Cabello descarta que medida para Simonovis esté vinculada al diálogo
En una sesión especial celebrada en Carúpano, el presidente de la AN dijo que la oposición "ni va a condicionar a la revolución ni al pueblo revolucionario". Desestimó las aspiraciones de quienes adversan al Gobierno de ganar las elecciones parlamentarias para iniciar el camino hacia un cambio de Gobierno, así como de los poderes públicos.
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Ni van a condicionar a la revolución, ni al pueblo revolucionario (AVN/Archivo)
ENDER MARCANO | EL UNIVERSAL
martes 23 de septiembre de 2014 07:25 PM
Caracas.- El presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, dedicó hoy unos minutos a la oposición y señaló que la medida de casa por cárcel otorgada a Iván Simonovis no implica la reanudación del diálogo político.
Durante una sesión especial celebrada en Carúpano, estado Sucre, para conmemorar el Bicentenario del Manifiesto de Carúpano de El Libertador Simón Bolívar, Cabello dijo que "por ahí andan alborotados, y que ahora sí nos vamos a sentar al diálogo porque soltaron a un señor que asesinó a un montón de gente; no lo soltaron está en su casa porque está enfermo. Pero quién habló aquí de eso si los que se pararon en el diálogo fueron ellos mismos (la oposición)".
El también primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) indicó que el llamado al diálogo fue hecho por el Presidente Nicolás Maduro, después de que ganó las elecciones del 14 de abril del año pasado. "Y ellos jamás lo aceptaron (el diálogo) con humildad, ellos creen que es un condicionamiento, que van a condicionar a la revolución. Ni van a condicionar a la revolución, ni al pueblo revolucionario, ni al pueblo de Venezuela", agregó.
Por otra parte, aún refiriéndose a la oposición Cabello desestimó las aspiraciones de quienes adversan al Gobierno de ganar las elecciones parlamentarias para iniciar el camino hacia un cambio de Gobierno, así como de los poderes públicos.
"El que crea que van a utilizar instancias democráticas contempladas en la Constitución como la AN para tratar de derrocar un Gobierno como lo hicieron en Paraguay están muy equivocados", comentó Cabello.
Agregó que el hecho de que la oposición gane la Asamblea Nacional no supone el cambio del Gobierno. "Hay algunos que declaran que van a ganar la Asamblea para llamar a elecciones. ¿Dónde dice eso aquí en esta Constitución?, en ninguna parte. Eso lo dicen los afanados, los apuraditos", sostuvo el presidente de la AN.
Durante una sesión especial celebrada en Carúpano, estado Sucre, para conmemorar el Bicentenario del Manifiesto de Carúpano de El Libertador Simón Bolívar, Cabello dijo que "por ahí andan alborotados, y que ahora sí nos vamos a sentar al diálogo porque soltaron a un señor que asesinó a un montón de gente; no lo soltaron está en su casa porque está enfermo. Pero quién habló aquí de eso si los que se pararon en el diálogo fueron ellos mismos (la oposición)".
El también primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) indicó que el llamado al diálogo fue hecho por el Presidente Nicolás Maduro, después de que ganó las elecciones del 14 de abril del año pasado. "Y ellos jamás lo aceptaron (el diálogo) con humildad, ellos creen que es un condicionamiento, que van a condicionar a la revolución. Ni van a condicionar a la revolución, ni al pueblo revolucionario, ni al pueblo de Venezuela", agregó.
Por otra parte, aún refiriéndose a la oposición Cabello desestimó las aspiraciones de quienes adversan al Gobierno de ganar las elecciones parlamentarias para iniciar el camino hacia un cambio de Gobierno, así como de los poderes públicos.
"El que crea que van a utilizar instancias democráticas contempladas en la Constitución como la AN para tratar de derrocar un Gobierno como lo hicieron en Paraguay están muy equivocados", comentó Cabello.
Agregó que el hecho de que la oposición gane la Asamblea Nacional no supone el cambio del Gobierno. "Hay algunos que declaran que van a ganar la Asamblea para llamar a elecciones. ¿Dónde dice eso aquí en esta Constitución?, en ninguna parte. Eso lo dicen los afanados, los apuraditos", sostuvo el presidente de la AN.
Aquí, de cola en cola
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 24 de septiembre de 2014 12:00 AM
Hace rato que la gente dejó de hablar de política profunda, si es que alguna vez la polarización lo permitió. Hace rato que la gran mayoría del país solo piensa en tres cosas: el trabajo, el alto costo de todo y, claro está, la escasez. Es la vida en revolución. Es lo cotidiano en la Venezuela de casi 16 años de socialismo pirata. Vale la pena revisar cada uno de los puntos.
La política ya no es punto de conversación. "En ese ámbito se escucha más o menos esto. Esta gente, con todo lo malo, se atornilló. No hay manera de sacarlos de ahí. Y menos con elecciones". Ese es un punto de vista. Otro: "esta gente está en tercera. Los problemas los superaron y no tienen ninguna posibilidad de sacar al país adelante. Lo que viene es un colapso". Eso por una parte. Pero, igualmente, por la otra el cuento es más o menos éste. "Los escuálidos están fritos. Ni unidad ni gente. Lo que quedan es un grupo de loquitos en el Este quemando cauchos una vez cada tres meses. No hay más nada". También hay variables: "estos escuálidos están pensando en ir a elecciones y sacarnos ganando la Asamblea Nacional. No tienen vida. Para empezar no van a votar. Eso está cantado. Y si van, les cambiamos la ley y los fregamos otra vez". No más que eso. El verdadero día a día del venezolano está en otras cosas más mundanas, más relacionadas con la sobrevivencia natural de una sociedad sumida en la miseria.
El trabajo. Para empezar las cifras son así: entre 7% y 8% se ubica la desocupación según la pupila oficialista. Más o menos 45% está vendiendo peroles en las calles o comerciando ilegalmente con los productos regulados que alguien encopetado les hace llegar fuera de los mercados establecidos. Y, la cifra negra de más o menos 20%, aquella que se encuentra supuestamente trabajando, pero que se encuentra en las nóminas aunque no se necesiten por obra y gracia de la inamovilidad legal, verdadera figura eterna en la legislación venezolana. Pero, más allá de los tétricos numeritos la preocupación de los venezolanos que todavía tienen algún trabajo de calidad está justamente en la estabilidad. ¿Cuánto tiempo le queda a la empresa? ¿Cuánto tiempo puede seguir operando sin mercado y sin insumos? ¿Podrá la empresa resistir en medio de la peor crisis económica de la historia nacional?
El salario. En cualquier mercado o farmacia se escucha: pero esto sube todos los días. La inflación se come los sueldos y todo parece indicar que no hay límite en esta comilona. No hay límite ni habrá límite. La solución que encontró el Gobierno para esto es muy sencilla: no ofrece información sobre inflación ni escasez. Fácil. Pero la gente lo siente directamente y eso sí que no tiene estrategia comunicacional que valga. A este tema del salario se le pega el de la escasez. A decir verdad están perfectamente relacionados y vinculados a las políticas del gobierno. Son justamente el efecto.
La inseguridad. No salga, quédese en su casa, traiga los videos quemados y no vaya al cine, no ande por ahí de noche. Cuidado con los motorizados. Mosca con los policías. No use el celular en las calles. Si le piden el teléfono en un atraco entréguelo o recibirá un plomazo. No deje el carro en la calle que como mínimo le roban la batería. Es la plaga.
Y es lo que se escucha en las colas.
@ejrl
La política ya no es punto de conversación. "En ese ámbito se escucha más o menos esto. Esta gente, con todo lo malo, se atornilló. No hay manera de sacarlos de ahí. Y menos con elecciones". Ese es un punto de vista. Otro: "esta gente está en tercera. Los problemas los superaron y no tienen ninguna posibilidad de sacar al país adelante. Lo que viene es un colapso". Eso por una parte. Pero, igualmente, por la otra el cuento es más o menos éste. "Los escuálidos están fritos. Ni unidad ni gente. Lo que quedan es un grupo de loquitos en el Este quemando cauchos una vez cada tres meses. No hay más nada". También hay variables: "estos escuálidos están pensando en ir a elecciones y sacarnos ganando la Asamblea Nacional. No tienen vida. Para empezar no van a votar. Eso está cantado. Y si van, les cambiamos la ley y los fregamos otra vez". No más que eso. El verdadero día a día del venezolano está en otras cosas más mundanas, más relacionadas con la sobrevivencia natural de una sociedad sumida en la miseria.
El trabajo. Para empezar las cifras son así: entre 7% y 8% se ubica la desocupación según la pupila oficialista. Más o menos 45% está vendiendo peroles en las calles o comerciando ilegalmente con los productos regulados que alguien encopetado les hace llegar fuera de los mercados establecidos. Y, la cifra negra de más o menos 20%, aquella que se encuentra supuestamente trabajando, pero que se encuentra en las nóminas aunque no se necesiten por obra y gracia de la inamovilidad legal, verdadera figura eterna en la legislación venezolana. Pero, más allá de los tétricos numeritos la preocupación de los venezolanos que todavía tienen algún trabajo de calidad está justamente en la estabilidad. ¿Cuánto tiempo le queda a la empresa? ¿Cuánto tiempo puede seguir operando sin mercado y sin insumos? ¿Podrá la empresa resistir en medio de la peor crisis económica de la historia nacional?
El salario. En cualquier mercado o farmacia se escucha: pero esto sube todos los días. La inflación se come los sueldos y todo parece indicar que no hay límite en esta comilona. No hay límite ni habrá límite. La solución que encontró el Gobierno para esto es muy sencilla: no ofrece información sobre inflación ni escasez. Fácil. Pero la gente lo siente directamente y eso sí que no tiene estrategia comunicacional que valga. A este tema del salario se le pega el de la escasez. A decir verdad están perfectamente relacionados y vinculados a las políticas del gobierno. Son justamente el efecto.
La inseguridad. No salga, quédese en su casa, traiga los videos quemados y no vaya al cine, no ande por ahí de noche. Cuidado con los motorizados. Mosca con los policías. No use el celular en las calles. Si le piden el teléfono en un atraco entréguelo o recibirá un plomazo. No deje el carro en la calle que como mínimo le roban la batería. Es la plaga.
Y es lo que se escucha en las colas.
@ejrl
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