Sínodo día 6: finalizada la primera etapa, se prepara la Relatio post disceptationem
Monseñor Martin, arzobispo de Dublín, explica a la prensa su experiencia como participante del Sínodo sobre la familia que tuvo lugar en 1980
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 11 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El Sínodo de los Obispos ha concluido la primera fase de los trabajos, por lo que ahora los padres sinodales y auditores están descansando para retomar el lunes por la mañana. En estos días, los relatores y el secretario especial con algunos colaboradores trabajan en la Relatio post disceptationem, que será presentada el lunes.
En la jornada del viernes se reunieron por primera vez los Circuli minores, que componen la segunda fase de los trabajos sinodales. Fueron nombrados moderadores de los grupos los cardenales Sarah, Schönborn, Burke, Napier, Filoni, Bagnasco, Robles Ortega y Martínez Sistach y los monseñores Kurtz y Massagra.
Durante la tarde de ayer se escuchó a los delegados fraternos. Una segunda parte se dedicó a una reunión de los Circuli minores que ya han comenzado a hablar sobre los distintos argumentos. Los grupos retomarán su actividad el lunes por la tarde.
En la sesión informativa con los periodistas realizada el sábado por la mañana, el padre Lombardi, director de la Sala de Prensa del Vaticano, ha indicado que los delegados fraternos intervinieron el viernes. Lo hicieron todos menos Hilarion - representante del patriarcado de Moscú- que no estaba presente y tendrá otra ocasión para intervenir. Asimismo, el portavoz vaticano ha precisado que fue muy interesante la intervención de Atenagora, metropolita de Bélgica, porque tocó puntos de la visión ortodoxa, de la que se ha hablado muchas veces en el debate.
Monseñor Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín, ha estado presente en la sala de prensa con los periodistas. El prelado ha compartido su experiencia como participante del Sínodo que se celebró en 1980, también sobre la familia.
De este modo, ha señalado que "es interesante que el tema de la familia haya sido el tema elegido por Juan Pablo II y por el papa Francisco para sus primeros Sínodos. Creo que esto deriva también del hecho que ambos eran obispos diocesanos, un año antes de los respectivos Sínodos, y que veían la centralidad de la familia para el desarrollo de la Iglesia y para la estabilidad de la sociedad". Veían también -ha añadido- los desafíos que la familia, como institución, y las familias debían afrontar en la cultura de ese momento.
El prelado de Dublín ha llamado la atención también sobre el hecho de que en el Sínodo del año 1980 fue el primero en el que hubo un gran número de auditores, muchos casados entre ellos. Además, ha recordado que el relator general fue el cardenal Ratzinger. A propósito, ha afirmado que es interesante leer la Relatio ante disceptationem y la de después y ver "como muchos de los temas eran los mismos". Por eso ha precisado que Ratzinger "habló también de la cuestión de la relación entre fe y la validez del matrimonio".
Haciendo una comparación con el Sínodo actual, el arzobispo de Dublín ha matizado que ahora se ve que la cultura general de la familia ha cambiado todavía más. Al respecto ha afirmado que "lo que me impresiona esta vez es escuchar problemáticas que antes eran afrontadas sólo por los obispos europeos y occidentales. Hoy, sin embargo, las mismas 'invasiones' de una cultura distinta se registran en América Latina y en África".
Finalmente, hablando de su experiencia personal, el arzobispo ha observado que él "encuentra en su diócesis cada día personas, también las personas más pobres, que viven en situaciones muy difíciles, y que viven verdaderamente los valores de la fidelidad, de la dedicación hacia los hijos, pero no serían nunca capaces de expresar esto en las formulaciones de nuestra teología: esto no quiere decir que no vivan esta realidad". Es necesario -ha afirmado- tener un nuevo tipo de diálogo con las familias y un nuevo lenguaje: una cuestión tocada por muchos".
En la jornada del viernes se reunieron por primera vez los Circuli minores, que componen la segunda fase de los trabajos sinodales. Fueron nombrados moderadores de los grupos los cardenales Sarah, Schönborn, Burke, Napier, Filoni, Bagnasco, Robles Ortega y Martínez Sistach y los monseñores Kurtz y Massagra.
Durante la tarde de ayer se escuchó a los delegados fraternos. Una segunda parte se dedicó a una reunión de los Circuli minores que ya han comenzado a hablar sobre los distintos argumentos. Los grupos retomarán su actividad el lunes por la tarde.
En la sesión informativa con los periodistas realizada el sábado por la mañana, el padre Lombardi, director de la Sala de Prensa del Vaticano, ha indicado que los delegados fraternos intervinieron el viernes. Lo hicieron todos menos Hilarion - representante del patriarcado de Moscú- que no estaba presente y tendrá otra ocasión para intervenir. Asimismo, el portavoz vaticano ha precisado que fue muy interesante la intervención de Atenagora, metropolita de Bélgica, porque tocó puntos de la visión ortodoxa, de la que se ha hablado muchas veces en el debate.
Monseñor Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín, ha estado presente en la sala de prensa con los periodistas. El prelado ha compartido su experiencia como participante del Sínodo que se celebró en 1980, también sobre la familia.
De este modo, ha señalado que "es interesante que el tema de la familia haya sido el tema elegido por Juan Pablo II y por el papa Francisco para sus primeros Sínodos. Creo que esto deriva también del hecho que ambos eran obispos diocesanos, un año antes de los respectivos Sínodos, y que veían la centralidad de la familia para el desarrollo de la Iglesia y para la estabilidad de la sociedad". Veían también -ha añadido- los desafíos que la familia, como institución, y las familias debían afrontar en la cultura de ese momento.
El prelado de Dublín ha llamado la atención también sobre el hecho de que en el Sínodo del año 1980 fue el primero en el que hubo un gran número de auditores, muchos casados entre ellos. Además, ha recordado que el relator general fue el cardenal Ratzinger. A propósito, ha afirmado que es interesante leer la Relatio ante disceptationem y la de después y ver "como muchos de los temas eran los mismos". Por eso ha precisado que Ratzinger "habló también de la cuestión de la relación entre fe y la validez del matrimonio".
Haciendo una comparación con el Sínodo actual, el arzobispo de Dublín ha matizado que ahora se ve que la cultura general de la familia ha cambiado todavía más. Al respecto ha afirmado que "lo que me impresiona esta vez es escuchar problemáticas que antes eran afrontadas sólo por los obispos europeos y occidentales. Hoy, sin embargo, las mismas 'invasiones' de una cultura distinta se registran en América Latina y en África".
Finalmente, hablando de su experiencia personal, el arzobispo ha observado que él "encuentra en su diócesis cada día personas, también las personas más pobres, que viven en situaciones muy difíciles, y que viven verdaderamente los valores de la fidelidad, de la dedicación hacia los hijos, pero no serían nunca capaces de expresar esto en las formulaciones de nuestra teología: esto no quiere decir que no vivan esta realidad". Es necesario -ha afirmado- tener un nuevo tipo de diálogo con las familias y un nuevo lenguaje: una cuestión tocada por muchos".
Delegados de distintas confesiones cristianas intervienen en el sínodo
Concluida ayer por la tarde la décima congregación. Entre los temas: los desafíos de la famlia y la necesidad de una preparación adecuada al matrimonio y de una reflexión sobre las bodas entre creyentes y no creyentes
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 11 de octubre de 2014 (Zenit.org) - La décima Congregación general ha contando con la participación de siete delegados fraternos de las distintas confesiones cristianas. La intervención del octavo delegado, el metropolita Hilarion, presidente del Departamento para las Relaciones externas del Patriarcado de Moscú, será pronunciado en los próximos días.
En sus intervenciones, los delegados fraternos han expresado al Santo Padre y a los padres sinodales, gratitud por la invitación a participar en la Asamblea. A continuación, cada uno ha presentado la cuestión de la familia en el ámbito de la propia confesión cristiana.
En conjunto, se han subrayado los desafíos y las esperanzas volcadas en el núcleo familiar comunes a todos los cristianos: la familia -se ha afirmado- es fundamental para la sociedad, es base fundamental de la comunión en la justicia. Cierto, las dificultades no faltan: la crisis económica llega, los medios de comunicación reducen los momentos de diálogo entre los muros domésticos, proponiendo a veces también modelos que inducen al adulterio; las guerras, las migraciones, la globalización, el drama de enfermedades como el SIDA y el ébola, el fundamentalismo islámico presente en algunos países, ponen continuamente en peligro el bien de la familia, cada uno en su contexto.
Asimismo, se ha observado que entre los cristianos también es común la necesidad de una preparación adecuada al matrimonio y de una reflexión adecuada en las bodas entre creyentes y no creyentes.
En lo relacionado con los divorciados vueltos a casar, se ha indicado que a menudo su acogida en la Iglesia puede donar nueva esperanza, inspirando una gran vida familiar que crea una gran sociedad.
Esencial, por tanto, la escucha por parte de las confesiones cristianas, de quien se encuentra en situaciones familiares difíciles, en cuyas situaciones son necesarias cada día misericordia y compasión, porque las Iglesias siempre quieren ser de ayuda a los que sufren, mirando tanto la Sagrada Escritura como los problemas de la contemporaneidad.
Se ha expresado voluntad de escucha y comprensión, lejos de cualquier tipo de condena, en lo relacionado con las personas homosexuales, aún reafirmando que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Se ha manifestado atención particular también por los niños nacidos en contextos difíciles y por todas las víctimas de la violencia, sobre todo mujeres y menores, porque es común, entre cristianos, la defensa de los más vulnerables, de aquellos que no tienen voz, sean creyentes o no.
Otro tema central en las intervenciones de los delegados fraternos, ha sido el del anuncio del Evangelio: la familia -se ha observado- es la primera escuela de fe, es el lugar en el que se aprende a conocer y a difundir la Buena Noticia y es por tanto esencial que los cristianos compartan la "alegría del Evangelio", ese “evangelii gaudium” invocado por el papa Francisco.
Algunas diversidades de postura se han encontrado, por ejemplo, en el tema de la regulación del nacimiento, subrayando la libertad de conciencia de los creyentes, siempre en el respeto del sentido del amor y del matrimonio. Además, en relación al segundo matrimonio, se ha dicho por la parte ortodoxa que éste representa una desviación y que se celebran, pero después de un periodo de acompañamiento por parte de la Iglesia, para intentar llevar a los cónyuges a la reconciliación.
Finalmente, hubo un agradecimiento por parte de los delegados fraternos de la Iglesias presentes en Oriente Medio para el Santo Padre, por la Vigilia de oración por la paz en Siria y en el resto del mundo, celebrada el 7 de septiembre de 2013. En este contexto, se ha reiterado la responsabilidad de las familias cristianas medio-orientales en la evangelización dentro de un contexto en su mayoría islámico.
Y así, todas las intervenciones se concluyeron con el deseo de que el Sínodo extraordinario sobre la familia tenga éxito, también en vista de la Asamblea ordinaria en programa para el 2015.
En sus intervenciones, los delegados fraternos han expresado al Santo Padre y a los padres sinodales, gratitud por la invitación a participar en la Asamblea. A continuación, cada uno ha presentado la cuestión de la familia en el ámbito de la propia confesión cristiana.
En conjunto, se han subrayado los desafíos y las esperanzas volcadas en el núcleo familiar comunes a todos los cristianos: la familia -se ha afirmado- es fundamental para la sociedad, es base fundamental de la comunión en la justicia. Cierto, las dificultades no faltan: la crisis económica llega, los medios de comunicación reducen los momentos de diálogo entre los muros domésticos, proponiendo a veces también modelos que inducen al adulterio; las guerras, las migraciones, la globalización, el drama de enfermedades como el SIDA y el ébola, el fundamentalismo islámico presente en algunos países, ponen continuamente en peligro el bien de la familia, cada uno en su contexto.
Asimismo, se ha observado que entre los cristianos también es común la necesidad de una preparación adecuada al matrimonio y de una reflexión adecuada en las bodas entre creyentes y no creyentes.
En lo relacionado con los divorciados vueltos a casar, se ha indicado que a menudo su acogida en la Iglesia puede donar nueva esperanza, inspirando una gran vida familiar que crea una gran sociedad.
Esencial, por tanto, la escucha por parte de las confesiones cristianas, de quien se encuentra en situaciones familiares difíciles, en cuyas situaciones son necesarias cada día misericordia y compasión, porque las Iglesias siempre quieren ser de ayuda a los que sufren, mirando tanto la Sagrada Escritura como los problemas de la contemporaneidad.
Se ha expresado voluntad de escucha y comprensión, lejos de cualquier tipo de condena, en lo relacionado con las personas homosexuales, aún reafirmando que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Se ha manifestado atención particular también por los niños nacidos en contextos difíciles y por todas las víctimas de la violencia, sobre todo mujeres y menores, porque es común, entre cristianos, la defensa de los más vulnerables, de aquellos que no tienen voz, sean creyentes o no.
Otro tema central en las intervenciones de los delegados fraternos, ha sido el del anuncio del Evangelio: la familia -se ha observado- es la primera escuela de fe, es el lugar en el que se aprende a conocer y a difundir la Buena Noticia y es por tanto esencial que los cristianos compartan la "alegría del Evangelio", ese “evangelii gaudium” invocado por el papa Francisco.
Algunas diversidades de postura se han encontrado, por ejemplo, en el tema de la regulación del nacimiento, subrayando la libertad de conciencia de los creyentes, siempre en el respeto del sentido del amor y del matrimonio. Además, en relación al segundo matrimonio, se ha dicho por la parte ortodoxa que éste representa una desviación y que se celebran, pero después de un periodo de acompañamiento por parte de la Iglesia, para intentar llevar a los cónyuges a la reconciliación.
Finalmente, hubo un agradecimiento por parte de los delegados fraternos de la Iglesias presentes en Oriente Medio para el Santo Padre, por la Vigilia de oración por la paz en Siria y en el resto del mundo, celebrada el 7 de septiembre de 2013. En este contexto, se ha reiterado la responsabilidad de las familias cristianas medio-orientales en la evangelización dentro de un contexto en su mayoría islámico.
Y así, todas las intervenciones se concluyeron con el deseo de que el Sínodo extraordinario sobre la familia tenga éxito, también en vista de la Asamblea ordinaria en programa para el 2015.
Los participantes del Sínodo también descansan el fin de semana (Vídeo)
El lunes se presentará el informe sobre la primera semana de debates
Por Redacción
ROMA, 11 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.
ROME REPORTS
App para explicar a los niños la vida de Jesús (Vídeo)
Usa historias, cómics y juegos y se llama Mi primera Biblia
Por Redacción
ROMA, 11 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.
Sínodo de la Familia. ¿Qué es lo más importante que has aprendido de tus padres? (Vídeo)
Preguntamos en San Pedro cuáles son los problemas más importantes de la familia
Por Redacción
ROMA, 11 de octubre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí
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