Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

miércoles, 22 de octubre de 2014

El papa Francisco ha presidido este domingo, en la plaza de San Pedro, a las 10.30, la misa en ocasión de la clausura del Sínodo de los Obispo, sobre el tema "Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización con el rito de la beatificación del Siervo de Dios el Papa Pablo VI.

El Papa: Dios no tiene miedo a las novedades
Homilía del Santo Padre en la misa en ocasión de la clausura de la Asamblea Extrarordinaria del Sínodo del Obispo con el rito de la beatificación del papa Pablo VI
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 19 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha presidido este domingo, en la plaza de San Pedro, a las 10.30, la misa en ocasión de la clausura del Sínodo de los Obispo, sobre el tema "Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización con el rito de la beatificación del Siervo de Dios el Papa Pablo VI.
Publicamos a continuación la homilía del Santo Padre:
Acabamos de escuchar una de las frases más famosas de todo el Evangelio: «Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».
Jesús responde con esta frase irónica y genial a la provocación de los fariseos que, por decirlo de alguna manera, querían hacerle el examen de religión y ponerlo a prueba. Es una respuesta inmediata que el Señor da a todos aquellos que tienen problemas de conciencia, sobre todo cuando están en juego su conveniencia, sus riquezas, su prestigio, su poder y su fama. Y esto ha sucedido siempre.
Evidentemente, Jesús pone el acento en la segunda parte de la frase: «Y [dar] a Dios lo que es de Dios». Lo cual quiere decir reconocer y creer firmemente –frente a cualquier tipo de poder- que sólo Dios es el Señor del hombre, y no hay ningún otro. Ésta es la novedad perenne que hemos de redescubrir cada día, superando el temor que a menudo nos atenaza ante las sorpresas de Dios.
¡Él no tiene miedo de las novedades! Por eso, continuamente nos sorprende, mostrándonos y llevándonos por caminos imprevistos. Nos renueva, es decir, nos hace siempre “nuevos”. Un cristiano que vive el Evangelio es “la novedad de Dios” en la Iglesia y en el mundo. Y a Dios le gusta mucho esta “novedad”.
«Dar a Dios lo que es de Dios» significa estar dispuesto a hacer su voluntad y dedicarle nuestra vida y colaborar con su Reino de misericordia, de amor y de paz.
En eso reside nuestra verdadera fuerza, la levadura que fermenta y la sal que da sabor a todo esfuerzo humano contra el pesimismo generalizado que nos ofrece el mundo. En eso reside nuestra esperanza, porque la esperanza en Dios no es una huida de la realidad, no es un alibi: es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece. Por eso, el cristiano mira a la realidad futura, a la realidad de Dios, para vivir plenamente la vida –con los pies bien puestos en la tierra– y responder, con valentía, a los incesantes retos nuevos.
Lo hemos visto en estos días durante el Sínodo extraordinario de los Obispos –“sínodo” quiere decir “caminar juntos”–. Y, de hecho, pastores y laicos de todas las partes del mundo han traído aquí a Roma la voz de sus Iglesias particulares para ayudar a las familias de hoy a seguir el camino del Evangelio, con la mirada fija en Jesús. Ha sido una gran experiencia, en la que hemos vivido la sinodalidad y la colegialidad, y hemos sentido la fuerza del Espíritu Santo que guía y renueva sin cesar a la Iglesia, llamada, con premura, a hacerse cargo de las heridas abiertas y a devolver la esperanza a tantas personas que la han perdido.
Por el don de este Sínodo y por el espíritu constructivo con que todos han colaborado, con el Apóstol Pablo, «damos gracias a Dios por todos ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones» Y que el Espíritu Santo que, en estos días intensos, nos ha concedido trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad, acompañe ahora, en las Iglesias de toda la tierra, el camino de preparación del Sínodo Ordinario de los Obispos del próximo mes de octubre de 2015. Hemos sembrado y seguiremos sembrando con paciencia y perseverancia, con la certeza de que es el Señor quien da el crecimiento.
En este día de la beatificación del Papa Pablo VI, me vienen a la mente las palabras con que instituyó el Sínodo de los Obispos: «Después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad» (Carta ap. Motu proprio Apostolica sollicitudo).
Contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias. Gracias a nuestro querido y amado Papa Pablo VI. Gracias por tu humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia.
El que fuera gran timonel del Concilio, al día siguiente de su clausura, anotaba en su diario personal: «Quizás el Señor me ha llamado y me ha puesto en este servicio no tanto porque yo tenga algunas aptitudes, o para que gobierne y salve la Iglesia de sus dificultades actuales, sino para que sufra algo por la Iglesia, y quede claro que Él, y no otros, es quien la guía y la salva». En esta humildad resplandece la grandeza del Beato Pablo VI que, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro –y quizás en solitario– el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor.
Pablo VI supo de verdad dar a Dios lo que es de Dios dedicando toda su vida a la «sagrada, solemne y grave tarea de continuar en el tiempo y extender en la tierra la misión de Cristo», amando a la Iglesia y guiando a la Iglesia para que sea «al mismo tiempo madre amorosa de todos los hombres y dispensadora de salvación».  


El papa Pablo VI ya es beato
Benedicto XVI ha participado en la celebración eucarí­stica de la beatificación
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 19 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El papa Pablo VI ha sido proclamado beato por el papa Francisco, esta mañana, en la plaza de San Pedro, en ocasión de la clausura de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos.
Durante la santa misa, el Papa ha usado la casulla que Pablo VI recibió como regalo en ocasión de su 80 cumpleaños y ha utilizado un cáliz del Papa Montini. La reliquia que se ha presentado en el momento de la beatificación es la camisa impregnada con su sangre, de la ocasión del atentando que sufrió en el viaje apostólico a Manila en Filipinas, el 28 de noviembre de 1970.
Una gran multitud de fieles, unas 70 mil personas, han acudido hoy a la plaza para ser testigos de este importante momento para la vida de la Iglesia. Presente también hoy en la plaza, estaba el papa emérito Benedicto XVI, que no ha querido perderse la celebración. Al llegar Francisco al Sagrato, se ha acercado hasta el lugar donde estaba Benedicto XVI, y se han saludado con afecto.
Al iniciar la celebración eucarística, el postulador ha leído la biografía del siervo de Dios Pablo VI. A continuación, el Santo Padre ha pronunciado en latín la fórmula de beatificación. Al finalizar sus palabras, los fieles han aplaudido y se ha quitado la tela que cubría el tapiz con la imagen del nuevo beato. Una imagen en la que se le ve de cuerpo entero, con los brazos abiertos y alzados y encima de los típicos "sanpietrini" romanos. A partir de ahora, la fiesta del nuevo Beato se celebra el 26 de septiembre, día de su cumpleaños.
Esta mañana han concelebrado con el Papa algunos cardenales, patriarcas, arzobispos, obispos y presbíteros participantes en el Sínodo.
En la homilía, haciendo referencia a la frase de Jesús leída en el Evangelio "Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", Francisco ha recordado a los presentes que "sólo Dios es el Señor del hombre, y no hay ningún otro. Ésta es la novedad perenne que hemos de redescubrir cada día, superando el temor que a menudo nos atenaza ante las sorpresas de Dios".
¡Él no tiene miedo de las novedades!, ha exclamado el Santo Padre. Por eso, ha recordado, "continuamente nos sorprende, mostrándonos y llevándonos por caminos imprevistos". Dios "nos renueva", "nos hace siempre nuevos".
Francisco ha asegurado que "un cristiano que vive el Evangelio es la novedad de Dios en la Iglesia y en el mundo. Y a Dios le gusta mucho esta novedad". Además, ha indicado que la esperanza en Dios "no es una huida de la realidad", sino que "es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece".
Por otro lado, el Pontífice ha recordado que en estos días han celebrado el Sínodo de la Obispos. "Ha sido una gran experiencia, en la que hemos vivido la sinodalidad y la colegialidad, y hemos sentido la fuerza del Espíritu Santo que guía y renueva sin cesar a la Iglesia, llamada, con premura, a hacerse cargo de las heridas abiertas y a devolver la esperanza a tantas personas que la han perdido", ha asegurado.
Al finalizar la homilía, también ha querido dedicar unas palabras al nuevo beato. Así, ha indicado que "contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias. Gracias a nuestro querido y amado Papa Pablo VI. Gracias por tu humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia". Asimismo, ha observado que "en esta humildad resplandece la grandeza del Beato Pablo VI que, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro –y quizás en solitario– el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor".


Pablo VI fue firme defensor de la misión ad gentes
Palabras del Santo Padre al introducir la oración del ángelus
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 19 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Al finalizar la Santa Misa de clausura de la Asamblea Extraordinaria de los Obispos y la beatificación de Pablo VI, el santo padre Francisco ha rezado el ángelus con los fieles  y peregrinos presentes en el la plaza de San Pedro.
Estas son las palabras del Papa al introducir la oración mariana:
Queridos hermanos y hermanas,
al finalizar esta solemne celebración, deseo saludar a los peregrinos procedentes de Italia y de otros países, con un pensamiento especial para las delegaciones oficiales. En particular, saludo a los fieles de la diócesis de Brescia, Milán y Roma, unidas de forma significativa a la vida y al ministerio del Papa Montini. Doy las gracias a todos por la presencia y os exhorto a seguir fielmente las enseñanzas y el ejemplo del nuevo beato.
Él fue un firme defensor de la missione ad gentes; es testimonio especialmente de la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi con la que ha pretendido despertar el impulso y el empeño por la misión de la Iglesia. Y esta exhortación aún es actual, tiene toda la actualidad. Es significativo considerar este aspecto del pontificado de Pablo VI, precisamente hoy que se celebra la Jornada Mundial de las Misiones.
Antes de invocar todos juntos a la Virgen con la oración del ángelus, me gusta subrayar la profunda devoción mariana del beato Pablo VI. El pueblo cristiano estará siempre agradecido a este Pontífice por la exhortación apostólica Marialis cultus y por haber proclamado María "Madre de la Iglesia", en ocasión de la clausura de la tercera sesión del Concilio Vaticano II. María, Reina de los Santos, nos ayude a realizar fielmente en nuestra vida la voluntad del Señor, así como ha hecho el nuevo beato.
(Oración del ángelus)

ROME REPORTS


Benedicto XVI llega a San Pedro para beatificación de Pablo VI (Vídeo)
Benedicto XVI asistió a la beatificación de Pablo VI, el Papa que lo creó cardenal en 1977
Por Redacción
ROMA, 19 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

Francisco beatifica a Pablo VI (Vídeo)
Ha sido una mañana simbólica en el Vaticano, protagonizada por tres Papas
Por Redacción
ROMA, 19 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.


Recorren 1.800 km a pie por el centenario del Movimiento de Schoenstatt (Vídeo)
En su recorrido rezarán por cientos de intenciones enviadas de todo el mundo
Por Redacción
ROMA, 19 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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