Héroes y desgracias
El motín populista contra Pérez fue en sentido estricto un eructo del infierno
CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 1 de diciembre de 2013
Sabía usted que Uslar Pietri convenció al presidente Medina Angarita en 1945 de no convocar elecciones para escoger su sucesor, lo que de hacerse hubiera impedido la "revolución de Octubre" y la historia hubiera sido otra? ¿Y que a raíz del derrocamiento del presidente Gallegos en 1948, la dirección de Acción Democrática acarició la ilusión del "rápido regreso" por la vía de un golpe de Estado? ¿Que altos jerarcas del partido pensaron en acciones armadas contra Pérez Jiménez y que Betancourt debió convencerlos que nada de eso tenía sentido, sino llamar a la Unidad Nacional? La prisión y muerte del secretario general, Alberto Carnevalli, debilitaron en extremo la todopoderosa AD y por esa razón el esfuerzo unitario lo encabezan los comunistas con Pompeyo Márquez. Para quienes están interesados en comprender lo que ocurrió desde 1945 hasta nuestros días, acaba de aparecer un libro que, sin exageraciones, cambiará paradigmas de interpretación.
Américo Martín publicó los dos primeros tomos de sus Memorias y hay cuatro más en imprenta, que verán luz de inmediato a no ser que "el destino nos alcance". Ayudan a entender que en los doscientos tres años desde 1810 hasta 2013 -salvo las cuatro décadas entre 1958-1998-, Venezuela sólo conoció guerras, dictaduras, semidictaduras, persecuciones, en un poder que no era de los valientes, sino de sinvergüenzas, autócratas, carujos. En su obra Galilei, Brecht relata el dramático cuestionamiento que el discípulo hace al sabio cuando abjura de su teoría frente a la inquisición: "-Discípulo- Desgraciados los países que no tienen héroes. -Galileo- No. Desgraciados los países quenecesitan héroes".
La memoria y el olvido
El desventurado país siempre necesitó héroes, salvo durante la vigencia del Pacto de Punto Fijo firmado por los partidos democráticos en 1958 al salir de la dictadura. Esa fue la estructura que soportó esos cuarenta extraordinarios años. Pese a que la confundida intelectualidad se dedicó a denigrarlo, y acuñó el infamante término puntofijismo, el pacto contenía los elementos necesarios para gobernar una sociedad civilizada: respeto a la voluntad electoral de la mayoría, régimen de minorías, y sometimiento de los militares al poder civil. El secreto de los grandes libros de memorias y autobiografías, géneros cuyos límites entre sí no están demasiado claros, es que el autor mantenga el equilibrio entre la narración de su vida y el estudio de los acontecimientos sociales políticos, históricos que lo circundan, como Julio César en La Guerra de las Galias, Rousseau en Confesiones, Trotsky en Mi vida, Hitler en Mi lucha.
Las Memorias de un venezolano de la decadencia de Pocaterra han sido símbolo del género en Venezuela. Las Memorias de Martín comienzan con la perspectiva de un jovencito que a finales de los 40 se incorpora a la lucha y en la Seguridad Nacional recibe sus iniciáticos carcelazo y ración de tortura. Cuenta cómo se van tejiendo lazos entre los jóvenes de AD en la clandestinidad, Martín, Moleiro, Pérez Marcano, y los camaradas del PCV, Márquez, Petkoff, Lairet, Sardi, que tienen mucho que ver con la futura división de AD en 1960, el nacimiento del MIR y la lucha armada. La libertad siempre está a distancia de una generación para que se destruya, dijo alguna vez Reagan y aquí se demostró esa hipótesis ampliamente. Entre las únicas cabezas que entendieron la fragilidad del dispositivo democrático y la necesidad de cuidarlo obsesivamente, brillaron Betancourt y Barrios. La segunda presidencia de Betancourt en 1958 tuvo características realmente épicas.
Héroes y cretinos
Puso bajo control a Caldera y Villalba dos de los principales factores de la desestabilización de Gallegos diez años atrás, aparte de la misma AD. Derrotó cinco principales insurrecciones militares, dos de "derecha", las de Castro León y Moncada Vidal, y tres "de izquierda", el Carupanazo, el Barcelonazo y el Porteñazo, desmanteló más de 20 conspiraciones, dividió dos veces el partido para sacar los radicales, y su candidato ganó las elecciones en 1963. A su desaparición el blindaje político de la democracia pasó a ejercerlo Gonzalo Barrios, cuya prematura muerte a los 91 años desgraciadamente el sistema no soportó, y se arrojó (o lo arrojaron) en la tumba del anciano sabio. Varios de los demás fundadores del 28 y el 36 demostraron a lo largo de sus vidas que carecían de la estatura para ser soportes del sistema y no perdieron la oportunidad de ponerlo en peligro, e incluso sacrificarlo, para satisfacer sus apetitos y ambiciones.
Las generaciones posteriores a los fundadores, fueron los protagonistas y creadores del aquelarre para sabotear el intento de rectificación de la democracia a partir de 1989 y actuaron de tal manera que podría pensarse que varios partidos y "dirigentes" solo existieron específicamente para destruirla, al hacer ganar elecciones consecutivas a sus dos enterradores. El motín populista contra Pérez fue en sentido estricto un eructo del infierno, una bocanada reaccionaria contra la descentralización, la democratización de los partidos y la apertura económica, similares a los cambios que se efectuaban en toda Latinoamérica y le permitieron volver a ser un continente con futuro, como es hoy. Las Memorias de Martín, bien escritas, honradamente vividas, cultas, despliegan erudición y plantean cosas nuevas.
@carlosraulher
Carlos Andrés Pérez Rodríguez (Rubio, Estado Táchira, Venezuela, 27 de octubrede 1922 –
Miami, Estado de Florida, Estados Unidos, 25 de diciembre de 2010) fue unpolítico venezolano
perteneciente al partido Acción Democrática, que ejerció el cargo de Presidente de la República
en dos periodos (1974-1979 y 1989-1993)
Fernando Antonio Ochoa Antich es un militar, abogado, diplomático y político
venezolano.Ministro de la Defensa por el presidente Carlos Andrés Pérez en 1991
y le tocó enfrentar la situación generada por el golpe de estado del 4 de febrero de 1992.
Américo Martín publicó los dos primeros tomos de sus Memorias y hay cuatro más en imprenta, que verán luz de inmediato a no ser que "el destino nos alcance". Ayudan a entender que en los doscientos tres años desde 1810 hasta 2013 -salvo las cuatro décadas entre 1958-1998-, Venezuela sólo conoció guerras, dictaduras, semidictaduras, persecuciones, en un poder que no era de los valientes, sino de sinvergüenzas, autócratas, carujos. En su obra Galilei, Brecht relata el dramático cuestionamiento que el discípulo hace al sabio cuando abjura de su teoría frente a la inquisición: "-Discípulo- Desgraciados los países que no tienen héroes. -Galileo- No. Desgraciados los países quenecesitan héroes".
La memoria y el olvido
El desventurado país siempre necesitó héroes, salvo durante la vigencia del Pacto de Punto Fijo firmado por los partidos democráticos en 1958 al salir de la dictadura. Esa fue la estructura que soportó esos cuarenta extraordinarios años. Pese a que la confundida intelectualidad se dedicó a denigrarlo, y acuñó el infamante término puntofijismo, el pacto contenía los elementos necesarios para gobernar una sociedad civilizada: respeto a la voluntad electoral de la mayoría, régimen de minorías, y sometimiento de los militares al poder civil. El secreto de los grandes libros de memorias y autobiografías, géneros cuyos límites entre sí no están demasiado claros, es que el autor mantenga el equilibrio entre la narración de su vida y el estudio de los acontecimientos sociales políticos, históricos que lo circundan, como Julio César en La Guerra de las Galias, Rousseau en Confesiones, Trotsky en Mi vida, Hitler en Mi lucha.
Las Memorias de un venezolano de la decadencia de Pocaterra han sido símbolo del género en Venezuela. Las Memorias de Martín comienzan con la perspectiva de un jovencito que a finales de los 40 se incorpora a la lucha y en la Seguridad Nacional recibe sus iniciáticos carcelazo y ración de tortura. Cuenta cómo se van tejiendo lazos entre los jóvenes de AD en la clandestinidad, Martín, Moleiro, Pérez Marcano, y los camaradas del PCV, Márquez, Petkoff, Lairet, Sardi, que tienen mucho que ver con la futura división de AD en 1960, el nacimiento del MIR y la lucha armada. La libertad siempre está a distancia de una generación para que se destruya, dijo alguna vez Reagan y aquí se demostró esa hipótesis ampliamente. Entre las únicas cabezas que entendieron la fragilidad del dispositivo democrático y la necesidad de cuidarlo obsesivamente, brillaron Betancourt y Barrios. La segunda presidencia de Betancourt en 1958 tuvo características realmente épicas.
Héroes y cretinos
Puso bajo control a Caldera y Villalba dos de los principales factores de la desestabilización de Gallegos diez años atrás, aparte de la misma AD. Derrotó cinco principales insurrecciones militares, dos de "derecha", las de Castro León y Moncada Vidal, y tres "de izquierda", el Carupanazo, el Barcelonazo y el Porteñazo, desmanteló más de 20 conspiraciones, dividió dos veces el partido para sacar los radicales, y su candidato ganó las elecciones en 1963. A su desaparición el blindaje político de la democracia pasó a ejercerlo Gonzalo Barrios, cuya prematura muerte a los 91 años desgraciadamente el sistema no soportó, y se arrojó (o lo arrojaron) en la tumba del anciano sabio. Varios de los demás fundadores del 28 y el 36 demostraron a lo largo de sus vidas que carecían de la estatura para ser soportes del sistema y no perdieron la oportunidad de ponerlo en peligro, e incluso sacrificarlo, para satisfacer sus apetitos y ambiciones.
Las generaciones posteriores a los fundadores, fueron los protagonistas y creadores del aquelarre para sabotear el intento de rectificación de la democracia a partir de 1989 y actuaron de tal manera que podría pensarse que varios partidos y "dirigentes" solo existieron específicamente para destruirla, al hacer ganar elecciones consecutivas a sus dos enterradores. El motín populista contra Pérez fue en sentido estricto un eructo del infierno, una bocanada reaccionaria contra la descentralización, la democratización de los partidos y la apertura económica, similares a los cambios que se efectuaban en toda Latinoamérica y le permitieron volver a ser un continente con futuro, como es hoy. Las Memorias de Martín, bien escritas, honradamente vividas, cultas, despliegan erudición y plantean cosas nuevas.
@carlosraulher
Carlos Andrés Pérez Rodríguez (Rubio, Estado Táchira, Venezuela, 27 de octubrede 1922 –
Miami, Estado de Florida, Estados Unidos, 25 de diciembre de 2010) fue unpolítico venezolano
perteneciente al partido Acción Democrática, que ejerció el cargo de Presidente de la República
en dos periodos (1974-1979 y 1989-1993)
Fernando Antonio Ochoa Antich es un militar, abogado, diplomático y político
venezolano.Ministro de la Defensa por el presidente Carlos Andrés Pérez en 1991
y le tocó enfrentar la situación generada por el golpe de estado del 4 de febrero de 1992.
Yo no conspiro, digo la verdad
FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
domingo 1 de diciembre de 2013
No lo hago ni lo haré nunca por razones de principios. Una conspiración genera una división dentro de la Fuerza Armada, que normalmente conduce a un sangriento enfrentamiento entre compañeros de armas. Lo que hago y seguiré haciendo, es recordar las obligaciones que tiene la Institución Armada. Por esa razón he terminado varios de mis últimos artículos manteniendo que el principal deber de la Fuerza Armada es respetar y hacer respetar la Constitución Nacional. También he insistido, ante mis compañeros, en la trascendencia que tiene el artículo 328 de la Carta Magna: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar...
Este artículo es la respuesta a un personajillo del oficialismo que me acusó de "llamar abiertamente a un golpe de Estado y a la intervención de la OTAN el próximo 8 de diciembre". En su artículo deja entrever que yo tengo estrechas relaciones con el secretario de Estado norteamericano. En realidad, no lo conozco. Además, no estaría nunca de acuerdo con una invasión a Venezuela. Lo que he hecho siempre es recomendarle a la Fuerza Armada, que preservando su unidad interna, respete la Constitución Nacional y a su vez hagan que se cumpla cabalmente por todos los órganos del Estado. En esa recomendación no se invita a un golpe de Estado. Lo que ocurre, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha irrespetado de manera tan flagrante la Carta Magna que ha perdido su legitimidad. Esta realidad, produce un gran temor... Veamos.
Nicolás Maduro era vicepresidente de la República en el momento en que murió Hugo Chávez. Al encargarse de la Presidencia de la República no dejaba de ser vicepresidente, por lo tanto tenía limitado la posibilidad de ser candidato en una elección presidencial según lo establece el artículo 229 de la Constitución Nacional. Una decisión absolutamente írrita del Tribunal Supremo de Justicia permitió que la Asamblea Nacional lo designara Presidente de la República para poder ser candidato. Los venezolanos vimos la causa de ese interés. El abuso del poder fue exagerado y vergonzoso. De todas maneras, las dudas que existen sobre el resultado electoral muestran claramente que, sin ese ventajismo, jamás hubiera podido ni siquiera acercarse a los votos obtenidos por Henrique Capriles. Eso lo conoce perfectamente nuestro pueblo
Después ha surgido el problema de la nacionalidad. Un porcentaje importante de venezolanos cree que Nicolás Maduro es colombiano y no ha habido de su parte un desmentido suficientemente categórico que permita dejar a un lado la duda que existe. Eso no es todo. Hay un problema de suma gravedad. La actitud de Nicolás Maduro en la defensa de la soberanía nacional, ha sido de una debilidad inaceptable Su viaje a Guyana, inmediatamente después de que el ministro del ambiente de ese país había dado una rueda de prensa en la ciudad de San Diego, informando que Guyana había entregado una concesión petrolera a la empresa Anadarko en el bloque Roraima, la cual afecta la fachada Atlántica de la zona de reclamación y la del estado Delta Amacuro, fue totalmente irresponsable. Lo más grave fue guardar silencio...
Los problemas, no son sólo políticos. La situación económica es de tal gravedad que podemos decir, sin exageración alguna, que Venezuela enfrenta un proceso de empobrecimiento casi irreversible. La inflación que golpea el nivel de vida de nuestro pueblo es un problema monetario y de producción, afectado por los desequilibrios fiscales y cambiarios. Se origina en la decisión tomada, desde el año 2005, de transferir reservas internacionales a fondos públicos para gastos extrapresupuestarios y desde el 2010, imprimir billetes en el Banco Central para financiar el déficit fiscal, la crisis de Pdvsa y la quiebra de las empresas nacionalizadas. Esta crisis se ha enfrentado mediante el endeudamiento irresponsable de Venezuela. Esta deuda alcanza a 220.000 millones de dólares. Ningún venezolano, civil o militar, puede estar satisfecho con este desbarajuste.
fochoaantich@gmail.com
@FOchoaAntich.
Este artículo es la respuesta a un personajillo del oficialismo que me acusó de "llamar abiertamente a un golpe de Estado y a la intervención de la OTAN el próximo 8 de diciembre". En su artículo deja entrever que yo tengo estrechas relaciones con el secretario de Estado norteamericano. En realidad, no lo conozco. Además, no estaría nunca de acuerdo con una invasión a Venezuela. Lo que he hecho siempre es recomendarle a la Fuerza Armada, que preservando su unidad interna, respete la Constitución Nacional y a su vez hagan que se cumpla cabalmente por todos los órganos del Estado. En esa recomendación no se invita a un golpe de Estado. Lo que ocurre, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha irrespetado de manera tan flagrante la Carta Magna que ha perdido su legitimidad. Esta realidad, produce un gran temor... Veamos.
Nicolás Maduro era vicepresidente de la República en el momento en que murió Hugo Chávez. Al encargarse de la Presidencia de la República no dejaba de ser vicepresidente, por lo tanto tenía limitado la posibilidad de ser candidato en una elección presidencial según lo establece el artículo 229 de la Constitución Nacional. Una decisión absolutamente írrita del Tribunal Supremo de Justicia permitió que la Asamblea Nacional lo designara Presidente de la República para poder ser candidato. Los venezolanos vimos la causa de ese interés. El abuso del poder fue exagerado y vergonzoso. De todas maneras, las dudas que existen sobre el resultado electoral muestran claramente que, sin ese ventajismo, jamás hubiera podido ni siquiera acercarse a los votos obtenidos por Henrique Capriles. Eso lo conoce perfectamente nuestro pueblo
Después ha surgido el problema de la nacionalidad. Un porcentaje importante de venezolanos cree que Nicolás Maduro es colombiano y no ha habido de su parte un desmentido suficientemente categórico que permita dejar a un lado la duda que existe. Eso no es todo. Hay un problema de suma gravedad. La actitud de Nicolás Maduro en la defensa de la soberanía nacional, ha sido de una debilidad inaceptable Su viaje a Guyana, inmediatamente después de que el ministro del ambiente de ese país había dado una rueda de prensa en la ciudad de San Diego, informando que Guyana había entregado una concesión petrolera a la empresa Anadarko en el bloque Roraima, la cual afecta la fachada Atlántica de la zona de reclamación y la del estado Delta Amacuro, fue totalmente irresponsable. Lo más grave fue guardar silencio...
Los problemas, no son sólo políticos. La situación económica es de tal gravedad que podemos decir, sin exageración alguna, que Venezuela enfrenta un proceso de empobrecimiento casi irreversible. La inflación que golpea el nivel de vida de nuestro pueblo es un problema monetario y de producción, afectado por los desequilibrios fiscales y cambiarios. Se origina en la decisión tomada, desde el año 2005, de transferir reservas internacionales a fondos públicos para gastos extrapresupuestarios y desde el 2010, imprimir billetes en el Banco Central para financiar el déficit fiscal, la crisis de Pdvsa y la quiebra de las empresas nacionalizadas. Esta crisis se ha enfrentado mediante el endeudamiento irresponsable de Venezuela. Esta deuda alcanza a 220.000 millones de dólares. Ningún venezolano, civil o militar, puede estar satisfecho con este desbarajuste.
fochoaantich@gmail.com
@FOchoaAntich.
¿DICE LA VERDAD GENERAL OCHOA ANTICH???
No hay comentarios:
Publicar un comentario