El 1 de agosto de 1964 el presidente de Venezuela Raúl Leoni publicó su decreto Nº 83, con el que se establecía el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos con la finalidad de «perpetuar y honrar la obra de un eminente novelista y estimular la actividad creadora de los escritores de habla castellana». Tres años después, en 1967, se publicó la primera convocatoria. Participaron diecisiete novelas sometidas a trece críticos de toda América Latina, quienes nombraron ganadora la novela La casa verde de Mario Vargas Llosa. En un principio el premio se otorgaba cada cinco años.
La casa verde (1966) es la segunda novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa. La novela se caracteriza por la asimilación de las nuevas técnicas narrativas de autores europeos y estadounidenses desarrolladas a lo largo de la primera mitad del siglo XX. La obra consiguió el Premio Rómulo Gallegos en su primera convocatoria.
La casa verde (1966) es la segunda novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa. La novela se caracteriza por la asimilación de las nuevas técnicas narrativas de autores europeos y estadounidenses desarrolladas a lo largo de la primera mitad del siglo XX. La obra consiguió el Premio Rómulo Gallegos en su primera convocatoria.
A partir de 1987 se estableció que el galardón sería bienal, de acuerdo con el decreto Nº 1271 (17 de septiembre de 1986) del presidente Jaime Lusinchi. En 1995 el premio se extendió a todo el conjunto de países hispanohablantes y ese mismo año fue galardonado el escritor español Javier Marías.
Después de cuarenta años, la convocatoria, la participación de los críticos y el proceso de su selección por parte del gobiernovenezolano han cambiado en varias ocasiones. Si en la primera edición el jurado estuvo conformado por trece críticos de trece paísesamericanos distintos, en 2007 estuvo formado solo por cinco críticos de cuatro países (Venezuela, Cuba, Chile y Ecuador) y en 2013 por tres: dos especialistas en literatura hispana —el venezolano Luis Duno-Gottberg y el puertorriqueño Juan R. Duchesne Winter— más el laureado anterior, el argentino Ricardo Piglia. Con raras excepciones, como en 2005, el escritor de la última novela ganadora ha sido parte del jurado.
Premio Mario Vargas Llosa contrarrestará al Rómulo Gallegos
El escritor Juan Jesús Armas Marcelo piensa que el galardón venezolano se ha politizado
La Cátedra Mario Vargas Llosa presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el Premio de Novela Mario Vargas Llosa que busca constituirse como el más importante de América Latina en ese género y contrarrestar lo que el director de la institución, Juan Jesús Armas Marcelo, denomina la ideologización del galardón otorgado cada dos años en Caracas y que recientemente se le adjudicó al escritor puertorriqueño Eduardo Lalo.
“No tengo empacho en decir que el Rómulo Gallegos era un gran premio, pero por las manipulaciones políticas, que son evidentes, se vino a menos. Los premios suben y decaen, el que se entrega en Venezuela era lo máximo, pero ya no”, afirmó Armas Marcelo.
Como el que lleva el nombre del autor de Doña Bárbara, el que hace homenaje al escritor de La casa verde se otorgará cada dos años a un libro publicado originalmente en español por cualquier editorial en el mundo.
El jurado está integrado por Nélida Piñón, Víctor García de la Concha, Christopher Domínguez Michael, David Gallaguer y Marco Matos –director de la Academia de la Lengua de Perú–, además del director de la cátedra, que tendrá voz pero no voto. “Al premio que otorga Venezuela no intentamos sustituirlo, porque esta me parece una palabra muy fuerte, queremos contraponer la literatura a la política. Mucha gente piensa que ese es un galardón político y desde la cátedra queremos hacer uno literario. Se trata de ocupar el espacio que tenía el Rómulo Gallegos en la década de los años sesenta y setenta. Creo que es hora de que sus organizadores se salgan de la política y coloquen al premio donde estaba. No tengo nada en contra de Lalo, pero se nota que en el fallo hubo una influencia ideológica. La política mata cualquier cosa, mientras que la literatura lo reaviva”, añade Armas Marcelo, que espera recibir 300 novelas en la primera convocatoria que vence el 31 de diciembre de 2013 y que acepta novelas publicadas desde 2012.
Dotado con 100.000 dólares, el galardón se entregará en Lima el mes de marzo durante un congreso literario organizado por la cátedra con 30 ponentes, entre suramericanos y españoles. Habrá autores de todas las perspectivas, desde Ángeles Mastreta a Sergio Ramírez, quienes se referirán a la novela contemporánea en castellano. Ellos estarán junto con los finalistas del premio, pues entre las bases del concurso está especialmente estipulado que quienes envíen sus novelas y queden entre los seleccionados deben comprometerse a trabajar con la organización en un congreso. “También la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se va convertir en el enclave de la Cátedra Vargas Llosa con oficina fija y todos los años tendremos un evento clave. El próximo año será la presentación del autor –o autora– ganador del premio”, señala Armas Marcelo, que en 2014 publicará su novela Réquiem habanero, ambientada en una Cuba donde ha muerto Fidel Castro, y en 2015 el libro Para leer a Vargas Llosa.
El año que viene, la cátedra que representa irá de visita a la ciudad mexicana de Puebla para celebrar un encuentro de 24 escritores iberoamericanos en las universidades, entre los que podría incluirse al venezolano Antonio López Ortega, adelantó Armas Marcelo.
Celebran 50 años de La ciudad y los perros
La curadora de la muestra recurrió al archivo personal de Mario Vargas Llosa, de donde proceden algunos artículos periodísticos
El Nacional 5 DE DICIEMBRE 2013 -
Un congreso y una exposición fueron inaugurados en Lima para celebrar los cincuenta años de la publicación de la novela La ciudad y los perros, que marcó los inicios del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
El premio Nobel comenzó a escribir La ciudad y los perros en Madrid, en 1958, y la terminó en 1961 en París, a partir de su experiencia en el colegio militar Leoncio Prado de Lima.
La novela se desenvuelve en un ambiente juvenil y en ella convergen diversas realidades asociadas a temas como el abuso de poder, la disciplina militar y la masculinidad.
La exposición en la capital peruana se preparó durante cuatro meses y estará abierta al público hasta el 13 de abril. La curadora de la muestra, Diana Amaya, indicó que para montarla se recurrió al archivo personal de Vargas Llosa, de donde proceden algunos artículos periodísticos y reseñas sobre su trabajo. “Hemos partido de una idea básica al relacionar el interior de las salas con el contenido de la novela. Lo que esta narra, tanto el trabajo formal, el lenguaje, como la historia misma. Y el exterior con los comentarios, la recepción y las impresiones que va causando la obra a lo largo de los años”, detalló la investigadora.
Para Amaya, los fragmentos de la novela exhibidos destacan por su “estética, por su calidad en el trabajo con el lenguaje y por su significado”. El presidente del congreso sobre Vargas Llosa, Agustín Prado, declaró que La ciudad y los perros es un libro vigente por su frescura y por ser una radiografía de la Lima de esa época.
La curadora de la muestra recurrió al archivo personal de Mario Vargas Llosa, de donde proceden algunos artículos periodísticos
Un congreso y una exposición fueron inaugurados en Lima para celebrar los cincuenta años de la publicación de la novela La ciudad y los perros, que marcó los inicios del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
El premio Nobel comenzó a escribir La ciudad y los perros en Madrid, en 1958, y la terminó en 1961 en París, a partir de su experiencia en el colegio militar Leoncio Prado de Lima.
La novela se desenvuelve en un ambiente juvenil y en ella convergen diversas realidades asociadas a temas como el abuso de poder, la disciplina militar y la masculinidad.
La exposición en la capital peruana se preparó durante cuatro meses y estará abierta al público hasta el 13 de abril. La curadora de la muestra, Diana Amaya, indicó que para montarla se recurrió al archivo personal de Vargas Llosa, de donde proceden algunos artículos periodísticos y reseñas sobre su trabajo. “Hemos partido de una idea básica al relacionar el interior de las salas con el contenido de la novela. Lo que esta narra, tanto el trabajo formal, el lenguaje, como la historia misma. Y el exterior con los comentarios, la recepción y las impresiones que va causando la obra a lo largo de los años”, detalló la investigadora.
Para Amaya, los fragmentos de la novela exhibidos destacan por su “estética, por su calidad en el trabajo con el lenguaje y por su significado”. El presidente del congreso sobre Vargas Llosa, Agustín Prado, declaró que La ciudad y los perros es un libro vigente por su frescura y por ser una radiografía de la Lima de esa época.
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