Sínodo, día 8: los círculos menores presentan sus enmiendas para preparar la Relatio Synodi
Reunidos en grupos de trabajo por grupos lingüísticos, los padres sinodales proponen nuevos elementos de trabajo sin llegar aún a un documento definitivo
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El Sínodo de los Obispos sigue adelante y esta mañana se ha dado un paso más en los trabajos. Durante la duodécima Congregación General se han presentado en el Aula las relaciones de los diez círculos menores, grupos de trabajo divididos por lenguas (tres en inglés, tres en italiano, dos en francés y dos en español). Los círculos menores han ofrecido una evaluación de la Relatio post disceptationem presentada este lunes junto, con posibles sugerencias para su inclusión en la "Relatio Synodi", documento definitivo y conclusivo de la asamblea sinodal. Se pueden leer los resúmenes de cada grupo de trabajo aquí.
El padre Federico Lombardi, ha informado esta mañana a la prensa en la sesión informativa diaria que el papa Francisco ha decidido añadir a la comisión encargada de realizar el documento final del Sínodo dos nuevos miembros para ampliar la representación geográfica: el cardenal Napier, de África, y monseñor Hart, de Nueva Zelanda. Además ha indicado que el cardenal Müller le ha pedido desmentir las declaraciones que aparecieron en la prensa en la que supuestamente afirmaba que la Relatio era "indigna, vergonzosa y completamente errónea".
Para ofrecer algunos detalles más sobre los textos presentados por los círculos menores, han acudido a la Sala de Prensa del Vaticano, el cardenal Schönborn, arzobispo de Viena y el matrimonio Francesco Miano y Pina de Simone.
El purpurado se ha mostrado impresionado por el interés que está generando el Sínodo. "Me hace pensar que hay pocos temas que tocan tan de cerca a cada uno de nosotros como la familia", ha observado. Más allá de la cuestión de la religión, cultural -ha indicado- está la realidad fundamental. Y la Iglesia siempre ha estado muy atenta a esta realidad.
Asimismo, ha reconocido que más allá de tantas cuestiones morales debemos ver el rol fundamentalmente positivo de la familia. "El Papa nos ha invitado a ver el tema de la familia no para ver lo todo lo que no funciona en la familia (...) sino que ha querido sobre todo mostrar la belleza y la necesidad de la familia. Por esto nos ha invitado a tener una mirada atenta a la realidad. Esta es la idea del cuestionario difundido en todo el mundo: 'decidnos como va la familia'", ha explicado el cardenal Schönborn. Y así, ha recordado que esta es la primera vez que un Sínodo se basa en una documentación tal amplia como en este.
Por otro lado ha hecho referencia a una palabra clave usada por el papa Francisco, "acompañar". "No juzgar, acompañar. Esto puede ser entendido como un relativismo, pero no es así", ha aclarado.
A continuación, han hablado Francesco Miano y Pina de Simone. "Para nosotros es una gran y bella experiencia", ha asegurado Francesco, advirtiendo la gran responsabilidad que conlleva. Asimismo ha hecho referencia a la alegría de vivir un gran y decisivo momento de la Iglesia en el espíritu del Concilio Vaticano II. También ha recordado la importancia y la necesidad de narrar las bellas experiencias de familia. "Esto no significa criticar a los otros", ha especificado. Por su parte Pina, ha observado la "seriedad con la que se está trabajando. Un debate serio con la voluntad de tener una mirada realista, que sepa recoger no solo los problemas y dificultades".
En las sugerencias presentadas por los círculos menores, que estudian punto por punto la Relatio y no son aún un documento para considerar definitivo, se hacen varias apreciaciones.
En general, se ha hecho hincapié en que la Relatio se concentra en las preocupaciones de las familias en crisis, sin una referencia más amplia al mensaje positivo del Evangelio de la familia, al hecho de que el matrimonio como sacramento, unión indisoluble entre el hombre y la mujer, es un valor aún muy presente y en el que muchas parejas creen. "No podemos permitirnos, por tanto, dar la impresión de que la familia cristiana haya sido descuidada en nuestro diálogo sinodal", se precisa en uno de los grupos.
También se ha pedido evidenciar más adecuadamente la doctrina sobre el matrimonio, insistiendo en que es un don de Dios. Algunos temas propuestos para incluir en la Relatio final son las adopciones, cuestiones de la biotecnología y la difusión de la cultura a través de la web, políticas en favor de la familia, prestar más atención a la presencia de los ancianos en los hogares y a las familias que viven en extrema pobreza.
Por otro lado se ha hablado de la importancia de resaltar el papel fundamental de las familias en la evangelización y en la transmisión de la fe, destacando la vocación misionera.
Con respecto a las situaciones familiares difíciles, varios círculos menores han evidenciado que la Iglesia debe ser una casa acogedora para todos. Sin embargo, se ha manifestado la necesidad de mayor claridad, para evitar confusiones, vacilaciones y eufemismos en el lenguaje. Aquí, por ejemplo, se ha hecho referencia a la ley de la gradualidad, para que no se convierta en gradualidad de la ley.
Otros círculos han pedido profundizar el concepto de "comunión espiritual", para que sea evaluado y, eventualmente, promovido y difundido.
Con respecto al acercamiento de los divorciados que se han vuelto a casar al sacramento de la Eucaristía, se han expresado, por la mayoría, dos opiniones. Por un lado se ha sugerido que la doctrina no se modifique y siga siendo la misma de ahora y por otro se ha hablado de abrirse a la posibilidad de conceder la comunión, desde la perspectiva de la compasión y de la misericordia, pero sólo si se cumplen unas condiciones determinadas. Asimismo se ha pedido prestar más atención a los divorciados que no se han vuelto a casar.
Acelerar el proceso de reconocimiento de la nulidad del matrimonio y de la constatación de la validez del mismo es otro de los temas repetidos en los círculos menores.
A propósito de las uniones homosexuales, se ha reiterado la imposibilidad de equiparar el matrimonio entre hombre y mujer a las uniones homosexuales pero las personas con esta orientación deben ser acompañadas pastoralmente y protegidas en su dignidad. Sobre la cuestión de la poligamia, en particular de los polígamos convertidos al catolicismo que deseen recibir los sacramentos, se ha sugerido un estudio amplio y exhaustivo.
El padre Federico Lombardi, ha informado esta mañana a la prensa en la sesión informativa diaria que el papa Francisco ha decidido añadir a la comisión encargada de realizar el documento final del Sínodo dos nuevos miembros para ampliar la representación geográfica: el cardenal Napier, de África, y monseñor Hart, de Nueva Zelanda. Además ha indicado que el cardenal Müller le ha pedido desmentir las declaraciones que aparecieron en la prensa en la que supuestamente afirmaba que la Relatio era "indigna, vergonzosa y completamente errónea".
Para ofrecer algunos detalles más sobre los textos presentados por los círculos menores, han acudido a la Sala de Prensa del Vaticano, el cardenal Schönborn, arzobispo de Viena y el matrimonio Francesco Miano y Pina de Simone.
El purpurado se ha mostrado impresionado por el interés que está generando el Sínodo. "Me hace pensar que hay pocos temas que tocan tan de cerca a cada uno de nosotros como la familia", ha observado. Más allá de la cuestión de la religión, cultural -ha indicado- está la realidad fundamental. Y la Iglesia siempre ha estado muy atenta a esta realidad.
Asimismo, ha reconocido que más allá de tantas cuestiones morales debemos ver el rol fundamentalmente positivo de la familia. "El Papa nos ha invitado a ver el tema de la familia no para ver lo todo lo que no funciona en la familia (...) sino que ha querido sobre todo mostrar la belleza y la necesidad de la familia. Por esto nos ha invitado a tener una mirada atenta a la realidad. Esta es la idea del cuestionario difundido en todo el mundo: 'decidnos como va la familia'", ha explicado el cardenal Schönborn. Y así, ha recordado que esta es la primera vez que un Sínodo se basa en una documentación tal amplia como en este.
Por otro lado ha hecho referencia a una palabra clave usada por el papa Francisco, "acompañar". "No juzgar, acompañar. Esto puede ser entendido como un relativismo, pero no es así", ha aclarado.
A continuación, han hablado Francesco Miano y Pina de Simone. "Para nosotros es una gran y bella experiencia", ha asegurado Francesco, advirtiendo la gran responsabilidad que conlleva. Asimismo ha hecho referencia a la alegría de vivir un gran y decisivo momento de la Iglesia en el espíritu del Concilio Vaticano II. También ha recordado la importancia y la necesidad de narrar las bellas experiencias de familia. "Esto no significa criticar a los otros", ha especificado. Por su parte Pina, ha observado la "seriedad con la que se está trabajando. Un debate serio con la voluntad de tener una mirada realista, que sepa recoger no solo los problemas y dificultades".
En las sugerencias presentadas por los círculos menores, que estudian punto por punto la Relatio y no son aún un documento para considerar definitivo, se hacen varias apreciaciones.
En general, se ha hecho hincapié en que la Relatio se concentra en las preocupaciones de las familias en crisis, sin una referencia más amplia al mensaje positivo del Evangelio de la familia, al hecho de que el matrimonio como sacramento, unión indisoluble entre el hombre y la mujer, es un valor aún muy presente y en el que muchas parejas creen. "No podemos permitirnos, por tanto, dar la impresión de que la familia cristiana haya sido descuidada en nuestro diálogo sinodal", se precisa en uno de los grupos.
También se ha pedido evidenciar más adecuadamente la doctrina sobre el matrimonio, insistiendo en que es un don de Dios. Algunos temas propuestos para incluir en la Relatio final son las adopciones, cuestiones de la biotecnología y la difusión de la cultura a través de la web, políticas en favor de la familia, prestar más atención a la presencia de los ancianos en los hogares y a las familias que viven en extrema pobreza.
Por otro lado se ha hablado de la importancia de resaltar el papel fundamental de las familias en la evangelización y en la transmisión de la fe, destacando la vocación misionera.
Con respecto a las situaciones familiares difíciles, varios círculos menores han evidenciado que la Iglesia debe ser una casa acogedora para todos. Sin embargo, se ha manifestado la necesidad de mayor claridad, para evitar confusiones, vacilaciones y eufemismos en el lenguaje. Aquí, por ejemplo, se ha hecho referencia a la ley de la gradualidad, para que no se convierta en gradualidad de la ley.
Otros círculos han pedido profundizar el concepto de "comunión espiritual", para que sea evaluado y, eventualmente, promovido y difundido.
Con respecto al acercamiento de los divorciados que se han vuelto a casar al sacramento de la Eucaristía, se han expresado, por la mayoría, dos opiniones. Por un lado se ha sugerido que la doctrina no se modifique y siga siendo la misma de ahora y por otro se ha hablado de abrirse a la posibilidad de conceder la comunión, desde la perspectiva de la compasión y de la misericordia, pero sólo si se cumplen unas condiciones determinadas. Asimismo se ha pedido prestar más atención a los divorciados que no se han vuelto a casar.
Acelerar el proceso de reconocimiento de la nulidad del matrimonio y de la constatación de la validez del mismo es otro de los temas repetidos en los círculos menores.
A propósito de las uniones homosexuales, se ha reiterado la imposibilidad de equiparar el matrimonio entre hombre y mujer a las uniones homosexuales pero las personas con esta orientación deben ser acompañadas pastoralmente y protegidas en su dignidad. Sobre la cuestión de la poligamia, en particular de los polígamos convertidos al catolicismo que deseen recibir los sacramentos, se ha sugerido un estudio amplio y exhaustivo.
Francisco en Sta. Marta: la oración de alabanza nos lleva a la alegría
En la homilía de este jueves, el Santo Padre recuerda que el Señor nos ha conocido antes de la creación del mundo y nuestro nombre estaba en su corazón
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Rezar para pedir gracias es fácil, es más difícil la oración de alabanza, pero es esta la oración de la verdadera alegría. El papa Francisco, en la homilía de Santa Marta de esta mañana, ha reflexionado sobre la Carta a los Efesios, en la que san Pablo eleva con alegría su bendición a Dios. Se trata de una oración de alabanza, una oración "que nosotros no hacemos habitualmente: alabar a Dios es gratuidad pura" y es entrar "en una gran alegría".
De este modo, el Papa ha afirmado que "nosotros sabemos rezar muy bien cuando pedimos cosas, también cuando damos las gracias al Señor, pero la oración de alabanza es un poco más difícil para nosotros: no es tan habitual alabar al Señor. Y esto lo podemos sentir mejor cuando hacemos memoria de las cosas que el Señor ha hecho en nuestra vida: 'En Él -en Cristo- nos ha elegido antes de la creación del mundo'. ¡Bendito seas Señor, porque tú me has elegido! Es la alegría de una cercanía paterna y tierna".
Así, ha proseguido su homilía señalando que "la oración de alabanza" nos lleva a esta alegría, a estar felices delante del Señor. "¡Hagamos un esfuerzo para reencontrarla!", ha exhortado. Pero "el punto de partida" es precisamente "hacer memoria" de esta elección: "el Señor me ha elegido antes de la creación del mundo".
Para explicarlo, Francisco ha observado que esto "no se puede entender y tampoco se pude imaginar: que el Señor me haya conocido antes de la creación del mundo, que mi nombre estaba en el corazón del Señor. ¡Esta es la verdad! ¡Esta es la revelación! Si nosotros no creemos esto no somos cristianos ¡eh! También este pensamiento llena de alegría nuestro corazón: ¡yo soy elegido! Y nos da seguridad".
A continuación, el Pontífice ha recordado que "nuestro nombre está en el corazón de Dios, precisamente en las entrañas de Dios, como el niño está dentro de su madre. Esta es nuestra alegría de ser elegidos".
Es algo -ha subrayado- que "no se puede entender sólo con la cabeza. Ni sólo con el corazón. Para entender esto debemos entrar en el Misterio de Jesucristo. El Misterio de su Hijo amado: 'Él ha derramado su sangre en abundancia por nosotros, con toda sabiduría e inteligencia, haciéndonos conocer el misterio de su voluntad'. Y esta es una tercera actitud: entrar en el Misterio".
Por eso, Francisco ha subrayado que "cuando nosotros celebramos la Eucaristía, entramos en este Misterio, que no se puede entender totalmente: el Señor está vivo, está con nosotros, aquí, en su gloria, en su plenitud y dona otra vez su vida por nosotros. Esta actitud de entrar en el Misterio debemos aprenderlo cada día. El cristiano es una mujer, es un hombre, que se esfuerza para entrar en el Misterio. El Misterio no se puede controlar: es el Misterio. Yo entro".
Al finalizar su homilía de esta mañana, el Obispo de Roma ha indicado que la oración de alabanza es por tanto, y sobre todo, "oración de alegría", después "oración de memoria: '¡Pero cuánto ha hecho el Señor por mí! Con cuánta ternura me ha acompañado, cómo se ha abajado, se ha arrodillado como el padre que se arrodilla con el niño para hacerlo caminar'". Y finalmente, es "la oración al Espíritu Santo que nos dona "la gracia de entrar en el Misterio, sobre todo cuando celebramos la Eucaristía".
De este modo, el Papa ha afirmado que "nosotros sabemos rezar muy bien cuando pedimos cosas, también cuando damos las gracias al Señor, pero la oración de alabanza es un poco más difícil para nosotros: no es tan habitual alabar al Señor. Y esto lo podemos sentir mejor cuando hacemos memoria de las cosas que el Señor ha hecho en nuestra vida: 'En Él -en Cristo- nos ha elegido antes de la creación del mundo'. ¡Bendito seas Señor, porque tú me has elegido! Es la alegría de una cercanía paterna y tierna".
Así, ha proseguido su homilía señalando que "la oración de alabanza" nos lleva a esta alegría, a estar felices delante del Señor. "¡Hagamos un esfuerzo para reencontrarla!", ha exhortado. Pero "el punto de partida" es precisamente "hacer memoria" de esta elección: "el Señor me ha elegido antes de la creación del mundo".
Para explicarlo, Francisco ha observado que esto "no se puede entender y tampoco se pude imaginar: que el Señor me haya conocido antes de la creación del mundo, que mi nombre estaba en el corazón del Señor. ¡Esta es la verdad! ¡Esta es la revelación! Si nosotros no creemos esto no somos cristianos ¡eh! También este pensamiento llena de alegría nuestro corazón: ¡yo soy elegido! Y nos da seguridad".
A continuación, el Pontífice ha recordado que "nuestro nombre está en el corazón de Dios, precisamente en las entrañas de Dios, como el niño está dentro de su madre. Esta es nuestra alegría de ser elegidos".
Es algo -ha subrayado- que "no se puede entender sólo con la cabeza. Ni sólo con el corazón. Para entender esto debemos entrar en el Misterio de Jesucristo. El Misterio de su Hijo amado: 'Él ha derramado su sangre en abundancia por nosotros, con toda sabiduría e inteligencia, haciéndonos conocer el misterio de su voluntad'. Y esta es una tercera actitud: entrar en el Misterio".
Por eso, Francisco ha subrayado que "cuando nosotros celebramos la Eucaristía, entramos en este Misterio, que no se puede entender totalmente: el Señor está vivo, está con nosotros, aquí, en su gloria, en su plenitud y dona otra vez su vida por nosotros. Esta actitud de entrar en el Misterio debemos aprenderlo cada día. El cristiano es una mujer, es un hombre, que se esfuerza para entrar en el Misterio. El Misterio no se puede controlar: es el Misterio. Yo entro".
Al finalizar su homilía de esta mañana, el Obispo de Roma ha indicado que la oración de alabanza es por tanto, y sobre todo, "oración de alegría", después "oración de memoria: '¡Pero cuánto ha hecho el Señor por mí! Con cuánta ternura me ha acompañado, cómo se ha abajado, se ha arrodillado como el padre que se arrodilla con el niño para hacerlo caminar'". Y finalmente, es "la oración al Espíritu Santo que nos dona "la gracia de entrar en el Misterio, sobre todo cuando celebramos la Eucaristía".
IGLESIA Y RELIGIÓN
Pablo VI: "De niño era un pequeño travieso"
Habla el profesor del futuro beato y cuenta cómo era Montini
Por Renzo Allegri
ROMA, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Pablo VI será beatificado por el papa Francisco el domingo 19 de octubre, a las 10.30 horas, durante la misa conclusiva del Sínodo extraordinario sobre la familia, en la plaza de San Pedro. Bresciano, nacido el 26 de septiembre de 1987, Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, pertenecía a una familia burguesa. El padre, Giorgio Montini, era un abogado, y fue durante varios años director del periódico católico “Il cittadino di Brescia”, y durante tres legislaturas, diputado en el parlamento italiano en el partido de Don Sturzo. Tenía dos hermanos, Ludovico, abogado y hombre político y Francesco, médico.
Montino fue elegido Papa el 21 de junio de 1963, sucediendo a Juan XXIII. Estuvo en el trono de Pedro hasta el 6 de agosto de 1978, cuando murió en Castel Gandolfo. Tenía 80 años.
Es uno de los grandes papas de la historia. No muy popular entre el gran público, porque se conoce poco. Era por naturaleza humilde y reservado, y a muchos le parecía "frío y calculador", "un intelectual despegado". Pero aquellos que tuvieron la suerte de verlo de cerca y conocerlo bien, lo consideraban de otra manera. Un hombre muy amable, sensible y extremadamente culto. Generoso, listo para hacer las cosas con total discreción y como un don. Un hombre de un grandísimo afecto. Cultivador de la amistad. "La vida de la amistad es una segunda vida", afirmaba. Jean Guitton, el gran académico francés que fue su amigo, lo definió como "un aristócrata del espíritu, un verdadero artista".
Los historiadores están de acuerdo en afirmar que su importancia en el mundo, para su cultura, sus documentos de gran valor también social y para ser el timonel del Concilio Vaticano II, ha sido gigantesca. Lo han definido "Papa de la Iglesia", "Papa de la humanidad", "Papa de la paz". Es el Papa que ha inaugurado el "ministerio itinerante", exaltado después por Karol Wojtyla. Pablo VI realizó nueve peregrinaciones fuera de Italia, entre las que destaca el viaje a Tierra Santa en 1964. Ningún Pontífice, excepto San Pedro, había estado nunca en le tierra donde nació Jesús.
Por el hecho de que era humilde y reservado, nunca tuvo la gran popularidad de masa, que afecta a las personas en los vértices de la visibilidad mundial, como sucede en general también a los Papas. Desde un punto de vista humano, de la persona privada de Giovanni Battista Montini se conoce muy poco. A lo largo de los años, como periodista me he interesado en varias ocasiones en él, entrevistando a quien lo conocía bien por haber estado cerca suyo, y encontrando cada vez detalles interesantísimos e inéditos, que me fascinaban.
En 1968, supe que estada aún vivo el maestro de la escuela elemental de Pablo VI. El que le había enseñado los primeros elementos de la escritura, de la lectura, que le había abierto al mundo del saber. Lo busqué y fui a verlo.
Se llamaba Ezechiele Malizia, vivía en Camignone, en la provincia de Brescia. Era septiembre, y el señor Malizia había cumplido recientemente 89 año, pero no aparentaba más de 70. Mente lúcida, sonrisa deslumbrante y la pipa siempre encendida en la boca. Hablaba enunciando claramente todas las palabras y buscando con insistencia los vocablos más apropiados. Recordaba meticulosamente los sucesos a los que había asistido durante su larga existencia y los contaba con gran detalle. Caminaba derecho, sin cansancio, y su mano, cuando encendía la pipa o se llevaba a los labios un vaso de vino, estaba quieta como la de un jovencito.
"Tenía 24 años cuando la madre de Giambattista Montini me llevó a su niño que debía comenzar la primera clase de elemental", me dijo Ezechiele Malizia. "Era maestro en el Colegio Arici, en Brescia. Conocía la familia Montini porque había tenido como alumno también al hermano mayor de Giovanni Battista, Ludovico. El futuro Papa hizo conmigo la primera y la segunda elemental".
Las preguntas que le hice a lo largo de la larga conversación eran las lógicas para esa circunstancia. Le pregunté cómo se comportaba en la escuela, si era bueno, inteligente, disciplinado y si por casualidad desde entonces se podía intuir que comenzaría una carrera eclesiástica.
Ezechiele Malizia me sorprendió afirmando categóricamente: "Oh no, no habría pensado nunca que se haría sacerdote y después Papa. Desde cuando lo vi por primera vez han pasado exactamente 65 años. Y, después de tanto tiempo, no es fácil recordar todo. Por tanto, el pequeño Giambattista no lo he olvidado nunca. ¿Y sabe por qué? Porque se distinguía entre todos, y no por ser un niño tranquilo. Era un pequeño travieso. Muy delgado, esquelético, parecía tener azogue. Era muy vivaz, de una vivacidad que casi preocupaba. La madre, cuando lo llevó a la escuela, vino a confiármelo. Temía que ninguno consiguiera ponerle freno. Debo decir que me costó también a mí, tanto que para tenerlo quieto y para que estuviera atento a las clases, me vi obligado a sentarle en primera fila, delante del encerado: así está bajo control continuamente".
"Los niños, en aquella época, entraban en clase a las nueve de la mañana y salían a medio día, retomaban a las 2 y volvían a casa a las 4. No había ninguna pausa durante las clases. Fui el primero en trasgredir el reglamento y llevar a mis alumnos, después de una hora y media de clase, al patio de la escuela para que, jugando, descargaran su tensión y después estuvieran más atentos. Yo también jugaba con ellos. Giambattista era uno de los más revoltosos. Le dejaba correr como una peonza, así se descargaba y después en el aula estaba atento".
"Diría que los resultados fueron óptimos, al menos así fueron juzgados por la madre de Giambattista que, después, para darme las gracias, me invitó una semana en su villa en Verola Vecchina. Creo que Giambattista también entendió que el método usado por mí era apropiado para él".
"Después de la elemental no vi más a Giambattista, pero él no se olvidó de mí. Cuando fue elegido Papa fui a verlo, y él, recordando los tiempo de la escuela elemental me dijo: 'Querido maestro, ¿se acuerda cuando me tiraba de las orejas porque estaba siempre distraído?'"
"Estaba conmovido y también confuso. No pensaba que el Papa se acordara de mí. Sin embargo fue muy amable. Continuaba hablando y recordando y, por la emoción, me parecía estar dormido y soñar. Me quedé con el Papa más de media hora. Y en un momento, me puso en el cuello un collar con un escudo y me dijo algunas cosas. No entendí nada. Cuando salí, los monseñores que me había acompañado, me llamaron 'comendador'. Me informé, y supe que el Papas, dándome ese collar, me había nombrado 'Comendador de San Silvestre'".
"No podía creerlo. '¡Yo, comendador! El colmo para mí, que soy hijo de un campesino. Mi padre, hasta los 20 años, trabajaba para los condes Duco. Después partió, para combatir con el ejército de Víctor Manuel II. Hizo las campañas del 1859, del 1860 del 1861. Comenzó como soldado sencillo y volvió a casa con el grado de capitán. Durante la guerra de 1915, yo quise imitar a mi padre. Era hijo único y por tanto exento de hacer el servicio militar, pero me uní como voluntario. Volví a casa con el grado de capitán yo también. Son glorias de familia a las cuales siempre he estado muy unido, pero este honor que me dio el Papa, recordando los días de su infancia, cuando venía a la escuela y yo le "tiraba de las orejas" para que estuviera atento y no se equivocara al escribir las letras del alfabeto, es el título honorífico del que estoy más orgulloso".
Montino fue elegido Papa el 21 de junio de 1963, sucediendo a Juan XXIII. Estuvo en el trono de Pedro hasta el 6 de agosto de 1978, cuando murió en Castel Gandolfo. Tenía 80 años.
Es uno de los grandes papas de la historia. No muy popular entre el gran público, porque se conoce poco. Era por naturaleza humilde y reservado, y a muchos le parecía "frío y calculador", "un intelectual despegado". Pero aquellos que tuvieron la suerte de verlo de cerca y conocerlo bien, lo consideraban de otra manera. Un hombre muy amable, sensible y extremadamente culto. Generoso, listo para hacer las cosas con total discreción y como un don. Un hombre de un grandísimo afecto. Cultivador de la amistad. "La vida de la amistad es una segunda vida", afirmaba. Jean Guitton, el gran académico francés que fue su amigo, lo definió como "un aristócrata del espíritu, un verdadero artista".
Los historiadores están de acuerdo en afirmar que su importancia en el mundo, para su cultura, sus documentos de gran valor también social y para ser el timonel del Concilio Vaticano II, ha sido gigantesca. Lo han definido "Papa de la Iglesia", "Papa de la humanidad", "Papa de la paz". Es el Papa que ha inaugurado el "ministerio itinerante", exaltado después por Karol Wojtyla. Pablo VI realizó nueve peregrinaciones fuera de Italia, entre las que destaca el viaje a Tierra Santa en 1964. Ningún Pontífice, excepto San Pedro, había estado nunca en le tierra donde nació Jesús.
Por el hecho de que era humilde y reservado, nunca tuvo la gran popularidad de masa, que afecta a las personas en los vértices de la visibilidad mundial, como sucede en general también a los Papas. Desde un punto de vista humano, de la persona privada de Giovanni Battista Montini se conoce muy poco. A lo largo de los años, como periodista me he interesado en varias ocasiones en él, entrevistando a quien lo conocía bien por haber estado cerca suyo, y encontrando cada vez detalles interesantísimos e inéditos, que me fascinaban.
En 1968, supe que estada aún vivo el maestro de la escuela elemental de Pablo VI. El que le había enseñado los primeros elementos de la escritura, de la lectura, que le había abierto al mundo del saber. Lo busqué y fui a verlo.
Se llamaba Ezechiele Malizia, vivía en Camignone, en la provincia de Brescia. Era septiembre, y el señor Malizia había cumplido recientemente 89 año, pero no aparentaba más de 70. Mente lúcida, sonrisa deslumbrante y la pipa siempre encendida en la boca. Hablaba enunciando claramente todas las palabras y buscando con insistencia los vocablos más apropiados. Recordaba meticulosamente los sucesos a los que había asistido durante su larga existencia y los contaba con gran detalle. Caminaba derecho, sin cansancio, y su mano, cuando encendía la pipa o se llevaba a los labios un vaso de vino, estaba quieta como la de un jovencito.
"Tenía 24 años cuando la madre de Giambattista Montini me llevó a su niño que debía comenzar la primera clase de elemental", me dijo Ezechiele Malizia. "Era maestro en el Colegio Arici, en Brescia. Conocía la familia Montini porque había tenido como alumno también al hermano mayor de Giovanni Battista, Ludovico. El futuro Papa hizo conmigo la primera y la segunda elemental".
Las preguntas que le hice a lo largo de la larga conversación eran las lógicas para esa circunstancia. Le pregunté cómo se comportaba en la escuela, si era bueno, inteligente, disciplinado y si por casualidad desde entonces se podía intuir que comenzaría una carrera eclesiástica.
Ezechiele Malizia me sorprendió afirmando categóricamente: "Oh no, no habría pensado nunca que se haría sacerdote y después Papa. Desde cuando lo vi por primera vez han pasado exactamente 65 años. Y, después de tanto tiempo, no es fácil recordar todo. Por tanto, el pequeño Giambattista no lo he olvidado nunca. ¿Y sabe por qué? Porque se distinguía entre todos, y no por ser un niño tranquilo. Era un pequeño travieso. Muy delgado, esquelético, parecía tener azogue. Era muy vivaz, de una vivacidad que casi preocupaba. La madre, cuando lo llevó a la escuela, vino a confiármelo. Temía que ninguno consiguiera ponerle freno. Debo decir que me costó también a mí, tanto que para tenerlo quieto y para que estuviera atento a las clases, me vi obligado a sentarle en primera fila, delante del encerado: así está bajo control continuamente".
"Los niños, en aquella época, entraban en clase a las nueve de la mañana y salían a medio día, retomaban a las 2 y volvían a casa a las 4. No había ninguna pausa durante las clases. Fui el primero en trasgredir el reglamento y llevar a mis alumnos, después de una hora y media de clase, al patio de la escuela para que, jugando, descargaran su tensión y después estuvieran más atentos. Yo también jugaba con ellos. Giambattista era uno de los más revoltosos. Le dejaba correr como una peonza, así se descargaba y después en el aula estaba atento".
"Diría que los resultados fueron óptimos, al menos así fueron juzgados por la madre de Giambattista que, después, para darme las gracias, me invitó una semana en su villa en Verola Vecchina. Creo que Giambattista también entendió que el método usado por mí era apropiado para él".
"Después de la elemental no vi más a Giambattista, pero él no se olvidó de mí. Cuando fue elegido Papa fui a verlo, y él, recordando los tiempo de la escuela elemental me dijo: 'Querido maestro, ¿se acuerda cuando me tiraba de las orejas porque estaba siempre distraído?'"
"Estaba conmovido y también confuso. No pensaba que el Papa se acordara de mí. Sin embargo fue muy amable. Continuaba hablando y recordando y, por la emoción, me parecía estar dormido y soñar. Me quedé con el Papa más de media hora. Y en un momento, me puso en el cuello un collar con un escudo y me dijo algunas cosas. No entendí nada. Cuando salí, los monseñores que me había acompañado, me llamaron 'comendador'. Me informé, y supe que el Papas, dándome ese collar, me había nombrado 'Comendador de San Silvestre'".
"No podía creerlo. '¡Yo, comendador! El colmo para mí, que soy hijo de un campesino. Mi padre, hasta los 20 años, trabajaba para los condes Duco. Después partió, para combatir con el ejército de Víctor Manuel II. Hizo las campañas del 1859, del 1860 del 1861. Comenzó como soldado sencillo y volvió a casa con el grado de capitán. Durante la guerra de 1915, yo quise imitar a mi padre. Era hijo único y por tanto exento de hacer el servicio militar, pero me uní como voluntario. Volví a casa con el grado de capitán yo también. Son glorias de familia a las cuales siempre he estado muy unido, pero este honor que me dio el Papa, recordando los días de su infancia, cuando venía a la escuela y yo le "tiraba de las orejas" para que estuviera atento y no se equivocara al escribir las letras del alfabeto, es el título honorífico del que estoy más orgulloso".
España: la UPSA analiza "Los lenguajes del Papa Francisco"
La jornada está patrocinada por la cátedra Cardenal E. Ruffini
Por Redacción
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - "Los lenguajes del Papa Francisco" es el título de la jornada que la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) que ha organizado este jueves en su sede de Madrid. El encuentro, patrocinado por la cátedra Cardenal E. Ruffini, ha contado con el cierre del arzobispo electo de Madrid, Carlos Osoro, en el que ha sido su primer acto público, apenas una semana antes de tomar posesión de la sede.
La apertura ha corrido a cargo de Jacinto Núñez, decano de Teología de la UPSA, y de la profesora Franca Tonini. Otro de los ponentes ha sido el vice-redactor jefe de Radio Vaticano, Alessandro Gisotti, quien ha disertado sobre el perfil humano y pastoral del Santo Padre. Además, el profesor de la Facultad de Teología de la UPSA, Francisco José Andrades Ledó, ha analizado el lenguaje pastoral de la Evangelii gaudium. Cabe destacar también una mesa redonda en la que han participado los profesores Antonio Ávila, Gonzalo Tejerina y Vicente Vide.
"Si los gestos del Papa Francisco son, con frecuencia, sorprendentes, no menos sorprendentes pueden resultar sus palabras", se lee en la invitación al acto, abierto a todos los públicos. "Se hace, pues, necesaria una hermenéutica de los lenguajes bergoglianos, que tienen una particular enjundia. No podía ser de otra forma en quien, siendo joven profesor de literatura en bachillerato, logró que sus alumnos interactuaran con el mismísimo Jorge Luis Borges", añade el texto. La Jornada académica ha tenido por objetivo acercarse a las formas de expresión del Pontífice argentino.
La apertura ha corrido a cargo de Jacinto Núñez, decano de Teología de la UPSA, y de la profesora Franca Tonini. Otro de los ponentes ha sido el vice-redactor jefe de Radio Vaticano, Alessandro Gisotti, quien ha disertado sobre el perfil humano y pastoral del Santo Padre. Además, el profesor de la Facultad de Teología de la UPSA, Francisco José Andrades Ledó, ha analizado el lenguaje pastoral de la Evangelii gaudium. Cabe destacar también una mesa redonda en la que han participado los profesores Antonio Ávila, Gonzalo Tejerina y Vicente Vide.
"Si los gestos del Papa Francisco son, con frecuencia, sorprendentes, no menos sorprendentes pueden resultar sus palabras", se lee en la invitación al acto, abierto a todos los públicos. "Se hace, pues, necesaria una hermenéutica de los lenguajes bergoglianos, que tienen una particular enjundia. No podía ser de otra forma en quien, siendo joven profesor de literatura en bachillerato, logró que sus alumnos interactuaran con el mismísimo Jorge Luis Borges", añade el texto. La Jornada académica ha tenido por objetivo acercarse a las formas de expresión del Pontífice argentino.
Pakistán: el Tribunal de Lahore confirma la pena de muerte para Asia Bibi
Los abogados de la mujer cristiana recurrirán a la Corte Suprema para revocar su condena
Por Iván de Vargas
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Un tribunal pakistaní ha confirmado este jueves la pena de muerte para Asia Bibi, una mujer cristiana condenada por blasfemia en 2010. El Tribunal Superior de Lahore ha rechazado su apelación contra la sentencia dictada por el Tribunal de Primera Instancia de Nankana Sahib. Sus abogados han prometido llevar el caso a la Corte Suprema antes de los 30 días previstos por la ley. Este nuevo proceso podría tardar varios años.
Fuentes cercanas a la familia y a la defensa de Asia Bibi han confirmado a la plataforma MasLibres.org que la batalla para evitar la pena de muerte continuará en el Tribunal Supremo, después de que los jueces Anwar Ul Haq y Shahbaz Ali Rizvi hayan rechazado hoy el procedimiento de apelación que se ha celebrado tras cinco aplazamientos.
“El juez ha sostenido que las acusaciones de las dos mujeres musulmanas (dos hermanas) que fueron testigos de la supuesta blasfemia cometida por Asia son válidas y creíbles. Se trata de las mujeres con las que Asia tuvo un altercado y del que surgió el caso”, ha explicado uno de los abogados defensores, el cristiano Naeem Shakir, en declaraciones a la Agencia Fides. “La justicia está cada vez más en manos de los extremistas”, ha añadido Shakir, mostrando una gran amargura y decepción.
No es ningún secreto que el tribunal que debía ver la apelación estaba atemorizado. No es la primera vez que un magistrado que falla a favor de un acusado de blasfemia es asesinado después impunemente, y todos recuerdan los casos del ministro cristiano Shahbaz Bhatti y del Gobernador del Punjab Salmán Taseer, que pagaron con su vida la defensa de Asia Bibi.
Mientras, desde la cárcel de Multán, la mujer cristiana sigue afrontando su sufrimiento con fe: “Me veo en la Cruz de Cristo, en la certeza de que muchos hermanos y hermanas en todo el mundo están cerca y están rezando por mí”. "Rezo y espero que un juez reciba la luz de Dios y tenga la valentía para ver la verdad”, ha apuntado Asia Bibi.
Para más información sobre el caso: El calvario de Asia Bibi podría concluir en unos días
Fuentes cercanas a la familia y a la defensa de Asia Bibi han confirmado a la plataforma MasLibres.org que la batalla para evitar la pena de muerte continuará en el Tribunal Supremo, después de que los jueces Anwar Ul Haq y Shahbaz Ali Rizvi hayan rechazado hoy el procedimiento de apelación que se ha celebrado tras cinco aplazamientos.
“El juez ha sostenido que las acusaciones de las dos mujeres musulmanas (dos hermanas) que fueron testigos de la supuesta blasfemia cometida por Asia son válidas y creíbles. Se trata de las mujeres con las que Asia tuvo un altercado y del que surgió el caso”, ha explicado uno de los abogados defensores, el cristiano Naeem Shakir, en declaraciones a la Agencia Fides. “La justicia está cada vez más en manos de los extremistas”, ha añadido Shakir, mostrando una gran amargura y decepción.
No es ningún secreto que el tribunal que debía ver la apelación estaba atemorizado. No es la primera vez que un magistrado que falla a favor de un acusado de blasfemia es asesinado después impunemente, y todos recuerdan los casos del ministro cristiano Shahbaz Bhatti y del Gobernador del Punjab Salmán Taseer, que pagaron con su vida la defensa de Asia Bibi.
Mientras, desde la cárcel de Multán, la mujer cristiana sigue afrontando su sufrimiento con fe: “Me veo en la Cruz de Cristo, en la certeza de que muchos hermanos y hermanas en todo el mundo están cerca y están rezando por mí”. "Rezo y espero que un juez reciba la luz de Dios y tenga la valentía para ver la verdad”, ha apuntado Asia Bibi.
Para más información sobre el caso: El calvario de Asia Bibi podría concluir en unos días
Cáritas y Manos Unidas denuncian que una de cada nueve personas sufre desnutrición crónica
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, reclaman el derecho de todos los seres humanos a una nutrición suficiente, sana y adecuada, como parte esencial de una vida digna
Por Redacción
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, Cáritas y Manos Unidas constatan en un comunicado difundido este jueves que a fecha de hoy "todavía una de cada nueve personas sufre desnutrición crónica, mientras que en el mundo se desperdicia el 30% de todos los alimentos producidos". Por este motivo, "ante el escándalo que supone que 805 millones de personas sigan pasando hambre en el mundo", estas dos organizaciones reclaman el derecho de todos los seres humanos "a una nutrición suficiente, sana y adecuada, como parte esencial de una vida digna".
Además, Cáritas y Manos Unidas hacen un llamamiento a la ciudadanía a comprometerse con la realización efectiva del derecho a la alimentación de todas las personas. Para alcanzar ese objetivo, recuerdan, "es indispensable una apuesta personal y comunitaria a mantener estilos de vida basados en el consumo responsable y sostenible, que evite el desperdicio de los alimentos, por sus efectos ambientales y su repercusión en el alza de los precios, y que en definitiva incide en la inseguridad alimentaria de los más vulnerables".
Al mismo tiempo, ambas organizaciones católicas instan a los poderes públicos para que "sitúen a nivel estatal y europeo el derecho a la alimentación en el centro de las estrategias de Gobierno, y lo protejan de los intereses del mercado". Urgen también a los responsables políticos a acometer "el objetivo de acabar con el hambre -la manifestación más extrema de la pobreza- en la nueva agenda de desarrollo “Post 2015”; a respaldar un modelo agrícola sostenible, destinando al menos un 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo a la agricultura familiar; a dar prioridad a la producción de alimentos sobre el cultivo de agrocombustibles; y a articular un marco regulador que evite la inflación del precio de los alimentos y su desperdicio".
Por último, Manos Unidas y Cáritas apoyan la necesidad de "un acuerdo internacional que frene el cambio climático, que propicie modelos más sostenibles de producción de energía y de alimentos, y que cuente con la financiación adecuada para que las comunidades más vulnerables se adapten a sus efectos negativos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura marca el Día Mundial de la Alimentación cada año el 16 de Octubre. En 2014 se ha elegido como tema “Alimentar al mundo, cuidar el planeta”, para promover la sensibilización sobre la agricultura familiar y los pequeños agricultores. En esta ocasión, la jornada centra la atención mundial en el importante papel de la agricultura familiar en la erradicación del hambre y la pobreza, la consecución de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, la mejora de los medios de vida, la ordenación de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y el logro del desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.
Además, Cáritas y Manos Unidas hacen un llamamiento a la ciudadanía a comprometerse con la realización efectiva del derecho a la alimentación de todas las personas. Para alcanzar ese objetivo, recuerdan, "es indispensable una apuesta personal y comunitaria a mantener estilos de vida basados en el consumo responsable y sostenible, que evite el desperdicio de los alimentos, por sus efectos ambientales y su repercusión en el alza de los precios, y que en definitiva incide en la inseguridad alimentaria de los más vulnerables".
Al mismo tiempo, ambas organizaciones católicas instan a los poderes públicos para que "sitúen a nivel estatal y europeo el derecho a la alimentación en el centro de las estrategias de Gobierno, y lo protejan de los intereses del mercado". Urgen también a los responsables políticos a acometer "el objetivo de acabar con el hambre -la manifestación más extrema de la pobreza- en la nueva agenda de desarrollo “Post 2015”; a respaldar un modelo agrícola sostenible, destinando al menos un 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo a la agricultura familiar; a dar prioridad a la producción de alimentos sobre el cultivo de agrocombustibles; y a articular un marco regulador que evite la inflación del precio de los alimentos y su desperdicio".
Por último, Manos Unidas y Cáritas apoyan la necesidad de "un acuerdo internacional que frene el cambio climático, que propicie modelos más sostenibles de producción de energía y de alimentos, y que cuente con la financiación adecuada para que las comunidades más vulnerables se adapten a sus efectos negativos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura marca el Día Mundial de la Alimentación cada año el 16 de Octubre. En 2014 se ha elegido como tema “Alimentar al mundo, cuidar el planeta”, para promover la sensibilización sobre la agricultura familiar y los pequeños agricultores. En esta ocasión, la jornada centra la atención mundial en el importante papel de la agricultura familiar en la erradicación del hambre y la pobreza, la consecución de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, la mejora de los medios de vida, la ordenación de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y el logro del desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.
ROME REPORTS
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Por Rome ReportsTESTIGOS DE LA FE
Hoy es el aniversario de la elección de san Juan Pablo II
Francisco canonizó al Pontífice polaco, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014
Por Redacción
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Un día como hoy, en 1978, san Juan Pablo II fue elegido por el Espíritu Santo para guiar la barca de Pedro. Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 km de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que él naciera.
Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.
Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.
A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el arzobispo de Cracovia, cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.
Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del arzobispo Sapieha.
Tras su ordenación sacerdotal fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Ética Social en el seminario mayor de Cracovia y en la Facultad de Teología de Lublin.
El 4 de julio de 1958 fue nombrado obispo titular de Olmi y auxiliar de Cracovia por Pío XII. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de enero de 1964 fue nombrado arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.
Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.
Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37 horas. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto Pontífice polaco, más de tres millones de peregrinos le rindieron homenaje, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.
El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.
El Pontífice alemán lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y el papa Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.
Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.
Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.
A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el arzobispo de Cracovia, cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.
Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del arzobispo Sapieha.
Tras su ordenación sacerdotal fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Ética Social en el seminario mayor de Cracovia y en la Facultad de Teología de Lublin.
El 4 de julio de 1958 fue nombrado obispo titular de Olmi y auxiliar de Cracovia por Pío XII. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de enero de 1964 fue nombrado arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.
Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.
Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37 horas. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto Pontífice polaco, más de tres millones de peregrinos le rindieron homenaje, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.
El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.
El Pontífice alemán lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y el papa Francisco lo canonizó, junto a Juan XXIII, el 27 de abril del 2014.
CATEQUESIS PARA LA FAMILIA
"Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor..."
Catequesis para la familia
Por Eva Carreras del Rincón
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Vamos a la casa del Señor. Es Jesús, nuestro amigo, pero también es nuestro Rey, nuestro Señor. La iglesia es su casa y entramos con mucho respeto. Su presencia real en la eucaristía es un misterio y no podemos dejar de admirarnos.
Transmitamos a nuestros hijos este respeto. Con nuestras ropas (¡no vamos a saludar al rey con un chandal o con ropa de playa!). Ya no corremos, hablamos bajito, sólo si es necesario. Jesús nos habla bajito y si nosotros estamos conversando no le oiremos.
Al lado de la puerta encontramos la pila de agua bendita. Como llegamos un poco antes de que empiece la misa podemos explicarles que el agua del bautismo es la puerta del cielo, nos limpia del pecado original. Pero, como nos equivocamos muchas veces, cuando tomamos agua bendita y hacemos la señal de la cruz al entrar en la iglesia, esta nos purifica de nuestros pecados veniales y nos ayuda a preparar nuestro corazón para asistir al Gran Milagro.
Es un buen momento para enseñar a hacer la señal de la cruz y asegurarnos de que no hacen un garabato.
Ya estamos dentro. Miramos al Sagrario y les explicamos que allí está Jesús vivo y que le saludamos, como Señor nuestro, haciendo una genuflexión. La rodilla derecha toca al suelo y la hacemos despacio, sin prisas, saludando a Jesús también con nuestro corazón.
Es bueno que nos situemos en las primeras filas donde ellos puedan ver lo que sucede en el altar. Aunque parezca mentira se portan mejor y si son muy pequeños se les puede llevar una bolsa con juguetes que no hagan ruido o unos cuentos.
Estas son las tres cosas que enseñaré y recordaré a mis hijos este domingo.
Transmitamos a nuestros hijos este respeto. Con nuestras ropas (¡no vamos a saludar al rey con un chandal o con ropa de playa!). Ya no corremos, hablamos bajito, sólo si es necesario. Jesús nos habla bajito y si nosotros estamos conversando no le oiremos.
Al lado de la puerta encontramos la pila de agua bendita. Como llegamos un poco antes de que empiece la misa podemos explicarles que el agua del bautismo es la puerta del cielo, nos limpia del pecado original. Pero, como nos equivocamos muchas veces, cuando tomamos agua bendita y hacemos la señal de la cruz al entrar en la iglesia, esta nos purifica de nuestros pecados veniales y nos ayuda a preparar nuestro corazón para asistir al Gran Milagro.
Es un buen momento para enseñar a hacer la señal de la cruz y asegurarnos de que no hacen un garabato.
Ya estamos dentro. Miramos al Sagrario y les explicamos que allí está Jesús vivo y que le saludamos, como Señor nuestro, haciendo una genuflexión. La rodilla derecha toca al suelo y la hacemos despacio, sin prisas, saludando a Jesús también con nuestro corazón.
Es bueno que nos situemos en las primeras filas donde ellos puedan ver lo que sucede en el altar. Aunque parezca mentira se portan mejor y si son muy pequeños se les puede llevar una bolsa con juguetes que no hagan ruido o unos cuentos.
Estas son las tres cosas que enseñaré y recordaré a mis hijos este domingo.
CINE
España: lanzan un documental sobre Pablo VI con motivo de su beatificación
Goya Producciones muestra la intensa vida de Juan Bautista Montini, marcada a fuego por las más dramáticas convulsiones del siglo XX
Por Redacción
MADRID, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Con motivo de la beatificación de Pablo VI, Goya Producciones ha lanzado este jueves un impactante documental que permitirá redescubrir la figura del Pontífice lombardo. A él se debe, entre otras cosas, la encíclica Humanae Vitae sobre la regulación de la natalidad. Este es un tema clave del Sínodo sobre la familia que se celebra estos días en Roma, y que culminará con la beatificación de Pablo VI el próximo 19 de octubre.
El documental, único en su género y de una hora de duración, muestra la intensa vida de Juan Bautista Montini, marcada a fuego por las más dramáticas convulsiones del siglo XX: desde sus enfrentamientos juveniles con el fascismo,y la guerra mundial junto a Pío XII, pasando por los principales episodios de su pontificado. Tras la muerte de Juan XXIII, al papa Montini le tocó concluir el Concilio Vaticano II y gobernar la Iglesia postconciliar.
Pablo VI fue el primer Vicario de Cristo que viajó a África, América, Oceanía y Asia. También fue el primero en visitar Tierra Santa y el primero en hablar en las Naciones Unidas. Fue un papa social, dialogante, ecuménico, piadoso... Dejó muy clara la orientación de lo que sería la Nueva Evangelización cuando proclamó, contundente: "La Iglesia existe para evangelizar".
Este documental muestra imágenes hasta ahora inéditas en España, como el atentado que sufrió en Filipinas, el ataque a la Piedad de Miguel Ángel y su denuncia de la acción del diablo en la Iglesia. La versión española del largo film de la RAI redescubre a un pontífice cuya vida heroica le lleva ahora a los altares en la estela de dos grandes santos: Juan XXIII y Juan Pablo II.
Para más información: http://www. goyaproducciones.com
El documental, único en su género y de una hora de duración, muestra la intensa vida de Juan Bautista Montini, marcada a fuego por las más dramáticas convulsiones del siglo XX: desde sus enfrentamientos juveniles con el fascismo,y la guerra mundial junto a Pío XII, pasando por los principales episodios de su pontificado. Tras la muerte de Juan XXIII, al papa Montini le tocó concluir el Concilio Vaticano II y gobernar la Iglesia postconciliar.
Pablo VI fue el primer Vicario de Cristo que viajó a África, América, Oceanía y Asia. También fue el primero en visitar Tierra Santa y el primero en hablar en las Naciones Unidas. Fue un papa social, dialogante, ecuménico, piadoso... Dejó muy clara la orientación de lo que sería la Nueva Evangelización cuando proclamó, contundente: "La Iglesia existe para evangelizar".
Este documental muestra imágenes hasta ahora inéditas en España, como el atentado que sufrió en Filipinas, el ataque a la Piedad de Miguel Ángel y su denuncia de la acción del diablo en la Iglesia. La versión española del largo film de la RAI redescubre a un pontífice cuya vida heroica le lleva ahora a los altares en la estela de dos grandes santos: Juan XXIII y Juan Pablo II.
Para más información: http://www.
HOMILÉTICA
La alegría de Evangelizar
Domingo Mundial de las Misiones
Por Mons. Enrique Díaz Diaz
SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Isaías 56, 1. 6-7: “Mi templo será casa de oración para todos los pueblos”
Salmo 66: “Que todos los pueblos conozcan tu bondad”
I Timoteo 2, 1-8: “Dios quiere que todos los hombres se salven”
San Mateo 28, 16-20: “Vayan y hagan discípulos a todos los hombres”
Como una bocanada de viento fresco suenan las palabras del Papa Francisco motivando, exigiendo y ordenando una nueva actitud frente al Evangelio y a la misión evangelizadora. “Quiero invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría”. “Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Ojalá el mundo actual pueda recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradie el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”. “Prefiero una Iglesia accidentada por salir, que podrida por encerrarse”. Son algunas de las palabras del Papa, como si quisiera empujar a todos los cristianos a una permanente misión llena de alegría y entusiasmo.
La misión evangelizadora brota espontánea y exigente del cristiano que se ha encontrado con Jesús. Quien ha encontrado a Jesús no puede permanecer indiferente o pasivo frente a la ingente multitud que sufre, llora y camina sin Jesús. Hoy interrumpimos la secuencia ordinaria de los domingos, para celebrar, en todo el mundo, el Domingo de las Misiones. La intención es tomar conciencia de nuestra responsabilidad en la tarea que tenemos como discípulos de Jesús, y de nuestro compromiso serio para que su Evangelio llegue a todas partes. ¿Por qué una misión de parte de los católicos? No se trata simplemente de buscar ganar más adeptos o ser una organización más poderosa. Sino que se busca con el testimonio contagiar y compartir la fe viva que hay en cada uno de nosotros. Si nos hemos enamorado de Cristo, si se ha metido en nuestra vida y nos ha subyugado con su proyecto del Reino, si hemos experimentado su amor grande por cada uno de nosotros, no podemos menos que anunciarlo y llevarlo a todas partes como un regalo que se ofrece gratuitamente, simplemente porque se tiene el corazón lleno de la alegría que produce seguir a Jesús.
Hoy contemplamos nuestro México desgastado por la incoherencia, por las injusticias, por el temor y la angustia con que se mira el futuro, y la tentación es el desaliento y el pesimismo. Y llegan hasta nosotros las palabras del Papa Francisco advirtiéndonos que esta actitud fatalista y derrotista es una de las peores tentaciones que nos pone el demonio. El Evangelio puede más que el mal y Cristo Resucitado ha vencido las tinieblas. El verdadero cristiano tiene fe a pesar de las dificultades. Cuando más fuerte crece el mal, más se nos exige ser coherentes y sembrar esperanza. A nosotros nadie nos ataca abiertamente, no somos perseguidos por nuestra fe, pero vivimos en medio de constantes amenazas a la verdadera vida y puede seguir creciendo el pesimismo. Hoy como cristianos tenemos que dar nuestra palabra de esperanza. La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son aquellos que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. Hoy es día de la “misión”, es decir hoy es un día para recordar y vivir a plenitud la vida que Cristo nos ha regalado. Un tesoro tan grande no lo podemos mantener escondido. Quien verdaderamente ama no lo puede disimular, lleva la sonrisa en los labios.
“Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie”. Queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo. La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la buena noticia del Reino de Dios, de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino, pidiendo limosna y compasión. La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios.
Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro empeño; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo con gozo no es una obligación sino una alegría. Ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria: Dios es una familia y nos invita a participar plenamente de ella. Es tal el amor de Dios, que hace del hombre su morada: “Vendremos a él y viviremos en él”. Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de la existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos. Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo y hace realidad las palabras proféticas de Isaías: “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse”.
“Dios quiere que todos los hombres se salven” nos asegura San Pablo, por tanto la misión no es solamente pensar en los países lejanos donde todavía no se conoce a Jesús, aunque también esto debemos hacer y para ello debemos colaborar. La misión es llevar a Cristo a toda persona que lo necesite, al que está cercano, al que no ha experimentado su amor. El Papa Francisco insiste en que cerca de nosotros hay rincones y periferias que anhelan la presencia de Jesús y nosotros somos responsables de hacerlo presente en esos sitios y para esas personas. Hoy es día de las misiones: hoy es día de llevar a Jesús por todo nuestro mundo con nuestras palabras pero sobre todo con nuestras acciones. ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Alguien se ha convertido viendo nuestra vida y nuestra alegría de compartir y de anunciar?
Que la alegría de tu Evangelio, Señor, de tal manera inunde nuestros corazones que nos transformemos en discípulos misioneros que transmitan Vida Nueva a nuestros pueblos. Amén.
Salmo 66: “Que todos los pueblos conozcan tu bondad”
I Timoteo 2, 1-8: “Dios quiere que todos los hombres se salven”
San Mateo 28, 16-20: “Vayan y hagan discípulos a todos los hombres”
Como una bocanada de viento fresco suenan las palabras del Papa Francisco motivando, exigiendo y ordenando una nueva actitud frente al Evangelio y a la misión evangelizadora. “Quiero invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría”. “Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Ojalá el mundo actual pueda recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradie el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”. “Prefiero una Iglesia accidentada por salir, que podrida por encerrarse”. Son algunas de las palabras del Papa, como si quisiera empujar a todos los cristianos a una permanente misión llena de alegría y entusiasmo.
La misión evangelizadora brota espontánea y exigente del cristiano que se ha encontrado con Jesús. Quien ha encontrado a Jesús no puede permanecer indiferente o pasivo frente a la ingente multitud que sufre, llora y camina sin Jesús. Hoy interrumpimos la secuencia ordinaria de los domingos, para celebrar, en todo el mundo, el Domingo de las Misiones. La intención es tomar conciencia de nuestra responsabilidad en la tarea que tenemos como discípulos de Jesús, y de nuestro compromiso serio para que su Evangelio llegue a todas partes. ¿Por qué una misión de parte de los católicos? No se trata simplemente de buscar ganar más adeptos o ser una organización más poderosa. Sino que se busca con el testimonio contagiar y compartir la fe viva que hay en cada uno de nosotros. Si nos hemos enamorado de Cristo, si se ha metido en nuestra vida y nos ha subyugado con su proyecto del Reino, si hemos experimentado su amor grande por cada uno de nosotros, no podemos menos que anunciarlo y llevarlo a todas partes como un regalo que se ofrece gratuitamente, simplemente porque se tiene el corazón lleno de la alegría que produce seguir a Jesús.
Hoy contemplamos nuestro México desgastado por la incoherencia, por las injusticias, por el temor y la angustia con que se mira el futuro, y la tentación es el desaliento y el pesimismo. Y llegan hasta nosotros las palabras del Papa Francisco advirtiéndonos que esta actitud fatalista y derrotista es una de las peores tentaciones que nos pone el demonio. El Evangelio puede más que el mal y Cristo Resucitado ha vencido las tinieblas. El verdadero cristiano tiene fe a pesar de las dificultades. Cuando más fuerte crece el mal, más se nos exige ser coherentes y sembrar esperanza. A nosotros nadie nos ataca abiertamente, no somos perseguidos por nuestra fe, pero vivimos en medio de constantes amenazas a la verdadera vida y puede seguir creciendo el pesimismo. Hoy como cristianos tenemos que dar nuestra palabra de esperanza. La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son aquellos que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. Hoy es día de la “misión”, es decir hoy es un día para recordar y vivir a plenitud la vida que Cristo nos ha regalado. Un tesoro tan grande no lo podemos mantener escondido. Quien verdaderamente ama no lo puede disimular, lleva la sonrisa en los labios.
“Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie”. Queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo. La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la buena noticia del Reino de Dios, de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino, pidiendo limosna y compasión. La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios.
Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro empeño; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo con gozo no es una obligación sino una alegría. Ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria: Dios es una familia y nos invita a participar plenamente de ella. Es tal el amor de Dios, que hace del hombre su morada: “Vendremos a él y viviremos en él”. Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de la existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos. Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo y hace realidad las palabras proféticas de Isaías: “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse”.
“Dios quiere que todos los hombres se salven” nos asegura San Pablo, por tanto la misión no es solamente pensar en los países lejanos donde todavía no se conoce a Jesús, aunque también esto debemos hacer y para ello debemos colaborar. La misión es llevar a Cristo a toda persona que lo necesite, al que está cercano, al que no ha experimentado su amor. El Papa Francisco insiste en que cerca de nosotros hay rincones y periferias que anhelan la presencia de Jesús y nosotros somos responsables de hacerlo presente en esos sitios y para esas personas. Hoy es día de las misiones: hoy es día de llevar a Jesús por todo nuestro mundo con nuestras palabras pero sobre todo con nuestras acciones. ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Alguien se ha convertido viendo nuestra vida y nuestra alegría de compartir y de anunciar?
Que la alegría de tu Evangelio, Señor, de tal manera inunde nuestros corazones que nos transformemos en discípulos misioneros que transmitan Vida Nueva a nuestros pueblos. Amén.
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