DOMINGO, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Hermes-Mercurio desciende al Hades
Tomado del blog "Termómetro Zodiacal" de Pedro González Silva
A Yaslin Yanez
Mercurio acaba de entrar a Escorpio, y el sábado 4 de octubre iniciará su movimiento retrógrado en este signo. Se me viene a la mente el mito en el que Hermes desciende al Hades (infierno) en busca de Core… Si se quedaron sin entender, no se preocupen… Ya les explico.
Mercurio es Hermes en la mitología griega, el mensajero de los Dioses. Escorpio es el signo de las profundidades donde reina Plutón (Hades para los griegos). Plutón está en el subsuelo, en lo oscuro, el mundo de los muertos, el Infierno que también los griegos llaman el Hades.
Deméter es la diosa-madre, que podemos asociar a la energía de la Luna, a una fase de la Luna, porque su hija, Core, la inocente doncella es otra cara de este arquetipo femenino. Los personajes están en escena y ahora pasemos al mito.
Hades, dios del submundo conoce a Core y se enamora de ella; le pide a Deméter permiso para hacerla su mujer; ella se lo niega y Hades decide secuestrar a Core y llevarla a su oscuro reino. Allí se queda largo tiempo sin volver al mundo luminoso. Deméter desesperada pide a Hermes que interceda con Hades para que permita a Core regresar y que su madre pueda verla.
Hades al fin acepta que Core regrese, pero en ella se ha producido una intensa transformación: ella ya no es Core, es Perséfone; ya no depende de su madre, ya no es inocente, ahora tiene voluntad propia y ha desarrollado fuerzas mágicas e intuición.
Perséfone se encuentra con Deméter y de allí en adelante pasa una temporada con ella y otra con Hades, un tiempo en la fase luminosa como la Luna Llena, y otra en la fase oscura de la Luna Nueva.
Mercurio retrógrado en Escorpio es Hermes bajando al Hades, es la mente bajando a lo más profundo del subconsciente, donde nuestros “demonios” moran. Un “secuestro”, un hecho que nos conmociona, que nos sacude, que escapa a nuestro control, a nuestra voluntad, nos hace bajar a ese submundo, lo remueve, allí está nuestra energía lunar representada en emociones, hábitos, traumas…
Cuando Hermes, nuestra mente, nos busca, volvemos al mundo luminoso, pero regresamos transformados, una experiencia fuerte e intensa nos ha hecho evolucionar, en esa evolución somos capaces de reconocer nuestras sombras, nuestro mundo oculto, y bajar a voluntad cada vez que lo deseemos, sin renunciar a nuestro mundo luminoso.
SINCRONICIDAD DEL UNIVERSO
Cada uno de nosotros somos un universo y el universo entero está en nosotros: “Como es arriba es abajo”, lo que ocurre en el universo ocurre en nosotros, los mitos viven en el inconsciente colectivo, viven en cada uno de nosotros, y en nuestra historia personal revivimos constantemente esos hechos míticos.
Al momento de escribir este artículo (28-09-2014 al mediodía) la Luna está en Escorpio, esa Luna que es Core secuestrada en el Hades, transformándose en Perséfone… Y Mercurio está también iniciando su tránsito por Escorpio, entrando al reino de Plutón-Hades, en ese descenso empezará a retrogradar, es decir, a vivir su fase de introspección, de búsqueda interna, y llegará a lo más profundo, donde Hades habrá de recibirlo… Hermes-Mercurio conecta el mundo consciente con el subconsciente.
Estas energías se manifiestan en el marco del equinoccio de otoño, tiempo en que el ego entra en declive, tiempo en que algo en nosotros empieza a morir, proceso que es necesario para luego renacer transformados; el otoño empieza con Libra, y a este signo llegará Mercurio en su retroceso el 10 de octubre, para iniciar la fase de reconciliación del consciente y el subconsciente, de nuestro mundo oculto y privado con el mundo de las relaciones humanas; así cuando Mercurio vuelva a avanzar el 25 de octubre, significará su regreso triunfal, con Perséfone a su lado, para dar a conocer a todos la transformación que ella ha vivido.
Meditemos… Lleguemos al fondo de nosotros mismos… reconciliemos nuestro mundo interno con nuestro mundo de relaciones… Vivamos a fondo esta transformación, esta oportunidad de iluminación…