Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

jueves, 29 de noviembre de 2012

Realmente me gusta más David Alfaro Siqueiros, pero Diego Rivera es el icono

 

Diego Rivera, el de la insulsa sonrisa

Hoy se conmemoran 55 años de la muerte del muralista mexicano

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Con su muralismo, el artista consiguió romper con la pintura independentista mexicana. Aún hoy su aporte es invalorable ARCHIVO
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DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL
sábado 24 de noviembre de 2012  12:00 AM
"Si se pudiera volver a nacer, ¿regresaría a la Tierra?", le preguntaba la entonces joven periodista Elena Poniatowska al, ya maestro, Diego Rivera. "Ni de chiste", dijo sin titubear. Sin esperanzas quedó el mundo desde entonces. Si la reencarnación existiera, en su natal Guanajuato no nacería nadie como él. Con su carácter, con sus trazos, con su desparpajo, con sus ideas revolucionarias, comunistas y sociales... con la capacidad de amar y lastimar, al mismo tiempo, a una mujer como Frida Kahlo.

El hombre que confesó que nunca había querido a su madre y que hubiese preferido no nacer antes de hacerle daño a la única "hembra" que de verdad amó, se liberó al morir. Hoy se conmemoran 55 años de su libertad. "Jamás he conocido a nadie con más aplomo que él. Y no creo que haya nadie que sepa lo que esconde su insulsa sonrisa", escribió en 1933 su ayudante Clifford Wight.

Cierto. Nadie lo supo. Quizás, tampoco él. Pero lo que no escondió fueron sus trazos; primero cubistas -cuando vivió en París en 1916- y luego profundamente indígenas a través del muralismo mexicano -cuando decidió regresar a su patria en 1922-. Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, como fue bautizado, fue un artista políticamente comprometido con las causas socialistas mexicanas.

"La figura de Diego Rivera es interesante", adelanta la historiadora de arte Federica Palomero. "Hay una especie de conflicto entre Diego y la vanguardia. En sus tiempos parisinos participó en las vanguardias clásicas europeas. Pero cuando regresó a México experimentó un profundo rechazo por su obra. Incluso llegó a deshacerse de algunas de sus piezas. Con el muralismo, que vale la pena preguntarse sino era también una vanguardia, rompe con la tradición de la pintura mexicana de la época de la independencia. Él fue parte de la mitología de la Revolución Mexicana", asegura.

Rivera se dedicó a estudiar a profundidad el arte maya y azteca, que influirían de forma significativa en su obra. Además, investigó el muralismo del italiano Giotto di Bondone que lo hizo apartarse del cubismo, por lo que comenzó, gracias a encargos, ha realizar grandes composiciones en el Palacio de Cortés, en Cuernavaca; el Palacio Nacional, el Palacio de las Bellas Artes de Ciudad de México y en la Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo. "Contribuyo a enaltecer el mito mexicano. Viajó a Italia para conocer el muralismo de Giotto. Logró un lenguaje muy específico muy teatral", dice Palomero.

Rivera fundó, junto con David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, el sindicato de pintores, del que surgió el movimiento muralista mexicano, de profunda raíz indigenista. Visitó entre 1927 y 1928 la Unión Soviética. Más de una vez declaró su admiración por Lenin, Marx y Engels.

"Fue un hombre universal. Siempre vio más allá, desde su pensamiento político y pictórico mexicano. Su obra marcó la pintura mexicana. Era un hombre que no se dejaba llevar por lo usual. A él lo contrataron en Estados Unidos para hacer unos murales y no pudo terminarlos. ¡No había un sentido político! Para mí era un hombre horrorosamente hermoso. Tenía demasiada personalidad", afirma la curadora Elsa Pericchi del artista que tendrá una exposición, el 5 de diciembre en el Centro Cultural del México Contemporáneo.

"¿A dónde iría?", le preguntó Poniatowska. "A todas partes menos a la Tierra", le respondió el de la sonrisa insulsa.

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