"Precio justo" para el consumo cultural
Tiendas de instrumentos musicales fueron fiscalizadas
La venta de discos aumentó desde principios de noviembre ARCHIVO
LORENA TASCA , DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
sábado 30 de noviembre de 2013
Las fiscalizaciones también llegaron al sector cultural. Fue Piña Musical del Centro Ciudad Comercial Tamanaco la primera en ser multada con 2.000 unidades tributarias por vender instrumentos musicales con una ganancia mayor a 600%, según el ministro de Cultura, Fidel Barbarito, quien llegó a la tienda el pasado martes con una comitiva que incluía personal de la Comisión Nacional de Divisas (Cadivi).
La batalla por los "precios justos" no se quedó ahí. El jueves, Barbarito se acercó al establecimiento de Allegro, ubicado en Chacaíto, para imponer un ajuste de precios y hasta aprovechar para multar con 5.000 unidades tributarias a la empresa distribuidora Guitar Import, que es socia de la cadena Allegro y la encargada de surtir otras tiendas del país.
El panorama de esos comercios a los que les ha tocado enfrentarse a una situación similar a la de los negocios de electrodomésticos -largas colas por adquirir los productos- es incierto, según sus dueños. No saben si después de vender toda la mercancía a nuevo costo, las ganancias les permitirán continuar con el negocio o no.
"Cuándo nos expliquen cuáles son las reglas del juego, veremos si el negocio de los instrumentos musicales continúa o no, porque desde 2009 Cadivi no nos aprueba dólares, entonces nos ha tocado importar a dólar no oficial y obviamente eso influye en el precio. Si nos dicen que bajemos los precios y que nos van a aprobar los dólares oficiales, sin todas las complicaciones de los certificados de no producción, sería un escenario más alentador", considera el gerente de una tienda que prefiere reservar su nombre por temoror a represalias.
El futuro de las tiendas de instrumentos musicales es difuso desde mediados de año. No pocos gerentes aseguraron en septiembre (La odisea de los instrumentos musicales, publicado en El Universal) que las ventas habían bajado cerca de 60%, según dijeron debido al decreto de Gaceta Oficial N 40.108, en el que se oficializó el tipo cambio para las transacciones en divisas a Bs. 6,30 por dólar.
En vista de que tuvieron que adquirir sus productos a dólar no oficial, esgrimieron en aquel entonces, se vieron obligados a vender a altos precios y, además, a reducir sus inventarios.
Una de los afectadas, por ejemplo, fue la tienda Toto Music, con sede en El Paraíso y el Centro comercial Paseo Las Mercedes, tuvo que disminuir los pedidos de productos en casi un 80% y dedicarse a impartir clases de guitarra y piano.
Mientras que la cadena Allegro dejó de importar instrumentos tres veces al año, como lo venía haciendo desde su fundación hace aproximadamente dos décadas, para "estirar" la existencia de mercancía del único pedido que pudo realizar este año.
Se sabe, de manera extraoficial, que los gerentes de los principales negocios dedicados a la compra y venta de instrumentos musicales han sostenido largas reuniones con los principales representantes del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) para lograr un acuerdo.
Ta' barato, dame dos
La industria del libro tampoco ofrece un panorama distinto. La cadena de librerías Nacho ahora vende libros por debajo del precio original que tenían marcado hasta hace unos días. Algunos títulos como ejemplos: El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa, pasó de Bs. 530 a Bs.344; Inferno, de Dan Brown, de Bs.490 a Bs.318; Los juegos del hambre: en llamas, de Suzanne Collins, de Bs.890 a Bs.578; El buen esposo, de Federico Vegas, de Bs.349 a Bs.226.
El sector editorial sostuvo dos reuniones en la semana con la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibros) para tomar decisiones ante las medidas impuestas por el Estado. Librerías, distribuidoras, editoriales e imprentas aún buscan una respuesta a una orden que involucra a todos (a pesar de que ninguno tiene claro si existirá un decreto oficial).
De momento, le tocó a Nacho. Hay quienes aseguran que pronto el resto se verá afectado, y que 30% de ganancia que establece (o sugiere, o recomienda) el Gobierno no será suficiente para mantenerse. "Eso llevará a la quiebra de las libreras por la estructura de costos. Uno paga alquiler, personal. Mientras piden que bajen el margen de ganancia, por otro lado aumentan los alquileres, salarios. Uno le compra a los distribuidores, que no trabajan con dólar oficial", dijo Alexis Romero, encargado de la Templo Interno. Los hechos preocupan a un sector cultural que aún aguarda para tomar sus propias medidas.
El alto índice de consumidores ha sido otra novedad para los comercios que han tenido que vender a "precios justos". Varios encargados de algunas discotiendas del país aseguran que desde mediados de noviembre han registrado las mejores ventas de discos en comparación a los últimos dos años. O quizás más.
Aunque nadie ofrece cifras específicas, uno de los empleados de AeroMúsica -cadena de tiendas que se encuentra en los centros comerciales Plaza Santa Mónica, La Cascada, El Recreo y Paseo Las Mercedes y que no tienen más de dos años trabajando en el país-, afirma que las ventas logradas sólo durante este mes han superado en más de 30 % a las logradas en 2012.
"Nosotros no hemos ofrecido ningún tipo de rebajas, porque vendemos al precio que se debe. Y de igual manera la gente se está llevando muchos discos. Me imagino que es por la locura que ha creado todo este asunto de las fiscalizaciones, que ha provocado que la gente compre compulsivamente y se lleve lo primero que vea", considera el encargado de una de las tiendas que prefirió no dar su nombre.
Me llamaré tuyo, el mas reciente trabajo del salsero Víctor Manuelle se vende a Bs. 99,90 y Tanto, del español Pablo Alborán, a Bs. 269,90. Estos son algunos de los precios especiales que tiene actualmente la cadena Recordland. Entre 10% y 20% es el descuento que ofrece, dependiendo de la placa discográfica y el sello disquero que lo represente.
Según uno de los encargados de un establecimiento de la franquicia que se encuentra en varias ciudades del país, las rebajas no se han realizado por temor a las fiscalizaciones que ha aplicado el Gobierno desde el pasado 8 de noviembre.
40 % de descuento en mercancía seleccionada es lo que decidió ofrecer la cadena Town Records, con varias sedes en el país. Algunos de sus trabajadores coinciden en que en noviembre han "superado su meta de ventas".
La batalla por los "precios justos" no se quedó ahí. El jueves, Barbarito se acercó al establecimiento de Allegro, ubicado en Chacaíto, para imponer un ajuste de precios y hasta aprovechar para multar con 5.000 unidades tributarias a la empresa distribuidora Guitar Import, que es socia de la cadena Allegro y la encargada de surtir otras tiendas del país.
El panorama de esos comercios a los que les ha tocado enfrentarse a una situación similar a la de los negocios de electrodomésticos -largas colas por adquirir los productos- es incierto, según sus dueños. No saben si después de vender toda la mercancía a nuevo costo, las ganancias les permitirán continuar con el negocio o no.
"Cuándo nos expliquen cuáles son las reglas del juego, veremos si el negocio de los instrumentos musicales continúa o no, porque desde 2009 Cadivi no nos aprueba dólares, entonces nos ha tocado importar a dólar no oficial y obviamente eso influye en el precio. Si nos dicen que bajemos los precios y que nos van a aprobar los dólares oficiales, sin todas las complicaciones de los certificados de no producción, sería un escenario más alentador", considera el gerente de una tienda que prefiere reservar su nombre por temoror a represalias.
El futuro de las tiendas de instrumentos musicales es difuso desde mediados de año. No pocos gerentes aseguraron en septiembre (La odisea de los instrumentos musicales, publicado en El Universal) que las ventas habían bajado cerca de 60%, según dijeron debido al decreto de Gaceta Oficial N 40.108, en el que se oficializó el tipo cambio para las transacciones en divisas a Bs. 6,30 por dólar.
En vista de que tuvieron que adquirir sus productos a dólar no oficial, esgrimieron en aquel entonces, se vieron obligados a vender a altos precios y, además, a reducir sus inventarios.
Una de los afectadas, por ejemplo, fue la tienda Toto Music, con sede en El Paraíso y el Centro comercial Paseo Las Mercedes, tuvo que disminuir los pedidos de productos en casi un 80% y dedicarse a impartir clases de guitarra y piano.
Mientras que la cadena Allegro dejó de importar instrumentos tres veces al año, como lo venía haciendo desde su fundación hace aproximadamente dos décadas, para "estirar" la existencia de mercancía del único pedido que pudo realizar este año.
Se sabe, de manera extraoficial, que los gerentes de los principales negocios dedicados a la compra y venta de instrumentos musicales han sostenido largas reuniones con los principales representantes del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) para lograr un acuerdo.
Ta' barato, dame dos
La industria del libro tampoco ofrece un panorama distinto. La cadena de librerías Nacho ahora vende libros por debajo del precio original que tenían marcado hasta hace unos días. Algunos títulos como ejemplos: El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa, pasó de Bs. 530 a Bs.344; Inferno, de Dan Brown, de Bs.490 a Bs.318; Los juegos del hambre: en llamas, de Suzanne Collins, de Bs.890 a Bs.578; El buen esposo, de Federico Vegas, de Bs.349 a Bs.226.
El sector editorial sostuvo dos reuniones en la semana con la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibros) para tomar decisiones ante las medidas impuestas por el Estado. Librerías, distribuidoras, editoriales e imprentas aún buscan una respuesta a una orden que involucra a todos (a pesar de que ninguno tiene claro si existirá un decreto oficial).
De momento, le tocó a Nacho. Hay quienes aseguran que pronto el resto se verá afectado, y que 30% de ganancia que establece (o sugiere, o recomienda) el Gobierno no será suficiente para mantenerse. "Eso llevará a la quiebra de las libreras por la estructura de costos. Uno paga alquiler, personal. Mientras piden que bajen el margen de ganancia, por otro lado aumentan los alquileres, salarios. Uno le compra a los distribuidores, que no trabajan con dólar oficial", dijo Alexis Romero, encargado de la Templo Interno. Los hechos preocupan a un sector cultural que aún aguarda para tomar sus propias medidas.
El alto índice de consumidores ha sido otra novedad para los comercios que han tenido que vender a "precios justos". Varios encargados de algunas discotiendas del país aseguran que desde mediados de noviembre han registrado las mejores ventas de discos en comparación a los últimos dos años. O quizás más.
Aunque nadie ofrece cifras específicas, uno de los empleados de AeroMúsica -cadena de tiendas que se encuentra en los centros comerciales Plaza Santa Mónica, La Cascada, El Recreo y Paseo Las Mercedes y que no tienen más de dos años trabajando en el país-, afirma que las ventas logradas sólo durante este mes han superado en más de 30 % a las logradas en 2012.
"Nosotros no hemos ofrecido ningún tipo de rebajas, porque vendemos al precio que se debe. Y de igual manera la gente se está llevando muchos discos. Me imagino que es por la locura que ha creado todo este asunto de las fiscalizaciones, que ha provocado que la gente compre compulsivamente y se lleve lo primero que vea", considera el encargado de una de las tiendas que prefirió no dar su nombre.
Me llamaré tuyo, el mas reciente trabajo del salsero Víctor Manuelle se vende a Bs. 99,90 y Tanto, del español Pablo Alborán, a Bs. 269,90. Estos son algunos de los precios especiales que tiene actualmente la cadena Recordland. Entre 10% y 20% es el descuento que ofrece, dependiendo de la placa discográfica y el sello disquero que lo represente.
Según uno de los encargados de un establecimiento de la franquicia que se encuentra en varias ciudades del país, las rebajas no se han realizado por temor a las fiscalizaciones que ha aplicado el Gobierno desde el pasado 8 de noviembre.
40 % de descuento en mercancía seleccionada es lo que decidió ofrecer la cadena Town Records, con varias sedes en el país. Algunos de sus trabajadores coinciden en que en noviembre han "superado su meta de ventas".
La estrategia de los electrodomésticos
TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 1 de diciembre de 2013
El Gobierno apostó por la estrategia más populista del manual para mejorar su evaluación a tan solo días de las elecciones regionales. Me gustaría decir que la estrategia se basa en pan y circo, pero lamentablemente la escasez del país en más de 20% no me deja, de tal manera que lo correcto es decir que los rojos se refugiaron estrictamente en el circo.
Ofrecer electrodomésticos con un 60% de "descuento" ha desplazado de los titulares de los periódicos las verdaderas carencias de los venezolanos: alimentos, medicinas, materiales de construcción, entre tantos otros.
Ahora bien, pensar que la estrategia se basó simplemente en forzar a los comerciantes a bajar los precios sería pasar o por muy ingenuo o por muy tonto. Lo cierto es que mucho antes de que los rojos anunciaran las inspecciones en los locales y en consecuencia se produjeran las "caídas" de precios, estos ya tenían una masiva importación negociada.
Las medidas en contra de los comerciantes se dieron a conocer hace menos de 2 semanas y ya el Gobierno anunció que vienen en camino más de un millón de electrodomésticos de la marca china Haier, más de 400 mil equipos Samsung y hasta la creación de una empresa mixta con Mabe para la fabricación de miles de neveras, lavadoras y cocinas. Es decir, el régimen jugó posición adelantada con la opinión pública venezolana. Si bien la medida de los precios es entendida por una parte racional de la población como una cortina de humo para ocultar las necesidades del país, otra gran parte celebra en las colas la posibilidad de poder comprar algo que le alcance con unos bolívares devaluados.
Todavía es muy reciente para saber el impacto real que tendrá esta medida en las elecciones del 8 de diciembre. A primera vista el impacto es muy positivo para los rojos, pero ojo, una persona feliz en una cola porque va a comprar un plasma a mitad de precio no se traduce necesariamente en un voto para el PSUV.
La gestión de Maduro se ha criticado porque él como figura no ha tomado las medidas que requiere la economía venezolana para evitar caer en un foso más profundo. Hoy, a más de 7 meses de su elección, sigue sin tomar correcciones y por ello pagaremos las consecuencias todos toditos en el 2014.
Maduro está disfrutando ahorita de una ilusión autoritaria en la cual hasta Diosdado le está cantando villancicos navideños en la televisión. Vamos a ver entonces cómo se termina materializando esta ofensiva roja en las elecciones.
Recordemos algo, la gente no es tonta. Apelar al consumismo para salvar al chavismo socialista revolucionario deja en evidencia que los rojos no están tan fuertes como "parecen".
@TomasHHR
Ofrecer electrodomésticos con un 60% de "descuento" ha desplazado de los titulares de los periódicos las verdaderas carencias de los venezolanos: alimentos, medicinas, materiales de construcción, entre tantos otros.
Ahora bien, pensar que la estrategia se basó simplemente en forzar a los comerciantes a bajar los precios sería pasar o por muy ingenuo o por muy tonto. Lo cierto es que mucho antes de que los rojos anunciaran las inspecciones en los locales y en consecuencia se produjeran las "caídas" de precios, estos ya tenían una masiva importación negociada.
Las medidas en contra de los comerciantes se dieron a conocer hace menos de 2 semanas y ya el Gobierno anunció que vienen en camino más de un millón de electrodomésticos de la marca china Haier, más de 400 mil equipos Samsung y hasta la creación de una empresa mixta con Mabe para la fabricación de miles de neveras, lavadoras y cocinas. Es decir, el régimen jugó posición adelantada con la opinión pública venezolana. Si bien la medida de los precios es entendida por una parte racional de la población como una cortina de humo para ocultar las necesidades del país, otra gran parte celebra en las colas la posibilidad de poder comprar algo que le alcance con unos bolívares devaluados.
Todavía es muy reciente para saber el impacto real que tendrá esta medida en las elecciones del 8 de diciembre. A primera vista el impacto es muy positivo para los rojos, pero ojo, una persona feliz en una cola porque va a comprar un plasma a mitad de precio no se traduce necesariamente en un voto para el PSUV.
La gestión de Maduro se ha criticado porque él como figura no ha tomado las medidas que requiere la economía venezolana para evitar caer en un foso más profundo. Hoy, a más de 7 meses de su elección, sigue sin tomar correcciones y por ello pagaremos las consecuencias todos toditos en el 2014.
Maduro está disfrutando ahorita de una ilusión autoritaria en la cual hasta Diosdado le está cantando villancicos navideños en la televisión. Vamos a ver entonces cómo se termina materializando esta ofensiva roja en las elecciones.
Recordemos algo, la gente no es tonta. Apelar al consumismo para salvar al chavismo socialista revolucionario deja en evidencia que los rojos no están tan fuertes como "parecen".
@TomasHHR
La impunidad oficial
La señal que se le envía a la población es que la impunidad favorece la criminalidad común
JUAN MARTIN ECHEVERRÍA | EL UNIVERSAL
domingo 1 de diciembre de 2013
El régimen carece de una épica y ha optado por la permisividad frente a la acción de los colectivos armados, invasores, sicarios y motorizados, cometiendo delitos de alta violencia de manera impune: por ello la irracionalidad se desboca facilitando que agresores ataquen a los médicos en los hospitales, se destruyan los bienes públicos y sean innumerables los episodios de agresiones en los sectores populares; de allí que sea indispensable una acción decidida de las autoridades para reducir los ataques a la propiedad, homicidios, secuestros, tráfico de drogas y en general actos contrarios a la convivencia, que se potencian ante la pasividad del poder. La impunidad oficial va más allá de la ideología, del 8D y la crisis de desabastecimiento, porque la violencia cotidiana ocupa espacios que por su naturaleza pertenecen a la democracia.
La detención de Alejandro Silva, coordinador de las giras de Henrique Capriles, por un organismo de seguridad, plantea el precedente aberrante de un ciudadano privado de su libertad en horas de la madrugada, sin orden judicial y sin haber cometido un delito infraganti, vulnerando los artículos 44 y 49 constitucionales, prácticamente en todos sus apartes. Después el Ministerio Público afirma que se trató de una citación como testigo, la Defensoría del Pueblo no se da por enterada, y todos los mecanismos institucionales se paralizan. La acción revela que no hay división de poderes y que, ante una orden del Ejecutivo, simplemente se obedece sin pensar en las consecuencias, demostrándose hasta la saciedad la impunidad oficial.
Las detenciones arbitrarias cometidas por funcionarios públicos, están expresamente sancionadas en el artículo 176 del Código Penal: es inexplicable el silencio de la AN y el Poder Moral frente a este nefasto precedente, ya que cualquier ciudadano podría ser detenido por un organismo de seguridad, sin que se cumplan los extremos de la Carta Magna. La señal que se le envía a la oposición y a la población en general, es que la impunidad favorece la criminalidad común, y ampara de forma abierta a las autoridades. Todo lo anterior revela el colapso del Estado de Derecho y de la gobernabilidad frente a la violencia y el abuso de poder, confirmando el nulo rendimiento del sistema político en la supervisión y control que se debe ejercer sobre la conducta de los funcionarios. Es una estrategia de situación límite y antidemocrática, apoyarse en el uso de la violencia y en el agujero negro de la impunidad.
Una detención arbitraria, tan cercana a los comicios de diciembre, tiene connotaciones que preocupan a quienes no comulgamos con el radicalismo, e impacta en la comunidad internacional, que un supuesto testigo sea privado de su libertad en horas de la madrugada y se le interrogue sin la presencia de un abogado, negando incluso a sus familiares y simpatizantes lo ocurrido, pero luego es puesto en libertad sin mayores explicaciones, y sin el pronunciamiento de los órganos llamados a proteger sus derechos civiles y políticos. La impunidad es inestabilidad, ilegalidad e ingobernabilidad.
juanmartin@cantv.net
La detención de Alejandro Silva, coordinador de las giras de Henrique Capriles, por un organismo de seguridad, plantea el precedente aberrante de un ciudadano privado de su libertad en horas de la madrugada, sin orden judicial y sin haber cometido un delito infraganti, vulnerando los artículos 44 y 49 constitucionales, prácticamente en todos sus apartes. Después el Ministerio Público afirma que se trató de una citación como testigo, la Defensoría del Pueblo no se da por enterada, y todos los mecanismos institucionales se paralizan. La acción revela que no hay división de poderes y que, ante una orden del Ejecutivo, simplemente se obedece sin pensar en las consecuencias, demostrándose hasta la saciedad la impunidad oficial.
Las detenciones arbitrarias cometidas por funcionarios públicos, están expresamente sancionadas en el artículo 176 del Código Penal: es inexplicable el silencio de la AN y el Poder Moral frente a este nefasto precedente, ya que cualquier ciudadano podría ser detenido por un organismo de seguridad, sin que se cumplan los extremos de la Carta Magna. La señal que se le envía a la oposición y a la población en general, es que la impunidad favorece la criminalidad común, y ampara de forma abierta a las autoridades. Todo lo anterior revela el colapso del Estado de Derecho y de la gobernabilidad frente a la violencia y el abuso de poder, confirmando el nulo rendimiento del sistema político en la supervisión y control que se debe ejercer sobre la conducta de los funcionarios. Es una estrategia de situación límite y antidemocrática, apoyarse en el uso de la violencia y en el agujero negro de la impunidad.
Una detención arbitraria, tan cercana a los comicios de diciembre, tiene connotaciones que preocupan a quienes no comulgamos con el radicalismo, e impacta en la comunidad internacional, que un supuesto testigo sea privado de su libertad en horas de la madrugada y se le interrogue sin la presencia de un abogado, negando incluso a sus familiares y simpatizantes lo ocurrido, pero luego es puesto en libertad sin mayores explicaciones, y sin el pronunciamiento de los órganos llamados a proteger sus derechos civiles y políticos. La impunidad es inestabilidad, ilegalidad e ingobernabilidad.
juanmartin@cantv.net
Lectura Tangente
Notitarde 30/11/2013 Confesiones secretas de un anaquel vacío
- Columnista, Notitarde, Victor Maldonado (Notitarde / )
Víctor Maldonado
Ni el Gobierno ni nadie pueden descalificarme como testigo de una época crucial. Nadie podrá decir que no estuve en la primera fila, en un puesto privilegiado para presenciar y sufrir en carne propia las consecuencias de decisiones erradas. La pregunta viene al caso, porque ahora nadie puede comprender cómo el vacío se ha enseñoreado donde antes reinaba la diversidad de opciones. ¿Fue acaso deliberado? ¿Se pueden planificar la locura, la ruina y el acabose? Todo parece indicar que sí. Que somos tan libres para los aciertos como para los errores, y que al final son los resultados los que juzgan si fue una cosa u otra.
Nada fue casualidad. Aquí llegaron con un plan, un guión y un espectáculo. En mi caso fue una ministra la que presidió el episodio. Una funcionaria que lucía ausente y resignada a seguir la pauta de consignas y decisiones pre-elaboradas que comenzaban con la amenaza de una turba dispuesta a tumbar las puertas y llevarse lo que pudieran, seguía con el arribo de una comisión de funcionarios y su respectiva microondas, continuaba con el proceso de inspección, una simulación de procedimiento en el que el final ya estaba cantado, y concluyó con una rebaja general sin que importaran costos, culpas y responsabilidades.
Al momento del pase televisivo, ordenado desde el palacio, comenzó el desquiciamiento. Valía la pena amenazar con cárcel e incluso apresar a los comerciantes transmutados en delincuentes. Así era más creíble la trama que urdía una supuesta conspiración contra el bien común, en la que el emprendedor y sus principales gerentes estaban involucrados. Afuera la gente regurgitaba ganas y anhelos, mientras en sus manos un número garantizaba los derechos de unos y excluía al resto. La tómbola golillera daba vueltas mientras más de uno salivaba copiosamente ante la posibilidad de tener sus sesenta segundos de fama. Esos pocos sabían qué debían decir. Mejor comenzar con el insulto al empresario para luego pasar al agradecimiento, y mejor era si el tiempo daba para reconocer los imponentes y bien dispuestos "cojones" del mandatario que no se arredraba ante el reto de darle a cada uno lo que creían merecer. De inmediato un militar hizo gala de sus profundos conocimientos de economía y del desiderátum de la República y de todos los juramentos a la patria: Todos tenían derecho a "un plasma". En eso consistía la batalla que lo iba a hacer merecedor de quién sabe cuántas condecoraciones y grados: En tomar el objetivo para saquearlo hasta dejarlo en el hueso.
El monto de la rebaja era un privilegio del militar a cargo. Setenta, ochenta por ciento, lo que pareciera más popular. Nadie de los que vinieron pensó en términos de causas y consecuencias. Ninguno de ellos parece preocupado por lo que puede venir después. Así es la barbarie, una peste que pasa dejando vacío, silencio e interrogantes. Nadie piensa en cómo y cuáles son las condiciones para volver a llenar los anaqueles. Nadie considera qué costos y precios mantienen esa relación tensa que los obliga a pensar permanentemente en eso que los expertos llaman "valor de reposición" y que en épocas de inflación nunca es equivalente al precio de compra. Ninguno de ellos, pero menos que nadie el militar, tuvo la menor consideración por los salarios, utilidades y demás derechos de los trabajadores. Lo de ellos es el exterminio. Y lo lograron.
Desde siempre ha habido una porción de Venezuela dispuesta para el saqueo. Son las montoneras que cambian de bandera según sean las conveniencias del momento. Algunos saqueadores son de "cuello blanco y títulos universitarios", otros no lo son tanto. Lo cierto es que desde aquí los vi hermanados como nunca ante el provecho fácil de esquilmar la propiedad privada, relativizar el libre comercio a su real conveniencia, y sacar provecho sin detenerse en las incómodas consideraciones éticas que versan sobre el daño que con ese provecho puedes provocar. Para las montoneras de siempre no hay imperativos categóricos ni mandamientos que valgan. Pero tampoco tienen mañana, ni le permiten un mañana próspero al resto.
Y es que esas largas y ansiosas colas son lo único que necesita el saqueador del siglo XXI para cumplir su cometido. Los golilleros son el requisito fundamental para esta destrucción ordenada y sistemática que está dirigiendo el Gobierno. Razón tenía la filósofa Hannah Arendt cuando se lamentaba sobre la banalidad del mal, cimentada en la ceguera del propio interés, ese egoísmo perverso que transgrede la regla de oro que prescribe el deber de nunca aprovecharse de los demás, pero tampoco dejarse aprovechar de los otros. En esa cola todo es amoral. Todo se disuelve en esa risita cómplice y ansiosa que transpira deseo de obtener lo que no se sudó suficientemente.
Nada fue casualidad. Aquí llegaron con un plan, un guión y un espectáculo. En mi caso fue una ministra la que presidió el episodio. Una funcionaria que lucía ausente y resignada a seguir la pauta de consignas y decisiones pre-elaboradas que comenzaban con la amenaza de una turba dispuesta a tumbar las puertas y llevarse lo que pudieran, seguía con el arribo de una comisión de funcionarios y su respectiva microondas, continuaba con el proceso de inspección, una simulación de procedimiento en el que el final ya estaba cantado, y concluyó con una rebaja general sin que importaran costos, culpas y responsabilidades.
Al momento del pase televisivo, ordenado desde el palacio, comenzó el desquiciamiento. Valía la pena amenazar con cárcel e incluso apresar a los comerciantes transmutados en delincuentes. Así era más creíble la trama que urdía una supuesta conspiración contra el bien común, en la que el emprendedor y sus principales gerentes estaban involucrados. Afuera la gente regurgitaba ganas y anhelos, mientras en sus manos un número garantizaba los derechos de unos y excluía al resto. La tómbola golillera daba vueltas mientras más de uno salivaba copiosamente ante la posibilidad de tener sus sesenta segundos de fama. Esos pocos sabían qué debían decir. Mejor comenzar con el insulto al empresario para luego pasar al agradecimiento, y mejor era si el tiempo daba para reconocer los imponentes y bien dispuestos "cojones" del mandatario que no se arredraba ante el reto de darle a cada uno lo que creían merecer. De inmediato un militar hizo gala de sus profundos conocimientos de economía y del desiderátum de la República y de todos los juramentos a la patria: Todos tenían derecho a "un plasma". En eso consistía la batalla que lo iba a hacer merecedor de quién sabe cuántas condecoraciones y grados: En tomar el objetivo para saquearlo hasta dejarlo en el hueso.
El monto de la rebaja era un privilegio del militar a cargo. Setenta, ochenta por ciento, lo que pareciera más popular. Nadie de los que vinieron pensó en términos de causas y consecuencias. Ninguno de ellos parece preocupado por lo que puede venir después. Así es la barbarie, una peste que pasa dejando vacío, silencio e interrogantes. Nadie piensa en cómo y cuáles son las condiciones para volver a llenar los anaqueles. Nadie considera qué costos y precios mantienen esa relación tensa que los obliga a pensar permanentemente en eso que los expertos llaman "valor de reposición" y que en épocas de inflación nunca es equivalente al precio de compra. Ninguno de ellos, pero menos que nadie el militar, tuvo la menor consideración por los salarios, utilidades y demás derechos de los trabajadores. Lo de ellos es el exterminio. Y lo lograron.
Desde siempre ha habido una porción de Venezuela dispuesta para el saqueo. Son las montoneras que cambian de bandera según sean las conveniencias del momento. Algunos saqueadores son de "cuello blanco y títulos universitarios", otros no lo son tanto. Lo cierto es que desde aquí los vi hermanados como nunca ante el provecho fácil de esquilmar la propiedad privada, relativizar el libre comercio a su real conveniencia, y sacar provecho sin detenerse en las incómodas consideraciones éticas que versan sobre el daño que con ese provecho puedes provocar. Para las montoneras de siempre no hay imperativos categóricos ni mandamientos que valgan. Pero tampoco tienen mañana, ni le permiten un mañana próspero al resto.
Y es que esas largas y ansiosas colas son lo único que necesita el saqueador del siglo XXI para cumplir su cometido. Los golilleros son el requisito fundamental para esta destrucción ordenada y sistemática que está dirigiendo el Gobierno. Razón tenía la filósofa Hannah Arendt cuando se lamentaba sobre la banalidad del mal, cimentada en la ceguera del propio interés, ese egoísmo perverso que transgrede la regla de oro que prescribe el deber de nunca aprovecharse de los demás, pero tampoco dejarse aprovechar de los otros. En esa cola todo es amoral. Todo se disuelve en esa risita cómplice y ansiosa que transpira deseo de obtener lo que no se sudó suficientemente.
E-mail: victormaldonadoc@gmail.com
Twitter: @vjmc
Twitter: @vjmc
No hay comentarios:
Publicar un comentario