modos por grupo. Algunos presentaron 80, otros 30, ha indicado.
Junto con el documento de la Relatio Synodi, se adjunta también una tabla en la que se puede ver el número de votos a favor y en contra que ha recibido cada punto del documento. Algo que ha querido el Papa, por transparencia y claridad. Para la aprobación, era necesario alcanzar 2/3 de los votos.
Tal y como se puede ver en dicha tabla, hay tres puntos que no han alcanzado dicha mayoría. Son los puntos 52, 53 y 55, referentes al acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, a la comunión espiritual y sobre las personas homosexuales.
La Relatio aún no ha sido traducida, para leerla en italiano click aquí
La votación se ha realizado número por número. Ahora el documento consta de 62 puntos, siendo así más larga que la precedente, la presentada este lunes. La ampliación de las dos primeras partes del documento, había sido solicitad por muchos círculos menores. La petición era no hablar solo de las dificultades, sino también mostrar la parte positiva de la familia cristiana, para que fuera así un documento más equilibrado.
El padre Lombardi ha indicado que los modos (enmiendas a la Relatio post disceptationem) presentados por los círculos menores fueron 470, una media de 50 modos por grupo. Algunos presentaron 80, otros 30, ha indicado.
Junto con el documento de la Relatio Synodi, se adjunta también una tabla en la que se puede ver el número de votos a favor y en contra que ha recibido cada punto del documento. Algo que ha querido el Papa, por transparencia y claridad. Para la aprobación, era necesario alcanzar 2/3 de los votos.
Tal y como se puede ver en dicha tabla, hay tres puntos que no han alcanzado dicha mayoría. Son los puntos 52, 53 y 55, referentes al acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, a la comunión espiritual y sobre las personas homosexuales.
La Relatio aún no ha sido traducida, para leerla en italiano click aquí
Las tentaciones no deben ni asustarnos, ni desconcertarnos, ni desanimarnos
El Santo Padre pone punto final al Sínodo extraordinario de los Obispos vivido con espíritu de colegialidad y sinodalidad
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El Santo Padre dio inicio al Sínodo de los Obispos pidiendo a los padres sinodales que hablaran con libertad y escucharan con humildad. Y así se han vivido estas dos semanas. Esta tarde, ha llegado su segunda intervención, y lo ha hecho tras la votación y aprobación de la Relatio Synodi. Un discurso "maravilloso", ha dicho el padre Federico Lombardi, en la sesión informativa a los periodistas.
Francisco ha comenzado indicando que "podría decir serenamente que -con un espíritu de colegialidad y de sinodalidad- hemos vivido realmente una experiencia de Sínodo, un recorrido sinodal, un camino juntos", ha afirmado Francisco. Y como en todo camino -ha aclarado el Papa- hay momentos de carrera rápida, casi como queriendo ganar tiempo y alcanzar lo antes posible la meta; otros momentos de cansancio, casi como queriendo decir basta; otros momentos de entusiasmo y de ardor.
Así, ha observado que "ha habido momentos de profunda consolación escuchando el testimonio de verdaderos pastores que llevan en el corazón, con sabiduría, las alegrías y las lágrimas de sus fieles". También ha habido momentos de gracia y de consuelo "escuchando los testimonios de las familias que han participado en el Sínodo y han compartido con nosotros la belleza y la alegría de su vida matrimonial". Del mismo modo ha hablado de un camino "donde el más fuerte ha sentido el deber de ayudar al menos fuerte, donde el más experto se ha prestado a servir a los otros, también a través de los debates".
Y como en todo camino ha habido tentaciones. En este momento del discurso, el Santo Padre se ha detenido para analizar las tentaciones vividas.
En primer lugar "la tentación de la rigidez hostil", es decir "el querer cerrarse dentro de lo escrito y no dejarse sorprender por Dios. En el tiempo de Jesús eran los escrupulosos, hoy en día "tradicionalistas" e "intelectualistas". En segundo lugar la tentación del buenismo destructivo, "que en nombre de la misericordia engañosa une las heridas sin curarlas ni medicarlas antes; que trata los síntomas y no las causas y las raíces". Estos son, ha aclarado el Papa "progresistas y liberales". La tercera tentación es la de "transformar la piedra en pan" para romper el largo ayuno, pesado y doloroso, y también "transformar el pan en piedra" y lanzarla contra los pecadores, los débiles y los enfermos. Una cuarta tentación, "bajar de la cruz", y hacerlo para "contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de inclinarse al espíritu mundano en vez de purificarlo y doblarlo al Espíritu de Dios". La última tentación indicada por el Santo Padre es la de "descuidar la 'depositum fidei', considerándose no custodios sino propietarios y dueños o, por otra parte, la tentación de "descuidar la realidad" utilizando una lengua minuciosa y un lenguaje de lijado para decir muchas cosas y no decir nada.
Por eso, el Papa ha advertido que "las tentaciones no deben ni asustarnos ni desconcertarnos y mucho menos desanimarnos", porque "ningún discípulo es más grande que su maestro". Por tanto, si Jesús fue tentado, sus discípulos no pueden esperar un trato mejor. A propósito, el Obispo de Roma ha reconocido que "me hubiera preocupado mucho y entristecido si no hubiera habido estas tentaciones y estas discusiones animadas".
Sin embargo, Francisco ha reconocido que ha visto y escuchado -con alegría y reconocimiento- discursos e intervenciones llenos de fe, de celo pastoral y doctrinal, de sabiduría, de franqueza, de valentía y de parresía.
Esta es la Iglesia, ha exclamado el Papa, "que no tiene miedo de arremangarse para echar el aceite y el vino en las heridas de los hombres", "que no mira la humanidad desde un castillo de crital para juzgar y clasificar a las personas".
La Iglesia, "la verdadera esposa de Cristo, que busca ser fiel a su Esposo y a su doctrina". La Iglesia que "no tiene miedo de comer y de beber con las prostitutas y los publicanos". La Iglesia, "que tiene las puertas abiertas para recibir a los necesitados, los arrepentidos y no solo a los justos y a aquellos que se creen perfectos".
Y ha añadido que "cuando la Iglesia, en la variedad de sus carismas, se expresa en comunión, no puede equivocarse: es la belleza y la fuerza del sensus fidei, de ese sentido sobrenatural de la fe".
Haciendo referencia a quien ve una Iglesia peleada, ha afirmado que el Espíritu Santo ha conducido la barca a lo largo de la historia, a través de sus ministros, "también cuando el mar era contrario y los ministros infieles y pecadores".
De este modo, el Papa ha recordado que era necesario "vivir todo esto con tranquilidad, con paz interior, también porque el Sínodo se desarrolla cum Petro et sub Petro, y la presencia del Papa es garantía para todos".
A continuación, Francisco ha recordado cuál es la tarea del Papa, "garantizar la unidad de la Iglesia", "recordar a los pastores que su primer deber es alimentar el rebaño que el Señor le ha confiado y tratar de acoger -con paternidad y misericordia y sin falsos miedos- las ovejas perdidas". Y ha precisado: "me he equivocado aquí. He dicho acoger: ir a buscarlas".
Además, ha subrayado que el Papa "no es el señor supremo sino el servidor supremo", "el garante de la obediencia y de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y a la Tradición de la Iglesia".
Al concluir, el Pontífice ha indicado que aún queda un año para madurar, con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas y encontrar soluciones concretas a tantas dificultades e innumerables desafíos que la familia debe afrontar. LaRelatio synodi, ha precisado, es el resumen fiel y claro de todo lo que se ha dicho y discutido en el aula y en los círculos menores.
Y tras su tradicional "no os olvidéis pido de rezar por mí" llegó el fuerte y largo aplauso por parte de los presentes.
Francisco ha comenzado indicando que "podría decir serenamente que -con un espíritu de colegialidad y de sinodalidad- hemos vivido realmente una experiencia de Sínodo, un recorrido sinodal, un camino juntos", ha afirmado Francisco. Y como en todo camino -ha aclarado el Papa- hay momentos de carrera rápida, casi como queriendo ganar tiempo y alcanzar lo antes posible la meta; otros momentos de cansancio, casi como queriendo decir basta; otros momentos de entusiasmo y de ardor.
Así, ha observado que "ha habido momentos de profunda consolación escuchando el testimonio de verdaderos pastores que llevan en el corazón, con sabiduría, las alegrías y las lágrimas de sus fieles". También ha habido momentos de gracia y de consuelo "escuchando los testimonios de las familias que han participado en el Sínodo y han compartido con nosotros la belleza y la alegría de su vida matrimonial". Del mismo modo ha hablado de un camino "donde el más fuerte ha sentido el deber de ayudar al menos fuerte, donde el más experto se ha prestado a servir a los otros, también a través de los debates".
Y como en todo camino ha habido tentaciones. En este momento del discurso, el Santo Padre se ha detenido para analizar las tentaciones vividas.
En primer lugar "la tentación de la rigidez hostil", es decir "el querer cerrarse dentro de lo escrito y no dejarse sorprender por Dios. En el tiempo de Jesús eran los escrupulosos, hoy en día "tradicionalistas" e "intelectualistas". En segundo lugar la tentación del buenismo destructivo, "que en nombre de la misericordia engañosa une las heridas sin curarlas ni medicarlas antes; que trata los síntomas y no las causas y las raíces". Estos son, ha aclarado el Papa "progresistas y liberales". La tercera tentación es la de "transformar la piedra en pan" para romper el largo ayuno, pesado y doloroso, y también "transformar el pan en piedra" y lanzarla contra los pecadores, los débiles y los enfermos. Una cuarta tentación, "bajar de la cruz", y hacerlo para "contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de inclinarse al espíritu mundano en vez de purificarlo y doblarlo al Espíritu de Dios". La última tentación indicada por el Santo Padre es la de "descuidar la 'depositum fidei', considerándose no custodios sino propietarios y dueños o, por otra parte, la tentación de "descuidar la realidad" utilizando una lengua minuciosa y un lenguaje de lijado para decir muchas cosas y no decir nada.
Por eso, el Papa ha advertido que "las tentaciones no deben ni asustarnos ni desconcertarnos y mucho menos desanimarnos", porque "ningún discípulo es más grande que su maestro". Por tanto, si Jesús fue tentado, sus discípulos no pueden esperar un trato mejor. A propósito, el Obispo de Roma ha reconocido que "me hubiera preocupado mucho y entristecido si no hubiera habido estas tentaciones y estas discusiones animadas".
Sin embargo, Francisco ha reconocido que ha visto y escuchado -con alegría y reconocimiento- discursos e intervenciones llenos de fe, de celo pastoral y doctrinal, de sabiduría, de franqueza, de valentía y de parresía.
Esta es la Iglesia, ha exclamado el Papa, "que no tiene miedo de arremangarse para echar el aceite y el vino en las heridas de los hombres", "que no mira la humanidad desde un castillo de crital para juzgar y clasificar a las personas".
La Iglesia, "la verdadera esposa de Cristo, que busca ser fiel a su Esposo y a su doctrina". La Iglesia que "no tiene miedo de comer y de beber con las prostitutas y los publicanos". La Iglesia, "que tiene las puertas abiertas para recibir a los necesitados, los arrepentidos y no solo a los justos y a aquellos que se creen perfectos".
Y ha añadido que "cuando la Iglesia, en la variedad de sus carismas, se expresa en comunión, no puede equivocarse: es la belleza y la fuerza del sensus fidei, de ese sentido sobrenatural de la fe".
Haciendo referencia a quien ve una Iglesia peleada, ha afirmado que el Espíritu Santo ha conducido la barca a lo largo de la historia, a través de sus ministros, "también cuando el mar era contrario y los ministros infieles y pecadores".
De este modo, el Papa ha recordado que era necesario "vivir todo esto con tranquilidad, con paz interior, también porque el Sínodo se desarrolla cum Petro et sub Petro, y la presencia del Papa es garantía para todos".
A continuación, Francisco ha recordado cuál es la tarea del Papa, "garantizar la unidad de la Iglesia", "recordar a los pastores que su primer deber es alimentar el rebaño que el Señor le ha confiado y tratar de acoger -con paternidad y misericordia y sin falsos miedos- las ovejas perdidas". Y ha precisado: "me he equivocado aquí. He dicho acoger: ir a buscarlas".
Además, ha subrayado que el Papa "no es el señor supremo sino el servidor supremo", "el garante de la obediencia y de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y a la Tradición de la Iglesia".
Al concluir, el Pontífice ha indicado que aún queda un año para madurar, con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas y encontrar soluciones concretas a tantas dificultades e innumerables desafíos que la familia debe afrontar. LaRelatio synodi, ha precisado, es el resumen fiel y claro de todo lo que se ha dicho y discutido en el aula y en los círculos menores.
Y tras su tradicional "no os olvidéis pido de rezar por mí" llegó el fuerte y largo aplauso por parte de los presentes.
EL PAPA FRANCISCO
Francisco recibe al primer ministro de Vietnam
El encuentro marca una etapa importante en el proceso de fortalecimiento de las relaciones entre la Santa Sede y el país asiático
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha recibido este sábado en audiencia al primer ministro de la República Socialista de Vietnam, Nguyên Tân Dũng. Durante las conversaciones, "que han transcurrido en un clima de cordialidad", se ha puesto de manifiesto "el agrado por este encuentro que marca una etapa importante en el proceso de fortalecimiento de las relaciones entre la Santa Sede y Vietnam, siendo ésta la segunda visita del Primer Ministro al Vaticano después de la efectuada en 2007", según informa la nota de la Sala de Prensa del Vaticano.
Asimismo, "se ha evidenciado el compromiso de la Iglesia a la hora de contribuir al desarrollo del país gracias a su presencia en varios sectores para el beneficio de la entera sociedad". En ese contexto -prosigue la nota- se ha reiterado el vivo aprecio por el apoyo prestado por las autoridades a la comunidad católica en el marco de cuanto sancionó la Constitución de 2013 en materia de política religiosa al igual que por la asistencia dada al Representante pontificio no residente de la Santa Sede en Vietnam, en el desarrollo de su misión, encaminada a la promoción de las relaciones entre Iglesia y Estado de cara al objetivo común de las relaciones diplomáticas.
Después se han abordado también diversas cuestiones que se espera profundizar y resolver a través de los canales de diálogo existentes. Por último, se ha procedido a un intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad regional e internacional, en especial a las iniciativas destinadas a promover la paz y la estabilidad en el continente asiático.
Tras el encuentro con el Papa, el primer ministro se ha reunido también con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
Asimismo, "se ha evidenciado el compromiso de la Iglesia a la hora de contribuir al desarrollo del país gracias a su presencia en varios sectores para el beneficio de la entera sociedad". En ese contexto -prosigue la nota- se ha reiterado el vivo aprecio por el apoyo prestado por las autoridades a la comunidad católica en el marco de cuanto sancionó la Constitución de 2013 en materia de política religiosa al igual que por la asistencia dada al Representante pontificio no residente de la Santa Sede en Vietnam, en el desarrollo de su misión, encaminada a la promoción de las relaciones entre Iglesia y Estado de cara al objetivo común de las relaciones diplomáticas.
Después se han abordado también diversas cuestiones que se espera profundizar y resolver a través de los canales de diálogo existentes. Por último, se ha procedido a un intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad regional e internacional, en especial a las iniciativas destinadas a promover la paz y la estabilidad en el continente asiático.
Tras el encuentro con el Papa, el primer ministro se ha reunido también con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
SANTA SEDE
El Mensaje de la asamblea sinodal aprobado por mayoría
El cardenal Ravasi explica la doble dimensión del texto: consolación y exhortación
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - 158 padres sinodales de un total de 174 han aprobado el Mensaje final del Sínodo extraordinario sobre la familia, que concluye este domingo. El cardenal Ravasi fue el encargado de leer ayer por la tarde en el Aula del Sínodo el borrador del Mensaje. Después hubo un tiempo para las intervenciones libres sobre el mensaje, en gran parte de apreciación, aunque también hubo propuestas para retocar y mejorar. Esta mañana se ha presentando la versión revisada, se ha leído y ha sido aprobada por mayoría.
En la sala de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa, ha explicado a los periodistas el desarrollo del Sínodo en las últimas horas. Asimismo, ha indicado que esta mañana se ha leído el borrador de la Relatio Synodi.
Presentes también en la sala, acompañando al padre Lombardi, estaban el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente de la Comisión para el Mensaje, el cardenal Oswald Gracias y el cardenal Raymundo Damasceno Assis.
El cardenal Assis ha confirmado que "en esta primera etapa del Sínodo, no teníamos como objetivo llegar a conclusiones definitivas", sino solo indicar propuestas que realicen una agenda de trabajo para el Sínodo del 2015. Durante la rueda de prensa también se ha puesto de relieve que "el balance de este Sínodo es absolutamente positivo".
Un documento abierto, han dicho los padres sinodales presentes. "Por la misma naturaleza del Nuntius - breve, esencial, conciso - que no quiere constituir ni sustituir la Relatio Synodi, sino simplemente ser el puente que la Iglesia da a todas las familias del mundo, para ayudarlas y hacerse ayudar porque se espera que se conviertan en maestras", ha dicho Ravasi.
El purpurado ha ofrecido a los periodistas la clave de lectura justa del Mensaje, que él mismo ha elaborado junto a una comisión de padres representantes de todos los continentes: "De Melbourne, a Gabón, hasta Estocolmo y el Líbano".
En particular, son tres los elementos estructurales que definen el Nuntius. Sobre todo "el quomodo, el cómo", es decir el “género literario” del Mensaje que evoca al Nuevo Testamento, presentando un "discurso con dos significados": por un lado "la consolación", por el otro "la exhortación". El texto, de hecho, "debe dar respiro, esperanza a las dificultades de las familias contemporáneas", pero al mismo tiempo "debe demostrar el esplendor, la belleza, la riqueza de la familia".
En segundo lugar, "el quibus, los destinatarios". ¿A quién se dirige el Nuntius? "No es un Mensaje necesariamente que interese a todos", ha precisado el cardenal Ravasi, sino solo a las "familias cristianas" tradicionales en el verdadero sentido del término, llamadas a ser "signo en el mundo para las otras familias".
Finalmente, "el quid, el contenido", que se desarrolla en un doble recorrido de "tinieblas y luces", siguiendo el camino de Cristo que, en la Apocalipsis, recorre las calles llamando a las puertas de sus habitantes. "Es el juego de la libertad y de la gracia", ha observado Ravasi.
Y como el Señor atraviesa estas puertas, también el Mensaje de los padres se adentra en las "habitaciones" de cada familia, encontrando "tinieblas", por tanto problemas de pareja, crisis, cansancio... Pero también encontrando "las luces", por tanto los grandes valores, también los "no necesariamente cristianos" como el encuentro, el enamorarse, el noviazgo, el matrimonio, la fecundidad, la cuestión de la fe, la oración, la caridad hacia el mundo exterior.
Un espíritu de "apertura" se ha tratado de infundir también en la Relatio Synodi que los tres cardenales, sin adelantar su contenido, han apreciado por el equilibro a la hora de integrar las propuestas de los círculos menores. Un fruto por tanto de la "sinodalidad" deseada por el Papa, quien ha permanecido en silencio todo el tiempo durante las discusiones.
"Este silencio del Papa, a mi parecer, es fundamental -ha indicado el cardenal Ravasi- y es precisamente casi la característica del recorrido sinodal, en el que reunidos en torno al Papa, los obispos han expresado sus diversas opiniones".
En la sala de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa, ha explicado a los periodistas el desarrollo del Sínodo en las últimas horas. Asimismo, ha indicado que esta mañana se ha leído el borrador de la Relatio Synodi.
Presentes también en la sala, acompañando al padre Lombardi, estaban el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente de la Comisión para el Mensaje, el cardenal Oswald Gracias y el cardenal Raymundo Damasceno Assis.
El cardenal Assis ha confirmado que "en esta primera etapa del Sínodo, no teníamos como objetivo llegar a conclusiones definitivas", sino solo indicar propuestas que realicen una agenda de trabajo para el Sínodo del 2015. Durante la rueda de prensa también se ha puesto de relieve que "el balance de este Sínodo es absolutamente positivo".
Un documento abierto, han dicho los padres sinodales presentes. "Por la misma naturaleza del Nuntius - breve, esencial, conciso - que no quiere constituir ni sustituir la Relatio Synodi, sino simplemente ser el puente que la Iglesia da a todas las familias del mundo, para ayudarlas y hacerse ayudar porque se espera que se conviertan en maestras", ha dicho Ravasi.
El purpurado ha ofrecido a los periodistas la clave de lectura justa del Mensaje, que él mismo ha elaborado junto a una comisión de padres representantes de todos los continentes: "De Melbourne, a Gabón, hasta Estocolmo y el Líbano".
En particular, son tres los elementos estructurales que definen el Nuntius. Sobre todo "el quomodo, el cómo", es decir el “género literario” del Mensaje que evoca al Nuevo Testamento, presentando un "discurso con dos significados": por un lado "la consolación", por el otro "la exhortación". El texto, de hecho, "debe dar respiro, esperanza a las dificultades de las familias contemporáneas", pero al mismo tiempo "debe demostrar el esplendor, la belleza, la riqueza de la familia".
En segundo lugar, "el quibus, los destinatarios". ¿A quién se dirige el Nuntius? "No es un Mensaje necesariamente que interese a todos", ha precisado el cardenal Ravasi, sino solo a las "familias cristianas" tradicionales en el verdadero sentido del término, llamadas a ser "signo en el mundo para las otras familias".
Finalmente, "el quid, el contenido", que se desarrolla en un doble recorrido de "tinieblas y luces", siguiendo el camino de Cristo que, en la Apocalipsis, recorre las calles llamando a las puertas de sus habitantes. "Es el juego de la libertad y de la gracia", ha observado Ravasi.
Y como el Señor atraviesa estas puertas, también el Mensaje de los padres se adentra en las "habitaciones" de cada familia, encontrando "tinieblas", por tanto problemas de pareja, crisis, cansancio... Pero también encontrando "las luces", por tanto los grandes valores, también los "no necesariamente cristianos" como el encuentro, el enamorarse, el noviazgo, el matrimonio, la fecundidad, la cuestión de la fe, la oración, la caridad hacia el mundo exterior.
Un espíritu de "apertura" se ha tratado de infundir también en la Relatio Synodi que los tres cardenales, sin adelantar su contenido, han apreciado por el equilibro a la hora de integrar las propuestas de los círculos menores. Un fruto por tanto de la "sinodalidad" deseada por el Papa, quien ha permanecido en silencio todo el tiempo durante las discusiones.
"Este silencio del Papa, a mi parecer, es fundamental -ha indicado el cardenal Ravasi- y es precisamente casi la característica del recorrido sinodal, en el que reunidos en torno al Papa, los obispos han expresado sus diversas opiniones".
"Cristo quiso que su Iglesia sea una casa con la puerta siempre abierta"
Mensaje del Sínodo de los Obispos de la III Asamblea General Extraordinaria a las familias del mundo
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Los padres sinodales, reunidos en Roma junto al papa Francisco en la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, se dirigen a todas las familias de los distintos continentes y en particular a aquellas que siguen a Cristo, que es camino, verdad y vida, y lo hacen a través de unmensaje publicado esta mañana. En primer lugar manifiestan "admiración y gratitud por el testimonio cotidiano que ofrecen a la Iglesia y al mundo con su fidelidad, su fe, su esperanza y su amor".
En el mensaje, subrayan que "Cristo quiso que su Iglesia sea una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin excluir a nadie". Asimismo agradecen a los pastores, a los fieles y a las comunidades dispuestos a acompañar y a hacerse cargo de las heridas interiores y sociales de los matrimonios y de las familias.
Como pastores de la Iglesia, indican que también nacieron y crecieron en familias con las más diversas historias y desafíos. "Como sacerdotes y obispos nos encontramos y vivimos junto a familias que, con sus palabras y sus acciones, nos mostraron una larga serie de esplendores y también de dificultades", recuerdan.
Por otro lado, observan que la misma preparación a la asamblea sinodal les "permitió escuchar la voz de tantas experiencias familiares". Después, el diálogo del Sínodo "nos ha enriquecido recíprocamente, ayudándonos a contemplar toda la realidad viva y compleja de las familias".
Y presentan las palabras de Cristo en la Apocalipsis "Yo estoy ante la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo". Así, recuerdan que "Jesús sigue pasando hoy por las calles de nuestras ciudades. En sus casas se viven a menudo luces y sombras, desafíos emocionantes y a veces también pruebas dramáticas. La oscuridad se vuelve más densa, hasta convertirse en tinieblas, cundo se insinúan el mal y el pecado en el corazón mismo de la familia".
Ante todo -recuerdan los padres sinodales- está el desafío de la fidelidad en el amor conyugal. Tal y como observan "la vida familiar suele estar marcada por el debilitamiento de la fe y de los valores, el individualismo, el empobrecimiento de las relaciones, el estrés de una ansiedad que descuida la reflexión serena".
Por eso advierten que se asiste así a crisis matrimoniales que se afrontan de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la reconciliación y también del sacrificio. "Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas para la opción cristiana", indican.
Entre tantos desafíos, los padre sinodales evocan el cansancio de la propia existencia. De este modo hacen referencia al "sufrimiento de un hijo con capacidades especiales, en una enfermedad grave, en el deterioro neurológico de la vejez, en la muerte de un ser querido". Por eso confirman que es "admirable la fidelidad generosa de tantas familias que viven estas pruebas", considerándolas "como un don que reciben y entregan".
A propósito, hacen referencia también a las dificultades económicas, en el padre o en la madre sin trabajo o en los jóvenes que transcurren días vacíos, en la multitud de familias pobres, en las que se aferran a una barca para poder sobrevivir, en las familias prófugas, en las que son perseguidas, en las que son golpeadas por la brutalidad de las guerras u otras opresiones. También piensan en las mujeres que sufren violencia, en la trata de personas, en los niños y jóvenes víctimas de abusos, en los miembros de tantas familias humilladas y en dificultad.
Por eso, los padres sinodales en este mensaje reclaman "a los gobiernos y a las organizaciones internacionales que promuevan los derechos de la familia para el bien común".
En la segunda parte del mensaje, recuerdan también "la luz que resplandece al atardecer detrás de las ventanas en los hogares de las ciudades, en las modestas casas de las periferias o en los pueblos, y aún en viviendas muy precarias".
Esta luz, aseguran, en el compromiso nupcial de los cónyuges, se enciende con el encuentro. "El amor del hombre y de la mujer nos enseña que cada uno necesita al otro para llegar a ser él mismo, aunque se mantiene distinto del otro en su identidad, que se abre y se revela en el mutuo don", afirman los padres sinodales.
Este itinerario, "comienza en el noviazgo" y "se realiza en plenitud en el sacramento del matrimonio, donde Dios pone su sello, su presencia y su gracia". Y este camino -añaden- conoce también la sexualidad, la ternura y la belleza, que perduran aún más allá del vigor y de la frescura juvenil. Citando el Evangelio de Juan, recuerdan que "el amor tiende por su propia naturaleza a ser para siempre, hasta dar la vida por la persona amada". Y bajo esta luz, el amor conyugal, único e indisoluble, "persiste a pesar de las múltiples dificultades del límite humano, y es uno de los milagros más bellos, aunque también es el más común".
Las familias que viven esta "aventura luminosa" se convierten en un testimonio para todos, en particular para los jóvenes, explica el mensaje. Al respecto, recuerdan que durante este camino "siempre está la presencia y la compañía de Dios". Y esto, la familia lo experimenta en el afecto y en el diálogo entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas. Así la familia "se presenta como una auténtica Iglesia doméstica", que se amplía a la comunidad eclesial.
"Los cónyuges cristianos son llamados a convertirse en maestros de la fe y del amor para los matrimonios jóvenes", observan los padres sinodales. Y así, indican también que "hay más alegría en dar que en recibir". "Es una entrega de bienes, de compañía, de amor y de misericordia, y también un testimonio de verdad, de luz, de sentido de la vida", afirman.
De este modo, los padres sinodales advierten que "la cima que recoge y unifica todos los hilos de la comunión con Dios y con el prójimo es la Eucaristía dominical". Por eso, en la primera etapa del camino sinodal, "hemos reflexionado sobre el acompañamiento pastoral y sobre el acceso a los sacramentos de los divorciados en nueva unión".
Para finalizar el mensaje, los padres sinodales piden que se camine con ellos hacia el próximo Sínodo. Y elevan al Padre la invocación por las familias de la Tierra:
Padre, regala a todas las familias la presencia de esposos fuertes y sabios, que sean manantial de una familia libre y unida.
Padre, da a los padres una casa para vivir en paz con su familia.
Padre, concede a los hijos que sean signos de confianza y de esperanza y a jóvenes el coraje del compromiso estable y fiel.
Padre, ayuda a todos a poder ganar el pan con sus propias manos, a gustar la serenidad del espíritu y a mantener viva la llama de la fe también en tiempos de oscuridad.
Padre, danos la alegría de ver florecer una Iglesia cada vez más fiel y creíble, una ciudad justa y humana, un mundo que ame la verdad, la justicia y la misericordia.
En el mensaje, subrayan que "Cristo quiso que su Iglesia sea una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin excluir a nadie". Asimismo agradecen a los pastores, a los fieles y a las comunidades dispuestos a acompañar y a hacerse cargo de las heridas interiores y sociales de los matrimonios y de las familias.
Como pastores de la Iglesia, indican que también nacieron y crecieron en familias con las más diversas historias y desafíos. "Como sacerdotes y obispos nos encontramos y vivimos junto a familias que, con sus palabras y sus acciones, nos mostraron una larga serie de esplendores y también de dificultades", recuerdan.
Por otro lado, observan que la misma preparación a la asamblea sinodal les "permitió escuchar la voz de tantas experiencias familiares". Después, el diálogo del Sínodo "nos ha enriquecido recíprocamente, ayudándonos a contemplar toda la realidad viva y compleja de las familias".
Y presentan las palabras de Cristo en la Apocalipsis "Yo estoy ante la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo". Así, recuerdan que "Jesús sigue pasando hoy por las calles de nuestras ciudades. En sus casas se viven a menudo luces y sombras, desafíos emocionantes y a veces también pruebas dramáticas. La oscuridad se vuelve más densa, hasta convertirse en tinieblas, cundo se insinúan el mal y el pecado en el corazón mismo de la familia".
Ante todo -recuerdan los padres sinodales- está el desafío de la fidelidad en el amor conyugal. Tal y como observan "la vida familiar suele estar marcada por el debilitamiento de la fe y de los valores, el individualismo, el empobrecimiento de las relaciones, el estrés de una ansiedad que descuida la reflexión serena".
Por eso advierten que se asiste así a crisis matrimoniales que se afrontan de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la reconciliación y también del sacrificio. "Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas para la opción cristiana", indican.
Entre tantos desafíos, los padre sinodales evocan el cansancio de la propia existencia. De este modo hacen referencia al "sufrimiento de un hijo con capacidades especiales, en una enfermedad grave, en el deterioro neurológico de la vejez, en la muerte de un ser querido". Por eso confirman que es "admirable la fidelidad generosa de tantas familias que viven estas pruebas", considerándolas "como un don que reciben y entregan".
A propósito, hacen referencia también a las dificultades económicas, en el padre o en la madre sin trabajo o en los jóvenes que transcurren días vacíos, en la multitud de familias pobres, en las que se aferran a una barca para poder sobrevivir, en las familias prófugas, en las que son perseguidas, en las que son golpeadas por la brutalidad de las guerras u otras opresiones. También piensan en las mujeres que sufren violencia, en la trata de personas, en los niños y jóvenes víctimas de abusos, en los miembros de tantas familias humilladas y en dificultad.
Por eso, los padres sinodales en este mensaje reclaman "a los gobiernos y a las organizaciones internacionales que promuevan los derechos de la familia para el bien común".
En la segunda parte del mensaje, recuerdan también "la luz que resplandece al atardecer detrás de las ventanas en los hogares de las ciudades, en las modestas casas de las periferias o en los pueblos, y aún en viviendas muy precarias".
Esta luz, aseguran, en el compromiso nupcial de los cónyuges, se enciende con el encuentro. "El amor del hombre y de la mujer nos enseña que cada uno necesita al otro para llegar a ser él mismo, aunque se mantiene distinto del otro en su identidad, que se abre y se revela en el mutuo don", afirman los padres sinodales.
Este itinerario, "comienza en el noviazgo" y "se realiza en plenitud en el sacramento del matrimonio, donde Dios pone su sello, su presencia y su gracia". Y este camino -añaden- conoce también la sexualidad, la ternura y la belleza, que perduran aún más allá del vigor y de la frescura juvenil. Citando el Evangelio de Juan, recuerdan que "el amor tiende por su propia naturaleza a ser para siempre, hasta dar la vida por la persona amada". Y bajo esta luz, el amor conyugal, único e indisoluble, "persiste a pesar de las múltiples dificultades del límite humano, y es uno de los milagros más bellos, aunque también es el más común".
Las familias que viven esta "aventura luminosa" se convierten en un testimonio para todos, en particular para los jóvenes, explica el mensaje. Al respecto, recuerdan que durante este camino "siempre está la presencia y la compañía de Dios". Y esto, la familia lo experimenta en el afecto y en el diálogo entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas. Así la familia "se presenta como una auténtica Iglesia doméstica", que se amplía a la comunidad eclesial.
"Los cónyuges cristianos son llamados a convertirse en maestros de la fe y del amor para los matrimonios jóvenes", observan los padres sinodales. Y así, indican también que "hay más alegría en dar que en recibir". "Es una entrega de bienes, de compañía, de amor y de misericordia, y también un testimonio de verdad, de luz, de sentido de la vida", afirman.
De este modo, los padres sinodales advierten que "la cima que recoge y unifica todos los hilos de la comunión con Dios y con el prójimo es la Eucaristía dominical". Por eso, en la primera etapa del camino sinodal, "hemos reflexionado sobre el acompañamiento pastoral y sobre el acceso a los sacramentos de los divorciados en nueva unión".
Para finalizar el mensaje, los padres sinodales piden que se camine con ellos hacia el próximo Sínodo. Y elevan al Padre la invocación por las familias de la Tierra:
Padre, regala a todas las familias la presencia de esposos fuertes y sabios, que sean manantial de una familia libre y unida.
Padre, da a los padres una casa para vivir en paz con su familia.
Padre, concede a los hijos que sean signos de confianza y de esperanza y a jóvenes el coraje del compromiso estable y fiel.
Padre, ayuda a todos a poder ganar el pan con sus propias manos, a gustar la serenidad del espíritu y a mantener viva la llama de la fe también en tiempos de oscuridad.
Padre, danos la alegría de ver florecer una Iglesia cada vez más fiel y creíble, una ciudad justa y humana, un mundo que ame la verdad, la justicia y la misericordia.
ENTREVISTA
Oriente Medio: 'Las minorías están amenazadas y el futuro es muy negro'
Entrevista al profesor Manuel Coma, presidente del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), con motivo del próximo Consistorio
Por Iván de Vargas
MADRID, 18 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El próximo 20 de octubre, al día siguiente de la clausura del Sínodo sobre la familia, tendrá lugar un consistorio dedicado a Oriente Medio en el Vaticano. El papa Francisco ha invitado a participar en este encuentro a todos los purpurados que estén en Roma, junto a los seis patriarcas de Oriente Medio y al patriarca latino de Jerusalén.
Sobre la base de las consideraciones surgidas de la reunión celebrada a principios de mes con los nuncios apostólicos de la región, el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, será el encargado de la intervención principal.
La inestabilidad se ha instalado en Oriente Medio y se va a quedar un buen tiempo. Las líneas fronterizas, que en su día trazaron las potencias coloniales, están saltando por los aires, unas tras otras, movidas por las pasiones religiosas, por las líneas sectarias o por la filiación a las tribus.
A comienzos de 2011, el Norte de África y buena parte de Oriente Medio se encontraba en plena ebullición. Una ola de cambio inundó desde Marruecos a Yemen. El poder parecía estar pasando de manos de los dictadores a unos jóvenes movilizados a través de las modernas redes sociales, smartphones en mano, cuyo deseo era un mundo más justo, más libre y próspero. Era lo que se denominó "la primavera árabe". Muy poco tiempo después, el término "primavera árabe" dio paso a la más pesimista noción de "invierno islamista".
La intervención de la OTAN en Libia que acabó con Gaddafi no sólo generó una situación caótica en ese país sino que nutrió de armamento a los terroristas de toda la región provocando una ulterior intervención militar en Mali para frenar los avances de los yihadistas; las protestas en Bahrein acabaron con la ocupación militar por parte de Arabia Saudí del pequeño país; Yemen se hundía en un conflicto intratable que volvía al país en una zona de nadie de la que se aprovechaban los grupos afiliados a Al Qaeda; Egipto avanzaba a la bancarrota bajo un presidente de Los Hermanos musulmanes; y las transiciones pacíficas dejaban de serlo y allí donde los procesos electorales acababan en elecciones libres, el islamismo arrasaba.
El devastador terremoto, que ha puesto punto y final a todo un orden establecido en Oriente Medio, está lejos de acabar. Siria todavía hoy se desangra en una terrible guerra civil donde los yihadistas han pasado a formar el grueso de la rebelión contra el régimen de Assad. Y el violento levantamiento de la milicia radical del autoproclamado Estado Islámico (EI) amenaza gravemente a toda la región, y proyecta su sombra de terror en el mundo entero.
En esta entrevista con ZENIT, el profesor Manuel Coma, presidente del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), analiza la crisis en Oriente Medio, el terrorismo yihadista y la situación de los cristianos y otras minorías religiosas en la zona.
***
¿Cuáles son las principales causas de la inestabilidad en Oriente Medio?-- Profesor Coma: Hablamos de un fenómeno histórico confuso, donde existen una multiplicidad de causas. Hay una de carácter muy general. Es decir, el choque del mundo islámico con la modernidad occidental. No cabe duda de que se trata de un choque de civilizaciones. La modernidad llega de Occidente y representa una tremenda conmoción de sus fundamentos milenarios, del orden moral, de la vida, etc.
En segundo lugar, ese choque se produce en unas circunstancias de empobrecimiento. Aunque hay una gran diversidad entre los países que tienen poca población y tienen mucho petróleo y los países que no tienen petróleo y están superpoblados, como es el caso de Egipto. La situación de Egipto es de un tremendo dramatismo, porque hay decenas de millones de personas que ya están infralimentadas. El país tiene que producir los alimentos y la riqueza para 85 millones de personas. Se trata de un problema inmenso. Esto pasa también en otras partes. Por ejemplo en Jordania, que es un país muy pobre, o en Siria, donde la mayor parte del territorio es un desierto.
Otra dificultad se debe a que la población es jovencísima y no encuentra empleo. Incluso se da algo tan importante como que los jóvenes no pueden casarse, porque no pueden alimentar a la familia. Todo eso produce una efervescencia enorme. Y la efervescencia que proviene del lado religioso lo que les promete es la solución en el otro mundo, pero no se preocupa en absoluto de este mundo.
A todo esto se suman una infinidad de conflictos internos. Están llenos de guerras, son muy tribales... Y eso da lugar a enfrentamientos perpetuos.
De manera que las causas de la inestabilidad son múltiples. Se trata de una región que está en ebullición continua. Te da la impresión de que pueda saltar por los aires en cualquier momento. Sería imposible decir: 'Esta causa supone el 25 por ciento, la otra el 37 por ciento, etc'. Pero todo junto, realmente hace que no te asombres de que estén como están.
¿Qué valoración hace de la llamada 'primavera árabe'? De algún modo, ¿ha servido para que resurjan los movimientos fundamentalistas?-- Profesor Coma: Sí. En primer lugar, la 'primavera árabe' es obra de minorías occidentalizadas que no se dan cuenta de su extrema debilidad. Es decir, que representan a muy poca gente. En el momento que intentan promover votaciones, resulta que son desbordados. Son ganados por los islámicos. Los vencedores atentan contra las autoridades establecidas, sean el fruto de un antiguo golpe militar (Siria, Egipto) o sean las dinastías tradicionales. Se pone todo en movimiento.
También ha surgido la amenaza de la integridad territorial de esos Estados, la mayor parte de los cuales tiene límites creados por el colonialismo europeo al final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque no se puede decir que sean Estados naturales, con el paso del tiempo han ido creando una coherencia y una identidad nacional. Pero cuando hay minorías distintas, como es el caso de Irak, son países que tienen muchas posibilidades de fragmentarse. En este sentido, la integridad territorial está en cuestión en Irak y lo puede estar en Siria y en alguna otra parte.
En el panorama actual, ¿Cómo es la situación de las minorías, especialmente la de los cristianos? ¿Podrán sobrevivir en la región?-- Profesor Coma: Cada vez menos. La situación es cada vez peor. El hecho de que están siendo machacadas por el islam viene de muy atrás. Al fin y al cabo, el islam mantiene una cierta tolerancia con los que no son islámicos, siempre y cuando acepten una posición de subordinación. Estas personas tienen menos derechos. Están sometidas a impuestos, mientras los creyentes están exentos. Es una población que tiene una posición de segunda fila, cuando no de tercera. Muchas veces son humillados por los musulmanes, que son sus vecinos, sabiendo que no pueden defenderse.
Nos pueden contar muchas historias de convivencia, tolerancia y amistad entre gentes de distinta religión en el mundo islámico, pero cuando se exacerban las cosas todo eso salta por los aires. Y ahora, desde luego, ha saltado por los aires.
Las minorías están diminuyendo demográficamente y están huyendo hacia el este. Algunos se resisten más. Por ejemplo, la cristiandad. Es el caso de los miembros de las tres principales Iglesias cristianas de Irak, que son siríacos. Es decir, tienen como idioma ritual el arameo, que era la lengua que se hablaba en la época de Jesucristo. Estos dicen que no es sólo una cuestión religiosa. Para ellos es una cuestión de identidad como pueblo. Se consideran herederos de los asirios, del Imperio Asirio que surgió en los siglos octavo y séptimo antes de Cristo. Dicen: 'Si nos vamos a Occidente podemos practicar nuestra religión, pero perdemos nuestra identidad como pueblo'.
Por lo tanto, las minorías están amenazadas y el futuro es muy negro. Cada vez son menos numéricamente y están más presionados.
En su opinión, ¿es posible encontrar una solución dialogada a los distintos conflictos que están en curso en Oriente Medio? ¿Se puede dialogar con un islam radical?-- Profesor Coma: En absoluto. Esta pregunta sí que tiene una respuesta clara. Son ellos los que no quieren. Les parecería una abominación, una traición a sí mismos. Es decir, a cualquiera que intentase entrar en un dialogo, le cortarían la cabeza inmediatamente. Eso está absolutamente fuera de su horizonte. No es una cuestión nuestra. Además, no me estoy refiriendo sólo a dialogar con occidentales, cristianos o post-cristianos. El hecho de dialogar con otros musulmanes... ¡Bajo ningún concepto! Eso está fuera de todo horizonte.
¿Qué pretende el Estado Islámico?-- Profesor Coma: Es otra versión del yihadismo. Sus objetivos son dos: crear un Estado en el que la ley sea la sharia [el cuerpo de Derecho islámico]; y recrear el Califato. Es decir, unir a la Umma [comunidad de creyentes del islam].
¿Cuál puede ser la contribución del próximo Consistorio sobre Oriente Medio?-- Profesor Coma: En primer lugar, es una cuestión interna para que la propia jerarquía católica se entere con mayor precisión de lo que está sucediendo. Es muy bueno que los obispos occidentales tengan un contacto con la jerarquía de esos países, para que les puedan contar en vivo el peligro físico que corren ellos mismos. Porque han asesinado a obispos y están quemando iglesias con los fieles dentro. Es una situación que se da en Oriente Medio, pero también en países como Nigeria. Boko Haram pertenece a esa misma familia de yihadistas.
La otra cuestión es que, posiblemente, la cobertura de esa reunión por parte de los medios de comunicación internacionales pueda dar lugar a la difusión de alguna información de este tipo durante unos pocos días en Occidente. Y, por lo menos, contribuir a que se sepa un poco más. Aun así, la Iglesia no puede hacer muchas veces énfasis en lo que está pasando. Podría ser contraproducente, porque son otros los que lo pagan con su vida.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar a nuestros lectores?-- Profesor Coma: Lo que echo terriblemente de menos, aunque no fuera nada más que por solidaridad civilizacional, reconociendo que nuestras raíces son cristianas, incluso para los que no son creyentes, es que se hable de eso. Que se hable, porque la gente en Occidente no se entera. En general, la izquierda no cristiana, y muchas veces cristófoba, en cuanto hablas de estos temas te acusan de ser islamófobo. ¡Es absolutamente terrible! Es ver como trituran a gentes con las que tienes una afinidad cultural (sino religiosa), no ya con impasibilidad sino con absoluta ignorancia... Con los ojos absolutamente cerrados.
Sobre la base de las consideraciones surgidas de la reunión celebrada a principios de mes con los nuncios apostólicos de la región, el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, será el encargado de la intervención principal.
La inestabilidad se ha instalado en Oriente Medio y se va a quedar un buen tiempo. Las líneas fronterizas, que en su día trazaron las potencias coloniales, están saltando por los aires, unas tras otras, movidas por las pasiones religiosas, por las líneas sectarias o por la filiación a las tribus.
A comienzos de 2011, el Norte de África y buena parte de Oriente Medio se encontraba en plena ebullición. Una ola de cambio inundó desde Marruecos a Yemen. El poder parecía estar pasando de manos de los dictadores a unos jóvenes movilizados a través de las modernas redes sociales, smartphones en mano, cuyo deseo era un mundo más justo, más libre y próspero. Era lo que se denominó "la primavera árabe". Muy poco tiempo después, el término "primavera árabe" dio paso a la más pesimista noción de "invierno islamista".
La intervención de la OTAN en Libia que acabó con Gaddafi no sólo generó una situación caótica en ese país sino que nutrió de armamento a los terroristas de toda la región provocando una ulterior intervención militar en Mali para frenar los avances de los yihadistas; las protestas en Bahrein acabaron con la ocupación militar por parte de Arabia Saudí del pequeño país; Yemen se hundía en un conflicto intratable que volvía al país en una zona de nadie de la que se aprovechaban los grupos afiliados a Al Qaeda; Egipto avanzaba a la bancarrota bajo un presidente de Los Hermanos musulmanes; y las transiciones pacíficas dejaban de serlo y allí donde los procesos electorales acababan en elecciones libres, el islamismo arrasaba.
El devastador terremoto, que ha puesto punto y final a todo un orden establecido en Oriente Medio, está lejos de acabar. Siria todavía hoy se desangra en una terrible guerra civil donde los yihadistas han pasado a formar el grueso de la rebelión contra el régimen de Assad. Y el violento levantamiento de la milicia radical del
En esta entrevista con ZENIT, el profesor Manuel Coma, presidente del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), analiza la crisis en Oriente Medio, el terrorismo yihadista y la situación de los cristianos y otras minorías religiosas en la zona.
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¿Cuáles son las principales causas de la inestabilidad en Oriente Medio?-- Profesor Coma: Hablamos de un fenómeno histórico confuso, donde existen una multiplicidad de causas. Hay una de carácter muy general. Es decir, el choque del mundo islámico con la modernidad occidental. No cabe duda de que se trata de un choque de civilizaciones. La modernidad llega de Occidente y representa una tremenda conmoción de sus fundamentos milenarios, del orden moral, de la vida, etc.
En segundo lugar, ese choque se produce en unas circunstancias de empobrecimiento. Aunque hay una gran diversidad entre los países que tienen poca población y tienen mucho petróleo y los países que no tienen petróleo y están superpoblados, como es el caso de Egipto. La situación de Egipto es de un tremendo dramatismo, porque hay decenas de millones de personas que ya están infralimentadas. El país tiene que producir los alimentos y la riqueza para 85 millones de personas. Se trata de un problema inmenso. Esto pasa también en otras partes. Por ejemplo en Jordania, que es un país muy pobre, o en Siria, donde la mayor parte del territorio es un desierto.
Otra dificultad se debe a que la población es jovencísima y no encuentra empleo. Incluso se da algo tan importante como que los jóvenes no pueden casarse, porque no pueden alimentar a la familia. Todo eso produce una efervescencia enorme. Y la efervescencia que proviene del lado religioso lo que les promete es la solución en el otro mundo, pero no se preocupa en absoluto de este mundo.
A todo esto se suman una infinidad de conflictos internos. Están llenos de guerras, son muy tribales... Y eso da lugar a enfrentamientos perpetuos.
De manera que las causas de la inestabilidad son múltiples. Se trata de una región que está en ebullición continua. Te da la impresión de que pueda saltar por los aires en cualquier momento. Sería imposible decir: 'Esta causa supone el 25 por ciento, la otra el 37 por ciento, etc'. Pero todo junto, realmente hace que no te asombres de que estén como están.
¿Qué valoración hace de la llamada 'primavera árabe'? De algún modo, ¿ha servido para que resurjan los movimientos fundamentalistas?-- Profesor Coma: Sí. En primer lugar, la 'primavera árabe' es obra de minorías occidentalizadas que no se dan cuenta de su extrema debilidad. Es decir, que representan a muy poca gente. En el momento que intentan promover votaciones, resulta que son desbordados. Son ganados por los islámicos. Los vencedores atentan contra las autoridades establecidas, sean el fruto de un antiguo golpe militar (Siria, Egipto) o sean las dinastías tradicionales. Se pone todo en movimiento.
También ha surgido la amenaza de la integridad territorial de esos Estados, la mayor parte de los cuales tiene límites creados por el colonialismo europeo al final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque no se puede decir que sean Estados naturales, con el paso del tiempo han ido creando una coherencia y una identidad nacional. Pero cuando hay minorías distintas, como es el caso de Irak, son países que tienen muchas posibilidades de fragmentarse. En este sentido, la integridad territorial está en cuestión en Irak y lo puede estar en Siria y en alguna otra parte.
En el panorama actual, ¿Cómo es la situación de las minorías, especialmente la de los cristianos? ¿Podrán sobrevivir en la región?-- Profesor Coma: Cada vez menos. La situación es cada vez peor. El hecho de que están siendo machacadas por el islam viene de muy atrás. Al fin y al cabo, el islam mantiene una cierta tolerancia con los que no son islámicos, siempre y cuando acepten una posición de subordinación. Estas personas tienen menos derechos. Están sometidas a impuestos, mientras los creyentes están exentos. Es una población que tiene una posición de segunda fila, cuando no de tercera. Muchas veces son humillados por los musulmanes, que son sus vecinos, sabiendo que no pueden defenderse.
Nos pueden contar muchas historias de convivencia, tolerancia y amistad entre gentes de distinta religión en el mundo islámico, pero cuando se exacerban las cosas todo eso salta por los aires. Y ahora, desde luego, ha saltado por los aires.
Las minorías están diminuyendo demográficamente y están huyendo hacia el este. Algunos se resisten más. Por ejemplo, la cristiandad. Es el caso de los miembros de las tres principales Iglesias cristianas de Irak, que son siríacos. Es decir, tienen como idioma ritual el arameo, que era la lengua que se hablaba en la época de Jesucristo. Estos dicen que no es sólo una cuestión religiosa. Para ellos es una cuestión de identidad como pueblo. Se consideran herederos de los asirios, del Imperio Asirio que surgió en los siglos octavo y séptimo antes de Cristo. Dicen: 'Si nos vamos a Occidente podemos practicar nuestra religión, pero perdemos nuestra identidad como pueblo'.
Por lo tanto, las minorías están amenazadas y el futuro es muy negro. Cada vez son menos numéricamente y están más presionados.
En su opinión, ¿es posible encontrar una solución dialogada a los distintos conflictos que están en curso en Oriente Medio? ¿Se puede dialogar con un islam radical?-- Profesor Coma: En absoluto. Esta pregunta sí que tiene una respuesta clara. Son ellos los que no quieren. Les parecería una abominación, una traición a sí mismos. Es decir, a cualquiera que intentase entrar en un dialogo, le cortarían la cabeza inmediatamente. Eso está absolutamente fuera de su horizonte. No es una cuestión nuestra. Además, no me estoy refiriendo sólo a dialogar con occidentales, cristianos o post-cristianos. El hecho de dialogar con otros musulmanes... ¡Bajo ningún concepto! Eso está fuera de todo horizonte.
¿Qué pretende el Estado Islámico?-- Profesor Coma: Es otra versión del yihadismo. Sus objetivos son dos: crear un Estado en el que la ley sea la sharia [el cuerpo de Derecho islámico]; y recrear el Califato. Es decir, unir a la Umma [comunidad de creyentes del islam].
¿Cuál puede ser la contribución del próximo Consistorio sobre Oriente Medio?-- Profesor Coma: En primer lugar, es una cuestión interna para que la propia jerarquía católica se entere con mayor precisión de lo que está sucediendo. Es muy bueno que los obispos occidentales tengan un contacto con la jerarquía de esos países, para que les puedan contar en vivo el peligro físico que corren ellos mismos. Porque han asesinado a obispos y están quemando iglesias con los fieles dentro. Es una situación que se da en Oriente Medio, pero también en países como Nigeria. Boko Haram pertenece a esa misma familia de yihadistas.
La otra cuestión es que, posiblemente, la cobertura de esa reunión por parte de los medios de comunicación internacionales pueda dar lugar a la difusión de alguna información de este tipo durante unos pocos días en Occidente. Y, por lo menos, contribuir a que se sepa un poco más. Aun así, la Iglesia no puede hacer muchas veces énfasis en lo que está pasando. Podría ser contraproducente, porque son otros los que lo pagan con su vida.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar a nuestros lectores?-- Profesor Coma: Lo que echo terriblemente de menos, aunque no fuera nada más que por solidaridad civilizacional, reconociendo que nuestras raíces son cristianas, incluso para los que no son creyentes, es que se hable de eso. Que se hable, porque la gente en Occidente no se entera. En general, la izquierda no cristiana, y muchas veces cristófoba, en cuanto hablas de estos temas te acusan de ser islamófobo. ¡Es absolutamente terrible! Es ver como trituran a gentes con las que tienes una afinidad cultural (sino religiosa), no ya con impasibilidad sino con absoluta ignorancia... Con los ojos absolutamente cerrados.
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