DOMINGO, 27 DE JULIO DE 2014
Marte en Escorpio para transmutar los instintos
Tomado del blog:
El Termómetro Zodiacal
Astrología, y algo más... Por el periodista y astrólogo venezolano Pedro González Silva
El sábado 26 de julio, Marte, el astro de la acción, de la guerra, la competencia, entró al signo de Escorpio, donde su energía se eleva al máximo.
Marte estuvo un largo tiempo en Libra debido a que tuvo su fase de retroceso en ese signo, y allí estuvo desajustado, por lo que podía dar una tendencia que puede ir desde la pasividad hasta la acción agresiva desordenada, sin foco.
Marte en Escorpio renueva las energías, la pasión, el entusiasmo, y le da dirección a nuestros actos, mayor efectividad a las batallas que emprendamos y una indoblegable voluntad para alcanzar nuestros objetivos, pues aviva al máximo la fuerza del deseo.
A partir de este momento, se acaban las medias tintas, y se entra en una etapa de definiciones, se produce un sacudón energético donde se buscará dar el todo por el todo; habrá llegado el tiempo del “todo o nada”.
Escorpio es el signo de la evolución, por eso se le asocia a tres animales: la serpiente, que es el estado menos evolucionado y de bajas pasiones; el escorpión o alacrán, que representa un grado un tanto más elevado de evolución, y finalmente el águila, que es cuando finalmente alzamos el vuelo y nos remontamos a las alturas de la espiritualidad.
Por tanto, Marte en Escorpio hará aflorar los diversos grados de evolución escorpiano, por lo que por una parte se pueden desatar las bajas pasiones, los procesos intensos de confrontación y radicalismo, pero a la vez estará activa la energía de transmutación, que nos puede llevar a trascender nuestros instintos para alcanzar una mayor elevación vibratoria.
Marte en Escorpio nos da la oportunidad de transmutar la rabia en amor; activa la fuerza del deseo que mueve montañas, nos hacer sentir nada es imposible si de verdad lo deseamos con intensidad y actuamos en procura de alcanzarlo.
El momento de la entrada de Marte a Escorpio coincidió con la Luna Nueva en Leo, en conjunción con Júpiter, con la cual formó un aspecto de mucha tensión, una “cuadratura” o ángulo de 90 grados, cuyo efecto se mantendrá durante un mes, que es lo que dura el ciclo lunar que ha comenzado.
Esta “cuadratura” nos trae un tiempo de definiciones y de acciones extremas. Estamos en un momento crucial, un momento estelar para decidir un rumbo.
Es significativo que las señales que nos está enviando el universo indican la posibilidad de una mayor elevación de la conciencia de los habitantes del planeta, una posible elevación vibracional que nos sintonice con un ascenso evolutivo, pero también en contraste, habrá una tendencia contrapuesta a comportarse de la manera más instintiva y de baja evolución, será una época de extremos.
Al final del ciclo lunar, transcurrido un mes, Marte y Saturno se encontrarán en Escorpio para mover situaciones kármicas (consecuencias de actos pasados) que pueden llevarnos a un gran aprendizaje.
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”, dice el Apocalipsis de San Juan. Estamos entrando en un ciclo de tiempo apocalíptico, decisivo.
Saturno se encuentra en Escorpio, la morada de Plutón, y Plutón en Capricornio, la morada de Saturno; esta interacción energética que avivará Marte, acelerará la destrucción de todo aquello que ya no nos sirve, que está descompuesto y podrido.
Estamos experimentando al Ave Fénix, que muere y renace de sus cenizas. Como dice Deepak Chopra: “En medio de los escombros de la devastación y el desastre, hay tesoros ocultos. Cuando busques entre las cenizas, mira bien”.
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