Ángeles custodios, que también reciben los nombres de Virtudes yÁngeles de la Guarda, son aquellos ángeles que según la angelología cristiana tienen como misión ayudar al ser humano a acercarse a Dios, bajan a la tierra en forma de espíritu.
Los Ángeles custodios fueron descritos en el siglo IV o V por el teólogo y místico bizantino Pseudo Dionisio Areopagita, primer obispo ateniense que sufrió martirio bajo el emperador Domiciano), en su obra Las jerarquías celestes (De Coelesti hyerarchia), donde estableció el Orden Ángelico.
En la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.
Ubicación en la Biblia
Ángeles custodios, que también reciben los nombres de Virtudes yÁngeles de la Guarda, son aquellos ángeles que según la angelología cristiana tienen como misión ayudar al ser humano a acercarse a Dios, bajan a la tierra en forma de espíritu.
Los Ángeles custodios fueron descritos en el siglo IV o V por el teólogo y místico bizantino Pseudo Dionisio Areopagita, primer obispo ateniense que sufrió martirio bajo el emperador Domiciano), en su obra Las jerarquías celestes (De Coelesti hyerarchia), donde estableció el Orden Ángelico.
En la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y llevar sus mensajes a los seres humanos. Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.
Ubicación en la Biblia
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.) En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.) En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.
Historia de la devoción a los Ángeles Custodios
En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custodiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amén".
Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494. Y en el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.
En el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así: "Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custodiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amén".
Existe un libro acerca de esta devoción en Barcelona con fecha de 1494. Y en el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.
Bibliografía
- "Ángeles Custodios". Lucrecia Rego de Planas. Catholic.net.
- "Fiesta de los Ángeles Custodios". Aciprensa.com
- "Los Ángeles Guardianes. Compilación de José Gálvez Krüger. Director de la Revista de Humanidades “Studia Limensia”
- "Ángeles Custodios". Lucrecia Rego de Planas. Catholic.net.
- "Fiesta de los Ángeles Custodios". Aciprensa.com
- "Los Ángeles Guardianes. Compilación de José Gálvez Krüger. Director de la Revista de Humanidades “Studia Limensia”
Véase también
En Sta. Marta: ¿Cómo es la relación con mi ángel de la guarda?
En el día que la Iglesia recuerda a los santos ángeles custodios, el Papa invita en la homilía de este jueves a escuchar y seguir los consejos de estos compañeros de camino que Dios nos ha puesto
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 02 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El ángel de la guarda existe, no es una doctrina fantasiosa, sino un compañero que Dios nos ha puesto al lado en el camino de nuestra vida. Lo ha afirmado el santo padre Francisco, en la homilía de este jueves en la Residencia Santa Marta, en el día en el que la Iglesia celebra la memoria de los santos ángeles custodios.
Tal y como ha recordado el Papa, las lecturas del día presentan dos imágenes: el ángel y el niño. Dios ha puesto a nuestro lado un ángel para cuidarnos. Francisco advierte que "si uno de nosotros creyera poder caminar solo, estaría muy equivocado", caería "en ese error tan feo que es la soberbia: creer ser grande", autosuficiente. Jesús enseña a los apóstoles a ser como niños.
"Los discípulos peleaban sobre quien era el más grande entre ellos: había una disputa interna... eh, el carrerismo, ¿eh? Estos que son los primeros obispos, tuvieron la tentación del carrerismo. 'Eh, yo quiero ser más grande que tú...'. No era un buen ejemplo que los primeros obispos hagan esto, pero era la realidad. Y Jesús les enseñaba la verdadera actitud", la de los niños.
Así, el Papa ha recordado que "la docilidad, la necesidad de consejo, la necesidad de ayuda, porque el niño es precisamente el signo de la necesidad de ayuda, de docilidad para ir adelante... Este es el camino. No quién es más grande". Los que están más cerca de la actitud de un niño --ha observado-- están más cerca de la contemplación del Padre. Escuchan con corazón abierto y dócil al ángel de la guarda.
A continuación, el Pontífice ha afirmado que "todos nosotros, según la tradición de la Iglesia, tenemos un ángel con nosotros, que nos cuida, nos hace sentir las cosas. Cuántas veces hemos escuchado: 'Pero... esto... debería hacer así, esto no está bien, estate atento...': ¡muchas veces! Es la voz de nuestro compañero de viaje. Estar seguros que él nos llevará al final de nuestra vida con sus consejos, y por esto escuchar su voz, no rebelarnos... Porque la rebelión, el querer ser independiente, es un cosa que todos nosotros tenemos; es la soberbia, la que tuvo nuestro padre Adán en el Paraíso terrestre: la misma. No rebelarse: seguir sus consejos".
De este modo, el Papa ha subrayado que "ninguno camina solo y ninguno de nosotros puede pensar que está solo" porque está siempre "este compañero".
A propósito, ha proseguido indicando que "cuando nosotros no queremos escuchar su consejo, escuchar su voz, es como decirle: '¡Pero, vete!' Echar al compañero de camino es peligroso, porque ningún hombre, ninguna mujer puede aconsejarse a sí mismo. Yo puedo aconsejar a otro, pero no aconsejarme a mí mismo. Está el Espíritu Santo que me aconseja, está el ángel que me aconseja. Por esto, lo necesitamos. Esta no es una doctrina sobre ángeles un poco fantasiosa: no, es realidad. Lo que Jesús, Dios, ha dicho: 'Yo mando ángeles delante de ti para cuidarte, para acompañarte en el camino, para que no te equivoques'".
Para finalizar, el Obispo de Roma ha concluido su homilía preguntando:"¿Cómo es la relación con mi ángel de la guarda? ¿Lo escucho? ¿Le digo buenos días por la mañana? ¿Le digo 'cuídame durante el sueño'? ¿Hablo con él? ¿Le pido consejo?" De este modo, Francisco ha invitado a preguntarnos cómo es la relación con este ángel que el Señor nos manda para cuidarnos y acompañarnos en el camino, y que ve siempre el rostro del Padre que está en el cielo.
Tal y como ha recordado el Papa, las lecturas del día presentan dos imágenes: el ángel y el niño. Dios ha puesto a nuestro lado un ángel para cuidarnos. Francisco advierte que "si uno de nosotros creyera poder caminar solo, estaría muy equivocado", caería "en ese error tan feo que es la soberbia: creer ser grande", autosuficiente. Jesús enseña a los apóstoles a ser como niños.
"Los discípulos peleaban sobre quien era el más grande entre ellos: había una disputa interna... eh, el carrerismo, ¿eh? Estos que son los primeros obispos, tuvieron la tentación del carrerismo. 'Eh, yo quiero ser más grande que tú...'. No era un buen ejemplo que los primeros obispos hagan esto, pero era la realidad. Y Jesús les enseñaba la verdadera actitud", la de los niños.
Así, el Papa ha recordado que "la docilidad, la necesidad de consejo, la necesidad de ayuda, porque el niño es precisamente el signo de la necesidad de ayuda, de docilidad para ir adelante... Este es el camino. No quién es más grande". Los que están más cerca de la actitud de un niño --ha observado-- están más cerca de la contemplación del Padre. Escuchan con corazón abierto y dócil al ángel de la guarda.
A continuación, el Pontífice ha afirmado que "todos nosotros, según la tradición de la Iglesia, tenemos un ángel con nosotros, que nos cuida, nos hace sentir las cosas. Cuántas veces hemos escuchado: 'Pero... esto... debería hacer así, esto no está bien, estate atento...': ¡muchas veces! Es la voz de nuestro compañero de viaje. Estar seguros que él nos llevará al final de nuestra vida con sus consejos, y por esto escuchar su voz, no rebelarnos... Porque la rebelión, el querer ser independiente, es un cosa que todos nosotros tenemos; es la soberbia, la que tuvo nuestro padre Adán en el Paraíso terrestre: la misma. No rebelarse: seguir sus consejos".
De este modo, el Papa ha subrayado que "ninguno camina solo y ninguno de nosotros puede pensar que está solo" porque está siempre "este compañero".
A propósito, ha proseguido indicando que "cuando nosotros no queremos escuchar su consejo, escuchar su voz, es como decirle: '¡Pero, vete!' Echar al compañero de camino es peligroso, porque ningún hombre, ninguna mujer puede aconsejarse a sí mismo. Yo puedo aconsejar a otro, pero no aconsejarme a mí mismo. Está el Espíritu Santo que me aconseja, está el ángel que me aconseja. Por esto, lo necesitamos. Esta no es una doctrina sobre ángeles un poco fantasiosa: no, es realidad. Lo que Jesús, Dios, ha dicho: 'Yo mando ángeles delante de ti para cuidarte, para acompañarte en el camino, para que no te equivoques'".
Para finalizar, el Obispo de Roma ha concluido su homilía preguntando:"¿Cómo es la relación con mi ángel de la guarda? ¿Lo escucho? ¿Le digo buenos días por la mañana? ¿Le digo 'cuídame durante el sueño'? ¿Hablo con él? ¿Le pido consejo?" De este modo, Francisco ha invitado a preguntarnos cómo es la relación con este ángel que el Señor nos manda para cuidarnos y acompañarnos en el camino, y que ve siempre el rostro del Padre que está en el cielo.
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