Maduro aprovechó para bailar salsa en el Bronx
Tito Puente en Lima - Oye Como Va (Mambo-inn ... - YouTube
La nota caribeña de este martes fue el recibimiento al presidente Nicolás Maduro, cuando fue recibido por una orquesta de salsa y aprovechó para bailar. “Nos han dado la bienvenida con su alegría, con su sencillez”, dijo.
Maduro calificó de “extraordinaria” la ejecución musical de la UpBeat NYC, que lo recibió con la pieza “Oye cómo va”, mambo compuesto por Tito Puente. “Nos han dado la bienvenida con su alegría, con su sencillez”, luego de bailar con la “Primera Combatiente”, Cilia Flores.
RUNRUNES
NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
martes 30 de septiembre de 2014 12:00 AM
ALTO
LA ONU. Tan bajo perfil pasó el mandatario venezolano en la Asamblea General y en la Cumbre del Cambio Climático que se vieron obligados a publicar sendos avisos en los diarios insignias del "capitalismo imperial" como son The New York Times y The Washington Post, los que según palabras de Maduro lo habían tildado de "autobusero e ignorante". La inversión superior al medio millón de dólares (si no hay rojas comisiones de por medio) sirvió para repetir -una vez más- las frases de apoyo al fin del bloqueo a Cuba; la persecución económica a la Argentina; la independencia de Puerto Rico; la libertad del puertorriqueño Oscar López Rivera; la condena al terrorismo contra Iraq, Siria, Libia y Palestina; el apoyo con $ 5 millones a la lucha contra el ébola en África y la "refundación de la ONU por la paz con el ejemplo de PetroCaribe". Nada que traiga beneficios para Venezuela directamente. Por cierto que con el aval de ese grupo y Unasur, Maduro confía en el ingreso al Consejo de Seguridad. Venezuela fue miembro en 1962/63, 1977/78, 1986/87 y 1992/93 con personajes de primera calidad y formación como Carlos Sosa Rodríguez; Simón Alberto Consalvi&Rubén Carpio Castillo; Andrés Aguilar y Diego Arria&Adolfo Raúl Taylhardat en esos períodos. Tras un fallido intento del presidente Hugo Chávez de entrar al Consejo en 2006 y que significó una enorme inversión económica en los países del Caribe así como un acuerdo secreto -montado por Fidel Castro- con el gobierno de Guyana para dejar de lado y abandonar (las acciones hasta hoy lo comprueban) la reclamación del Esequibo, ahora no habrá impedimentos para lograrlo. Ni EEUU se opondrá. Pareciera así confirmarse que hubo un acuerdo con el Norte para que las relaciones mejoraran y por ello Maduro permitió que delegaciones del Transport Security Administration y de la Drug Enforcement Agency, encargadas del tránsito aéreo y de la lucha anti narcóticos, vinieran al país a chequear esos dos renglones tan álgidos. Desde EEUU esta vez pidieron que no exageraran en los miembros de su comitiva y mucho menos en los agentes de seguridad recordando que el año pasado incluyeron en la lista a agentes cubanos. Maduro se reunió solo con el presidente de Irán y con los representantes del Congreso Judío. Con éstos dejó abierta la posibilidad de reanudar relaciones con Israel. Los horarios tan malos de sus intervenciones -con la sala vacía- se los achacan al embajador Samuel Moncada a quien tienen en la mira por haber sido un nombramiento del ex viceministro Temir Porras. Quien se lució ante Nicolás fue Maximilién Sánchez Arveláiz, el encargado de negocios en Washington. Organizó todo y pagó... Citgo...
LA ONU. Tan bajo perfil pasó el mandatario venezolano en la Asamblea General y en la Cumbre del Cambio Climático que se vieron obligados a publicar sendos avisos en los diarios insignias del "capitalismo imperial" como son The New York Times y The Washington Post, los que según palabras de Maduro lo habían tildado de "autobusero e ignorante". La inversión superior al medio millón de dólares (si no hay rojas comisiones de por medio) sirvió para repetir -una vez más- las frases de apoyo al fin del bloqueo a Cuba; la persecución económica a la Argentina; la independencia de Puerto Rico; la libertad del puertorriqueño Oscar López Rivera; la condena al terrorismo contra Iraq, Siria, Libia y Palestina; el apoyo con $ 5 millones a la lucha contra el ébola en África y la "refundación de la ONU por la paz con el ejemplo de PetroCaribe". Nada que traiga beneficios para Venezuela directamente. Por cierto que con el aval de ese grupo y Unasur, Maduro confía en el ingreso al Consejo de Seguridad. Venezuela fue miembro en 1962/63, 1977/78, 1986/87 y 1992/93 con personajes de primera calidad y formación como Carlos Sosa Rodríguez; Simón Alberto Consalvi&Rubén Carpio Castillo; Andrés Aguilar y Diego Arria&Adolfo Raúl Taylhardat en esos períodos. Tras un fallido intento del presidente Hugo Chávez de entrar al Consejo en 2006 y que significó una enorme inversión económica en los países del Caribe así como un acuerdo secreto -montado por Fidel Castro- con el gobierno de Guyana para dejar de lado y abandonar (las acciones hasta hoy lo comprueban) la reclamación del Esequibo, ahora no habrá impedimentos para lograrlo. Ni EEUU se opondrá. Pareciera así confirmarse que hubo un acuerdo con el Norte para que las relaciones mejoraran y por ello Maduro permitió que delegaciones del Transport Security Administration y de la Drug Enforcement Agency, encargadas del tránsito aéreo y de la lucha anti narcóticos, vinieran al país a chequear esos dos renglones tan álgidos. Desde EEUU esta vez pidieron que no exageraran en los miembros de su comitiva y mucho menos en los agentes de seguridad recordando que el año pasado incluyeron en la lista a agentes cubanos. Maduro se reunió solo con el presidente de Irán y con los representantes del Congreso Judío. Con éstos dejó abierta la posibilidad de reanudar relaciones con Israel. Los horarios tan malos de sus intervenciones -con la sala vacía- se los achacan al embajador Samuel Moncada a quien tienen en la mira por haber sido un nombramiento del ex viceministro Temir Porras. Quien se lució ante Nicolás fue Maximilién Sánchez Arveláiz, el encargado de negocios en Washington. Organizó todo y pagó... Citgo...
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